sábado, 5 de septiembre de 2015

ORACIÓN B 06-09-15








ORACIÓN B 06-09-15

GUÍA: Las Lecturas del Ciclo B que son las correspondientes a este año tienen mensaje de esperanza. Recogemos lo que hemos vivido a lo largo de estos días. Agradecemos tantas cosas buenas que nos han llegado directamente del cielo y también a través de los hermanos. Hagamos espacio para que Dios nos llene con su gracia y   nos acompañe en nuestra oración. María la educadora de Jesús estará cerca para enseñarnos lo que quiere para nosotros. Silencio recogido y de espera.

Del libro de Isaías (35,4-7a):

Decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantar. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa el páramo será un estanque, lo reseco un manantial.

Salmo Responsorial

Alaba, alma mía, al Señor

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. 

GUÍA: Se nos anima a ser fuertes, no temer. El Señor viene en persona. Nos alienta a  seguir en esperanza. Con Él podemos avanzar y transformar el mundo que se nos ha dado. ¿Cómo es nuestra esperanza? ¿Aportamos energía al plan de Dios y construimos lo que Él quiere? El Papa Francisco también nos anima a colaborar en este resurgir de la tierra y de la humanidad. En silencio nos sentimos esa persona salvada, curada; ese páramo transformado, manantial en medio de lo reseco. El silencio nos cubre y serena, ante el Señor que viene.

De la carta del apóstol Santiago (2,1-5):

No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman? 

GUÍA: ¿Qué nos dice esta Palabra? Posiblemente nos vemos reflejados en algunas de las situaciones que presenta. Santiago subraya que Dios ama y ha elegido a los pobres. Limpiemos nuestra conciencia del afán de favoritismo. Acojamos esta llamada a ser justos y ofrecer nuestra atención a todos sin distinciones. Pedimos perdón de aquello que nos toca y aleja del programa de Jesús. En silencio pedimos perdón por las veces que hemos hecho diferencias en el trato con los hermanos.

Del evangelio según san Marcos (7,31-37):

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.
Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá», esto es: «Ábrete.»
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

GUÍA: Señor somos el sordo que viene a ti. Necesitamos oír tu voz. Encuéntranos y ayúdanos a salir de nuestra situación de sordera. También nos sorprende que hay gente que presenta al sordo ante Jesús.¿ Presentamos nosotros a alguien para que sea curado?¿Cómo lo hacemos? Y luego, ¿alabamos al Señor por su curación? ¿Proclamamos la acción de gracias cuando somos atendidos? Dejemos que la Palabra nos empape, y que nuestro corazón se sienta agradecido. Silencio y adoración.

PRESENTACIÓN DE PETICIONES

COMENTARIO DE ALGUNA FRASE

UNIDOS  EN LA RECITACIÓN DEL PADRE NUESTRO

MARÍA NOS ENSEÑA A ORAR Y NOS ACOMPAÑA

”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”


viernes, 4 de septiembre de 2015

ORACIÓN A 06-09-15







ORACIÓN A 06-09-15





GUÍA: Estamos aquí, Señor. Es un nuevo día. El sol luce, la vida fluye, Tú nos alientas para seguir en la esperanza de tu venida diaria a este mundo que está necesitado de tu presencia, de tu amor y de tu ayuda en las situaciones que se presentan. Te damos gracias por la semana que nos has regalado, por tus dones y sobre todo por ti. Gracias, Gracias. Escuchamos tu Palabra. Ayúdanos a comprenderla y captar lo que quieres para nosotros a través de ella.

De la profecía de Ezequiel (33,7-9):

Así dice el Señor: «A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.»

GUÍA: ¿Qué llamada nos haces, Señor? Una llamada de responsabilidad ante lo que Tú quieres. Una llamada a sentirnos instrumentos en tus manos. Una llamada a la fidelidad. Dejemos que broten los sentimientos en nuestro interior, reconociéndonos ante la presencia de Dios, nuestro Padre. Ser una atalaya era para Ezequiel muy importante. ¿En qué medida somos la pequeña atalaya de Dios, en las situaciones que nos rodean, en los momentos que nos sorprenden? Abramos el corazón a lo que Dios quiere en cada momento y demos nuestra respuesta.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (13,8-10):

A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás» y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a tí mismo.» Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.

GUÍA: No deber nada más que amor. Bueno, no es poco. Amar sin medida, sólo es cosa de Dios. Su Espíritu que vive en nosotros es quien puede realmente hacer ese trabajo. Pidamos que la presencia de Dios sea capaz de transformar la vida, de fortalecer el amor. Que nuestra debilidad y flojera no estropee su obra. Agradecemos su acción y su amor.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»

Del evangelio según san Mateo (18,15-20):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

GUÍA: Sigue el tema de la relación mutua. Tenemos diferencias. Dialogar, comprender, perdonar. Pedir juntos lo que queremos porque” donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, Yo estoy reunido con ellos. Mi Padre nos lo dará”. Aquí estamos, Señor reunidos en tu nombre y contigo. Invocamos al Padre, en tu nombre. Acompaña nuestra oración, nuestra petición y nuestros deseos de amar, de perdonar, de entendernos. Silencio meditativo y de acogida.

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón»

PRESENTACIÓN DE PETICIONES

COMENTARIO DE ALGUNA FRASE

UNIDOS  EN LA RECITACIÓN DEL PADRE NUESTRO

MARÍA NOS ENSEÑA A ORAR Y NOS ACOMPAÑA

”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”



sábado, 29 de agosto de 2015










ORACIÓN 30-08-15

GUÍA: Espíritu de Dios, ven. Espíritu de Dios, ven sobre mí. Ven sobre los hombres y mujeres del mundo. Ahora estoy aquí en tu presencia. Llena mi vida, nuestra vida. Ha pasado la semana con pasos buenos y otros torcidos. ¡Cuánta claridad necesitamos, cuánta sabiduría para dirigir bien los pasos de cada día!. Deja que me sienta en tu presencia, que reconozca tu luz, que tu sabiduría   colme de paz mi alma, que los espacios vacíos se llenen de Ti. Enséñame tus caminos. Dame la fuerza y valor para seguirlos. ¿Qué quieres de mí?

 Del libro del Deuteronomio (4,1-2.6-8):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?»

GUÍA: Moisés habla al pueblo. ¿Qué le dice? Señalad las palabras: Escucha, ponedlos por obra. Hoy nos dice lo mismo: Escucha, ponlo por obra. Nuestro corazón necesita ánimo, empuje del Espíritu. Pidamos ese valor y fuerza. Los mandamos del Señor son vuestra sabiduría e inteligencia. ¿Qué Dios está tan cerca de nosotros como nuestro Dios?. Agradezcamos su cercanía, su estar con nosotros. Confiemos en su fuerza y providencia. Silencio confiado. Busquemos las formas de andar sus caminos.

 De la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

GUÍA: Santiago en su carta nos invita también a escuchar y poner por obra. Estar de cara a Dios y a los hermanos. Dos tareas importantes. Abrirse a la voluntad de Dios y dar respuesta a los que necesitan de nosotros. Dos puntos que exigen atención. Podemos silenciar el corazón. En ese estar de cara a Dios. Sintamos su presencia y su voluntad. Hablemos con Él como con un amigo. Escuchemos lo que nos dice.
 




 Del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23):
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) 
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

GUÍA: ¿Qué nos dice la Palabra de Dios? Recojamos su mensaje. No basta la limpieza exterior. El fondo del corazón tiene que estar limpio. Obrar con rectitud, sin doble cara. Comportamientos sinceros. Una medida recta y misericordiosa para todos. El mandamiento de Dios es justo y acoge a todos con misericordia. Veamos nuestras actitudes, nuestros propósitos torcidos. Pidamos fortaleza para seguir los caminos del Señor con rectitud. Que haga su obra en nosotros.  Agradecemos la presencia del Señor y su luz en esta oración.

COMPARTIMOS  alguna frase.

PRESENTAMOS NUESTRAS PETICIONES.

PADRE NUESTRO: Unidos a toda la humanidad y con el mismo Jesucristo.

INVOCAMOS A MARÍA que acompañe nuestro caminar.

CANCIÓN:JESÚS ESTÁ ENTRE NOSOTROS, {DO} {MIm} ÉL VIVE HOY {FA} {SOL7} Y SU ESPÍRITU A TODOS DA. JESÚS, RAZÓN DE NUESTRA VIDA, {DO} {MIm} ES EL SEÑOR, {FA} {SOL} NOS REÚNE EN PUEBLO DE AMOR. {LAm} {FA} {DO} {SOL7}

Cambia nuestras vidas con tu fuerza. {LAm} {FA} {DO} {SOL7} Guárdanos por siempre en tu presencia. {LAm} {MIm} {FA} {DO} {SOL7} Tú eres verdad, Tú eres la paz. Rompe las cadenas que nos atan. llénanos de gracia en tu palabra. Gracias, Señor, gracias, Salvador. Nuestras existencias hoy te alaban. Nuestros corazones te dan gracias. Tú eres amor, eres canción. JESÚS ESTÁ ENTRE NOSOTROS

miércoles, 19 de agosto de 2015



 ORACIÓN 23-08-15   



GUÍA: Buenos días, Señor. Me has llamado aquí estoy. Ante Ti reconozco mi ser en tu presencia y plenitud. Te adoro como Dios y Señor. Padre Dios, que tu ser nos  llene de Ti, que tu acción creadora nos sostenga. Deja que comprendamos tu Palabra. Que el Espíritu sea luz en nuestra mente y nuestro corazón. Dejemos que la acción de Dios se extienda en nuestro espíritu. Escuchemos confiadamente su Palabra.

Del libro de Josué (24,1-2a.15-17.18b):

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»
El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

GUÍA: A través de las palabras de Josué, se nos propone servir a Dios o servir a otros dioses. Es momento de escoger, decidirse por Dios o por los ídolos. ¿Qué hacemos?. Veamos cómo decidimos y escogemos a veces. ¿Por qué lo hacemos?. Seguramente podemos decir como el pueblo israelita: El Señor nos sacó de Egipto, hizo grandes signos con nosotros. Nos miró y nos eligió.  En silencio dejamos que el don de Dios, la experiencia tenida de Dios nos ayude a dar nuestra respuesta. 

 De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,21-32):

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

GUÍA: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. El respeto cristiano, el amor de los esposos, como Cristo a su Iglesia. Ante Dios presente, captamos los dones del Espíritu que fortalecen el amor, la convivencia en nuestra experiencia diaria. Agradecemos todo lo que nos enriquece de ese respeto y amor mutuo. Admiramos el don de Cristo a su Iglesia hasta hacerla su cuerpo. Somos miembros de su cuerpo. Sintámonos esos miembros que Jesús mismo activa a favor de toda la Iglesia. Silencio meditativo y agradecido.

Del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

GUÍA: ¿Qué podemos subrayar de la lectura? Nos fijamos en : El Espíritu es quien da vida. Sintamos esta vida dentro de nosotros. ¿Cómo actúa?.” nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede” Dejemos que el Espíritu nos llene de su presencia. Confiemos en que el Padre nos conduce hacia Él. Nuestros sentimientos están vivos en la presencia de Dios Padre. Pidamos que nos lleva hacia Jesús. Silencio meditativo y confiado.

COMENTAMOS alguna frase.

PRESENTAMOS los problemas de las familias, las necesidades de cada persona.

PADRE NUESTRO: Lo recitamos confiados en nuestro Padre, junto con Jesús.

INVOCAMOS a María: 


MADRE DE LOS CREYENTES
QUE SIEMPRE FUISTE FIEL.
DANOS TU CONFIANZA,
DANOS TU FE.
DANOS TU CONFIANZA,
DANOS TU FE.
 
  

1. Pasaste por el mundo en medio de tinieblas
sufriendo a cada paso la noche de la fe.
Sintiendo cada día la espada del silencio,
a oscuras padeciste el riesgo de creer.

2. La fe por el desierto a lomos de un asnillo,
la fe cuando en las bodas Jesús se hizo esperar,
la fe cuando pensaron que el Hijo estaba loco,
la fe sobre el calvario al bo
rde de acabar.


viernes, 14 de agosto de 2015

ORACIÓN 16-08-15

GUÍA: Buenos días, Señor. Aquí estoy, estamos, necesitados de tu paz. Pacifica nuestra vida. Ahora, es el ahora. No hay otro tiempo. Y Tú pacificando las olas y los corazones. Tu presencia nos llena de paz. Tu amor nos recupera del movimiento de la semana. Queremos hacer silencio y reconocerte en nuestro interior. Darte gracias por la vida, por la amistad y el amor. Darte gracias por todo lo que pones en mi, en nosotros. Que todo sea para tu gloria. Silencio reflexivo.

Del libro de los Proverbios (9,1-6):

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."»

GUÍA: Qué hermosa la presentación de la Sabiduría: Construye su casa. En cada uno de nosotros quiere construir su casa. ¿Vamos dejando espacio? Ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa. ¿Somos ese banquete, ese vino y la mesa puesta? En ese espacio que la sabiduría toma en nuestra vida, saboreemos el vino de la alegría y de la prudencia. Envía a los criados para que inviten a todos, a su banquete. Los faltos de juicio, los inexpertos son llamados a la prudencia. ¿Dónde estamos nosotros? Silencio de escucha, de observación, de apertura, de decisión y puesta en marcha.

 De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20):

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

GUÍA: Junto con la sabiduría del libro de los Proverbios, Pablo hace una llamada a ser sensatos. Una llamada a aprovechar la ocasión, el momento presente, no aturdidos. ¿Estamos aturdidos? ¿Aprovechamos cada momento para llenarlo de la presencia de Dios, de su amor misericordioso? Dejaos llenar del Espíritu. Nuestra oración puede abrir los cerrojos de nuestro corazón y dejar que el agua del Espíritu nos inunde. ¿Cómo podemos hacerlo?. Dad gracias al Señor por todo, en nombre de Jesucristo. Puede ser que no sepamos hacerlo por nosotros solos, pero en nombre de Jesús, resultará más efectivo, más pleno. Acojamos la Palabra de Dios. Silencio acogedor y adorador.

Del santo evangelio según san Juan (6,51-58):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron;,el que come este pan vivirá para siempre.»

GUÍA: Hemos tenido la llamada de la sabiduría, la llamada a la sensatez. Ahora Jesús nos dice: Yo soy el pan de vida. Nos hace caer en la cuenta de que Él está con nosotros y su pan nos fortalece para el camino que tenemos que recorrer. El que come de este pan vivirá para siempre. Asimilemos estas palabras. ¿Qué nos dicen en nuestro interior? ¿Son pan de vida para nosotros?. Habita en mi y yo en él. Otra realidad para acoger con intensidad. Habita en nosotros, actúa en nosotros. Pidamos al Espíritu que nos fortalezca para acoger esta Palabra de Dios. Silencio amoroso y acogedor.

HACEMOS NUESTRAS PETICIONES

COMPARTIMOS la oración

Nos unimos a todos los cristianos en el rezo del PADRE NUESTRO


INVOCAMOS a nuestra madre, a nuestro lado, en el camino de la vida.
”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”


lunes, 10 de agosto de 2015

DON BOSCO HOY


      16 agosto 2015

 GUÍA: Padre,Dios, te damos gracias por el regalo de Don Bosco a la Iglesia y a la humanidad.      Hace  doscientos años nació. Tú has sido y sigues siendo presencia y Espíritu en la Familia Salesiana. Queremos ser Instrumento en tus manos para tu gloria. Envía a muchos jóvenes que sigan el camino de  Don Bosco y te sirvan en la Iglesia para los jóvenes  necesitados

 

Oración a San Juan Bosco - en el Bicentenario de su nacimiento-

Padre y Maestro de la juventud, San Juan Bosco,
que, dócil a los dones del Espíritu
y abierto a las realidades de tu tiempo,
fuiste para los jóvenes,
especialmente para los pequeños y los pobres,
signo de la predilección amorosa de Dios.

Enséñanos a ser amigos del Señor
para que descubramos
en Él y en su Evangelio
el sentido de la vida
y la verdadera felicidad.

Ayúdanos a responder con generosidad
a la vocación recibida de Dios,
para ser, en nuestra vida diaria,
constructores de comunión
y, unidos a toda la Iglesia,
colaborar con entusiasmo
en la edificación de la cultura del amor.


Concédenos la gracia de perseverar
en la vivencia diaria de la vida cristiana,
según el espíritu de las bienaventuranzas,
y haz que, guiados por María Auxiliadora,
nos encontremos un día contigo
en la gran familia del cielo. Amén.