martes, 22 de noviembre de 2016

SEGUNDO ANIVERSARIO





¡FELICIDADES,

 EN ESTE SEGUNDO ANIVERSARIO! 


Dos años con  visitas, no está mal, ¿verdad?

Y pueden ser muchas  más. Suscripciones y seguidores vienen de camino. Os esperamos.

Hoy como acción de Gracias a Dios, hacemos oración 
con el Salmo 23, Salmo de David.

En nuestro interior reconocemos al Señor como guía y pastor que nos cuida en su casa.


El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace reposar,
me conduce junto a fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el camino justo,
haciendo honor a su Nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso,
ningún mal temeré,
porque Tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
Me preparas un banquete
en frente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi copa rebosa.
Tu amor y tu bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

Gracias, Padre por tu presencia, Gracias, María porque nos acompañas. Jesús y el Espíritu, Don Bosco y María Mazzarello impulsan la vida.

domingo, 20 de noviembre de 2016

ZAQUEO



ORACIÓN 30-10-2016


GUÍA: Domingo 31, Tiempo Ordinario, ciclo C. Venimos para encontrarte. Queremos hablar contigo. Ya sabemos que eres Tú el que nos llamas y nos atraes a tu presencia. Aquí estamos, Padre. Espíritu de Dios ven sobre nosotros. Jesús estamos contigo. Enséñanos a orar. Todo un Dios acercándose al ser humano, dándole a conocer su amor. Proclamamos tus maravillas en este mundo, agradecemos tu presencia que nos enciende la fe, la confianza, el amor. Presentamos los dones de fe, confianza y amor experimentados durante la semana. Los desgranamos de nuevo ante Ti. Llena nuestras manos y nuestra vida con tu Palabra. SILENCIO DE PRESENCIA Y ACOGIDA.

Del libro de la Sabiduría (11,22–12,2):

Tú de todos tienes compasión, porque lo puedes todo y no te fijas en los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. ¿Cómo podrían existir los seres, si tú no lo hubieras querido? ¿Cómo podrían conservarse, si tú no lo ordenaras? Tú tienes compasión de todos, porque todos, Señor, te pertenecen y amas todo lo que tiene vida, porque en todos los seres está tu espíritu inmortal. Por eso, a los que pecan los corriges y reprendes poco a poco, y les haces reconocer sus faltas, para que apartándose del mal crean en ti, Señor.

GUÍA:¿Qué nos ha dicho esta Palabra de Dios? Nos hace ver el amor de Dios a todo lo creado. En todos los seres está tu espíritu inmortal. Reprendes y corriges para que nos apartemos del mal y creamos en Ti. ¿Qué le podemos decir nosotros? ¿Cómo respondemos al amor que nos tiene? Acallamos otras voces dentro de nosotros. Le hablamos desde el corazón  SILENCIO DE ESCUCHA, DE CONFIANZA, ante tan buen Padre.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,11–2,2):
Con este fin oramos siempre por vosotros, pidiendo a nuestro Dios que os tenga por dignos de haber sido llamados por él, y que cumpla con su poder todos vuestros buenos deseos y los trabajos que realizáis impulsados por la fe. De esta manera el nombre de nuestro señor Jesús será honrado por vuestra causa, y él os honrará conforme a la bondad de nuestro Dios y del señor Jesucristo. Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos que no cambiéis fácilmente de manera de pensar ni os dejéis asustar por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que recibáis, como si fuera nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado.

GUÍA: Vuelve a mostrarnos la bondad de Dios. San Pablo pide a Dios que bendiga y dé buen fin a los trabajos que hacen, impulsados por la fe. Les dice que no se dejen llevar por los discursos engañosos. Son palabras que sirven también hoy a los cristianos. Dejemos que nuestro corazón se presente ante Jesús  y el Padre; que el Espíritu nos haga comprender cómo vivimos nuestro ser cristianos. Hablémosle de nosotros, de nuestra situación de creyentes en la sociedad en que vivimos, de la calidad de nuestra fe, confianza y amor. SILENCIO CREYENTE, DE DISCÍPULO, DE CONVERSIÓN

Del santo evangelio según san Lucas (19,1-10):

Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha gente y Zaqueo era de baja estatura. Así que, echando a correr, se adelantó, y para alcanzar a verle se subió a un árbol junto al cual tenía que pasar Jesús.
Al llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa.»
Zaqueo bajó aprisa, y con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo, levantándose entonces, dijo al Señor: «Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.»

GUÍA: Jesús se fija en Zaqueo. Conoce su disposición interior, le buscaba, quería verle. Jesús corresponde invitándose a su casa. Se siente honrado por la elección y por la visita. Zaqueo se siente atraído por Jesús y piensa en devolver lo robado, en dar la mitad de sus bienes. Podemos identificarnos con Zaqueo, visualizar cómo respondemos nosotros, ante la elección de Jesús para venir a nuestra casa. Estudiemos la respuesta. Y la frase de Jesús: Hoy ha llegado la salvación a esta casa. Nos sentimos elegidos y queridos. SILENCIO DE AMIGO, TRANSFORMADOR.

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN

AGRADECEMOS

PROPONEMOS

PETICIONES

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre

PADRE NUESTRO con Jesús

CANTAMOS


Libertador de Nazaret ven junto a mí, ven junto a mí.
Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti?
Yo sé que eres Camino, que eres la vida y la verdad.
Yo sé que el que te sigue sabe a dónde va.
Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz,
quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.
Quiero encender mi fuego, 
alumbrar mi vida y seguirte a ti.
Quiero escucharte siempre, quiero luchar por ti.
Busco un mensaje nuevo, te necesito libertador,
no puedo estar sin rumbo, no puedo estar sin Dios.


viernes, 18 de noviembre de 2016

CRISTO REY

                                                          ORACIÓN 20-11-16

GUÍA: Es el último domingo del calendario litúrgico. Fiesta de Cristo Rey. Estamos ante Jesús resucitado, le visualizamos glorioso y aclamado como rey. Nos unimos a la manifestación de toda la humanidad. Nosotros ahí entre todos. Reconozcamos a Jesús como Señor de cielo y tierra. En el silencio del corazón proclamamos su realeza, aunque a veces sea rechazado. SILENCIO ADORADOR, DE AMIGO.

Del segundo libro de Samuel (5,1-3):
En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebrón y le dijeron:
«Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor te ha dicho: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”».
Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de Israel.

GUÍA: Las tribus de Israel buscan a David, quieren que sea su rey. Nuestra oración nos lleva a buscar a Jesús. Queremos que sea nuestro rey. Ellos estaban muy decididos. Nosotros ¿también lo estamos? Seguimos visualizando a Jesús entre nuestros amigos, nuestra gente. ¿Le decimos que sea nuestro rey?¿Qué dificultades tenemos para decírselo? Reflexionamos nuestro estado actual. Buscamos cómo afianzar nuestra fe y compromiso. SILENCIO REFLEXIVO, ESPERANZADO

De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,12-20):

Hermanos: Demos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor,
por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
Él es imagen del Dios invisible, primogénito de toda criatura;
porque en él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles.
Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades; todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

GUÍA: Es un Himno a Jesucristo. Ya en tiempo de San Pablo se transmite. El Padre comparte la herencia de su Hijo entre nosotros.  Nos traslada al reino del Hijo de su amor. Todo se mantiene en Él, es la cabeza de la Iglesia. Por él y para él quiso reconciliar todas las cosas. Son muchas aclamaciones a Jesús. Un derroche de amor por parte del Padre y una disponibilidad total del Hijo a favor nuestro.  Repasamos estas palabras, las hacemos nuestras y nos confiamos al Padre, a Jesús y al Espíritu que cambia nuestras vidas por sus caminos. SILENCIO ACOGEDOR, FILIAL, AMOROSO.

Del santo evangelio según san Lucas (23,35-43):

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».
Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

GUÍA: San Lucas recoge el momento de la crucifixión de Jesús. Momento en que se le proclama rey de los judíos. Reina desde la cruz pero será exaltado en la resurrección. El Padre está con él. Hoy reina en muchos hombres y mujeres, pero también es rechazado por otros. Hablemos con Jesús en nuestro interior y presentemos nuestra situación, ¿Le aceptamos como rey? Hagamos camino con él en la transformación del mundo. ¿Cómo podemos colaborar en la extensión de su reinado? SILENCIO DE ENTREGA, DE COMPAÑÍA Y DISPONIBILIDAD.

OFRECEMOS AL PADRE nuestra disponibilidad

PEDIMOS…

ALGO PARA  RECORDAR
INVOCAMOS A MARÍA

PADRE NUESTRO 
te agradecemos el don de Jesús, con su oración.

CANTAMOS

 PUEBLO DE REYES, ASAMBLEA SANTA,
PUEBLO SACERDOTAL, PUEBLO DE DIOS,
BENDICE A TU SEÑOR

 1. Te cantamos, oh Hijo amado del Padre,
Te alabamos, eterna palabra salida de Dios.
Te cantamos, oh Hijo de la Virgen María,
Te alabamos, oh Cristo, nuestro hermano, nuestro Salvador.

2.Te cantamos a ti, esplendor de la gloria,
Te alabamos, estrella radiante que anuncias el día.
Te cantamos, oh luz que iluminas nuestras sombras.
Te alabamos, antorcha de la nueva Jerusalén.






lunes, 14 de noviembre de 2016

SU MISERICORDIA ES ETERNA








                                                                                                    ORACIÓN 14-11-16

El Salmo canta a un Dios misericordioso que perdona a su pueblo, que cuida de Él como un padre. Le acaricia como una madre, le defiende como un guerrero.
Jesús presenta el reino de los cielos, como un Padre Dios  que sale al encuentro del hijo que vuelve a casa. Como el pastor que busca a la oveja perdida, la coge a hombros, la cura y la lleva al redil.
Un padre que se comunica con los pobres y sencillos, y les da la luz para contemplar su gloria. Hace salir el sol sobre justos e injustos, sobre buenos y malos. Da belleza al universo, cuida de los gorriones y mucho más cuida de todos sus hijos.
¿Le has contemplado cada mañana, ofreciéndote el don de la vida, esperando y potenciando la andadura de tu día? ¿Le sientes junto ti en lo bueno y en lo malo?¿Le encuentras a tu lado, satisfecho de  cada uno de tus pasos y expectante ante tus decisiones?
¿Al acabar el día ves cómo recoge tu ofrenda, tu esfuerzo, tus alegrías y tus penas, regalándote su amor y su paz? Su misericordia te envuelve y sustenta.
Este Año de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco, ha ido abriendo las puertas de los corazones. Ha facilitado el paso de las puertas de la Misericordia, ha abierto el corazón a Dios que perdona y acoge a cada persona como a su hijo amado.
La iglesia Católica concede el perdón de los pecados, en nombre de Dios, especialmente en este año. Acoge al que se reconcilia en la confesión con arrepentimiento, celebrando la Eucaristía, rezando por las intenciones del Papa y estando dispuesto a una mejora de vida.
La misericordia y el perdón de Dios está llegando a todos los rincones de la tierra. Aprovecha tu oportunidad y recíbela con fe y mucho amor.
 El día 20 de noviembre, será la clausura del Año de la Misericordia. Recibe la misericordia del Padre en tu vida y agradece su bondad para ti y para toda la humanidad. María, Madre de la Iglesia, Auxiliadora de  los cristianos, nos acompañe en la marcha de la multitud de los perdonados en su Hijo Jesús.  





  

viernes, 11 de noviembre de 2016

DIOS ES EL DEFENSOR

                                                                              ORACIÓN 13-11-16

GUÍA:  Dios  es el defensor de su pueblo. Somos pueblo suyo. Visualizamos nuestro puesto en esa gran multitud. Somos conscientes de lo que decimos en el Credo: Creo en Dios Padre, todo poderoso, creador del cielo y de la tierra. Toda la multitud es portadora de la fe  y también nosotros. En nuestro interior reconocemos a Dios como Padre, y defensor de su pueblo. Aunque camine por oscuras cañadas, nada temo, porque tú vas conmigo. Dejamos un tiempo de presencia, de consciencia, de confianza.  Pedimos al Espíritu Santo que guíe nuestra oración. SILENCIO DE PRESENCIA, CONSCIENCIA, CONFIANZA, PETICIÓN.

De la profecía de Malaquias (3,19-20a):

Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir –dice el Señor de los ejércitos–, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas.


GUÍA: En la vida y en la muerte somos de Dios. Ante el Señor nos situamos, en alerta ante el día ardiente que viene, ante Dios,  sol que iluminará toda oscuridad, ante nuestro interior desconocido a veces, ante el Padre que ama a su hijo. ¿Cuál es nuestra situación? Honramos su nombre, buscamos su verdad, confiamos en Él. SILENCIO CONFIADO, DE VERDAD Y HONOR A SU NOMBRE.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,7-12):

Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.

GUÍA: Seguimos en nuestro interior, despiertos ante el Señor que a través del apóstol nos habla del esfuerzo. Es necesario ponerse manos a la obra, haciendo fructificar los talentos que se nos han dado. Responsables de nuestro tiempo y de nuestras acciones. Colaboradores con Jesús en la obra de Dios. Seguros del sol que ilumina y fortalece nuestro ser. SILENCIO CREYENTE, COLABORADOR Y DE HIJOS.
Del santo evangelio según san Lucas (21,5-19):

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. 
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.» 
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» 
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.» 
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»


GUÍA: Es tiempo de presencia ante el Señor. Seguimos en nuestro interior iluminados por el sol, que hace justas todas las cosas. Jesús considera la belleza del templo y ve el paso de las cosas. Alerta a los suyos de no dejarse llevar por palabras, signos o persecuciones. Yo os daré palabras de sabiduría. Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Acogemos estas palabras, las repetimos dichas a nosotros, Habrá nuevos sentimientos de  fe  y de esperanza. Jesús está ahí. ABRIMOS SILENCIO ACOGEDOR Y ESPERANZADO


PRESENTAMOS al Padre nuestra oración.

PETICIONES:

INVOCAMOS A MARÍA Y AL ESPÍRITU

ALGO PARA RECORDAR, 

COMPROMISO.

PADRE NUESTRO con todos los creyentes

CANTAMOS


Somos un pueblo que camina
y juntos caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.

Somos un pueblo que camina
que marcha por el mundo
buscando otra ciudad.
Somos errantes peregrinos
en busca de un destino
destino de unidad.
Siempre seremos caminantes
pues sólo caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.

Danos valor para la lucha
valor en las tristezas
valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu Palabra
que guíe nuestros pasos
en este caminar.
Marcha Señor junto a nosotros
pues sólo en tu presencia
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.





viernes, 4 de noviembre de 2016

MACABEOS



ORACIÓN 06-11-2016
GUÍA: Espíritu de Dios, ven sobre nosotros. Ilumina nuestro ser con tu luz. Abre nuestros corazones a tu Palabra. Padre Dios, Jesús, Hijo del Padre,  estamos ante ti como  hijos que buscan la casa del Padre, y su amor misericordioso.  Como pequeño que se fía del abrazo seguro de quien sabe que le quiere. Perdona nuestros fallos, sana nuestras heridas, conviértenos a ti.  SILENCIO ATENTO Y ARREPENTIDO

GUÍA: La Palabra de Dios nos presenta el martirio de los hermanos Macabeos. 

 Del segundo libro de los Macabeos (7,1-2.9-14):

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. 
Uno de ellos habló en nombre de los demás: «¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres.» 
El segundo, estando para morir, dijo: «Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna.» 
Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida, y alargó las manos con gran valor. Y habló dignamente: «De Dios las recibí, y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios.» 
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos. Cuando murió éste, torturaron de modo semejante al cuarto. Y, cuando estaba para morir, dijo: «Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se espera que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida.»

GUÍA: ¿Qué mensaje nos deja la lectura? Dios mismo nos resucitará. Dejamos que empape nuestra mente y surja la confianza en el Padre que salva y da vida. Prefieren el cumplimiento de la Ley de Moisés que el mandato del rey. ¿Cuáles son nuestras convicciones, nuestros principios, y opciones en la vida?. ¿Somos fieles a la fe recibida en el Bautismo? SILENCIO REFLEXIVO, CLARIFICADOR DE NUESTRA UNIÓN CON JESUCRISTO

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,16–3,5):

Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas. Por lo demás, hermanos, rezad por nosotros, para que la palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre vosotros, y para que nos libre de los hombres perversos y malvados, porque la fe no es de todos. El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno. Por el Señor, estamos seguros de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos enseñado. Que el Señor dirija vuestro corazón, para que améis a Dios y tengáis constancia de Cristo.

GUÍA: El agua del Bautismo y la luz de Cristo nos limpia y transforma nuestra vida, haciéndonos capaces de buenas obras. La fuerza de Dios sigue estando con los suyos y avanzando en un mundo necesitado de verdad, de justicia, de paz. Pablo desea que amemos a Dios  y tengamos constancia de Cristo. Envueltos por su presencia, hacemos nuestra la Palabra y pedimos fuerza para vivirla. SILENCIO DE ACOGIDA Y ASIMILACIÓN

Del santo evangelio según san Lucas (20,27-38):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.» 
Jesús les contestó: «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob." No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»

GUÍA: El evangelio nos habla de ser juzgados dignos de la vida futura, de resurrección. Creemos en la resurrección de los muertos. Nuestra vida no acaba con la muerte. Cristo nos resucita junto con Él. Hacemos oración sobre la vida y la muerte. El Padre nos acoge en su abrazo de amor, más allá de la frontera de la muerte. Sentimos el amor del Padre que nos cuida a lo largo de la vida y en el más allá. SILENCIO CONFIADO DE HIJOS CREYENTES, LLENOS DE ESPERANZA.

OFRECEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS AL PADRE DIOS

PETICIONES


ALGO PARA RECORDAR


INVOCAMOS A MARÍA



PADRE NUESTRO


Cantamos:

Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierrra del salvador,
peregrinos, caminantes, vamos hacia ti.

venimos a tu mesa sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiara.

reinaremos contigo, en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos salvara.

somos tu pueblo santo que hoy camina unido
tu vas entre nosotros, tu amor nos guiara

tu eres el camino, tu eres la esperanza, 
hermano de los pobres.

amen, gloria y honor..aleluya