ORACIÓN
13-11-16
GUÍA: Dios es el defensor de su pueblo. Somos pueblo
suyo. Visualizamos nuestro puesto en esa gran multitud. Somos conscientes de lo
que decimos en el Credo: Creo en Dios Padre, todo poderoso, creador del cielo y
de la tierra. Toda la multitud es portadora de la fe y también nosotros. En nuestro interior
reconocemos a Dios como Padre, y defensor de su pueblo. Aunque camine por
oscuras cañadas, nada temo, porque tú vas conmigo. Dejamos un tiempo de
presencia, de consciencia, de confianza.
Pedimos al Espíritu Santo que guíe nuestra oración. SILENCIO DE PRESENCIA, CONSCIENCIA, CONFIANZA, PETICIÓN.
De
la profecía de Malaquias (3,19-20a):
Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir –dice el Señor de los ejércitos–, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas.
GUÍA: En
la vida y en la muerte somos de Dios. Ante el Señor nos situamos, en alerta
ante el día ardiente que viene, ante Dios,
sol que iluminará toda oscuridad, ante nuestro interior desconocido a
veces, ante el Padre que ama a su hijo. ¿Cuál es nuestra situación? Honramos su
nombre, buscamos su verdad, confiamos en Él. SILENCIO CONFIADO, DE VERDAD Y HONOR A SU NOMBRE.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Tesalonicenses (3,7-12):
Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
GUÍA: Seguimos en nuestro interior, despiertos ante el Señor que a través del apóstol nos habla del
esfuerzo. Es necesario ponerse manos a la obra, haciendo fructificar los
talentos que se nos han dado. Responsables de nuestro tiempo y de nuestras
acciones. Colaboradores con Jesús en la obra de Dios. Seguros del sol que
ilumina y fortalece nuestro ser. SILENCIO
CREYENTE, COLABORADOR Y DE HIJOS.
Del santo evangelio según san Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»
GUÍA:
Es tiempo de presencia ante el Señor. Seguimos en nuestro interior iluminados
por el sol, que hace justas todas las cosas. Jesús considera la belleza del
templo y ve el paso de las cosas. Alerta a los suyos de no dejarse llevar por
palabras, signos o persecuciones. Yo os daré palabras de sabiduría. Ni un
cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas. Acogemos estas palabras, las repetimos dichas a nosotros, Habrá
nuevos sentimientos de fe y de esperanza. Jesús está ahí. ABRIMOS SILENCIO ACOGEDOR Y ESPERANZADO
PRESENTAMOS al Padre nuestra oración.
PETICIONES:
INVOCAMOS A MARÍA Y AL ESPÍRITU
ALGO PARA RECORDAR,
COMPROMISO.
PADRE NUESTRO con todos los creyentes
CANTAMOS
Somos un pueblo que camina
y juntos caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
Somos un pueblo que camina
que marcha por el mundo
buscando otra ciudad.
Somos errantes peregrinos
en busca de un destino
destino de unidad.
Siempre seremos caminantes
pues sólo caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
Danos valor para la lucha
valor en las tristezas
valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu Palabra
que guíe nuestros pasos
en este caminar.
Marcha Señor junto a nosotros
pues sólo en tu presencia
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.
Es muy bonito dedicar un tiempo a Dios ya que El siempre esta con nosotros en todo momento . me gusta mucho y me ayuda a rezar sola y en cualquier lugar.
ResponderEliminarMe da alegría tu participación y lo que comunicas. Es bonito compartir lo que vivimos en el interior. Seguimos unidas.
Eliminar"a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas". El profeta Malaquías dice esto en la 1ª lectura, inspirado por Dios. Un sol de justicia es el que hace justas las cosas. La imagen es muy bonita. Ese sol ilumina a los que invocan el nombre de Dios. Nos sentimos iluminados y transformados por su luz. Alabamos al Padre, al Hijo y al Espíritu por su cercanía en nuestras vidas.
ResponderEliminar"que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan".Un buen consejo: con tranquilidad, sin agitación. Nuestra vida transcurre en medio de idas y venidas, de mucho movimiento. Es señal de que estamos vivos. Pero que lo externo no nos prive de la paz interior, donde mora Dios. El trabajo es un medio de realización personal, pero que no seamos esclavos de él.
ResponderEliminar«Cuidado con que nadie os engañe"Jesús dice esto a sus discípulos, entonces. y lo dice ahora. ¿Somos acosados por la falta de verdad? El Espíritu de Dios está con nosotros y podemos ser testigos de la verdad. Descansar en tu verdad,Señor, y en la verdad que nace en los corazones, crea un mundo de confianza y hermandad. Que ella nos pacifique.
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