martes, 14 de noviembre de 2017

ALEGRÍA DEL AMOR 3



PAPA FRANCISCO

Capítulo primero
A LA LUZ DE LA PALABRA

La reflexión y oración sobre la Alegría del amor nos acerca a los números siguientes 13-18. La biblia nos presente el encuentro del hombre y la mujer. La explicación del Papa va avanzando en la realidad de ese encuentro. Sana la soledad y surge la generación y la familia.



Donación voluntaria de  amor en lo corpóreo y en lo espiritual.
Los hijos como “brotes de olivo” dice el salmista, construyen la casa.
Signo de plenitud de la familia en la continuidad de la misma historia de salvación, de generación en generación.
Iglesia doméstica, educación de los hijos, que tienen por delante su propio camino de vida.

Puntos muy interesantes. Adéntrate en ellos, poco a poco. Reza desde alguno.
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13. De este encuentro, que sana la soledad, surgen la generación y la familia. Este es el segundo detalle que podemos destacar: Adán, que es también el hombre de todos los tiempos y de todas las regiones de nuestro planeta, junto con su mujer, da origen a una nueva familia, como repite Jesús citando el Génesis: «Se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne» (Mt 19,5; cf. Gn2,24). El verbo «unirse» en el original hebreo indica una estrecha sintonía, una adhesión física e interior, hasta el punto que se utiliza para describir la unión con Dios: «Mi alma está unida a ti» (Sal 63,9), canta el orante. Se evoca así la unión matrimonial no solamente en su dimensión sexual y corpórea sino también en su donación voluntaria de amor. El fruto de esta unión es «ser una sola carne», sea en el abrazo físico, sea en la unión de los corazones y de las vidas y, quizás, en el hijo que nacerá de los dos, el cual llevará en sí, uniéndolas no sólo genéticamente sino también espiritualmente, las dos «carnes».


14. Retomemos el canto del Salmista. Allí aparecen, dentro de la casa donde el hombre y su esposa están sentados a la mesa, los hijos que los acompañan «como brotes de olivo» (Sal 128,3), es decir, llenos de energía y de vitalidad. Si los padres son como los fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia (cf. 1 P 2,5). Es significativo que en el Antiguo Testamento la palabra que aparece más veces después de la divina (yhwh, el «Señor») es «hijo» (ben), un vocablo que remite al verbo hebreo que significa «construir» (banah). Por eso, en el Salmo 127 se exalta el don de los hijos con imágenes que se refieren tanto a la edificación de una casa, como a la vida social y comercial que se desarrollaba en la puerta de la ciudad: «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; la herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud; dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza» (vv. 1.3-5). Es verdad que estas imágenes reflejan la cultura de una sociedad antigua, pero la presencia de los hijos es de todos modos un signo de plenitud de la familia en la continuidad de la misma historia de salvación, de generación en generación.
15. Bajo esta luz podemos recoger otra dimensión de la familia. Sabemos que en el Nuevo Testamento se habla de «la iglesia que se reúne en la casa» (cf. 1 Co 16,19; Rm 16,5; Col 4,15; Flm 2). El espacio vital de una familia se podía transformar en iglesia doméstica, en sede de la Eucaristía, de la presencia de Cristo sentado a la misma mesa. Es inolvidable la escena pintada en el Apocalipsis: «Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre, entraré y comeremos juntos» (3,20). Así se delinea una casa que lleva en su interior la presencia de Dios, la oración común y, por tanto, la bendición del Señor. Es lo que se afirma en el Salmo 128 que tomamos como base: «Que el Señor te bendiga desde Sión» (v. 5).
16. La Biblia considera también a la familia como la sede de la catequesis de los hijos. Eso brilla en la descripción de la celebración pascual (cf. Ex 12,26-27; Dt 6,20-25), y luego fue explicitado en la haggadah judía, o sea, en la narración dialógica que acompaña el rito de la cena pascual. Más aún, un Salmo exalta el anuncio familiar de la fe: «Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, no lo ocultaremos a sus hijos, lo contaremos a la futura generación: las alabanzas del Señor, su poder, las maravillas que realizó. Porque él estableció una norma para Jacob, dio una ley a Israel: él mandó a nuestros padres que lo enseñaran a sus hijos, para que lo supiera la generación siguiente, y los hijos que nacieran después. Que surjan y lo cuenten a sus hijos» (Sal 78,3-6). Por lo tanto, la familia es el lugar donde los padres se convierten en los primeros maestros de la fe para sus hijos. Es una tarea artesanal, de persona a persona: «Cuando el día de mañana tu hijo te pregunte [...] le responderás…» (Ex13,14). Así, las distintas generaciones entonarán su canto al Señor, «los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños» (Sal 148,12).

17. Los padres tienen el deber de cumplir con seriedad su misión educadora, como enseñan a menudo los sabios bíblicos (cf. Pr3,11-12; 6,20-22; 13,1; 29,17). Los hijos están llamados a acoger y practicar el mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre» (Ex20,12), donde el verbo «honrar» indica el cumplimiento de los compromisos familiares y sociales en su plenitud, sin descuidarlos con excusas religiosas (cf. Mc 7,11-13). En efecto, «el que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros» (Si 3,3-4).

18. El Evangelio nos recuerda también que los hijos no son una propiedad de la familia, sino que tienen por delante su propio camino de vida. Si es verdad que Jesús se presenta como modelo de obediencia a sus padres terrenos, sometiéndose a ellos (cf. Lc2,51), también es cierto que él muestra que la elección de vida del hijo y su misma vocación cristiana pueden exigir una separación para cumplir con su propia entrega al Reino de Dios (cf. Mt 10,34-37; Lc 9,59-62). Es más, él mismo a los doce años responde a María y a José que tiene otra misión más alta que cumplir más allá de su familia histórica (cf. Lc 2,48-50). Por eso exalta la necesidad de otros lazos, muy profundos también dentro de las relaciones familiares: «Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra» (Lc 8,21). Por otra parte, en la atención que él presta a los niños —considerados en la sociedad del antiguo Oriente próximo como sujetos sin particulares derechos e incluso como objeto de posesión familiar— Jesús llega al punto de presentarlos a los adultos casi como maestros, por su confianza simple y espontánea ante los demás: «En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos» (Mt 18,3-4).



Después de leer estos números,  dejamos que alguna frase nos cale más. La repetimos varias veces relacionada con nosotros.

 
Subraya las frases que más te gustan.


 Hazlas tuyas.


 Disfruta con la presencia de Dios en medio de tu familia

Habla con Jesús, con el Padre Dios y con el Espíritu, sobre  tu familia, teniendo en cuenta lo que dice el Papa y tu realidad.
Agradece el amor que encuentras en ella.
Cada día siembra tu aportación generosa

Impulsa tu compromiso en el camino del encuentro, del amor cristiano y de la familia.




viernes, 10 de noviembre de 2017

RADIANTE SABIDURÍA



RADIANTE SABIDURÍA

GUÍA DE ORACIÓN 12-11-2017

GUÍA: Ven Espíritu Santo, llena nuestro ser de tu luz y de tu paz. En este encuentro contigo nos unimos al Padre y a Jesús, su Hijo. Presentamos nuestra vida abierta al bien y la verdad. Tu amor nos sobrepasa, tu sabiduría envuelve nuestro corazón impulsando nuestros sentimientos de amor y cercanía. SILENCIO DE PETICIÓN, ADMIRACIÓN Y ENCUENTRO

Del libro de la Sabiduría (6,12-16):

La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.

GUÍA: Hemos visto un bellísimo canto a la sabiduría de Dios y su relación con la humanidad. Radiante e intacta es la sabiduría. La ven los que aman, la encuentran los que la buscan. Nos visualizamos ante la personificación de la sabiduría, sentimos su búsqueda y aceptamos su encuentro. Dejamos que nos rodee y entusiasme. Padre, Dios, gracias por tu luz, tu amistad, tu sabiduría, presente en nuestra mente y corazón. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE APERTURA, PRESENCIA.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (4,13-17):

No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

GUÍA: Si creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado, también los muertos serán unidos a Jesús y serán resucitados con él. La resurrección es de cada uno y de todos. Una transformación desde la vida de Jesucristo. Nos sentimos unidos y transformados con Jesús para una vida nueva. Avanzamos en el conocimiento de Jesús y del Padre. SILENCIO DE UNIÓN, ESPERANZA, ALEGRÍA.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.» 

GUÍA: Las jóvenes que esperan al esposo, con sus lámparas encendidas, y las que descuidan el aceite son una imagen que nos da el toque para estar atentos  al aceite que aviva la fe, la esperanza y el amor de nuestro caminar. ¿Vamos añadiendo parte del aceite de la fe y buenas obras, en la lámpara que espera al Señor? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE CONFIANZA Y PERSEVERANCIA

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Cantamos para ti, Señor,
 nos has dado la vida.
Tu Palabra en el corazón,
pone nueva semilla.

 Vienes, Señor a convocar,
 a los hombres que amas.
 Por la senda de la amistad,
 es tu amor quien nos llama.

En el Bautismo tu nos das,
 tu juventud eterna.
                                                    Danos gozo para anunciar,
                                                       de Dios la Buena Nueva.




                                                 




lunes, 6 de noviembre de 2017

SEMILLAS OCTUBRE




SEMILLAS OCTUBRE

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SEMILLAS, COMENTARIOS  OCTUBRE


1.            Rosa Roja2 de octubre de 2017, 9:53
Hoy los Ángeles Custodios. En la Escritura se habla de ellos y su misión de cuidar de cada uno de nosotros. Les pedimos que nos acompañen en los peligros y en el camino para alcanzar el punto d e llegada.
2.             
San Francisco de Asís. El hermano sol, la hermana agua, la persona humana, todo es gloria de Dios.
3.             
Día de Acción de Gracias a Dios por las cosechas de la tierra y de todo el trabajo de los hombres y mujeres que la transforman. Damos gloria a dios por su grandeza en cada persona y en todas sus criaturas.
4.             
"Y los envió de dos en dos a preparar el camino" Jesús anuncia el Reino de Dios, está cerca. Los cristianos también somos enviados a hacerle presente en nuestro mundo. ¿Intentamos hacerlo? El Papa nos lo recuerda con mucha frecuencia. "Iglesia en salida"
"Ánimo, Israel el señor está contigo". Nos dice la liturgia de hoy. Resulta interesante sentir al Señor con nosotros y participando en nuestras empresas y acciones. Adelante.
5.             
Eucaristía de domingo, momento de acción de gracias a Jesús que resucita y que se queda con nosotros como alimento y fuerza para caminar. No le falles.
6.             
"Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." Jesús, buen samaritano, nos encarga cuidar de ese prójimo y él lo pagará. Sintamos la promesa para nosotros y cuidemos cada día de los que nos necesitan.
7.             
Los discípulos piden a Jesús que les enseñe a orar. Y les enseña a llamar a Dios Padre. Confiamos en su misericordia y amor. Hoy podemos hacer experiencia de ser buenos hijos.
8.             
La virgen sobre un pilar y ayudando nuestra fe. Recordamos a la Virgen del Pilar, ayer la virgen de Begoña. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
9.             
¡Bendita tu madre! y Jesús añade: Dichosos los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen. ¿Estamos entre estos? Que tu palabra nos estimule.
"La Eucaristía, acción de gracias" Tiempo de encuentro con el que sabemos nos ama. Tiempo de agradecer la vida y todo bien. Tiempo de compromiso con el Dios del amor.
11.           
Estados Unidos, España, Ucrania,México, Bélgica,Polonia, Colombia, Venezuela, Alemania,Ecuador, y más, gracias a todos por vuestra participación. Nos alegra que os guste la publicación y os ayude a uniros un poco más a Jesús. Desde cada punto del mundo nos unimos en la oración por vuestras necesidades. Buena semana.
12.           
Dios sigue mandando sus enviados para llevar el Reino de Dios. Todos enviados por el Bautismo. ¿Cómo lo vamos haciendo? Paso a paso Él allana el camino
13.           
DOMUND, domingo de misiones. El Papa nos recuerda que la Iglesia es esencialmente misionera. Id y anunciad la Buena Nueva del amor a todos los pueblos. Jesús el misionero del Padre. Que se nos contagie un poco su deseo.
14.           
"Abrahán no fue incrédulo, sino que se hizo fuerte en la fe, dando con ello gloria a Dios, al persuadirse de que Dios es capaz de hacer lo que promete" Creemos en el Padre y en Jesús, su Hijo, junto con el Espíritu, damos gloria a Dios en la fe.
15.           
Día de resurrección y de encuentro con Jesús resucitado. Estamos contigo y con todos los cristianos. Ayúdanos a ser testigos y transmisores de tu presencia.
           17            Rosa Blanca Grupodos30 de octubre de 2017, 7:05
"Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre)". Que cada día lo recibamos y seamos capaces de gritar Padre nuestro.

18
El reino de los cielos nos dice Jesús hoy se parece al grano de mostaza que sembrado, se hace arbusto y acoge a los aves del campo.
Si sembramos reino de Dios, seguro que él dará el fruto. Ánimo.


Son SEMILLAS sembradas por nuestros visitantes y que dan el matiz

 general de la oración que se ha hecho. 

·  Saborea cada una.

·  Da gracias a Dios, por su presencia.

· Da gracias a la persona que los echó al surco, por su generosidad.

·  Siembra la tuya ¿Quieres?

 https://rezaycomparte.blogspot.com








viernes, 3 de noviembre de 2017

EL HUMILDE SERÁ ENSALZADO



EL HUMILDE SERÁ ENSALZADO

GUÍA DE ORACIÓN 05-11-17

GUÍA: Aquí estamos, Señor. Tu encuentro nos llama a la Fidelidad. ¿Somos fieles a las promesas, al plan que Dios nos propone para ser personas rectas, íntegras? Le presentamos nuestros esfuerzos, dificultades y deseos. Padre, Hijo y Espíritu, ayúdanos a caminar en los caminos del bien y de la verdad.  SILENCIO DE APERTURA A DIOS, DE CONFIANZA.

De la profecía de Malaquías (1,14–2,2b.8-10):

«Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones –dice el Señor de los ejércitos–. Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes. Si no obedecéis y no os proponéis dar gloria a mi nombre –dice el Señor de los ejércitos–, os enviaré mi maldición. Os apartasteis del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley, habéis invalidado mi alianza con Leví –dice el Señor de los ejércitos–. Pues yo os haré despreciables y viles ante el pueblo, por no haber guardado mis caminos, y porque os fijáis en las personas al aplicar la ley. ¿No tenemos todos  un solo padre? ¿No nos creó el mismo Señor? ¿Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo, profanando la alianza de nuestros padres?»

GUÍA: La alianza de Dios es transmitida por sus representantes, los sacerdotes. La lectura acusa a los que no guardan sus caminos. Despojan al prójimo y profanan la alianza hecha. Puede reflejar al creyente que no defiende al abatido y salta la ley, sin cumplirla. ¿En qué medida nos dice algo a nosotros? Guardar los caminos de Dios, guardar su alianza y defender al oprimido es lo que Dios quiere. ¿Lo cumplimos? Espíritu de Dios, ven sobre nosotros. SILENCIO DE EXAMEN, PERDÓN, COMPROMISO

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (29,7b-9.13):

Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor. Recordad si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Ésa es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.

GUÍA: San Pablo les da el evangelio y les entrega a sí mismo. Reciben la Palabra de Dios que permanece operante en ellos. Nuestra oración nos hace pensar en cómo la recibimos nosotros y si es operante en nuestros pensamientos y acciones. Señor, envía tu Espíritu que nos haga buena tierra para tu Palabra. Que nos ilumine y acompañe en las decisiones de cada día. SILENCIO DE PETICIÓN,  ACEPTACIÓN, DISPONIBILIDAD.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
GUÍA: Jesús se ha puesto del lado de los pobres y sencillos de corazón. Rechaza a los soberbios, enaltece a los humildes. Nos reúne en la mesa de la Eucaristía. El Pan y la Palabra nos transforman. Cada frase es algo en lo que podemos estar de acuerdo o no. Vayamos aplicándolo a nuestra forma de actuar y de pensar. ¿Nuestro ser cristiano recibe algo de lo que dice la Palabra de hoy? Dialoguemos con Jesús, con el Padre y el Espíritu. SILENCIO DE CONFRONTACIÓN, ILUMINACIÓN COMPROMISO

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN. ¿Qué recordaríamos?

PRESENTAMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, PETICIONES, AGRADECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA. Ven con nosotros Madre.

NOS PRESENTAMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE, POR SIEMPRE!
¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE! AMÉN.

Cielo y tierra cantad
himnos al Creador,
decidle al viento y al mar
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Pueblos en libertad,
campos en esplendor,
decidle a la humanidad
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Siempre yo cantaré,
siempre yo alabaré
las maravillas de Dios,
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.