viernes, 15 de junio de 2018

YO SOY EL SEÑOR

YO  SOY  EL SEÑOR                                                                                                                            
GUÍA DE ORACIÓN 17-06-18

GUÍA: Estamos ante ti, Señor. Oímos tu voz, queremos poner en marcha tu palabra. Somos tu casa y tu pueblo. Esperamos en ti.
El tiempo es tuyo y te manifiestas en el presente. El justo crecerá como cedro del Líbano. Nuestra suerte está en tus manos. Confiamos en ti. SILENCIO DE PRESENCIA, DE CONFIANZA, DE ENTREGA.

Del Profeta Ezequiel (17,22-24):

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»

GUÍA: Arrancaré una rama tierna, la plantaré en lo alto. La imagen nos lleva al poder que tienes sobre tu pueblo. Todo es tuyo. Ensalzas al humilde. Te presentamos lo que somos. Haz que crezcamos según tus planes. Líbranos del mal. SILENCIO DE ENCUENTRO, BÚSQUEDA, OFRENDA

De la segunda carta de san Pablo a los Corintios (5,6-10):

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.
 

GUÍA: Caminamos en esperanza, caminamos en destierro, guiados por la fe. Confiamos, Padre, en ti y en Jesús, tu Hijo resucitado. La vida se va haciendo y caminamos sin verlo pero seguros de tu presencia. Perdona, Padre, nuestros fallos, acógenos con tu corazón de Padre. Somos tuyos.  SILENCIO DE FE, PERDÓN Y ESPERANZA.

Del santo evangelio según san Marcos (4,26-34):

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.»
Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.»

Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.


GUÍA: El Reino de Dios es como semilla del grano de mostaza. Germina, crece y da fruto. Acoge a las aves del campo.
El Reino de Dios entra en nuestro campo y se va desarrollando hasta dar fruto. Te siembras en nuestra vida y lo vas transformando todo. Guárdanos del mal, llévanos hacia ti, confiamos en tu palabra. SILENCIO DE ACOGIDA, PETICIÓN, COMPROMISO

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, SINTETIZAMOS

EXPRESAMOS NUESTRA FE, CONFIANZA, PROYECTO, PETICIÓN

INVOCAMOS A MARÍA MADRE Y MAESTRA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS
1. Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar.
 Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor,mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección.
Id llevando mi presencia con vosotros estoy.
2. Sois una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad.
Sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.
3. Sois fuego y sabia que viene a traer,
sois la ola que agita la mar.
La levadura pequeña de ayer fermenta
la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder,
ni los montes se han de ocultar,
en vuestras obras que buscan el bien
los hombres al Padre verán.

martes, 12 de junio de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 12

REZA Y COMPARTE

PAPA FRANCISCO
Capítulo tercero
LA MIRADA PUESTA EN JESÚS: VOCACIÓN DE LA FAMILIA
La familia en los documentos de la Iglesia

67. El Concilio Ecuménico Vaticano II, en la Constitución pastoral Gaudium et spes, se ocupó de «la promoción de la dignidad del matrimonio y la familia» (cf. 47-52). Definió el matrimonio como comunidad de vida y de amor (cf. 48), poniendo el amor en el centro de la familia [...] El “verdadero amor entre marido y mujer” (49) implica la entrega mutua, incluye e integra la dimensión sexual y la afectividad, conformemente al designio divino (cf. 48-49). Además, subraya el arraigo en Cristo de los esposos: Cristo Señor “sale al encuentro de los esposos cristianos en el sacramento del matrimonio” (48), y permanece con ellos. En la encarnación, él asume el amor humano, lo purifica, lo lleva a plenitud, y dona a los esposos, con su Espíritu, la capacidad de vivirlo, impregnando toda su vida de fe, esperanza y caridad. De este modo, los esposos son consagrados y, mediante una gracia propia, edifican el Cuerpo de Cristo y constituyen una iglesia doméstica (cf. Lumen gentium, 11), de manera que la Iglesia, para comprender plenamente su misterio, mira a la familia cristiana, que lo manifiesta de modo genuino»[59].

68. Luego, «siguiendo las huellas del Concilio Vaticano II, el beato Pablo VI profundizó la doctrina sobre el matrimonio y la familia. En particular, con la Encíclica Humanae vitae, puso de relieve el vínculo íntimo entre amor conyugal y procreación: “El amor conyugal exige a los esposos una conciencia de su misión de paternidad responsable sobre la que hoy tanto se insiste con razón y que hay que comprender exactamente [...] El ejercicio responsable de la paternidad exige, por tanto, que los cónyuges reconozcan plenamente sus propios deberes para con Dios, para consigo mismos, para con la familia y la sociedad, en una justa jerarquía de valores” (10). En la Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, el beato Pablo VI evidenció la relación entre la familia y la Iglesia»[60].

69. «San Juan Pablo II dedicó especial atención a la familia mediante sus catequesis sobre el amor humano, la Carta a las familias Gratissimam sane  y sobre todo con la Exhortación apostólica Familiaris consortio. En esos documentos, el Pontífice definió a la familia “vía de la Iglesia”; ofreció una visión de conjunto sobre la vocación al amor del hombre y la mujer; propuso las líneas fundamentales para la pastoral de la familia y para la presencia de la familia en la sociedad. En particular, tratando de la caridad conyugal (cf. Familiaris consortio, 13), describió el modo cómo los cónyuges, en su mutuo amor, reciben el don del Espíritu de Cristo y viven su llamada a la santidad»[61].

70. «Benedicto XVI, en la Encíclica Deus caritas est, retomó el tema de la verdad del amor entre hombre y mujer, que se ilumina plenamente sólo a la luz del amor de Cristo crucificado (cf. n. 2). Él recalca que “el matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte en el icono de la relación de Dios con su pueblo y, viceversa, el modo de amar de Dios se convierte en la medida del amor humano” (11). Además, en la Encíclica Caritas in veritate, pone de relieve la importancia del amor como principio de vida en la sociedad (cf. n. 44), lugar en el que se aprende la experiencia del bien común»[62].


71. «La Sagrada Escritura y la Tradición nos revelan la Trinidad con características familiares. La familia es imagen de Dios, que [...] es comunión de personas. En el bautismo, la voz del Padre llamó a Jesús Hijo amado, y en este amor podemos reconocer al Espíritu Santo (cf. Mc 1,10-11). Jesús, que reconcilió en sí cada cosa y ha redimido al hombre del pecado, no sólo volvió a llevar el matrimonio y la familia a su forma original, sino que también elevó el matrimonio a signo sacramental de su amor por la Iglesia (cf. Mt 19,1-12; Mc 10,1-12; Ef 5,21-32). En la familia humana, reunida en Cristo, está restaurada la “imagen y semejanza” de la Santísima Trinidad (cf. Gn 1,26), misterio del que brota todo amor verdadero. De Cristo, mediante la Iglesia, el matrimonio y la familia reciben la gracia necesaria para testimoniar el Evangelio del amor de Dios»[63].

72. El sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero signo externo de un compromiso. El sacramento es un don para la santificación y la salvación de los esposos, porque «su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció en la cruz; son el uno para el otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes»[64]. El matrimonio es una vocación, en cuanto que es una respuesta al llamado específico a vivir el amor conyugal como signo imperfecto del amor entre Cristo y la Iglesia. Por lo tanto, la decisión de casarse y de crear una familia debe ser fruto de un discernimiento vocacional.

 
ACCIÓN:

VER: lo que dice. Entresaca algunas ideas que te gustan y te parecen importantes.

JUZGAR: ¿Qué piensas de ello, y cómo se viven hoy esas ideas o relaciones?

ACTUAR: ¿Cómo vivir en la familia el valor del sacramento?

Comparte alguna idea en los comentarios. Puede favorecer el diálogo.


viernes, 8 de junio de 2018

DIOS, EL PECADO Y YO


                                                                    REZA Y COMPARTE

DIOS, EL PECADO Y YO

GUÍA DE ORACIÓN 10-06-18

GUÍA: Estamos en la liturgia del Tiempo Ordinario, décimo domingo. Nuestra oración moviliza la fe, la esperanza y el amor. En el interior, abrimos la mente y el corazón para acoger la Palabra de Dios que se nos propone. Lo abrimos a la fe y nos adherimos a Jesús resucitado. Reconocemos y acogemos al Dios de la vida y al Espíritu que nos impulsa al amor. Damos espacio a cada una de estas afirmaciones, para que se hagan fuertes en nosotros.                                             
Del libro del Génesis. [Gén 39-15] 

Cuando Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
«¿Dónde estás?».
Él contestó:
«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó:
«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Qué has hecho?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida;
pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia;
esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

 
GUÍA
: El Génesis nos habla del hombre, la mujer y Dios. El pecado, la discordia, entran  en sus relaciones. Dios interroga entonces y ahora: ¿Dónde estás? Y ahí están Adán y Eva o cualquiera de los vivientes. Seguramente es fácil disculparse, dar razones. Visualizamos la escena y nos sentimos protagonistas.
Dios ataca al mal y se pone de parte del ser humano. Pondré enemistad entre tu descendencia y la suya. Queda emplazado a resistir y vencer al mal. Emplazados también hoy  todos. Nos situamos del  lado de Dios y veamos nuestra posición en la actualidad, nuestra forma de actuar. SILENCIO DE REVISIÓN, ELECCIÓN Y CONFIANZA.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. [2 Cor.  4, 13 — 5, 1]

Hermanos:
Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos acobardamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.

 GUÍA:  “Creí, por eso hablé” Pablo se lo aplica a si mismo. Creer y hablar, creer y anunciar a Jesús, son la fuerza de Dios en él. Nuestra fe conlleva la experiencia personal  y  la transmisión  a otros. Apoyados en Dios, ¿creemos, tratamos de vivir en cristiano los mandatos del Señor? ¿Cómo es nuestro trabajo en su viña, cómo llevamos adelante  su reino en nosotros y en los demás? Pensamos algunas cosas que podemos hacer por él. SILENCIO DE FE, DE EXPERIENCIA, DE COMPROMISO.

Del santo Evangelio según san Marcos. [Mc 3, 20-35]

En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:

«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

 GUÍA: Jesús es perseguido, se le interpreta mal. Le acompañamos en estos momentos de controversia. Vemos dónde nos encontramos, de parte de quién estamos. Su madre y sus hermanos, dice Jesús, son éstos: El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, hermana y madre. Ante Jesús, recibimos este título de hermano, hermana y madre. Ofrezcamos nuestra realidad. 

SILENCIO DE  ACEPTACIÓN, DE PRESENCIA, ENTREGA

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN

VALORAMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS PERDÓN, DAMOS GRACIAS

INVOCAMOS A MARÍA,  QUE ACOGE LA PALABRA DE DIOS

NOS DIRIGIMOS A DIOS COMO PADRE NUESTRO: PADRE…

CANTAMOS

Querido Padre, cansado vuelvo a ti 
haz que conozca en don de tu amistad 
vivir por siempre el gozo del perdón 
y en tu presencia la fiesta celebrar, 
pongo en tus manos mis culpas Oh Señor 
estoy seguro de que eres siempre fiel 
dame las fuerzas para poder andar 
buscando en todo hacer tu voluntad 

Padre, yo busco tu amor, 
Padre vuelvo a ti 
mira que tu hijo soy 
Padre vuelvo a ti. (2) 


Lo reconozco, a veces olvide 
que eres mi Padre y que a mi lado estas 
que soy tu hijo y que me aceptas como soy 
solo me pides vivir en sinceridad, 
Quiero sentirme cercano a ti Señor 
oír tu voz que me habla al corazón 
sentirme libre desde tu libertad 
ser signo vivo de la fraternidad.
https://www.youtube.com/watch?v=EXUuplPhmSI


miércoles, 6 de junio de 2018

POESÍA: PROFETAS PARA ESTE TIEMPO


REZA Y COMPARTE

POESÍA

PROFETAS  PARA  ESTE  TIEMPO”

Hoy hacen falta profetas,
que defiendan la verdad,
con su vida y su palabra,
y su gran fidelidad.
 
Fidelidad en amor
que se ofrece en gratuidad,
que perdona, que disculpa,
sin llevar cuenta del mal.

Hoy hacen falta profetas,
que pregonen por doquier,
que el amor que Dios nos tiene
nos mueve a  hacer el bien.

Hoy hacen falta profetas
que denuncien con su voz
que el pobre y el oprimido,
son la presencia de Dios.

Hoy hacen falta profetas
con entusiasmo y valor,
para decir a las claras,
lo que es sí y lo que es no.

Hoy hacen falta profetas
con una lengua afilada
para proclamar bien alto
que la vida es “sagrada”.

Hoy hacen falta profetas,
que sepan decir: ¡basta!
basta de pisar al pobre
que a nuestras puertas hoy llama
basta de cerrar fronteras,
porque en sus tierras los matan.

Basta de lavarse manos,
como si nada pasara.
Basta de tanto robar,
mientras que a otros les falta.

Basta de tanta mentira,
de palabras y palabras.
Pongamos de nuestra parte
aquello que más nos falta,
para ser esos profetas
que con nuestra vida hablan.

Hablan de paz, de esperanza,
en un mundo donde faltan,
hablan de encuentro y respeto,
de entrega y de tolerancia.
Hablan de espacios abiertos,
Donde  se entre y se salga,
donde el amor es servicio,
en bandeja de alabanza.

Felices los que esto hagan
recibirán de Dios Padre
la plenitud deseada,
gozar por siempre en su amor
con las personas amadas.

Vivamos con  esperanza,
el gozo de su presencia,
entregando lo mejor,
cada día con paciencia.
Al final sólo el amor,
colmará nuestra existencia.

María


¿QUÉ VEMOS?


“Profetas para este tiempo” nos presenta los profetas que son necesarios en nuestro mundo.
Una visión que a través de distintos momentos, nos ayuda a comprobar si estamos entre ellos y si queremos colaborar en esa nueva creación.

Haz un comentario con lo que te sugiere. Será bonito.




martes, 5 de junio de 2018

SEMILLAS MAYO



REZA Y COMPARTE

SEMILLAS, COMENTARIOS  MAYO

Comentarios y oraciones de este mes en la entrada 3º Aniversario. 


El Espíritu se extiende por toda la tierra. Estas semillas son pequeños instrumentos. Damos gracias a los sembradores y al Espíritu  Santo que va con ellos.


¿Alguna reflexión tuya? Escríbela aquí abajo. Sé generoso/ generosa. Buen día.

a.     "No debemos olvidar, dice el Papa, que quien lleva la savia a nuestras vidas es el Espíritu Santo" ven Espíritu Santo y llena el mundo con tu luz, con tu amor. Gracias!
a.     San Felipe y Santiago, apóstoles, de celebran hoy. En boca de Felipe están esas palabras: Muéstranos al Padre y nos basta. Y la contestación de Jesús: Quien me ha visto a mi, ha visto al Padre. Nos introduce en el conocimiento del Padre a través de Jesús. Que sigamos conociéndole.
a.     "El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha" Agradecemos y saboreamos su presencia.
a.     "Jesús nos ha elegido y nos ha rescatado, por pura gracia" un comentario del Papa. Afianzamos en nosotros esta fe y agradecemos su misericordia y bondad para nosotros.
5.     Anónimo6 de mayo de 2018, 3:13
a.     Dios derrama su amor sobre buenos y malos. Hoy domingo nos espera en la Eucaristía. Es don de amor. ¿Vamos?
a.     "Cuando venga el Espíritu...dará testimonio de mí. Vosotros también daréis testimonio" Jesús prepara el camino al Espíritu. Se unen para gloria del Padre. ¿Estamos con ellos?
a.     El Señor está ambientando para la separación. Pero dice que estará con ellos, su alegría será completa. Hoy participamos de esa alegría con su presencia. La Palabra y la Eucaristía nos animan.
8.     Anónimo18 de mayo de 2018, 5:44
a.     "El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha". Nueva llamada a la confianza en el Señor. En la oración sentimos su cercanía.
a.     Pablo va a Roma y sigue su predicación sobre Jesús y su resurrección. No tiene miedo porque Jesús está con él. Pedimos al Espíritu que nos fortalezca en aquello que Dios quiere para nosotros.
a.     El Espíritu viene a los discípulos y transforma el mundo. Aportamos cada uno nuestra semilla y nuestra fe. Nuestra vida al servicio del evangelio. Hoy es el día de la Acción Católica. Colaboramos.
a.     "Él guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre". Confiamos en ti, Señor.
a.     "Serán dos en uno" Es el amor que Dios propone en la liturgia. ¿Nos unimos a él?
ACCIÓN 
SEMILLAS MAYO



·   ¿Qué te dice cada semilla?


    ¿Estás de acuerdo con ello?

   Transforma esa semilla en otra que te guste.

    Siémbrala  en el recuadro de abajo.


·        Haz una oración de petición, alabanza, agradecimiento, o perdón desde ella.