ORACIÓN 03-01-16
GUÍA:
Estamos ante
Ti, Señor. Tu luz nos ilumina, nos hace llegar hasta tu presencia. Queremos
reconocerte, encontrarte en el Dios con nosotros, en la sencillez de cada día.
Necesitamos tu presencia amorosa de Padre que nos estimula en el camino de la
vida. Te haces presente en la alegría de estos días de celebración de las
grandes manifestaciones de nuestra fe. Te presentas en la sencillez del niño y
del anciano. En el trabajo y en el ocio. En lo placentero y en lo difícil.
Danos ojos capaces, deseosos de verte. SILENCIO AMOROSO, CONTEMPLATIVO.
Del
libro del Eclesiástico (24,1-2.8-12):
La
sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo, abre la boca en
la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades. En medio de su
pueblo será ensalzada, y admirada en la congregación plena de los santos;
recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los
benditos. El Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada:
«Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.» Desde el principio, antes de los
siglos, me creó, y no cesaré jamás. En la santa morada, en su presencia, ofrecí
culto y en Sión me establecí; en la ciudad escogida me hizo descansar, en
Jerusalén reside mi poder. Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción
del Señor, en su heredad, y resido en la congregación plena de los santos.
GUÍA: La sabiduría se gloría en medio de su pueblo. Habita en Jacob, sea
Israel tu heredad. La sabiduría de Dios está ahí en el pueblo de Dios, como en
su heredad. Somos la heredad del Dios de cielo y tierra. Ha optado por cada uno
de nosotros. Lo sabemos bien. Pero necesitamos darnos más cuenta del
significado de las palabras. Que nuestra tierra se empape bien. Que su agua
llegue profundamente a nuestro suelo. Necesitamos la fuerza del Espíritu para
que se hagan realidad día a día. SILENCIO
ACOGEDOR, HUMILDE, RESPONSABLE.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
GUÍA: Pablo en la carta a los Efesios
nos presenta el amor de Dios que nos ha bendecido en Cristo. Nos quiere santos en el amor. Nos
ha destinado a ser sus hijos. Captamos cuán grande es el amor de Dios. Pero ya
Pablo reconoce que necesitamos el espíritu de sabiduría para conocerlo. Ojos
nuevos para comprender la esperanza a la que nos llama. Procuremos reconocer su
don, agradecerlo. Somos hijos y con esto nos basta. Que la Palabra se cumpla en
nosotros con la fuerza y misericordia del Padre. Hagamos espacio en nuestra
mente y en nuestro corazón. En silencio sintamos el amor que Dios nos
tiene y seamos fieles a Él. SILENCIO FIEL, GENEROSO, AGRADECIDO..
Del santo evangelio según san Juan (1,1-18):
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.”»
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.”»
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
GUÍA: Seguimos estando en la presencia de Dios. Nos ama. Nos ha
manifestado su amor y quiere estar con nosotros. A los que acogen la Palabra
les concede ser sus hijos. Dejemos que la Palabra venga y acampe en nosotros, en nuestro mundo.
De su plenitud todos hemos recibido. Saboreemos el amor de Dios, su presencia y
estar con nosotros. ¿Qué podemos hacer ante tanto amor? SILENCIO DE ACOGIDA Y
DE RESPUESTA, HUMILDE.
RECOGEMOS alguna frase como síntesis para el día.
PETICIONES para el mundo.
PADRE NUESTRO con todas las personas del mundo
CANTAMOS:
niño divino vengo a ofrecerte.
Un arco iris de sol y nieve,
miles de estrellas para que sueñes.
Un arco iris de sol y nieve,
para la cuna donde tú duermes,
un arco iris para que sueñes.
EN NAVIDAD EN NAVIDAD,
TODA LA TIERRA CANTA
LA PAZ
2.Una paloma de olivo verde,
niño divino vengo a ofrecerte.
Una paloma de olivo verde,
para la paz para mis gentes.
Una paloma que vuele,
junto a la cuna de tu pesebre.
Una paloma de olivo verde.
En Navidad…
3.Con los pastores la luna viene,
la han desvelado,
hoy ya no duerme.
Con los pastores,
mi pueblo viene,
trae la luna sobre su frente.
En Navidad…
Nuevo Año 2016. Empezamos con todo el ánimo de cada uno para participar. ¡Feliz Año nuevo!
ResponderEliminar"La sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo," La Sabiduría de Dios, el conocimiento de Dios, la Palabra de Dios. Dios mismo en sus obras, en sus criaturas, expresa su gloria. Admiremos esta manifestación de su gloria, adoremos al Señor presente en su pueblo.
ResponderEliminar"La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre." La Palabra viene sobre nosotros, viene a nuestro mundo, se hace uno de los nuestros. Admiremos, adoremos, amemos.
ResponderEliminar"Ha optado por cada uno de nosotros." Nosotros escogidos desde la eternidad por su amor misericordioso. Damos gracias a Dios por su amor. Nos confiamos a Él y nos disponemos a abrirle nuestro corazón para encontrarle en profundidad.
ResponderEliminar"Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad." Nuestra mente y corazón recibe con ilusión a Dios nacido en Belén. Acampa entre nosotros y su tienda se abre para todos los que quieren recibirle. Que su gracia y su verdad nos acompañen.
ResponderEliminar"Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció." La Palabra ilumina el mundo y el mundo no la conoció. Después de más de 2000 años la situación sigue siendo ésta. Un movimiento de los seres humanos que se renueva participa de la luz de Dios. Otros no la llegan a conocer. Agradecemos su presencia, hacemos camino con ella y colaboramos en el anuncio de su venida a todo la humanidad.
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