viernes, 8 de marzo de 2019

ESCUCHÓ NUESTROS GRITOS



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ESCUCHÓ NUESTROS GRITOS

GUÍA DE ORACIÓN 10-03-19

GUÍA: Vamos al desierto. Allí la soledad observa nuestra situación. Acompañamos a Jesús que es tentado. Nuestra oración necesita abrir la mente para comprender la situación de Jesús, su ayuno, su necesidad corporal, su lucha ante el mal. Sentimos admiración y descubrimos sus tentaciones. SILENCIO DE OBSERVACIÓN, RECONOCIMIENTO DE NUESTROS FALLOS, PETICIÓN DE PERDÓN.

Del libro del Deuteronomio (26,4-10):

Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.

El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado." Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios." 


GUÍA: Ofrecer a Dios las primicias, los mejores frutos. Lo mandaba la Ley. Esas primicias ofrecidas a Dios como acción de gracias, pueden ser ofrecidas hoy desde cada creyente. Los bienes recibidos bien merecen nuestra ofrenda agradecida. Haz tu ofrenda interior y reconoce que has sido escuchado/a, muchas veces por el Señor. SILENCIO AGRADECIDO, DE OFRENDA Y ALABANZA A DIOS QUE TANTO HACE POR SUS CRIATURAS.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,8-13):

La Escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón." Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado." Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará."

GUÍA: Aquí estoy, Señor, Reconozco que quien cree en ti no quedará confundido. Proclamar con los labios que Jesús es Señor. Creer que Dios lo resucitó de entre los muertos, lleva a la salvación.
Ayuda, Padre Dios, nuestra fe. Salva del mal nuestra vida, ya que eres misericordioso con los que te invocan. SILENCIO AGRADECIDO, CREYENTE, CONFIADO.

Del santo evangelio según san Lucas (4,1-13):

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan."
Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo."
Jesús le contestó: "Está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".
Jesús le contestó: Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

GUÍA: En el desierto nos sentimos tentados. Queremos decir como tú: No sólo de pan vive el hombre. Tu palabra es pan y fuerza para nosotros. Otras veces, queremos decir: Al Señor sólo servirás. Esto nos servirá para rechazar el mal, cuando se nos presenta. Que digamos con verdad: No tentarás al Señor tu  Dios. SILENCIO DE PRESENCIA, DE LIBERACIÓN, DE ENTREGA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, SINTETIZAMOS EN UNA FRASE PARA RECORDAR.

AGRADECEMOS, ACOMPAÑAMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE DIOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Peregrino, ¿a dónde vas? (Gabaraín)

Peregrino, ¿a dónde vas?,/si no tienes a donde ir...
Peregrino por un camino/que va a morir.
Si el desierto es un arenal,/el desierto de tu vivir,
¿quién te guía y te acompaña/en tu soledad?

Solo Él, mi Dios, /que me dio la libertad,
solo Él, mi Dios,/me guiará.

Peregrino que a veces vas/ sin un rumbo en tu caminar.
Peregrino que vas cansado/ de tanto andar.
Buscas fuentes para tu sed/y un rincón para descansar,
¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto/ lo encontrarás.

Peregrino sin un porqué,/ peregrino sin una luz,
peregrino por el camino/ que va a la cruz.
Dios camina en tu soledad,/ilumina tu corazón,
compañero de tus senderos/ buscando amor.


6 comentarios:

  1. "Escuchó nuestros gritos" Oración para centrarnos en el trabajo de Cuaresma. Estamos con Jesús en el desierto y nos disponemos a acompañar su soledad. Con él intentamos dar respuesta a la tentación del poder, del tener, del placer. Es nuestro reto. ¿Cómo lo ves?

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  2. "Clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia". Cuando acudimos con, fe el Señor nos escucha. La humanidad entera tiene necesidad de ti. Sana nuestras heridas, Señor.

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  3. "Vamos al desierto. Allí la soledad observa nuestra situación. Acompañamos a Jesús que es tentado". Cada situación dolorosa se puede pintar como desierto donde hay que decidir. Jesús nos acompaña y da ejemplo de fortaleza.

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  4. "Nadie que cree en él quedará defraudado." Sentirse amado y confiar en Dios nos ayuda a caminar en la fe y practicarla. Que lo hagamos con frecuencia.

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  5. "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".Es verdad que lo necesitamos, pero no podemos quedarnos en lo material, sólo. El materialismo nos envuelve y perdemos los valores de la persona y del cristiano.

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  6. "El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos." Sigue sacando de Egipto, con grandes portentos. Recordamos los nuestros y damos gracias.

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