REZA Y COMPARTE
TEMA:
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2021/2,
Publicamos el Mensaje del Santo Padre Francisco para
la Cuaresma de 2021 cuyo tema es «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt
20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad. Esta 2ª entrega nos habla de la esperanza.
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La esperanza
como “agua viva”
que nos permite continuar nuestro camino
Al anunciar
su pasión y muerte Jesús ya anuncia la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19). Jesús nos habla del
futuro que la misericordia
del Padre ha abierto de par en par. Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina
con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que
crucifica al Amor. Significa
saciarnos del perdón
del Padre en su Corazón
abierto.
En el
actual contexto de preocupación en el que vivimos y en el que todo parece frágil e incierto,
hablar de esperanza
podría parecer una
provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras
que nosotros a menudo la maltratamos (cf. Carta enc. Laudato si’, 32-33;43-44).
Es esperanza
en la reconciliación,
a la que san Pablo nos exhorta con pasión: «Os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20). Al recibir el perdón, en el Sacramento que está en el corazón de nuestro
proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón: al haberlo
acogido nosotros, podemos
ofrecerlo, siendo capaces
de vivir un diálogo atento
y adoptando un comportamiento que conforte a quien se encuentra herido. El perdón de Dios, también mediante nuestras
palabras y gestos, permite
vivir una Pascua de
fraternidad.
En la Cuaresma,
estemos más atentos
a «decir palabras de
aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan»,
en lugar de «palabras que humillan,
que entristecen,
que irritan, que desprecian» (Carta enc.
Fratelli tutti [FT], 223).
A veces, para
dar esperanza, es suficiente
con ser «una
persona amable, que
deja a un lado sus
ansiedades y
urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar
un espacio de escucha
en medio de tanta indiferencia» (ibíd., 224).
En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.
Vivir una Cuaresma con esperanza
significa sentir que, en
Jesucristo, somos
testigos del tiempo
nuevo, en el que Dios
“hace nuevas todas las
cosas” (cf. Ap 21,1-6). Significa recibir
la esperanza de Cristo
que entrega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de
nuestra esperanza” (cf. 1 P 3,15).
ACCIÓN
Nos
fijamos en este apartado de la esperanza., de dónde los viene, cómo se
consigue, qué transmite.
Es
el camino de la esperanza. Vamos a experimentarlo con Jesús y con toda
la Iglesia.
Busca tu punto de mayor atención y echa el agua viva de Jesús para que salte
hasta la vida eterna.
"Mensaje Cuaresma 21.2" En esta segunda entrega, te invitamos con el Papa, a reflexionar sobre la esperanza, cómo la vivimos y la queremos vivir y compartir. La Cuaresma avanza que hagamos camino con Jesús.
ResponderEliminar"Al anunciar su pasión y muerte, Jesús ya anuncia la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19)". Vivir en esperanza nos hace ser más felices. En Jesús resucitado, se nos da la nueva vida y la vamos actualizando con nuestro trabajo y la fuerza de Dios. Lo asumimos.
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