viernes, 17 de septiembre de 2021

EL SEÑOR SOSTIENE MI VIDA

REZA Y COMPARTE

EL SEÑOR SOSTIENE MI VIDA

GUÍA DE ORACIÓN 19-09-21   Domingo 25º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

GUÍA: Sostiene mi vida, me salva. El salmista clama con confianza y seguridad en el poder del Señor. Nuestra oración de hoy nos conduce a esa confianza que se sabe amada por el Padre. Clamamos en el interior poniendo todo en sus manos de Padre. Él sabe lo que nos conviene y ayuda a realizar nuestra vida. La fe en su misericordia y amor rompe las dudas y confía, da las gracias. Con el salmista confiamos y damos gracias. SILENCIO  DE CONFIANZA, DE ENCUENTRO, DE REALIZACIÓN PERSONAL.

Lectura del libro de la Sabiduría (2,12.17-20):

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»

GUÍA: “Si es su hijo, Dios lo librará del poder de los enemigos” Decían los impíos. Nos ponemos en la situación de Jesús. También a él le decían eso. Pero dios no está a la expectación de la gente. Lo salva como él quiere. Jesús pasa por el suplicio de la cruz, pero llega a la resurrección. Con fiamos en el Padre que en su amor apoya a sus hijos. A nosotros nos acompaña en su camino. SILENCIO DE CONFIANZA, DE AMOR, DE SEGURIDAD.

R/. El Señor sostiene mi vida

Oh Dios, sálvame por tu nombre,

sal por mí con tu poder.

Oh Dios, escucha mi súplica,

atiende a mis palabras. R/.

Lectura de la carta del apóstol Santiago (3,16–4,3):

Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.

GUÍA: Donde hay rivalidades hay desorden y toda clase de males. ¡Cuántas situaciones de rivalidad! ¿Las vemos, las descubrimos, las sentimos?  El mal se fragua en el corazón humano si no lo controlamos. Renovarnos cada día en la paz y en el amor es una buena medida para educar el corazón dolorido. Pedimos esa renovación para nosotros y para todas las personas que están heridas. Que la paz habite en nuestros corazones. Que venzamos el mal a fuerza de bien. SILENCIO DE ACOGIDA, DE COMPRENSIÓN, DE PERDÓN.

Lectura del Evangelio de San Marcos (9, 30-37)

GUÍA: Quien acoge a un niño como éste en mi nombre a mí me acoge. Nos sentimos interpelados por las palabras de Jesús y por la conversación de los discípulos. Acoger al otro en nombre de Jesús, es acogerle a él. Momento  de acogida en nuestro interior. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y su servidor. Reflexión y diálogo con Jesús que nos enseña sus lecciones. SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE DIÁLOGO Y DE INTERIORIZACIÓN.

¿QUÉ HEMOS VISTO EN NUESTRA ORACIÓN?

AGRADECEMOS, OFRECEMOS, PERDONAMOS, PEDIMOS.

INVOCAMOS A MARÍA

PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad.


CANTAMOS

CÓMO LE CANTARÉ AL SEÑOR, CÓMO LE CANTARÉ, CÓMO LE CANTARÉ AL SEÑOR, HOMBRE DE BARRO SOY.

Él está en los montes y en el mar, Él llena el silencio de la noche en calma, y camina en la ciudad. No mira en el hombre su color, ni mira el dinero, es Padre de todos y a todos quiere el Señor. Un mandato nuevo nos da Dios: que todos amemos a nuestros hermanos, como nos ama el Señor. Vamos a su mesa de bondad: Él nos alimenta con su propio cuerpo, que es el pan de la unidad.

5 comentarios:

  1. "El Señor sostiene mi vida". La oración nos une al señor que nos crea, nos sostiene y está con nosotros. Confiamos en su presencia y su cercanía para todos los hombres y mujeres que le necesitan. Compártelo con otros. Buen día.

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  2. "Él está en los montes y en el mar...y camina en la ciudad." Nos unimos a esta constatación y oramos desde el corazón. Está en la ciudad y entre nosotros. Agradecemos su presencia, pedimos su auxilio para tantas necesidades.

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  3. "Sostiene mi vida, me salva. El salmista clama con confianza y seguridad en el poder del Señor." Centramos la mente y el corazón en esa seguridad y agradecemos con toda la humanidad.

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  4. "Es Padre de todos y a todos quiere el Señor". Lo asumimos, nos sentidos amados, compartimos el amor de Dios con los próximos y los lejanos.

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  5. "lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.» Es el pensamiento de algunos. Padre, líbranos del mal. Que nuestros pensamientos vayan de acuerdo con tu bondad y misericordia para todos.

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