REZA Y
COMPARTE
ME
SEDUJISTE, SEÑOR
GUÍA DE
ORACIÓN 03-09-23 Domingo 22º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
GUÍA: Jeremías, Pablo y Jesús, están
movidos por el Espíritu. La Palabra de Dios se manifiesta en ellos. El grito
de: Me sedujiste, Señor es toda una realidad en ellos, sobre todo en Jesús. Lo
contemplamos y nos unimos a su oración de adoración y ofrenda. SILENCIO DE
COMPRENSIÓN, CERCANÍA, OFRENDA.
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreir todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.
GUÍA: Acompañamos a Jeremías en su dolor por las burlas y tratamos de comprender
su reacción hasta llegar a decir me sedujiste, Señor. En la presencia de Dios nos presentamos
atraídos y por otro lado olvidadizos. Observamos nuestras reacciones. SILENCIO
DE CONTACTO, DE TOMA DE CONCIENCIA, DE RESPUESTA.
Salmo Sal 62,2.3-4.5-6.8-9
R/. Mi alma está sedienta de
ti, Señor, Dios mío
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.R/.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos (12,1-2):
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos
como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y
no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente,
para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le
agrada, lo perfecto.
GUÍA: Éste es vuestro culto razonable: Vuestra vida ofrenda agradable a Dios.
Una vida santa que se cumple cada día y en cada acción para Dios y para los
hermanos. Nos disponemos a discernir la voluntad de dios para nosotros y los
demás. Agradecemos y ofrecemos la ofrenda de la vida. SILENCIO DE
CONOCIMIENTO, DE IDENTIFICACIÓN, DE
PRESENCIA.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,21-27):
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»
GUÍA: Jesús está conociendo su camino de sufrimiento. Pedro quiere librarle de
él. Jesús rechaza a Pedro. Discernir y conocer la voluntad de Dios nos ayuda a
cumplir su voluntad, a llevar adelante la vida según la misión que se nos
encomienda. La luz del Espíritu nos
indica el verdadero camino. Pidamos su presencia. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,
DE VISIÓN, DE UNIÓN.
·
PONEMOS NUESTRA ORACIÓN EN TUS MANOS, PADRE, ACOGEMOS TU PALABRA,
AYÚDANOS A RECIBIR TU PAZ.
·
MARÍA CONTIGO NOS ACERCAMOS AL ALTAR, ENSÉÑANOS A ORAR.
·
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS, Y UNIDOS A ÉL, DECIMOS:
PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
Por
tantas cosas
como me has dado en la vida,
quiero decirte: Gracias Señor.
Me diste
una casa en donde habitar
y una familia, calor del hogar.
Por
tantas cosas…Estribillo
Me diste
el trabajo con que gano el pan,
me diste el descanso para meditar.
Por
tantas cosas…Estribillo
Tú mismo
a la tierra viniste, Señor,
y diste tu vida por mi salvación.
Por
tantas cosas…Estribillo
Fuente: https://youtu.be/BqlBrV_T94k
Hacemos nuestra oración con el favor del Espíritu. Confiamos y compartimos con otros. Buen día.
ResponderEliminar"Ella, la Palabra, era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía". Lo dice Jeremías. Se siente movido por ella. Reflexionamos sobre su acción en nosotros.
ResponderEliminarRecordamos a a los enfermos y pedimos por ellos. Cuida, Jesús, nuestras necesidades. Confiamos en ti
ResponderEliminar"Me diste el trabajo con que gano el pan, me diste el descanso para meditar." Gracias, Señor. Lo interiorizamos, oramos.
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