lunes, 22 de septiembre de 2025

DAME LAS CUENTAS


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DAME LAS CUENTAS

 

GUÍA DE ORACIÓN 21-09-25 XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA: Entramos en nuestro interior. Dejamos otras cosas y nos fijamos en lo que Dios nos dice. ¿Administradores justos o injustos?. Seamos responsables de nuestros talentos y de aquello que nos han encargado. Pedimos al Padre su iluminación en el Espíritu. Pedimos al Hijo su presencia,  su saber actuar en cada momento. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE PRESENCIA, DE ACTUACIÓN.

 


Lectura de la profecía de Amos (8,4-7):Escuchad esto, los que pisoteáis, al pobre

y elimináis a los humildes del país, diciendo: «Cuándo pasará la luna nueva,
para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal —reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño—
para comprar al indigente por plata y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob: «No olvidaré jamás ninguna de sus acciones».

GUÍA: Pisasteis al pobre, eliminasteis al humilde. El profeta Amós censura a los que abusan del pobre y humilde. Presenta situaciones de diferencias, poco respeto al pobre, compra al indigente. El Señor recuerda las acciones. SILENCIO DE OBSERVACIÓN, DE TOMA DE CONCIENCIA, DE RESPUESTA PERSONAL.


Salmo

Sal 112,1-2.4-6.7-8

R/. Alabad al Señor, que alza al pobre.

V/. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.

Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R/.

V/. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R/.

V/. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R/.

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

QUERIDO hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.

GUÍA: En la carta a Timoteo, Pablo recomienda rezar por la humanidad, Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pablo lo transmite y aconseja que se ore con manos limpias, sin ira o divisiones. Lo escuchamos dicho a nosotros y nos unimos a este mensaje, ¿En qué medida nos viene bien? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE CONFRONTACIÓN, DE ACCIÓN.  


Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

GUÍA: Dame las cuentas de tu administración. El amo pide las cuentas, el administrador busca la seguridad personal. El amo alaba al administrador por el interés y astucia que pone para buscar amigos. Esos amigos también hay que buscarlos para conseguir las moradas eternas. Padre Dios, enséñanos a  ser justos y fieles a tus mandatos. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE BÚSQUEDA, DE ACCIÓN.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS DE NUESTRA ALMA ANTE LA PRESENCIA DE JESÚS Y ANTE LA PRESENCIA DEL PADRE.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN DESCUBRIR AL SEÑOR Y VOLVERNOS A ÉL.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑA.

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Amos (8,4-7):

Escuchad esto, los que pisoteáis, al pobre
y elimináis a los humildes del país,
diciendo: «Cuándo pasará la luna nueva,
para vender el grano,
y el sábado, para abrir los sacos de cereal
—reduciendo el peso y aumentando el precio,
y modificando las balanzas con engaño—
para comprar al indigente por plata
y al pobre por un par de sandalias,
para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob:
«No olvidaré jamás ninguna de sus acciones».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 112,1-2.4-6.7-8

R/. Alabad al Señor, que alza al pobre.

V/. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R/.

V/. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R/.

V/. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

QUERIDO hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

 

 

 CANTAMOS

 

Vamos hacia Ti, Señor Jesús,

seducidos por tu fiel amor.

siempre confiando en tu Palabra

que habla al corazón.

Junto a Ti, Señor, caminaremos,

 sólo tu mirada bastará

y nos llenarás de tu alegría, de gozo y de paz.


Gloria a Dios, gloria a Dios.

Siempre serás nuestro Señor.BIS 


4 comentarios:

  1. ¡Dame las cuentas"! Guía para orar. Estudia el momento y trasládalo a tu vida. ¿Cómo harías tú? Un deseo tuyo puede ser ... Piénsalo y reza.

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  2. "Pedimos al Padre su iluminación en el Espíritu." Él nos da su Espíritu y nos conforta en la fe. Visualizamos su encuentro, su cariño y presencia. Adoramos.

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  3. "No podéis servir a Dios y al dinero». Dos dioses distintos y contrarios. Analizamos si lo que pensamos y vivimos se relacionan y corresponde a la verdad. Oramos. Pedimos luz al Espiritu Santo y fuerza. Agradecemos.

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  4. "Pisasteis al pobre, eliminasteis al humilde" El Señor rechaza esos comportamientos. ¿Se dan entre nosotros todavía? En nuestro trato y pensamientos, eliminamos y pisamos? Reflexionamos y mejoramos algo.

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