REZA Y
COMPARTE
LO QUE EL
SEÑOR QUIERE
GUÍA DE
ORACIÓN 07-09-25 XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
GUÍA: Nos preparamos para entrar a la
presencia del Señor. Hacemos silencio en nuestro interior. Reconocemos nuestra realidad
ante la Palabra de Dios y abrimos el
corazón para acogerla, acoger lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. SILENCIO
DE PRESENCIA, DE APERTURA, DE TOMA DE CONCIENCIA.
Lectura
del libro de la Sabiduría (9,13-18):
¿Qué hombre
conocerá el designio de Dios?,
o ¿quién se imaginará lo que el Señor quiere?
Los pensamientos de los mortales son frágiles
e inseguros nuestros razonamientos,
porque el cuerpo mortal oprime el alma
y esta tienda terrena abruma la mente pensativa.
Si apenas vislumbramos lo que hay sobre la tierra
y con fatiga descubrimos lo que está a nuestro alcance,
¿quién rastreará lo que está en el cielo?,
¿quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría
y le envías tu santo espíritu desde lo alto?
Así se enderezaron las sendas de los terrestres,
los hombres aprendieron lo que te agrada
y se salvaron por la sabiduría».
GUÍA: ¿Quién conocerá el designio de Dios?
En el silencio, a veces sin luz, te buscamos y seguimos. Confiamos en ti, que
eres camino, verdad y vida. Haz que conozcamos tus sendas y nuestra mente se
ilumine con tu luz. Haz que seamos hijos fieles y tengamos la luz que conduce
hacia ti y hacia los hermanos. SILENCIO DE PRESENTACIÓN, DE OFRENDA, DE
CONFIANZA.
Salmo
Sal 89
R/. Señor,
tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V/. Tú
reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.
V/. Si tú
los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.
V/.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervo. R/.
V/. Por la
mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (9b-10.12-17):
Querido hermano:
Yo, Pablo, anciano, y ahora prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a
Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión. Te lo envío como a hijo.
Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en
esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin
contar contigo: así me harás este favor, no a la fuerza, sino con toda
libertad.
Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre;
y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano
querido, que si lo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el
Señor.
Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí.
GUÍA: Pablo presenta a Onésimo como hijo
en la fe. Le pide a su antiguo dueño que lo trate como hermano. Jesús también
pide esto a cada cristiano, que nos tratemos como hermanos, que seamos hijos
del mismo padre, Dios. Observamos nuestras actitudes hacia los demás, y vemos
la forma de mejorar en el trato y la convivencia. SILENCIO DE
INTERIORIZACIÓN, DE PRÁCTICA Y DE HERMANDAD.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):
En aquel
tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus
hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser
discípulo mío.
Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a
calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los
cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran,
diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar
si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?
Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir
condiciones de paz.
Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no
puede ser discípulo mío».
GUÍA: Seguir a Jesús requiere dejar otras
cosas. Él es el tesoro escondido, y da su fuerza. Glorificamos a Dios que
escoge a la humanidad para llevar a cabo su obra. Agradecemos sus dones y
sullamada a cada uno de nosotros. Le pedimos su fidelidad para seguir adelante
en la fe y en el seguimiento. SILENCIO DE PRESENCIA, DE SABIDURÍA, DE
FIDELIDAD.
HACEMOS
SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.
PEDIMOS A
MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
Cerca
de Ti, Señor
1. Cerca de
ti, Señor, yo quiero estar;
tu grande eterno amor quiero gozar.
Llena mi pobre ser, limpia mi corazón;
hazme tu rostro ver en la aflicción.
2. Mi pobre corazón inquieto está,
por esta vida voy buscando paz.
Mas sólo tú, Señor, la paz me puedes dar;
Cerca de ti Señor, yo quiero estar.
3. Pasos inciertos doy, el sol se va;
mas, si contigo estoy no temo ya.
Himnos de gratitud alegré cantaré,
y fiel a ti, Señor, siempre seré.
4. Día feliz veré creyendo en ti,
en que yo habitaré cerca de ti.
Mi voz alabará tu santo nombre allí,
y mi alma gozará cerca de ti.
"Lo que el Señor quiere" Guía para hacer la oración y conectar con el Dios de la vida. Acércate, entra y saborea la palabra, escucha su voz de bien y actúa. Comparte alguna frase que te guste. Buen día.
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