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viernes, 7 de enero de 2022

BAUTISMO DE JESÚS

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BAUTISMO DE JESÚS

GUÍA DE ORACIÓN  09-01-22   Bautismo del Señor - Ciclo C

GUÍA: Después de este tiempo de Navidad, La Liturgia nos introduce en la vida adulta de Jesús. Nos presenta el momento del Bautismo en el río Jordán. El elegido de Dios se une a los que escuchan a Juan Bautista. Se prepara para su misión y acoge el Bautismo. Nosotros lo observamos, contemplamos sus acciones y acompañamos en sus decisiones. SILENCIO DE ILUMINACIÓN, DE CONTEMPLACIÓN, DE PURIFICACIÓN.

Lectura del libro del profeta Isaías (42,1-4.6-7):


Mirad a mi Siervo,

a quien sostengo;

mi elegido, en quien me complazco.

He puesto mi espíritu sobre él,

manifestará la justicia a las naciones.

No gritará, no clamará,

no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará,

la mecha vacilante no la apagará.

Manifestará la justicia con verdad.

No vacilará ni se quebrará,

hasta implantar la justicia en el país.

En su ley esperan las islas.

«Yo, el Señor,

te he llamado en mi justicia,

te cogí de la mano, te formé

e hice de ti alianza de un pueblo

y luz de las naciones,

para que abras los ojos de los ciegos,

saques a los cautivos de la cárcel,

de la prisión a los que habitan en tinieblas».

GUÍA: Nuestra oración llega hasta ti. Te vemos elegido por el Padre Dios. Tu vida se va encaminando hacia la misión de salvador de tu pueblo. Nos unimos a su forma de crecer y unirse al Padre. Lo encontramos entre el pueblo, hecho alianza con todos.  Luz de las naciones.  SILENCIO DE UNIÓN, DE CONFIANZA, DE ENCUENTRO.

Salmo  Sal 28    R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (10,34-38):

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los hijos de Israel, anunciando la Buena Nueva de la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.

Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él».

GUÍA: Pedro en uno de sus discursos presenta a Jesús. Ha sido ungido por la fuerza del Espíritu Santo, pasó haciendo el bien. Escuchamos su palabra. Reconocemos a Jesús en sus palabras y en los hechos. La salvación nos viene de él que cura y está ungido. Ante su figura, admiramos y reconocemos el don de Dios. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, RECONOCIMIENTO, OFRENDA

Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):

EN aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:

«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».

Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:

«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».

GUÍA: El pueblo esperaba al mesías. ¿Sería Juan? Pero Juan dice que hay otro que bautizará con Espíritu Santo. Se oye una voz que le muestra como Hijo amado. En nuestra oración le escuchamos, le buscamos, oímos esa misma confirmación. Nos sentimos unidos a él y llamados a la conversión. SILENCIO DE ESCUCHA, ACEPTACIÓN, DE DISPONIBILIDAD.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, OFRECEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS

INTERROGANTES, ENTREGA, RESPUESTA, ALABANZA.

INVOCAMOS A MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRENUESTRO

CANTAMOS:   Siempre es navidad

1.  Navidad es esperanza,/navidad es alegría,

Navidad es el camino/que recorres cada día.

Navidad es cercanía/navidad es comprensión,

Navidad es el camino/que recorres sin pasión.


GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS/Y EN LA TIERRA PAZ Y BIEN,

SON LOS CÁNTICOS DEL CIELO/QUE SE ESCUCHAN EN BELÉN.

GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS/Y EN LA TIERRA AL HOMBRE PAZ,

ES EL GRITO JUBILOSO/QUE NOS DA LA NAVIDAD.


2. Navidad no tiene días/como no los tiene el sol,

permanece iluminado/y ofreciéndonos calor.

Navidad no tiene hora/como no la tiene Dios,

siempre está junto a nosotros/ofreciéndonos su amor.

https://www.youtube.com/watch?v=llwaQqkGJf0 

viernes, 19 de noviembre de 2021

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

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JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

GUÍA DE ORACIÓN 21-11-21   Domingo 34º del Tiempo Ordinario. - Ciclo B

GUÍA: Es el último domingo del Ciclo Litúrgico. El título de Rey del Universo para Jesús, lo llena todo. Eres el que aparece en la gloria y en la agonía. Señor de cielo y tierra. Hoy te aclamamos Rey y te admiraos como miembro de la humanidad salvada por ti. Nos unimos a tu triunfo y a tu tormento. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE PERDON, DE APERTURA.

Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

GUÍA: El Padre te da poder real y dominio. Los pueblos te respetan y acogen tu misericordia. Te alabamos, te bendecimos, te glorificamos, te damos gracias. Actúa tu poder en el ámbito de la tierra, Alivia nuestros males. Conforta a los que sufren en el cuerpo y en el alma. Confiamos en tu presencia. SILENCIO DE PETICIÓN, DE  HUMILDAD, DE ACOGIDA.

Sal 92,1ab.1c-2.5

R/.
 El Señor reina, vestido de majestad

El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.

Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.

Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.

Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8):

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»

GUÍA: Ante ti, Señor, te reconocemos como testigo fiel. Presencia acogedora, caricia para el que sufre. Somos el pueblo que busca y se equivoca, el pueblo que te aclama y te rechaza. Haz que sepamos encontrarte, y caminar contigo en la verdad auténtica. SILENCIO DE FIDELIDAD, DE CONCORDIA, DE UNIDAD.

Lectura del santo evangelio según san Juan (18,33b-37):

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»

GUÍA: Nos dices que tu reino no es  de este mundo. Tu misión ser testigo de la verdad. Nos acogemos ese reino de la verdad, siendo de la verdad, escuchamos tu voz, nos enseñas el camino. Tú eres el camino. SILENCIO QUE ACOGE, QUE LLAMA, QUE INCORPORA A TU REINO.

RECOGEMOS LA ORACIÓN CON UNA FRASE PARA RECORDAR.

PRESENCIA, PETICIÓN, CONFIANZA, ESCUCHA.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE NOS ENSEÑE SU HUMILDE SABIDURÍA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, DICIENDO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD,

TU REINO ES JUSTICIA, TU REINO ES PAZ,

TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR,

VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR. (bis) 


1. Dios mío, da tu juicio al rey,/tu justicia al hijo de reyes, para que rija tu pueblo con justicia/a tus humildes con rectitud. (bis). 

 2. Que los montes traigan la paz,/que los collados traigan la justicia; que él defienda a los hijos del pobre;/que él defienda a los humildes del pueblo, y quebrante al explotador. 

 3. Librará al pobre que suplica,/al afligido que no tiene protector;/se apiadará del humilde e indigente,/y salvará la vida de los pobres;/salvará de la violencia sus vidas,/pues su sangre es preciosa ante sus ojos. 

4. Que su nombre sea eterno,/que su fama dure tanto como el sol,/ que sea bendición para los pueblos,/que las naciones lo proclamen dichoso:/"Bendito eternamente su nombre,/que su gloria llene la tierra".

https://www.youtube.com/watch?v=99XEDtJAzZI

viernes, 10 de septiembre de 2021

CAMINARÉ EN TU PRESENCIA


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CAMINARÉ EN TU PRESENCIA

GUÍA DE ORACIÓN 12-09-21   Domingo 24º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

GUÍA: Estamos, Señor, en tu tienda.  Nos llamas y acercas para comunicarte y derramar tu gracia sobre nuestro corazón. Con el salmista decimos: Caminaré en el país de la vida. Caminaré en tu presencia, y la vida seguirá realizándose ante tus ojos. Guárdanos en tu presencia y séllanos en tu misericordia. SILENCIO DE PRESENCIA, INTERIORIZACIÓN, CONFIANZA.

Lectura del libro de Isaías (50,5-9a):

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?

R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

GUÍA: Caminaré en tu presencia. Eres mi defensor, tu providencia me cerca, me rodea, me salva. No quedaré defraudado. El dolor y el mal me acechan, pero tu estás cerca. Tu luz y sabiduría me iluminan. Tu rostro nos conforta. Líbranos del mal. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE APERTURA,  DE ILUMINACIÓN.

Lectura de la carta del apóstol Santiago (2,14-18):

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.»

GUÍA: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, sino tiene obras?. Tus palabras nos aseguran tu protección. Todo se hace por tu querer. El bien que hemos hecho es fuente de alegría y de victoria. ¿Qué decimos y hacemos? Nos pides ser auténticos, capaces de sumarnos a tu  proyecto de salvación para la humanidad y de entrega al Padre. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE CONFIANZA, DE ESPERANZA.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,27-35):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus díscípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.»

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?»

Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.»

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda claridad.

Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»

Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»

GUÍA: Oímos tus preguntas, Jesús. ¿Quién dice la gente que soy yo?. Tenemos algunas respuestas. El Mesías, el Hijo de Dios. Nos unimos a la confesión de fe. Te reconocemos como Señor y nos confesamos abiertos a tu Palabra y a tu misericordia. Como los discípulos. te proclamamos, Mesías y Señor de la vida. SILENCIO DE FE, DE ENCUENTRO, DE SUPERACIÓN.

 

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: LAS PALABRAS QUE TE QUEDAN SON…

AGRADECEMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.

CON JESÚS, NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

EL AMOR NO DICE BASTA.  Ain Karem

AMOR Y MÁS AMOR QUE NUNCA DICE BASTA.

Sólo el amor de Dios es lo que se encuentra siempre, todo lo demás sobra.

Hacedlo todo por amor, nada hagáis por fuerza, sólo el amor queda.

Busquemos a Jesús que si lo tenemos a él, entonces lo tendremos todo.

Ama a tus hermanos y Dios te amará a ti, esto quiere el Señor: ama.

https://www.youtube.com/watch?v=b9v71GXksIE

lunes, 7 de diciembre de 2020

INMACULADA

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  GUÍA DE ORACIÓN 08-12-20

INMACULADA

GUÍA: Celebramos la fiesta de María Inmaculada. Un día de mucha tradición en la Iglesia. En España es muy festejada y sentida, en la Iglesia, en las familias y en el pueblo cristiano. Vamos a honrarla con una pequeña oración en nuestro blog.

Nos detenemos ante la escena de la anunciación del ángel a María. 

Del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):    
                                                                                    
  En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»

El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»

María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

GUÍA: María, la agraciada, es saludada por el mensajero de Dios. Visualicemos la escena. Dejemos que nuestra imaginación nos acompañe. Contemplamos a María temerosa ante la noticia. El ángel la invita a no temer, confiar porque ha hallado gracia ante Dios.

Ella pregunta ¿Cómo será eso? … El Espíritu Santo vendrá sobre ti, te cubrirá con su sombra. Para Dios no hay nada imposible. El silencio nos hace interiorizar la escena, las palabras. 

Felicitamos a María por su elección. Nos alegramos con Ella y con toda la humanidad porque Dios, el Señor, la ha mirado y con Ella todos seremos agraciados.

POESÍA


Pues que Tú, Reina del cielo, tanto vales
Da remedio a nuestros males.

Tú que tienes por oficio, consolar desconsolados,

Tú que gastas tu ejercicio, en librarnos del

pecado,

Tú que guías los errados y los vales,

Da remedio a nuestros males. (Juan de Encina, s.XVI)

GUÍA: Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas, oh Madre gloriosa y bendita. AMEN.