REZA
Y COMPARTE
VA
A ENTRAR EL SEÑOR
GUÍA
DE ORACIÓN 22-12-19
GUÍA: Es
el Cuarto domingo de Adviento . Dios se
acerca a la humanidad. Se encarna en
María de Nazaret. Estamos esperando el
nacimiento del Hijo de Dios en carne mortal. Nuestra oración se centra en la
acogida. María disponible y nosotros abrimos el corazón para intuir la acción
de Dios en nuestras vidas. Ven, Señor, y no tardes. SILENCIO DE PERDÓN, PETICIÓN Y CONVERSIÓN.
En aquellos días, el Señor habló a Acaz: «Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.»
Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria
GUÍA:
Va a entrar el Señor”. Él nos da el signo de María, nos da al salvador,
el Dios con nosotros. El Emanuel
entra en nuestro mundo. Admiramos, acogemos y agradecemos. Contemplamos
la escena desde el punto de vista de Dios, desde María, desde la humanidad. SILENCIO CONTEMPLATIVO Y DE ESPERA.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos (1,1-7):
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
GUÍA: San Pablo escribe a los Romanos. Se presenta como llamado a ser apóstol: escogido para el evangelio. Su elección llega a ser llamada para los que le escuchan. Aquí estamos, Señor. Hemos sido escogidos en el Bautismo y queremos acoger, confirmar nuestra respuesta en la fe. Transforma nuestra vida, conviértenos a ti. Que podamos cambiar, mejorar nuestros caminos, para recibirte mejor. SILENCIO DE REFLEXIÓN Y RESPUESTA.
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
GUÍA: San Pablo escribe a los Romanos. Se presenta como llamado a ser apóstol: escogido para el evangelio. Su elección llega a ser llamada para los que le escuchan. Aquí estamos, Señor. Hemos sido escogidos en el Bautismo y queremos acoger, confirmar nuestra respuesta en la fe. Transforma nuestra vida, conviértenos a ti. Que podamos cambiar, mejorar nuestros caminos, para recibirte mejor. SILENCIO DE REFLEXIÓN Y RESPUESTA.
Del santo evangelio según san Mateo
(1,18-24):
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre E
manuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre E
manuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
GUÍA: José decide abandonar a María, el hijo que
espera no es suyo. Un ángel le dice que
es obra de Dios. Que no tema recibir a María en su casa. José acepta, obedece.
La escucha, fe, obediencia se encargan de realizar el cambio de
José. También éstas son las pautas para
escuchar a Dios, hoy. Pedimos la fe, la
escucha y la obediencia para seguir la Palabra
que se nos anuncia en nuestra vida. SILENCIO DE CONFRONTACIÓN Y OBEDIENCIA
RECOGEMOS
NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDARLA Y VIVIRLA.
ADMIRACIÓN,
FE, ESPERA, ACCIÓN DE GRACIAS, PETICIÓN, OBEDIENCIA.
INVOCAMOS
A MARÍA, LA ACOMPAÑAMOS ESTOS DÍAS, ESPECIALMENTE.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
/ MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA. / (2)
Nos diste al esperado de los tiempos,
mil veces prometido en los profetas;
y nosotros de nuevo deseamos
que vuelva a repetirnos sus promesas.
ESTRIBILLO.
Brillaste como aurora del gran día;
plantaba Dios su tienda en nuestro suelo.
Y nosotros soñamos con su vuelta,
queremos la llegada de su Reino.
ESTRIBILLO.
Viviste con la cruz de la esperanza,
tensando en el amor la larga espera;
y nosotros buscamos con los hombres
el nuevo amanecer de nuestra tierra.
ESTRIBILLO.
Esperaste, cuando todos vacilaban,
el triunfo de Jesús sobre la muerte;
y nosotros esperamos que su vida
anime nuestro mundo para siempre.
ESTRIBILLO.