REZA Y COMPARTE
AQUÍ ESTAMOS, SEÑOR RESUCITADO
GUÍA DE ORACIÓN 08-04-18
GUÍA: Aquí
estamos, Señor resucitado. Queremos estar contigo, escuchar tu palabra y sentir tu
presencia. Confiamos en ti, sólo tú puedes llenar nuestro corazón y saciar la
sed que existe en nuestro ser. Es tiempo de encuentro, de cercanía y
resurrección. Buscamos en ti luz, felicidad, dejamos que tu luz nos ilumine y
fortalezca. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE ENCUENTRO, DE ILUMINACIÓN.
Del libro de los Hechos de los
Apóstoles (4,32-35):
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
GUÍA: El grupo de los creyentes estaba unido, todo lo compartían. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección de Jesús. La gracia del Espíritu iba calando en ellos. ¿Qué podemos decir nosotros? La unión, el compartir, el dejarnos calar por el Espíritu son acciones que necesitamos. Dejemos que crezcan en nosotros y en el mundo en que vivimos. SILENCIO DE ACOGIDA, DE CRECIMIENTO, DE COMPROMISO
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
GUÍA: El grupo de los creyentes estaba unido, todo lo compartían. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección de Jesús. La gracia del Espíritu iba calando en ellos. ¿Qué podemos decir nosotros? La unión, el compartir, el dejarnos calar por el Espíritu son acciones que necesitamos. Dejemos que crezcan en nosotros y en el mundo en que vivimos. SILENCIO DE ACOGIDA, DE CRECIMIENTO, DE COMPROMISO
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (5,1-6):
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios, y todo el que ama a Dios que da el ser, ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
GUÍA: El que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios. Nuestra fe se hace fuerte por obra del Espíritu. Amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. La fe vence al mundo. Una transformación que cambia el interior y los comportamientos. El Espíritu da testimonio también en nosotros. Queremos recibir tu testimonio y poder darlo a otros. Tú actúas en cada uno y cambias la mente, el corazón y las obras. Espíritu Santo ven. SILENCIO DE MANOS ABIERTAS PARA RECIBIRTE Y PARA LLEVARTE ALLÍ A DONDE VAMOS
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
GUÍA: Viniste a tus discípulos que estaban llenos de miedo.
Vienes hoy a nosotros, que también tenemos nuestros miedos. Que te
reconozcamos, te recibamos y recibamos tu paz, tu Espíritu. Que el envío que
haces a cada uno, se cumpla y llegue a otros muchos. En silencio lo
acogemos hoy con amor, sintiendo que sigues estando en nuestras vidas si te
acogemos. SILENCIO DE FE, VERDAD, AMOR.
SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE
AGRADECEMOS, RECIBIMOS, CONFIAMOS
PEDIMOS A MARÍA SU PRESENCIA
CON LAS PALABRAS DE JESÚS DECIMOS AL PADRE: PADRE
NUESTRO
CANTAMOS:
Creo en Jesús, creo en Jesús,
El es mi amigo, es mi alegría,
El es mi amor.
Creo en Jesús, creo en Jesús.
El es mi salvador.
El llamó a mi puerta/me invitó a compartir su
heredad
seguiré a su lado/llevaré su mensaje de paz.
Ayudó al enfermo/y le trajo felicidad
defendió al humilde/combatió la mentira y el
mal.
Día y noche, creo en Jesús,
El está a mi lado, creo en Jesús
doy por El la vida, creo en Jesús.
Es mi Salvador.
Enseñó a Zaqueo/a partir su hacienda y su pan
alabó a la viuda/porque dio cuanto pudo dar.
¡Aleluia!, creo en Jesús,
El es el Mesías, creo en Jesús,
El es mi esperanza, creo en Jesús,
vive para siempre, creo en Jesús.
Es mi Salvador.