viernes, 21 de septiembre de 2018

PERSECUCIÓN DEL JUSTO



REZA Y COMPARTE

PERSECUCIÓN DEL JUSTO

GUÍA DE ORACIÓN 23-09-18

GUÍA. Aquí estamos, ante ti, Padre. Tú eres quien cuida de nosotros y nos libra del enemigo,    Tu presencia se extiende en nuestra vida y la salva del mal. Nuestro silencio es acogida de ti, de tu voluntad, de tu ser Dios. La confianza en ti construye la realidad de nuestras vidas. Envía tu Espíritu que ilumine nuestra oración y realice el encuentro. SILENCIO DE FE, DE ESPERANZA RENOVADA.

Del libro de la Sabiduría (2,12.17-20):

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones , nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»

GUÍA:  El libro de la sabiduría presenta la persecución que sufre el justo. El justo confía. Hay quien se ocupa de Él. Nos identificamos con el justo en unos momentos. ¿En qué medida ha habido alguna vez persecución? ¿Perseguido o perseguidor? Limpia, Señor nuestro corazón. Que busquemos el bien y lo apoyemos. SILENCIO DE CONFIANZA, DE REFLEXIÓN.

De la carta del apóstol Santiago (3,16–4,3):

Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.

GUÍA: Donde hay envidias y peleas hay desorden. La Sabiduría es pura y amante de la paz, siembra la paz. Ella produce la justicia. ¿Nos enrolamos en la sabiduría, la paz y la justicia? Veamos hacia dónde se dirigen nuestros  gestos. SILENCIO DE INTERROGANTES Y RESPUESTAS, DE  PETICIÓN.

Del santo evangelio según san Marcos (9,30-37):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se entera se, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?»
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»
GUÍA: Jesús está enfocado en su persecución, en su pasión y muerte. Los discípulos todavía discuten por los primeros puestos. Hoy,  Jesús sigue buscando el Reino de Dios. Y nosotros ¿De qué discutimos?
Buscad el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura, dice Jesús en otro momento. Confiemos en el Padre Dios. SILENCIO DE CONFIANZA, PERDÓN, ENTREGA

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE

PEDIMOS, DAMOS GRACIAS, OFRECEMOS NUESTRO DON

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y COMPAÑERA DE CAMINO

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS Y EL ESPÍRITU: PADRE NUESTRO                       
CANTAMOS
1. Tú Señor, que enciendes las estrellas,
Tú que al sol le das su resplandor,
Tú que cuidas del pájaro perdido
que va buscando un nido guiado por tu amor.
Tú que siembras rosas y trigales,
Tú que al lirio vistes de esplendor
nos proteges, Señor, con más cariño,
pues quieres más a un niño que al pájaro y la flor.
Padre Bueno, Dios alegre, primavera y manantial,
Dios hermano, Dios amigo, Padre Nuestro celestial. (2)
2. Tú, Señor, que velas por el pobre,
y al humilde das tu protección,
al que amas le ofreces un tesoro
que vale más que el oro: le das tu corazón.
Tú, Señor, que alumbras mi camino,
Tú que escuchas siempre mi oración,
en tu amor pongo yo mi confianza,
renace mi esperanza, se acuna mi canción.
Cesáreo Gabarain 

martes, 18 de septiembre de 2018

POESÍA “ESCUCHAR"



REZA Y COMPARTE

POESÍA     
“ESCUCHAR"

Escucha el silencio
que hay dentro de ti,
silencia las voces,
no dejan oír.
Busca su Palabra
déjala sentir,
su voz clama dentro,
y quiere salir.

Mira con tus ojos,
¿qué quiere decir?
tu vida le importa,
te quiere feliz.
Desnuda los sueños,
que te hacen sufrir,
deja que los vientos,
los alejen de ti.

Llena de esperanza
lo que ha de venir,
vive en el presente,
siendo muy feliz.
Nada es para siempre,
se cambia el color,
y hasta nuestro rostro,
tiene otro fulgor.

Descubre en tu vida
que todo es un don.
Regala sonrisas,
en gestos de amor.
Estamos llamadas
a llevar su voz,
a decir a todos:
QUE DIOS ES AMOR.

Siempre está a la puerta
de tu corazón,
desea ayudarte
en toda ocasión.
Cuéntale, si quieres
cuál es tu dolor,
y espera en silencio
su abrazo de amor.
María

·        Escuchar, palabra, silencio, ojos, sueños, esperanza, vida, sonrisa, amor, dolor.
·        Son 10 palabras que aparecen en “ESCUCHAR”.
·        INTENTA RELACIONAR cada una de ellas con otras tres de las 10.
·        Haz frases con ellas, completando el significado con otras palabras o ideas.
·        ¿QUÉ TE PARECE? ¿va bien?
·        ENVÍANOS ALGUNA. ¡¡GRACIAS!!






viernes, 14 de septiembre de 2018

NO OCULTÉ EL ROSTRO



NO OCULTÉ EL ROSTRO

GUÍA DE ORACIÓN 16-09-18            
  
GUÍA: Vamos por tus caminos, Padre nuestro. El cielo proclama tu gloria. Somos tus hijos y también proclamamos tu gloria. Luz y tinieblas se suceden y es necesario avanzar confiando en ti. Nuestra oración se hace confianza en tus promesas, y deseo de caminar cada día envueltos en tu amor. SILENCIO DE CONFIANZA, ACEPTACIÓN, BÚSQUEDA.

Del libro de Isaías (50,5-9a):

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?

GUÍA: No oculté el rostro. La vida llega de ti. Las sorpresas se suceden en el camino. Avanzamos en tus sendas. Me ayudas, estás conmigo. Los retos, las oportunidades son una realidad. Pero guardas a los sencillos y los salvas. Dejamos que nuestro corazón se afiance en la fe. Que la esperanza nos dé alas y el amor haga las cosas nuevas. SILENCIO DE FE, DE ESPERANZA, AMOR 

De la carta del apóstol Santiago (2,14-18):

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.»

 GUÍA: Creemos pero la fe ha de ir unida a las obras. La fe nos lleva a cumplir tus mandatos, a reconocerte en el hermano y ayudar al que está necesitado. Fe y obras, dice la Palabra. ¿en qué o quién creemos?¿Cómo actuamos? Dejemos que el Espíritu de Dios nos ilumine y fortalezca. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO DE NUESTRA FE Y NUESTRAS OBRAS, DE PETICIÓN Y ENCUENTRO.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,27-35):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus díscípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?»
Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.»
Él les prohibió terminantemente decirselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.» Se lo explicaba con toda claridad. 

Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»
Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»


GUÍA: “¿Quién dice la gente que soy yo? ¿Y vosotros quién decís que soy? La pregunta se nos hace también hoy. En el silencio de nuestro interior demos respuesta a estas preguntas. Que seamos capaces de decir con Pedro: Tú eres el Cristo, el Mesías. Pedimos que este reconocimiento se arraigue en nosotros y podamos transmitirlo a otros. SILENCIO DE CONFIANZA, ENTREGA, SEGUIMIENTO

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, ¿QUÉ FRASE ESCOGEMOS?

PRESENTAMOS NUESTRO DESEOS, NUESTRA OFRENDA, AGRADECEMOS

INVOCAMOS AL PADRE CON LOS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CON MARÍA CAMINAMOS.

CANTAMOS

Cristo nos da la libertad (Erdozaín)

Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.
 
Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré;
cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.

Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón;
cuando siga los caminos del amor, veré al Señor.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.

Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el Amor;
cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.
https://www.youtube.com/watch?v=leEb-pev1rQ

martes, 11 de septiembre de 2018

ORACIÓN FAMILIAS DUBLIN

ORACIÓN OFICIAL DE LAS FAMILIAS PARA EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018
Dios, Padre nuestro,
Somos hermanos y hermanas en Jesús, tu Hijo,
Una familia, en el Espíritu de tu amor.
Bendícenos con la alegría del amor.
Haznos pacientes y bondadosos,
Amables y generosos,
Acogedores de aquellos que tienen necesidad.
Ayúdanos a vivir tu perdón y tu paz.
Protege a todas las familias con tu cuidado amoroso,
Especialmente a aquellos por los que ahora te pedimos:
[Hacemos una pausa y recordamos a los miembros de la familia y a otras personas por su nombre].
Incrementa nuestra fe,
Fortalece nuestra esperanza,
Protégenos con tu amor,
Haz que seamos siempre agradecidos por el regalo de la vida que compartimos.
Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.
María, madre y guía, ruega por nosotros.
San José, padre y protector, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Luis y Santa Celia Martin, rueguen por nosotros.

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018
Se ha celebrado en Dublín del 21 al 26 de agosto 2018. Ésta es la oración oficial. Puede ayudar a pedir por las familias.
Protectores de  la familia son:
San José y María, Sagrada Familia.
San Joaquín y Santa Ana, padres de María.
San Luis y Santa Celia Martín, padres santos de Santa Teresita de Lisieux.
Podemos recitar esta oración por las Familias y acompañar su camino.
Próximamente ofreceremos algunas de las conclusiones del encuentro.
¿Algún comentario?



viernes, 7 de septiembre de 2018

¡SED FUERTES!



REZA Y COMPARTE

¡SED FUERTES!

GUÍA DE ORACIÓN 09-09- 18

GUÍA: Es el momento del encuentro en la oración. Mirad a vuestro Dios, dice Isaías. Es nuestro momento, para  dirigir nuestros ojos al Señor. Sed fuertes. Padre Dios, vamos hacia ti  y buscamos tu rostro. Deja que tu presencia sacie toda sed de felicidad y salvación. Avanzamos en tu busca y tú llegas. Confiamos en ti. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE ENCUENTRO, DE CONTEMPLACIÓN

Del libro de Isaías (35,4-7a):

Decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantar. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa el páramo será un estanque, lo reseco un manantial.

GUÍA: Sed fuertes, no temáis. Dios llega y hace brotar las aguas en el desierto. Los ojos contemplan el  rostro  de Dios, los oídos  se abren a su voz. Nos identificamos con cada acción  y dejamos que se cumpla  en nosotros.
Viene en persona y os salvará. Su persona y la nuestra dispuestas al encuentro, a la transformación. Pedimos su valor y presencia. SILENCIO DE ACOGIDA, DE PERMANENCIA, DE TRANSFORMACIÓN

 De la carta del apóstol Santiago (2,1-5):

No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estate ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?

 GUÍA : Acepción de personas, hacer diferencias, discriminar. Son actitudes  que censura  el apóstol Santiago. Dios no hace diferencias. Todos somos amados como hijos. ¿Cómo actuamos nosotros en eso de discriminar? ¿Somos imparciales?. Jesús, danos un corazón generoso, capaz de reconocer en cada persona a un hijo de Dios. SILENCIO DE ANÁLISIS DE COMPORTAMIENTOS, DE PETICIÓN DE PERDÓN Y DE CAPACIDAD DE RESPETO.

 Del santo evangelio según san Marcos (7,31-37):

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.
Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá», esto es: «Ábrete.»
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

 GUÍA: ¡Ábrete!. Ante la fe de aquellos hombres y del sordomudo que piden la curación, Jesús toca sus oídos y su lengua. También nosotros pedimos curación y presentamos nuestra fe.
Te necesitamos, Jesús. Abre nuestros oídos , sana nuestra lengua. ¿En qué tenemos que ser sanados? SILENCIO DE PRESENTACIÓN, PETICIÓN, ACCIÓN DE GRACIAS.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, NOS SENTIMOS TOCADOS POR JESÚS

PRESENCIA, CONFIANZA, AMOR, PETICIÓN

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ENSEÑA A CONFIAR

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS
Siempre confío en mi Dios, (2)
Él me conduce, no temo. Me acompaña al caminar
Aunque sin luz camine yo en la noche,
Aunque el temor me impida avanzar.
Aunque perdido yo vaya por las calles,
Sin encontrar amor y amistad.
Aunque yo inquieto me mueva todo el día,
Sin encontrar la paz del corazón.
Aunque las fuerzas me falten en la vida,
Y la ilusión se apague frente a mí.
                                          Aunque el camino se oculte en las tinieblas.                                                                                 Aunque no vea tu sombra avanzar.         
https://www.youtube.com/watch?v=6D6evY3tuA4                                           

martes, 4 de septiembre de 2018

CANTO A LA VIDA


     
REZA Y COMPARTE

POESÍA  
CANTO A LA VIDA

Cantando a la Vida voy,
Por los caminos de Dios,
Sembrando paz e ilusión
Y gozo en el corazón.  

Por los ríos y los mares,
Por las campiñas y el sol,
Por las montañas y arroyos,
Gracias te doy mi Señor.

Por los días y las noches,
Por las estrellas que son
Regalo de tu presencia,
En nuestro mundo, Señor.

Por las flores y los frutos,
Por las semillas que son
Portadoras de la vida,
Bajo tu mano, Señor.

Por los hombres y mujeres,
Que trabajan con tesón,
Para que en el mundo haya

Más alegría y amor.

Por los niños  que nacerán
Y por los que ahora crecen
Que en su vida puedan  tener
El amor que se merecen.

Por las personas mayores
Ricas en humanidad
Que ahora reciban todas
Gratitud y gran bondad.
De cada uno depende
El hacerlo realidad.
María

Un hermoso canto a la vida: Reconocer la belleza de la naturaleza, de las personas y de las cosas.
Nos unimos a tu canto, María. Alabamos a Dios por su belleza, su grandeza, su amor.

¿Y tú, lector, ¿qué dices? ¿Expresas  alguna impresión o frase después de leer este Canto a la vida.?Animo, te esperamos.