viernes, 4 de diciembre de 2020

CONSOLAD A MI PUEBLO

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CONSOLAD A MI PUEBLO 

GUÍA DE ORACIÓN 6-12-20 

GUÍA: Consolad a mi pueblo, que los valles se levanten y se bajen los montes. En tu presencia, Padre, se regocija nuestro corazón. Viene el poder y su recompensa lo precede. Se revela la gloria del Señor. Alza a los corderos, hace recostar a las madres. Nos acercamos a tu misericordia y nos sacias de tu amor. Confiamos en ti. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE  CONFIANZA, DE ESPERA.

 

Del libro de Isaías (40,1-5.9-11):


«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»

GUÍA: Hablad al corazón a Jerusalén. Se ha cumplido su paga. La culpa es resarcida, el camino rellenado, los montes abajados. Las alturas y los valles igualados para favorecer el camino al Señor. ¿Se cumple también hoy? Dispongamos lo torcido y lo escabroso se allane. Padre, Dios, guarda nuestras decisiones, convierte los corazones. SILENCIO DE SABIDURIA, DE FORTALEZA, DE CONVERSIÓN.
 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3,8-14):

No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables.

GUÍA: El Señor espera, tiene mucha paciencia con nosotros. Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.  ¡Que santa y piadora ha de ser la vida del que le busca! Descubrimos tu camino, tu andar en nuestra vida y nuestros caminar en zozobra.  Te buscamos y a la vez te resistimos. Vuélvenos  a ti, a tu paz y misericordia. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE ACERCAMIENTO, DE CAMBIO.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»


GUÍA:
Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Los contrastes están  cerca. Juan bautizaba en el desierto. No se considera digno de atar sus sandalias. Pero Jesús bautizará con Espíritu Santo, en medio del pueblo. Somos mensajeros, La vida se levanta para elevar al hombre. Acogemos su voz y transformamos nuestros pasos. SILENCIO PARA ALLANAR, PARA ANUNCIAR, PARA SER BAUTIZADOS EN ESPÍRITU.
 

RECOGEMOS ORACIÓN, UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDARLA. 

PRESENCIA, PERDÓN, CONFIANZA, COMPROMISO. 

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN. 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO. 

CANTAMOS 

Preparad el camino al Señor (Godspell)

 

Preparad el camino al Señor

y escuchad la palabra de Dios. (bis)

 

Voz que clama en el desierto:

"preparad el camino al Señor,

haced rectas todas sus sendas,

preparad el camino al Señor."

 

Voz que clama en el desierto:

"preparad el camino al Señor,

desterrad la mentira por siempre,

preparad el camino al Señor".

 

¡Viva Dios! ¡Viva Dios!

¡Viva Dios! ¡Viva Dios!

6 comentarios:

  1. "Consolad a mi pueblo" Guía para el 2º domingo de Adviento. Nos unimos a la voz de Isaías. La sentimos dirigida a Jerusalén y también al Pueblo de Dios en nuestros tiempos. Estamos preparando la venida de Dios en el presente que vivimos. Y Dios nos emplaza en la gran aventura de consolar a su pueblo. Pueblo enfermo del COVID, enfermo de falta de esperanza y de fe en su venida. Oramos.

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  2. "Viene el poder y su recompensa lo precede. Se revela la gloria del Señor". Vienes a nosotros, tu poder y recompensa nos acompaña. Extiéndelas a tus fieles y a todo el mundo.

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  3. "Estamos preparando la venida de Dios en el presente que vivimos." El adviento nos centra en este trabajo y nos señala la necesidad de renovar la vida según el proyecto de Dios para nosotros. Buen día.

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  4. "Voz que clama en el desierto:/"preparad el camino al Señor,/desterrad la mentira por siempre,/preparad el camino al Señor". Juan Bautista reclama la conversión de su pueblo para el Mesías que viene. Hoy nos la pide a cada persona que quiere mejorar el mundo, crear una sociedad más justa.

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  5. Juan decía en el Jordán: "Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Nosotros bautizados en el Espíritu Santo. Alcanzamos la vida nueva de Jesús. Vivimos unidos a él.

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  6. "Consolad a mi pueblo" Dios lo pide también hoy. Consolad, dadle alegría, paz, trabajo, amor. Cada uno responsable de que haya gestos de todo ello. Se multiplicarán en todo el mundo.

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