viernes, 4 de marzo de 2022

EL SEÑOR ESCUCHÓ NUESTRA VOZ

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EL SEÑOR ESCUCHÓ NUESTRA VOZ

GUÍA DE ORACIÓN 06-03-22   Domingo 1º de Cuaresma - Ciclo C

GUÍA: El Señor escuchó nuestra voz, hizo de nuestro pueblo su causa. Fuimos escogidos por ti. Admiramos tu obra, tu elección y tu promesa. Nos ponemos bajo tu protección y te esperamos en el día a día de la vida. Ahora es el día de tu gracia y el día de la misericordia. Venimos hacia ti y buscamos tu rostro. Sálvanos de todo mal y educa nuestro corazón. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE MISERICORDIA, DE ESPERANZA.

Lectura del libro del Deuteronomio (26,4-10):

Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.

El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado." Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios."

GUÍA: Con Moisés reconocemos nuestra historia personal, la historia de nuestro pueblo. Recordamos los portentos que hizo el Señor en favor nuestro, de cada uno. Nos ha sacado de la opresión y nos ha conducido por el desierto. Traemos las primicias de los frutos del trabajo y del esfuerzo. Todo es el resultado de tu promesa, acógelo para tu gloria. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ENTREGA, DE GENEROSIDAD.

Sal 90,  R/. Está conmigo, Señor, en la tribulación

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,8-13):

La Escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón." Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado." Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará."

GUÍA: La palabra está cerca de ti. La tienes en los labios y en el corazón. La recibimos con fe, la creemos en el corazón. Tu palabra nos transforma y alienta en  el camino de la vida. Somos caminantes hacia ti, te necesitamos para avanzar en la verdadera vida. Tú  eres e señor de todos. SILENCIO DE ESCUCHA, DE ACOGIDA, DE SINCERIDAD.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,1-13):

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.

Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan."

Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo."

Jesús le contestó: "Está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".

Jesús le contestó: Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".

Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

GUÍA: Eres tentado, Jesús. Tentación contra Dios, se te pone frente a él, ser más que Dios. El poder, lo material, la manipulación se te oponen para superarle. Las tentaciones llegan también a nosotros, líbranos del mal y haz que sepamos reconocer al Padre y estar en su presencia con humildad. SILENCIO DE  MISTERIO, DE SEGUIMIENTO, DE HUMILDAD.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN. ¿CON QUÉ FRASE TE QUEDAS?

SENTIMOS LA PRESENCIA DE JESÚS, NOS UNIMOS A ÉL, COMPARTIMOS SU CAMINO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA COMPAÑERA DE FE.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO...

CANTAMOS

Somos un pueblo que camina,/Y juntos caminando podremos alcanzar

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Somos un pueblo que camina,/Que marcha por el mundo buscando otra ciudad.

Somos errantes peregrinos/En busca de un destino, destino de unidad.

Siempre seremos caminantes,/Pues sólo caminando podremos alcanzar

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Danos valor siempre constante,/Valor en las tristezas, valor en nuestro afán.

Danos la luz de tu Palabra,/Que guíe nuestros pasos en este caminar.

Marcha, Señor, junto a nosotros,/Pues sólo en tu Presencia podremos alcanzar

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

Dura se hace nuestra marcha,/Andando entre las sombras de tanta oscuridad.

Todos los cuerpos desgastados,/Ya sienten el cansancio de tanto caminar;

Pero tenemos la esperanza/De que nuestras fatigas al fin alcanzarán

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad

Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

https://www.youtube.com/watch?v=18IYF1oiQ2s 

5 comentarios:

  1. "El Señor escucho nuestra voz". Ha escuchado la voz de su pueblo. Nos acogemos a su paz y misericordia. La sembramos en el el mundo. Líbranos del mal.

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  2. "Recordamos los portentos que hizo el Señor en favor nuestro, de cada uno". Visualizamos nuestra historia personal. Agradecemos y caminamos con él Señor.

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  3. "Clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión", Miró nuestra opresión, escucho nuestra voz. Líbranos del mal, Señor, necesitamos paz, amor, pan, trabajo, justicia. Confiamos en ti.

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  4. "Tenemos la esperanza/De que nuestras fatigas al fin alcanzarán/ Otra ciudad que no se acaba,/Sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad" La esperanza nos lleva a la eternidad, a vivir en la paz y amistad.

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  5. "El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido", Lo hemos experimentado. Dios ha sido grande con nosotros también. Presentamos nuestro gracias, nuestra conversión a sus caminos. Seguimos en su presencia amorosa.

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