viernes, 1 de julio de 2022

COMO UN RÍO LA PAZ

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COMO UN RÍO LA PAZ

GUÍA DE ORACIÓN 03-07-22   Domingo 14º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

GUÍA: Escuchamos la Palabra de Dios desde Isaías. Como un río, como un torrente en crecida… la paz llegará. Dios lo promete a Jerusalén. Lo promete a su pueblo. Nos sentimos confiados y ponemos en sus manos tantas guerras para que las transforme en esa paz abundante. Visualizamos la falta de paz en nuestro mundo, en los corazones, en las familias.  Acogemos ese torrente en crecida que Dios envía y nos pacifica. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE RECONOCIMIENTO, DE ACCIÓN DE GRACIAS.

Lectura de la profecía de Isaías (66,10-14c):

Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis; alegraos de su alegría,

los que por ella llevasteis luto; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos,

y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes.

Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones.

Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados.

Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado,

se manifestará a sus siervos la mano del Señor».

GUÍA: Se alegrará vuestro corazón al recibir la paz. Se manifestará a vosotros la mano del Señor.  Tu paz se extiende en los corazones, arraiga y fortalece la unión de los pueblos. Pedimos tu paz, que sepamos crecer en ella y construir un mundo nuevo de concordia y respeto. Tu misericordia nos reconcilia. SILENCIO DE PETICIÓN, DE DESEO, DE ESPERANZA.

Sal 65

R/. Aclamad al Señor, tierra entera.

V/. Aclamad al Señor, tierra entera;

tocad en honor de su nombre,

cantad himnos a su gloria.

Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R/. 

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas (6,14-18):

Hermanos:

Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.

Pues lo que cuenta no es la circuncisión ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.

La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.

En adelante, que nadie me moleste, pues yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

GUÍA: Oímos tu Palabra, Señor. San Pablo nos dice que se gloría en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Nos desea su paz y su misericordia.  Interiorizamos, acogemos, deseamos, actuamos. La Palabra se hace vida en los creyentes. La paz nos transforma y la misericordia nos consuela. Ven Espíritu santo sobre nosotros. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO, DE PERDÓN. 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-12.17-20):

EN aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:

“El reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».

Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

Él les dijo:

«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

GUÍA: Como un río llega la paz. Lo imaginamos, río en crecida. La paz de Dios ocupando todos los espacios de la vida y de los corazones. Él tiene el poder, la gloria. Viene como Señor del universo. Acompaña a los discípulos en su aventura de predicar y preparar el camino a Jesús. Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.  Nos damos cuenta del hecho, de su manifestación y su acción. SILENCIO DE DARNOS CUENTA, DE MANIFESTARLO, DE CELEBRAR EL HECHO DE SU PRESENCIA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: DESCUBRIR, IMAGINAR, DESEAR, ACTUAR.

INVOCAMOS A MARÍA QUE DICE NO TIENEN VINO.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS:

Jesús está entre nosotros (Kairoi)


Jes
ús está entre nosotros./ él vive hoy / y su Espíritu a todos da.

Jesús, razón de nuestra vida,/ es el Señor,/ nos reúne en un pueblo de amor. 

Cambia nuestras vidas con tu fuerza,/ guárdanos por siempre en tu presencia.

Tú eres verdad, Tú eres la paz. 

Rompe las cadenas que nos atan,/ llénanos de gracia en tu Palabra.

Gracias, Señor; gracias, Salvador.

 Nuestras existencias hoy te alaban,/ nuestros corazones te dan gracias.

Tú eres amor, tú eres canción.

https://www.youtube.com/watch?v=r39PVZuTKZg

6 comentarios:

  1. "Como un río la paz". Guía para la oración, para la confianza y encuentro con Dios desde su Palabra. La interiorizamos y sentimos su presencia. Buen día.

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  2. "Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados". Muy bonito. Dios consuela a sus criaturas, a cada uno de nosotros. Adoramos y agradecemos.

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  3. "Rompe las cadenas que nos atan,/ llénanos de gracia en tu Palabra./ Gracias, Señor; gracias, Salvador." Hacemos eco en nuestro corazón y en nuestra oración.

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  4. "No estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo». No son las obras o los resultados. El amor de Dios que nos precede es lo importante.

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  5. "Nos sentimos confiados y ponemos en sus manos tantas guerras para que las transforme en esa paz abundante." Gracias Padre por tu amor y misericordia.

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  6. «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz," La Palabra de Dios nos alegra con la esperanza de su deseo. Paz para Jerusalén y paz cada pueblo y persona. Lo pedimos, construimos y agradecemos.

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