viernes, 22 de julio de 2022

EN ATENCIÓN A LOS DIEZ

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EN ATENCIÓN A LOS DIEZ

GUÍA DE ORACIÓN  Domingo 17º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

GUÍA: La oración nos enseña a acudir al Señor, rogar por las necesidades, pedir perdón. Queremos decirte nuestro dolor, nuestra preocupación por los pueblos. Te presentamos, Padre, tantas peticiones y necesidades. Líbranos del pecado, líbranos del mal. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN, DE SOLIDARIDAD.

Lectura del libro del Génesis (18,20-32):

EN aquellos días, el Señor dijo:

«El clamor contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la queja llegada a mí; y si no, lo sabré».

Los hombres se volvieron de allí y se dirigieron a Sodoma, mientras Abrahán seguía en pie ante el Señor.

Abrahán se acercó y le dijo:

«¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás el lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de toda la tierra, ¿no hará justicia?».

El Señor contestó:

«Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos».

Abrahán respondió:

«Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza! Y si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?».

Respondió el Señor:

«No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco».

Abrahán insistió:

«Quizá no se encuentren más que cuarenta».

Él dijo:

«En atención a los cuarenta, no lo haré».

Abrahán siguió hablando:

«Que no se enfade mi Señor si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?».

Él contestó:

«No lo haré, si encuentro allí treinta».

Insistió Abrahán:

«Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran allí veinte?».

Respondió el Señor:

«En atención a los veinte, no la destruiré».

Abrahán continuó:

«Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más: ¿Y si se encuentran diez?».

Contestó el Señor:

«En atención a los diez, no la destruiré».

GUÍA: Visualizamos a Abrahán, pidiendo misericordia a Dios, implorando se retracte de su castigo. Nos unimos a la petición, escuchamos el diálogo y cómo Dios va cambiando el número y aceptando la propuesta de Abrahán. Dios escucha nuestras súplicas. Somos intermediarios para el pueblo. SILENCIO DE PETICIÓN, DE CONFIANZA, DE ADMIRACIÓN.

Salmo

Sal 137,1-2a.2bc-3.6-7ab.7c-8 

R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor. 

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

porque escuchaste las palabras de mi boca;

delante de los ángeles tañeré para ti;

me postraré hacia tu santuario. R/.

 

V/. Daré gracias a tu nombre:

por tu misericordia y tu lealtad,

porque tu promesa supera tu fama.

Cuando te invoqué, me escuchaste,

acreciste el valor en mi alma. R/.

 

V/. El Señor es sublime, se fija en el humilde,

y de lejos conoce al soberbio.

Cuando camino entre peligros, me conservas la vida;

extiendes tu mano contra la ira de mi enemigo. 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (2,12-14):

Hermanos:

Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos.

Y a vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó con él.

Canceló la nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la quitó de en medio, clavándola en la cruz.

GUÍA: Muertos con Cristo y resucitados con él. Pablo nos comunica la gracia de la resurrección y de la gloria. Con Cristo vivimos, por la fe en la fuerza de Dios. Nos acogemos a la resurrección y la vivimos con una vida nueva junto con él. SILENCIO DE FE, DE INTERIORIZACIÓN, DE PROMESA.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,1-13):

UNA vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».

Él les dijo:

«Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».

Y les dijo:

«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:

“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:

“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.

¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».

GUÍA: Padre nuestro, líbranos del mal, venga tu reino. Es nuestra oración ante ti, que nos buscas y consuelas. Cambia los corazones y condúcenos hacia ti, hacia tu corazón de Padre. Haznos hermanos solidarios y generosos. Danos el Espíritu Santo para que enderece los cominos, busque soluciones justas y humanas para todos. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE COMPROMISO, DE FORTALEZA.

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.

SENTIMOS LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU, AGRADECEMOS SU PAZ, SU ENTREGA.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ENSEÑE A ORAR Y A COMPARTIR.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE Y NOS SENTIMOS HIJOS SUYOS, HERMANOS CON LOS DEMÁS. PADRE NUESTRO.

CANTAMOS:

Padre Nuestro, Tú que estás

En los que aman la verdad

Haz que el reino que por Ti se dio

Llegue pronto a nuestro corazón

Que el amor que Tu hijo nos dejó

Ese amor reine ya en nosotros

 

Y en el pan de la unidad

Cristo, danos Tú la paz

Y olvídate de nuestro mal

Si olvidamos el de los demás

No permitas que caigamos en tentación

Oh, Señor, y ten piedad del mundo

https://www.youtube.com/watch?v=m351NaMKzOA

6 comentarios:

  1. "En atención a los diez" Dios concede el perdón, en atención a los diez... La oración va rebajando los límites. Pero quiere la respuesta de la persona. Dialogar con Dios y cumplir sus mandatos se complementan.

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  2. El Génesis cuenta cómo Dios está dispuesto a perdonar a Sodoma en atención a diez justos, pero no los encuentran. Imploramos perdón para la humanidad y la misericordia para todos. Pedimos el camino de la conversión y vuelta a Dios.

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  3. ¿Y si se encuentran diez?. «En atención a los diez, no la destruiré». Ante el Padre Dios, nos sostiene su misericordia. Confiemos y caminemos en su presencia.

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  4. ¿Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?». Si nosotros damos cosas buenas a un hijo, más lo hará el Padre Dios. A veces perdemos la confianza, ayúdanos, Señor, a insistir y confiar en ti.

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  5. "El Señor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio." Estamos ante tu mirado y acogemos tu presencia con confianza y amor. Líbranos del mal.

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  6. En atención a los diez! Gracias, Señor. Tu misericordia se hace grande cada día. Hoy sigues actuando.

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