viernes, 10 de noviembre de 2023

LA SABIDURÍA ES RADIANTE

 

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LA SABIDURÍA ES RADIANTE

GUÍA DE ORACIÓN 12-11-23 Domingo 32º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

 

GUÍA: El Libro de la Sabiduría nos presenta una personificación de la Sabiduría, su belleza, sus acciones, sus preferencias. Abrimos nuestra  mente a la belleza, a la visión de la bondad y de la virtud. Acogemos su atracción y presencia en nuestros caminos. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, ADMIRACIÓN, RECONOCIMIENTO.

 

Lectura del libro de la Sabiduría (6,12-16):

La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.

GUÍA: Caminamos con la Sabiduría, la acompañamos en el día. Con su presencia quedamos en vela y experimentamos su prudencia. En ella nos liberamos de preocupaciones. Padre, Dios, muévenos hacia ti y conduce nuestros pasos  y nuestros pensamientos. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE SABIDURÍA, DE ENCUENTRO.

Salmo

Sal 62,2.3-4.5-6.7-8
R/.
 Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansía de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas
canto con júbilo. R/.

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (4,13-17):

No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

 

GUÍA: Jesús, muerto y resucitado nos une con él en la muerte y en la resurrección. Los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Nosotros estaremos siempre con él. Que el Espíritu Santo nos acerque a la resurrección y gocemos de su presencia. SILENCIO DE FE, DE ESPERANZA, DE AMOR.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

 

GUÍA: El Reino de los Cielos se parece a diez vírgenes que esperan al esposo. Las prudentes llevan el aceite para sus lámparas. Las necias dejan pasar el momento  y van sin suficiente aceite.  Presentarse sin aceite las pone en apuro. Van a comprarla y cuando vuelven se ha cerrado la puerta. Pedimos la prudencia y sabiduría para actuar bien y acertadamente.  SILENCIO DE PRUDENCIA, DE ACTUALIZACIÓN, DE COMPROMISO.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, NUESTRA ORACIÓN EN ESTE ESPACIO DE TIEMPO. PRESENTAMOS LA SABIDURÍA Y LAS OCASIONES PERDIDAS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ENSEÑE A ORAR Y A AVIVAR LA LLAMA DE NUESTRA LÁMPARA.

EL PADRE NOS ACOGE Y A ÉL NOS DIRIGIMOS CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

ESCUCHAMOS:

https://www.youtube.com/watch?v=aWqgzEHIBvs

5 comentarios:

  1. "La sabiduría es radiante" Que gocemos de su brillo. La oración nos hace partícipes de la sabiduría del Espíritu. Buen día.

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  2. "La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman." Sabiduría, luz, plenitud. Envía,Señor, tu Espíritu que nos ilumine e inflame en tu amor.

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  3. ¡Cómo te contemplaba en el santuario, viendo tu fuerza y tu gloria!" Admiramos la presencia de Dios en nosotros y en la vida del mundo.

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  4. "Caminamos con la Sabiduría, la acompañamos en el día. " Dios mismo se manifiesta en los corazones sencillos. Adoramos y agradecemmos.

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  5. "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Como las diez vírgenes esperamos la llegada de Dios. Estar preparados es necesario y tener a punto nuestras lámparas. Cada día tiene su llegada. Vivamos a la espera. ¿Qué nos dice cada día?

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