sábado, 21 de diciembre de 2024

ÉL MISMO SERÁ LA PAZ

 

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ÉL MISMO SERÁ LA PAZ

GUÍA DE ORACIÓN 22-12-24, IV Domingo de Adviento

 

GUÁ: Llegamos al cuarto domingo de Adviento. Se acerca la venida de Jesús a nuestro mundo. Vamos preparando su nacimiento. Ven, Señor, no tardes en llegar. Avivamos la fe y contemplamos la gloria de Dios en nuestro mundo. Todo revive con su venida y se afianzan las esperanzas en los corazones. La oración nos puede fortalecer y alegrar. SILENCIO DE VISIÓN, ESPERA, CONTEMPLACIÓN.

 

Lectura de la profecía de Miqueas (5,1-4):

Esto dice el Señor:
«Y tú, Belén Efratá,
pequeña entre los clanes de Judá,
de ti voy a sacar
al que ha de gobernar Israel;
sus orígenes son de antaño,
de tiempos inmemorables.
Por eso, los entregará
hasta que dé a luz la que debe dar a luz,
el resto de sus hermanos volverá
junto con los hijos de Israel.
Se mantendrá firme,
pastoreará con la fuerza del Señor,
con el dominio del nombre del Señor, su Dios;
se instalarán, ya que el Señor
se hará grande hasta el confín de la tierra.
Él mismo será la paz».

GUÍA: Belén es la ciudad de donde saldrá el pastor de su pueblo. Acogerá a todos los dispersados y se reunirán bajo la mano del que los guía. Él mismo será la paz. Guárdanos en tu presencia, líbranos de toda esclavitud, se tú nuestra paz. SILENCIO DE PRESENCIA, DE ENTENDIMIENTO, DE REALIDAD.

Salmo

Sal 79,2ac.3c.15-16.18-19

R/. Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

V/. Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

V/. Dios del universo, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida la cepa que tu diestra plantó,
y al hombre que tú has fortalecido. R/.

V/. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

 

Lectura de la carta a los Hebreos (10,5-10):

Hermanos:
Al entrar Cristo en el mundo dice:
«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas,
pero me formaste un cuerpo;
no aceptaste
holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije: He aquí que vengo
—pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—
para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad».
Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley. Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».
Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

GUÍA: Jesús viene. Dios se hace presente,  se ofrece al Padre entre los hombres y mujeres de toda la humanidad. Aquí vengo para hacer tu voluntad, Dios Padre. Estos días nos preparan a comprender mejor la encarnación de Dios. Admiramos, contemplamos, nos unimos a su encarnación. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CONTEMPLACIÓN, DE UNIÓN.

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas (1,39-45):

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

GUÍA: María visita a Isabel y las dos se alegran en la espera del hijo. Isabel reconoce y alaba a María por su gracia, su misterio. La llama feliz porque ha creído. Lo que se le ha dicho se cumplirá. Damos gracias con María por su elección. Vemos en qué somos elegidos y cómo creemos en el don que Dios nos hace. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE CONTEMPLACIÓN, DE AGRADECIMIENTO.

 

RECOGEMOS NUESTROS PENSAMIENTOS, SENTIMIENTO, DESEOS. SE LOS  PRESENTAMOS AL PADRE.

PEDIMOS AL ESPÍRITU SANTO SU LUZ PARA COMPRENDER Y ACTUAR.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ENSEÑE CÓMO ACTUAR.

DECIMOS AL PADRE LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRE NUESTRO

CANTAMOS:

 

LA VIRGEN SUEÑA CAMINOS

Carmelo Erdozáin

 

Re           Sol             Re                       La

La Virgen sueña caminos, está a la espera,

     Sol                        Re      La           Re

la Virgen sabe que el Niño está muy cerca.

Re                                            La

De Nazaret a Belén hay una senda

      Sol                     Re          La        Re

por ella van los que creen en las promesas. 

Re

LOS QUE SUEÑAN Y ESPERAN

                        La

LA BUENA NUEVA,

SOL                                       Re

ABRAN LAS PUERTAS AL NIÑO

           La               Re

QUE ESTÁ MUY CERCA.

Sol       Re  Sol            Re          La                    Re

EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL VIENE CON LA PAZ.

Sol       Re  Sol            Re          La                    Re

EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL TRAE LA VERDAD.

 

Re           Sol       Re                       La

En estos días del año el pueblo espera

       Sol                         Re        La        Re

que venga pronto el Mesías a nuestra tierra.

Re                                                  La

En la ciudad de Belén llama a las puertas,

      Sol                   Re              La           Re

pregunta en las posadas y no hay respuesta.

 

LOS QUE SUEÑAN Y ESPERAN ....

 

Re         Sol        Re                    La

La tarde ya lo sospecha, está alerta

    Sol                   Re           La            Re

el Sol le dice a la Luna que no se duerma.

Re                                                  La

A la ciudad de Belén vendrá una estrella,

      Sol                          Re            La           Re

vendrá con todo el que quiera cruzar fronteras. 

https://www.youtube.com/watch?v=iUzcphKReC4

 

7 comentarios:

  1. "Él mismo será la paz" En sus promesas vivimos y construimos la paz. La oración nos fortalece.

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  2. "Belén es la ciudad de donde saldrá el pastor de su pueblo." De Belén sale el que salvará su heredad. Dios se manifiesta en lo pequeño y allí manifiesta su gloria. Admiremos la manifestación de Dios en tantas cosas y personas. Oremos.

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  3. S. 79 "Pastor de Israel, escucha...despierta tu poder y ven a salvarnos." La oración llega al Pastor y sobrevuela la vida del pueblo. Nos sentimos protegidos y amados. Su amor no tiene fin.

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  4. «He aquí que vengo para hacer tu voluntad» El que ha de venir es mensajero de Dios y cumple su voluntad. En Jesús de Nazaret recibimos al Dios con nosotros. Interioricemos su misterio. Oremos.

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  5. Jesús nos anuncia la paz para el corazón, para la vida. Hagamos regalos de paz y esperanza. El está con nosotros.

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  6. "Una alegría diferente, que no queda en la superficie, sino que llena el corazón y lo calienta. Una alegría que es paz, que es bondad, que es ternura. La alegría de Jesús es así" Papa Francisco. Buscamos y practicamos.

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  7. "El Señor se hará grande hasta el confín de la tierra. Él mismo será la paz». Acogemos la Palabra y recibimos su paz.

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