viernes, 31 de octubre de 2025

MI DIOS VIVE

 

REZA Y COMPARTE

MI DIOS VIVE

GUÍA DE ORACIÓN, 02-11-25, CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

 

GUÍA: Nos presentamos al Padre. Le decimos nuestro hacer y la vida de la semana. Agradecemos su presencia y le pedimos gracia para hacer la oración y estar en su compañía. Dejamos todas las cosas y nos centramos en lo que dice la Palabra de Dios. SILENCIO INTERIOR, EN FE, CONFIANZA Y AMOR.

 

Lectura del libro de Job. [19, 1. 23-27a]

Y Job respondió y dijo: ¡Ojalá se escribieran mis palabras!
Si se grabaran en un libro, con un cincel de hierro y estaño,
¡se tallarían para siempre en la piedra!
Yo sé que mi Redentor vive, y que al final de los días levantará mi piel en descomposición;
y yo, en mi carne, veré a Dios.
Yo mismo lo veré; mis ojos, y no los de otro, lo verán.

GUÍA: Oímos la voz de Job que en su oración y dolor acude a Dios y afianza su fe. Mi Dios vive, mi Dios levantará mi cuerpo y yo le veré. Nos unimos a estas palabras y aseguramos con fe que el Señor será fiel y nos sanará. Gracias por tu misericordia, por tu bondad que nos salva y nos redime de todo pecado. SILENCIO DE CONFIANZA, DE ENCUENTRO, DE PERDÓN.

 

Salmo

Sal 27(26)

R/ Creo que veré la bondad del Señor.

V/. El Señor es mi luz y mi salvación: *
¿a quién temeré?
El Señor es la fortaleza de mi vida: *
¿a quién temeré?

V/. Solo una cosa he pedido al Señor, solo eso busco: †
permanecer en la casa del Señor *
todos los días de mi vida,
contemplar la belleza del Señor *
y visitar su templo.

V/. Escucha, Señor, mi voz cuando clamo; *
ten piedad de mí y respóndeme.
Y buscaré tu rostro, Señor. *
No me escondas tu rostro.

V/. Pero yo creo que veré la bondad del Señor *
en la tierra de los vivos.
Espera en el Señor, †
sé valiente; y que tu corazón se fortalezca, *
y espera en el Señor.

 

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos. [5, 5-11]

Hermanos: La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, murió en el momento señalado por los impíos. Porque difícilmente alguien moriría por un justo; tal vez alguien se atrevería a morir por un benefactor. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Por lo tanto, ahora, habiendo sido justificados por su sangre, seremos salvos por él de la ira. Porque si, siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos sido reconciliados.

 

GUÍA: Hemos sido reconciliados con el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo. Lo valoramos y reconocemos. Vemos el gran amor del Padre que nos entrega a Jesucristo para hacernos hijos amados. Contemplamos el hecho y aceptamos su amor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.  SILENCIO DE ACEPTACIÓN, DE VISIÓN, DE COMPROMISO.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 1-12a):

En aquel tiempo: Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña y, cuando se sentó, se le acercaron sus discípulos. Y él, abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia. Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y cuando digan toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.

 

GUÍA: Bienaventurados, felices porque de ellos será el reino de los cielos, serán consolados…Todo sufrimiento traerá consuelo, paz, justicia, alegría. Visualizamos la promesa de Jesús. Su palabra se cumplirá si vivimos unidos a su causa. Vivimos el día con esperanza y llevando alegría allí donde estamos. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE FE, DE ESPERANZA.

 

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

 

ACUÉRDATE DE JESUCRISTO

RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS.

ÉL ES NUESTRA SALVACIÓN,

NUESTRA GLORIA PARA SIEMPRE.

 

1. Si con Él morimos, viviremos con Él.

Si con Él sufrimos, reinaremos con Él.

 

2. En Él nuestras penas, en Él nuestro gozo.

En Él la esperanza, en Él nuestro amor.

 

3. En Él toda gracia, en él nuestra paz.

En Él nuestra gloria, en Él la salvación


https://www.youtube.com/watch?v=re4OFtr3l00

1 comentario:

  1. "Mi Dios vive" Es un grito de Lob ante el dolor y la desgracia. Confía en Dios en la salud y en la enfermedad, E Señor está con nosotros. Creemos, confiamos.

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