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viernes, 28 de abril de 2023

CONSTITUIDO SEÑOR Y MESÍAS

 

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CONSTITUIDO SEÑOR Y MESÍAS

GUÍA DE ORACIÓN Domingo 4º de Pascua - Ciclo A

GUÍA: Constituido Señor, Jesús es el Mesías salvador. Nos disponemos para acoger la fuerza del Espíritu Santo y su luz. El Padre le eleva y con él nos eleva a su casa y su misericordia. Con corazón sencillo y purificado dejamos que llegue hasta nosotros y hasta toda la humanidad que espera su venida y busca el bien. SILENCIO DE  RECONOCIMIENTO, DE BÚSQUEDA, DE ESPERA.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14a.36-41):

 

EL día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró:

«Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».

Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:

«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»

Pedro les contestó:

«Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».

Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo:

«Salvaos de esta generación perversa».

Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

 

GUÍA: Pedro con los Once, se presenta ante el pueblo. Aclara la situación que se ha producido con la muerte de Jesús. Propone que se crea en el poder de Dios, que  se bautice en el nombre de Jesús y recibirán el Espíritu Santo. Nos lo dice también a nosotros. Revisamos nuestra fe, confiamos en el Padre y pedimos el Santo Espíritu. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE APERTURA, DE PETICIÓN.

Sal 22,1-3a.3b-4.5

 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

 

El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R/.

 

Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

 

Preparas una mesa ante mi,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.

 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):

 

QUERIDOS hermanos:

Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien,

eso es una gracia de parte de Dios.

Pues para esto habéis sido llamados,

porque también Cristo padeció por vosotros,

dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

Él no cometió pecado

ni encontraron engaño en su boca.

Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;

sufriendo no profería amenazas;

sino que se entregaba al que juzga rectamente.

Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño,

para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.

Con sus heridas fuisteis curados.

Pues andabais errantes como ovejas,

pero ahora os habéis convertido

al pastor y guardián de vuestras almas.

 

GUÍA: Que aguantéis por hacer el bien, es una gracia de Dios, dice Pedro. Él nos acompaña tantas veces, nos fortalece y hace que resistamos. Como Jesús, muchos sufren injusticias, atropellos por causa de las distintas situaciones. En Jesús somos restaurados. Él lleva nuestros pecados a la cruz. Ofrecemos la transformación y nos sentimos apoyados por su misericordia y perdón. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE PRESENCIA, DE UNIÓN.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10):

 

EN aquel tiempo, dijo Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

 

GUÍA: El que entra por la puerta es pastor de las ovejas. Yo soy la puerta. Entrar por la puerta, por Jesús, es la forma de ser pastor y cuidar de las ovejas. Que sepamos entrar por él, recibir su palabra y vivir de acuerdo con ella. SILENCIO DE DESEO, DE PETICIÓN, DE ENCUENTRO.

 

PRESENTAMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LA FE Y EL AMOR

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE DIOS CON LA ORACIÓN DE JESÚS. PÀDRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

1. Vamos hacia Ti, Señor, Jesús,

seducidos por tu fiel amor.

Siempre confiando en tu palabra

que habla al corazón.

Junto a Ti, Señor, caminaremos,

sólo tu mirada bastará

y nos llenarás de tu alegría,

de gozo y de paz.


 

Gloria a Dios, gloria a Dios,

siempre serás nuestro Señor (bis)

 

2. Tú serás la luz de nuestra vida,

nos darás tu amor y tu perdón

Nos inundará con su presencia

tu Espíritu, Señor.

Crecerá en nosotros la esperanza,

viviremos en fraternidad

y proclamaremos por la tierra

que Tú eres nuestro Dios.

 

https://www.youtube.com/watch?v=57Iek2__1xo

viernes, 14 de abril de 2023

PERSEVERABAN

 

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PERSEVERABAN

GUÍA DE ORACIÓN 16-04-23  Domingo 2º de Pascua - Ciclo A

 

GUÍA: Perseveraban en la comunidad. La acción de Jesús Resucitado se hacía presente entre los discípulos. Continuamos en nuestro tiempo aquella acción y nos sentimos unidos en la misión de creer y evangelizar. Espíritu Santo, acompaña nuestra fe, fortalece la esperanza, aumenta nuestro amor. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE FE, DE ENCUENTRO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,42-47):

 

LOS hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.

Todo el mundo estaba impresionado, y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.

Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.

GUÍA: Con perseverancia acudían al templo, partían el pan, y comunicaba su fe. Hemos recibido el Bautismo. Estamos unidos a Cristo en la muerte y en la resurrección. La vida se va haciendo. Es nuestro tiempo, lo recibimos como oportunidad y la llenamos del amor que tú nos das, Padre. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE EXPERIENCIA, DE EVANGELIO.

 

Sal 117,2-4.13-15.22-24

 

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia

 

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia.

Diga la casa de Aarón:

eterna es su misericordia.

Digan los fieles del Señor:

eterna es su misericordia. R/.

 

Empujaban y empujaban para derribarme,

pero el Señor me ayudó;

el Señor es mi fuerza y mi energía,

él es mi salvación.

Escuchad: hay cantos de victoria

en las tiendas de los justos. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente.

Éste es el día que hizo el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1,3-9):

 

BENDITO sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.

Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un Poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

 

GUÍA: El Padre nos ha regenerado por la fe en Jesucristo. Nos proteges con tu fuerza y nos conduces a tu reino. Visualizamos la gracia recibida, Actuamos tu Palabra y acogemos la fuerza del Espíritu Santo. Señor, tu misericordia es eterna. SILENCIO DE PRESENCIA, DE CONTEMPLACIÓN, DE MISERICORDIA.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

 

AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en

medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«¡Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

GUÍA: Estaban los discípulos reunidos por miedo a los judíos. Jesús llega y les desea la paz: Paz a vosotros. Escuchamos estas mismas palabras y deseo de paz. También nos envía a nuestro mundo. Quiere que vivamos reconciliados. Estamos en aquella casa y alzamos el corazón en esperanza.

Tomás no está y  cuando se lo dicen no lo cree. A la semana siguiente  Jesús se dirige a él y escucha: No seas incrédulo sino creyente. Miramos el interior de nuestra fe, la avivamos y decimos: Señor mío, y Dios mío. SILENCIO DE ESCUCHA, DE PERDÓN, DE CONFIANZA.

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

TEMORES, ESPERANZAS, PROYECTOS, CONFIANZA.

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE ENCIENDE LA  LUZ DE LA FE EN SU HIJO RESUCITADO

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS:

Hoy el Señor resucitó

y de la muerte nos salvó.

 

¡ALEGRÍA Y PAZ, HERMANOS,

QUE EL SEÑOR RESUCITÓ!

 

Porque esperó, Dios le libró

y de la muerte lo sacó.

ESTRIBILLO.

 

El pueblo en Él vida encontró;

la esclavitud ya terminó.

ESTRIBILLO.

 

La luz de Dios en Él brilló,

la nueva vida nos llenó.

ESTRIBILLO.

 

Con gozo alzad el rostro a Dios,

que de Él nos llega la salvación.

ESTRIBILLO.

 

Todos cantad: «¡Aleluya!».

Todos gritad: «¡Aleluya!».

ESTRIBILLO.

 

https://www.youtube.com/watch?v=4xy7GrBxZEY

https://www.youtube.com/watch?v=POmFIeBb18c

 

domingo, 9 de abril de 2023

RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

 

REZA Y COMPARTE

RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN  Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

GUÍA: La esperanza se hace realidad. Ha resucitado el Señor. La muerte ha sido vencida. Estamos en la vida nueva de Jesús y él la transmite a cada uno de nosotros. Te alabamos, te bendecimos te glorificamos. El Padre está contigo transforma la vida para salvar a la humanidad. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ALEGRÍA, DE DESCUBRIMIENTO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

 

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

 

GUÍA: Pedro anuncia lo sucedido. Recoge los hechos importantes, su vida, la muerte y la resurrección. Nos encargó dar testimonio de los hechos al pueblo. Hoy somos nosotros los que escuchamos el anuncio. Dejamos que llegue a nuestra mente y al corazón. Sentimos el encargo que les hizo Jesús y nos unimos a él. SILENCIO DE FE, DE ACOGIDA, DE ESPERANZA.

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

 

R/. Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo

 

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia. R/.

 

«La diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa».

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

 

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

 

GUÍA: Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de arriba, donde está Cristo.  Estáis con él. Guardamos en nuestro corazón estas palabras y las hacemos realidad con la fe y las buenas obras. Él puede hacer que se cumplan y den fruto de vida nueva. SILENCIO DE ESCUCHA, DE UNIÓN, DE ESPERANZA.

Secuencia

Hoy es obligatorio decir la Secuencia. Los días dentro de la Octava es potestativo.

 

Ofrezcan los cristianos

ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima

propicia de la Pascua.

 

Cordero sin pecado

que a las ovejas salva,

a Dios y a los culpables

unió con nueva alianza.

 

Lucharon vida y muerte

en singular batalla,

y, muerto el que es la Vida,

triunfante se levanta.

 

«¿Qué has visto de camino,

María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso,

la tumba abandonada,

 

los ángeles testigos,

sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras

mi amor y mi esperanza!

 

Venid a Galilea,

allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos

la gloria de la Pascua.»

 

Primicia de los muertos,

sabemos por tu gracia

que estás resucitado;

la muerte en ti no manda.

 

Rey vencedor, apiádate

de la miseria humana

y da a tus fieles parte

en tu victoria santa.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

 

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

GUÍA: María Magdalena va al sepulcro. Ve que está abierto. Avisa a Pedro y a Juan. Constatan que no está en el sepulcro. Creen que ha resucitado. Ya él lo había dicho. Visualizamos la escena, nos unimos a ella y a la fe en el resucitado. Jesús, haz que conozcamos, que creamos y vivamos resucitados contigo. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE FE, DE RESURRECCIÓN.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

TEMORES, ESPERANZAS, PROYECTOS, CONFIANZA.

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE ENCIENDE LA  LUZ DE LA FE EN SU HIJO RESUCITADO

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

 

Cristo el Señor resucitó,

su amor fue más fuerte que la muerte ...

 

La Iglesia canta de 

Los pobres saltan de contentos;

encuentran paz los perseguidos,

Consuelo y perdón los pecadores.

 

Cristo, el Señor, resucitó, su amor fue más fuerte que la muerte (bis).

 

Se alegran por fin los olvidados

se ponen de pie los humillados;

los pobres se sientan a la mesa,

encuentran lugar los postergados.

 

https://www.youtube.com/watch?v=2ths0Beas6w

viernes, 24 de marzo de 2023

OS INFUNDIRÉ MI ESPÍRITU

 

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OS INFUNDIRÉ MI ESPÍRITU

GUÍA DE ORACIÓN, 26 – 03 – 23 Domingo 5º de Cuaresma - Ciclo A

 

GUÍA:  El profeta Ezequiel nos habla de la acción de Dios entre los hombres. San Pablo habla de la acción  en nuestro mundo. Jesús la manifiesta  en su tiempo. Padre Dios, todo te es posible. Necesitamos tu Espíritu para seguir tus indicaciones. No dejes que caigamos en tentación y nos alejemos de ti, Infunde nuevo impulso y transforma los corazones y el mundo. SILENCIO DE APERTURA, DE COMPRENSIÓN, DE ACCIÓN.

 

Lectura de la profecía de Ezequiel (37,12-14):

 

Así dice el Señor: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago.» Oráculo del Señor.

 

GUÍA: Os infundiré mi espíritu y viviréis. Ya  desde  la creación nos diste tu  espíritu. Haces que todo ser sea hijo tuyo y haga tus obras. Con Jesús nos renuevas y mejoras lo débil, lo confuso. Confiamos en tu Palabra que lo dice y lo hace. Ayúdanos a responder con verdad y amor. SILENCIO DE CONFIANZA, DE ESPERANZA, DE OBRAS.

 

Sal 129,1-2.3-4ab.4c-6.7-8

 

R/. Del Señor viene la misericordia,

la redención copiosa

 

Desde lo hondo a ti grito, Señor;

Señor, escucha mi voz,

estén tus oídos atentos

a la voz de mi súplica. R/.

 

Si llevas cuentas de los delitos, Señor,

¿quién podrá resistir?

Pero de ti procede el perdón,

y así infundes respeto. R/.

 

Mi alma espera en el Señor,

espera en su palabra;

mi alma aguarda al Señor,

más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,

como el centinela la aurora. R/.

 

Porque del Señor viene la misericordia,

la redención copiosa;

y él redimirá a Israel

de todos sus delitos. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,8-11):

 

Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

 

GUÍA: Vosotros estáis sujetos al Espíritu. La fe y el Bautismo nos hace criaturas nuevas en Cristo. La oración, en silencio, nos hace comprender la verdad de estas afirmaciones. Estar sujetos al misterio de Cristo nos fortalece y cambia para una vida más libre, e íntegra según el Espíritu de Dios. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE PRESENCIA, DE DESEO.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45):

 

En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo.»

Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba.

Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»

Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.

Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»


Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»

Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»

Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»

Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»

Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?»

Le contestaron: «Señor, ven a verlo.»

Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»

Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»

Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.

Dice Jesús: «Quitad la losa.»

Marta, la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»

Jesús le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»


Entonces quitaron la losa.

Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»

Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.»

El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario.

Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.»

Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

 

GUÍA: Creación por el Espíritu, vida nueva por este mismo Espíritu, y resurrección en él. Las acciones de Dios se manifiestan a lo largo de la creación y de la historia. Todo es posible para él. Contemplamos sus manifestaciones: Creación, Bautismo, resurrección. Confiamos en ti, Padre, Hijo y Espíritu. SILENCIO DE FE, DE CONTEMPLACIÓN, DE PRESENCIA.

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

ADMIRACIÓN, CONTEMPLACIÓN, ESCUCHA, UNIÓN.

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE HA VIVIDO CON SU HIJO.

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

1. Cruzando el inmenso desierto/ peregrina el pueblo de Dios,

en busca de cielos abiertos/ a la luz, la paz y el amor.

 

Yahvé cambiará sus cadenas/ por la tierra de promisión;

allí será el fin de sus penas/y hallará consuelo el dolor.

 

POR TI, PATRIA ESPERADA/ ENCUENTRA LIGERA SU CRUZ.

POR TI, PATRIA ESPERADA/NO APAGA EL DESIERTO SU FE.

POR TI, PATRIA ESPERADA/ENCIENDE SU MARCHA EL AMOR.

POR TI, PATRIA ESPERADA./POR TI.

 

2. El nuevo Israel peregrino/va siguiendo en pos de una cruz:

la nube que alumbra el camino/a través de un mundo sin luz.

 

El cielo es el reino futuro,/nueva tierra de promisión,

que orienta los pasos seguros/de este nuevo Pueblo de Dios.


 

3. Los pueblos se agitan, sedientos,/bajo el peso de su dolor,

en busca de paz y de aliento,/de verdad, de luz y de amor.

 

Escucha su llanto angustiado,/que acompaña al triste marchar;

con ese su andar fatigado/van, Señor, buscando tu hogar.

 

https://www.youtube.com/watch?v=oj-7p3g35pY

viernes, 10 de marzo de 2023

EL PUEBLO MURMURÓ CONTRA MOISÉS

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EL PUEBLO MURMURÓ CONTRA MOISÉS


GUÍA DE ORACIÓN  12-03-23  Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo A

GUÍA: Murmuró contra Moisés. Se queja de que les sacó de Egipto y ahora mueren de sed. Cuántas quejas salen de nuestro corazón. No entendemos los caminos de Dios. Padre Dios, ayúdanos a conocerte mejor, a comprender y confiar en tus proyectos. Enséñanos a confiar en ti. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE COMPRENSIÓN Y CONFIANZA.


Lectura del libro del Éxodo (17,3-7):


En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?»

Clamó Moisés al Señor y dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.»

Respondió el Señor a Moisés. «Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.»

Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la reyerta de los hijos Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: «¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?»


GUÍA: ¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?. Ayuda nuestra fe, la confianza de que no nos abandonas. Moisés hace sus signos y Dios por medio de él, se manifiesta al pueblo. Somos tu pueblo, Padre, confiamos en tu bondad y misericordia. Nos abruma el pecado y toda clase de males. Muéstranos tu gloria y tu compasión. SILENCIO DE PERDÓN, DE CONOCIMIENTO, DE PRESENCIA.


Sal 94,1-2.6-7.8-9


R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:

«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.


Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.


Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,1-2.5-8):


Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.


GUÍA: Estamos en paz con Dios, por medido de Nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos conseguido el acceso al Padre. La fe nos justifica. Ofrecemos Padre nuestra fe, fecúndala con tu gracia. Tu Hijo muere por nosotros y nos presenta a tu misericordia. Visualizamos, creemos, agradecemos. SILENCIO DE FE, DE AGRADECIMIENTO, DE SEGURIDAD.


Lectura del santo evangelio según san Juan (4,5-42):


En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía.

Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.

La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.»

La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»

Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»

La mujer le dice: «Señor, dame de esa agua así no tendré más sed ni tendré que venir aquí a sacarla.»

Él le dice: «Anda, llama a tu marido y vuelve.»

La mujer le contesta: «No tengo marido».

Jesús le dice: «Tienes razón que no tienes marido; has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.»

La mujer le dijo: «Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»

Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»

La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.»

Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.»

En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»


GUÍA: Jesús pide agua a la mujer samaritana. Tiene sed de agua y de presencia de aquella mujer en el camino del reino de Dios. Descubre su identidad Jesús y la mujer le anuncia a los suyos. Aquí estamos Jesús. También nosotros buscamos el agua viva. Sacia nuestra sed con tu agua misteriosa. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE PETICIÓN, DE ENVÍO.


RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

ADMIRACIÓN, CONTEMPLACIÓN, ESCUCHA, UNIÓN.

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE PREPARA EL CAMINO A SU HIJO.

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…


CANTAMOS

/ ¡QUÉ SUERTE ES TENER UN CORAZÓN SIN PUERTAS!

¡QUÉ SUERTE ES TENER LAS MANOS SIEMPRE ABIERTAS! / (2)

Manos abiertas para estrechar las de un amigo.

Manos abiertas para ayudar en el camino.

ESTRIBILLO.


Manos abiertas para buscar un mundo nuevo.

Manos abiertas para un hacer, no para un sueño.

ESTRIBILLO.


Manos abiertas, las de Jesús, las del Maestro.

Manos abiertas, las del que supo amar primero.

ESTRIBILLO.


Manos abiertas, llenas de amor las de María.

Manos abiertas, ellas son nuestra luz y guía.

ESTRIBILLO.

https://www.youtube.com/watch?v=qsazmOwqtZ0