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martes, 30 de abril de 2024

TEMA Mensaje de Pascua 2024, 2

 

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TEMA Mensaje de Pascua 2024, 2

 

 

Tomamos de nuevo, el Mensaje de Pascua, del Papa Francisco para recoger sus aclaraciones. Recorre las situaciones mundiales y nos pone alerta para mejorar los caminos de la paz y de la vida. Leamos.

 

…PAPA FRANCISCO

 

A continuación el Papa menciona a tantos países que sufre la Guerra u otros conflictos e importantes necesidades:

La ciudad de Jerusalén, Israel y Palestina; Ucrania y Rusia; Siria, Líbano. Balcanes occidentales, Armenia y Azerbayán. Haití. Rohinyá, Myanmar. Sudán, Sahel en el cuerno de África y Kivu en el Congo; en Cabo Delgado en Mozambique.

Implora la luz del Resucitado sobre los migrantes y por las victimas de cualquier forma de terrorismo

En este día en que celebramos la vida que se nos da en la resurrección del Hijo, recordamos el amor infinito de Dios por cada uno de nosotros, un amor que supera todo límite y toda debilidad. Y, sin embargo, con cuánta frecuencia se desprecia el don precioso de la vida. ¿Cuántos niños ni siquiera pueden ver la luz? ¿Cuántos mueren de hambre o carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia? ¿Cuántas vidas se compran y se venden por el creciente comercio de seres humanos?

Hermanos y hermanas, en el día en que Cristo nos ha liberado de la esclavitud de la muerte, exhorto a cuantos tienen responsabilidades políticas para que no escatimen esfuerzos en combatir el flagelo de la trata de seres humanos, trabajando incansablemente para desmantelar sus redes de explotación y conducir a la libertad a quienes son sus víctimas. Que el Señor consuele a sus familias, sobre todo a las que esperan ansiosamente noticias de sus seres queridos, asegurándoles conforto y esperanza.

Que la luz de la resurrección ilumine nuestras mentes y convierta nuestros corazones, haciéndonos conscientes del valor de toda vida humana, que debe ser acogida, protegida y amada.

¡Feliz Pascua a todos!

 

 

ACCIÓN:

El Papa nos exhorta a abrir la mente y los corazones a la tarea de la resurrección que Jesús nos trae. Reflexionamos, oramos y actuamos.

 

martes, 23 de abril de 2024

TEMA Mensaje de Pascua 2024

 

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TEMA Mensaje de Pascua 2024, 1


El Papa Francisco nos presenta  el mensaje de Pascua de Resurrección. Vamos a releerlo con respeto y agradecimiento. Desde aquí nos unimos a su reflexión y mensaje.                                                                                                         

                                                                                                                                                                                     Un año más resuena   en todo el mundo el anuncio

   que salió hace dos mil años desde Jerusalén:

JESÚS NAZARENO, EL CRUCIFICADO, HA RESUCITADO

 

Con estas palabras comienza el mensaje pascual del Papa Francisco del que cojo algunos párrafos.

 La Iglesia revive el asombro de las mujeres que fueron al sepulcro al amanecer del primer día de la semana. La tumba de Jesús había sido cerrada con una gran piedra; y así también hoy hay rocas pesadas, demasiado pesadas, que cierran las esperanzas de la humanidad: la roca de la guerra, la roca de las crisis humanitarias, la roca de las violaciones de los derechos humanos, la roca del tráfico de personas, y otras más. También nosotros, como las mujeres discípulas de Jesús, nos preguntamos unos a otros: “¿Quién nos correrá estas piedras?” (cf. Mc 16,3).

Y he aquí el gran descubrimiento de la mañana de Pascua: la piedra, aquella piedra tan grande, ya había sido corrida. El asombro de las mujeres es nuestro asombro. La tumba de Jesús está abierta y vacía. A partir de ahí comienza todo. A través de ese sepulcro vacío pasa el camino nuevo, aquel que ninguno de nosotros sino sólo Dios pudo abrir: el camino de la vida en medio de la muerte, el camino de la paz en medio de la guerra, el camino de la reconciliación en medio del odio, el camino de la fraternidad en medio de la enemistad.

Hermanos y hermanas, Jesucristo ha resucitado, y sólo Él es capaz de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida. Más aún, Él mismo, el Viviente, es el Camino; el Camino de la vida, de la paz, de la reconciliación, de la fraternidad. Él nos abre un pasaje que humanamente es imposible, porque sólo Él quita el pecado del mundo y perdona nuestros pecados. Y sin el perdón de Dios esa piedra no puede ser removida. Sin el perdón de los pecados no es posible salir de las cerrazones, de los prejuicios, de las sospechas recíprocas o de las presunciones que siempre absuelven a uno mismo y acusan a los demás. Sólo Cristo resucitado, dándonos el perdón de los pecados, nos abre el camino a un mundo renovado.

Sólo Él nos abre las puertas de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las guerras que proliferan en el mundo...

 

ACCIÓN:

Tiempo de gracia, de perdón, de resurrección. Lo interiorizamos y hacemos nuestro. Ayudemos a que la piedra se corra y el resucitado viva en cada persona.

 

viernes, 12 de abril de 2024

DIOS HA GLORIFICADO A JESÚS

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DIOS HA GLORIFICADO A JESÚS

GUÍA DE ORACIÓN  14-04-24  III Domingo de Pascua Ciclo B


GUÍA: Estamos en tiempo Pascual. Dios ha glorificado a Jesús y se hace presente a los apóstoles. Ellos son testigos y nosotros recibimos el anuncio. Jesús vive y nos acompaña en la vida y en toda necesidad. Avivamos la fe para conocerlo mejor. Reforzamos la esperanza de que resucitamos con él y apoyamos el amor. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE PRESENCIA Y DE FE.


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (3,13-15.17-19):

En aquellos días, Pedro dijo a la gente: «El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.»

Guía: Fue condenado pero Dios lo resucitó de entre los muertos. El morir por todos nos hace capaces de resucitar con él. En este tiempo de oración nos unimos a su muerte y a su resurrección en una vida nueva de esperanza y de amor. Padre, guárdanos en tu amor. Enséñanos a caminar por la vida como tu quieres. SILENCIO DE PETICIÓN, DE CONFIANZA, DE CAMINO.

Salmo

Sal 4,2.7.9

R/. Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor

Escúchame cuando te invoco,

Dios, defensor mío;

tú que en el aprieto me diste anchura,

ten piedad de mí y escucha mi oración. R/.

Hay muchos que dicen:

«¿Quién nos hará ver la dicha,

si la luz de tu rostro

ha huido de nosotros?» R/.

En paz me acuesto

y en seguida me duermo,

porque tú solo, Señor,

me haces vivir tranquilo. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2,1-5):

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.


GUÍA: No pequéis, nos dice San Juan. Él ha muerto por nosotros. En tu presencia, Padre, elevamos el corazón y la vida. Agradecemos tu entrega en Jesús. Amamos con el amor del Espíritu y caminamos por las sendas que tú nos presentas. Guardar tus mandamientos nos da la seguridad en la fe y en el amor. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE UNIÓN, DE ESPERA.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.»

Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.

Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.»

Dicho esto, les mostró las manos y los pies.

Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»

Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.

Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»

Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.

Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»

GUÍA: Jesús aparece en medio de ellos. «¿Por qué os alarmáis?, les dice, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Visualizamos el momento. Estamos con ellos y tomamos parte en el miedo o en  la paz. En nuestro interior te reconocemos y te buscamos. Jesús, enséñanos a vivir contigo. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE UNIÓN, DE ESPERANZA.


RECOGEMOS LA ORACIÓN: UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.


ADORACIÓN, CONFIANZA, ILUMINACIÓN, AGRADECIMIENTO.


INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, MUJER DE ESPERANZA.


NOS DIRIGIMOS AL PADRE, CON JESÚS Y DECIMOS: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS:

Cristo nuestro hermano

Letra:

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.


/ Porque Cristo nuestro hermano, ha resucitado:

María, alégrate. / (2)


/ ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. / (2)


/ Porque Cristo nuestro hermano, nos ha redimido:

María, alégrate. / (2)

/ ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. / (2)


/ Porque en Cristo nuestro hermano, hemos renacido:

María, alégrate. / (2)

/ ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. / (2)


/ Porque en Cristo nuestro hermano, todos somos hijos:

María, alégrate. / (2)

/ ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. / (2)

Letra y música: Cesáreo Gabaráin

https://www.youtube.com/watch?v=I0jQvxj38Sw


viernes, 5 de abril de 2024

LA PAZ ESTÉ CON VOSOTROS

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LA PAZ ESTÉ CON VOSOTROS


GUÍA DE ORACIÓN 07-04-24 Segundo Domingo de Pascua Domingo de la Divina Misericordia.

Ciclo B


GUÍA: La paz esté con vosotros, dice Jesús a los discípulos. Se pone en medio de ellos y ellos quedan asombrados. Esperan a Jesús pero el momento es extraordinario. Jesús, acércate a nosotros, a nuestro mundo. Danos tu paz, tu misericordia. Ponemos en paz el corazón y la mente. Hacemos silencio y le acogemos. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE RECONOCIMIENTO, DE FE.


Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles Hch 4, 32-35

La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.

Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.


GUÍA: Los que habían creído estaban unidos y compartían lo que tenían. Estamos en este momento del comienzo de la comunidad. Ha pasado mucho tiempo y hoy nos toca ser testigos con nuestra vida. Oración, eucaristía, compartir son rasgos distintivos. Espíritu Santo fortalécenos en la fe, en el encuentro, en el amor. SILENCIO DE UNIÓN, DE COMPARTIR, DE ESTAR CON JESÚS.


Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 1 Jn 5, 1-6


Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios; todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios.

Jesucristo es el que vino por medio del agua y de la sangre; él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.


GUÍA: El que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Padre confírmanos en tu verdad. Haznos fuertes en la fe, ayúdanos a vivir en tu amor. Abrimos el corazón, dispuesto a la fe y contemplamos su presencia. SILENCIO DE  VERDAD, DE PRESENCIA, DE CAMINO.


Lectura del santo Evangelio según San Juan  Jn 20, 19-31


Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.

De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré".

Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto".


Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.


GUÍA: Jesús se aparece a los discípulos. Están con miedo a los judíos. Les desea la paz. Nos situamos en la escena, vemos escuchamos. Tomás no está en ese momento y no lo cree. Jesús vuelve unos días más tarde y le presenta sus manos y pies. Tomás confundido le confiesa: Señor mío y Dios mío. Día de paz y misericordia. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE PAZ Y MISERICORDIA.  


RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA.

PRESENCIA, ESCUCHA, PERDÓN, AGRADECIMIENTO, ENTREGA.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, Y CONSUELO.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO. 

CANTAMOS:

Hoy el Señor resucitó y de la Muerte nos Libró, alegría y Paz hermanos que el Señor resucitó.

https://www.youtube.com/watch?v=POmFIeBb18c

sábado, 30 de marzo de 2024

PASCUA DE RESURRECCIÓN

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PASCUA DE RESURRECCIÓN


GUÍA DE ORACIÓN 31- 03-24 Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor


GUÍA: Llegamos a la Pascua de Resurrección. Ha pasado el dolor y la muerte. Cristo ha resucitado. Con Jesús, nos sentimos libres y salvados. Una vida nueva vibra en él y esa misma vida nos la infunde con el Espíritu. Estamos en tu presencia y queremos reconocerte vivo y operante en cada uno de nosotros. Ayúdanos, Señor. SILENCIO DE CERCANÍA, DE ADMIRACIÓN, DE ENCUENTRO.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):


EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».


GUÍA: Pedro habla a  los judíos. Cuenta lo que ha pasado con Jesús de Nazaret. Fue colgado en un madero. Ha resucitado, Se ha aparecido, se nos ha manifestado para que lo hagamos conocer a todo el pueblo. La fe de Pedro, le transforma en anunciador de Jesús. También nosotros somos cambiados y se nos pide la fe, el testimonio para otros. Un tiempo de confianza, y crecimiento. Padre Dios, enséñanos a ser sus testigos. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE FE, DE ANUNCIO.


Salmo

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23


R/. Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia. R/.


«La diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa».

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor. R/.


La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. R/.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):


HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.


GUÍA: Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de Dios. Pablo, convertido, anima a los Colosenses a vivir con Cristo. Se nos anuncia también a nosotros y nos pide esa conversión, dejando los apegos de la tierra mirad al cielo. Acogemos su invitación y tomamos posición para decidir cómo ha de ser  nuestra respuesta. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE FE, DE COMPROMISO.


Secuencia


Ofrezcan los cristianos

ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima

propicia de la Pascua.


Cordero sin pecado

que a las ovejas salva,

a Dios y a los culpables

unió con nueva alianza.


Lucharon vida y muerte

en singular batalla,

y, muerto el que es la Vida,

triunfante se levanta.


«¿Qué has visto de camino,

María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso,

la tumba abandonada,


los ángeles testigos,

sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras

mi amor y mi esperanza!


Venid a Galilea,

allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos

la gloria de la Pascua.»


Primicia de los muertos,

sabemos por tu gracia

que estás resucitado;

la muerte en ti no manda.


Rey vencedor, apiádate

de la miseria humana

y da a tus fieles parte

en tu victoria santa.


Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):


EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.



GUÍA: Hemos oído o visto la escena. Estamos con María Magdalena, con Juan y Pedro ante el sepulcro vacío. La admiración y sorpresa es grande. Jesús no está allí. Van creyendo y recordando lo que Jesús había dicho sobre su resurrección. Contemplamos el sepulcro y creemos. Jesús ha resucitado.  Dejamos que la fe vaya llenando nuestro corazón. SILENCIO DE VISIÓN, DE CONFIANZA, DE PRESENCIA.


RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS Y DESEOS,

LOS PRESENTAMOS AL PADRE, AL HIJO, AL ESPÍRITU.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE DE JESÚS Y NUESTRA, PARA QUE ACOMPAÑE NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRE NUESTRO.


CANTAMOS: 

Mirad, Jesús resucita hoy

Mirad, la tumba está vacía

El Padre ha pensado en Él

De los hombres es Señor

De la vida, Salvador

Mirad, Jesús resucita hoy

Mirad, vive a nuestro lado

La muerte no tiene poder

Proclamad por la fe que está vivo

Y somos libres porque

Él resucita hoy

Él vive entre nosotros

Es Cristo, es Señor

Aleluya, aleluya

Mirad, Jesús resucita hoy

Nos da la paz con su palabra

El gozo vuelve al corazón

Con su Espíritu de amor

Nuestra vida cambiará

Mirad, Jesús resucita hoy

Su amor no nos dejará

Su fuerza nos empujará

El será guía y luz

Esperanza y fortaleza, 

https://www.youtube.com/watch?v=tlER5j4wDx8


domingo, 9 de abril de 2023

RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

 

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RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN  Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

GUÍA: La esperanza se hace realidad. Ha resucitado el Señor. La muerte ha sido vencida. Estamos en la vida nueva de Jesús y él la transmite a cada uno de nosotros. Te alabamos, te bendecimos te glorificamos. El Padre está contigo transforma la vida para salvar a la humanidad. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ALEGRÍA, DE DESCUBRIMIENTO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

 

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

 

GUÍA: Pedro anuncia lo sucedido. Recoge los hechos importantes, su vida, la muerte y la resurrección. Nos encargó dar testimonio de los hechos al pueblo. Hoy somos nosotros los que escuchamos el anuncio. Dejamos que llegue a nuestra mente y al corazón. Sentimos el encargo que les hizo Jesús y nos unimos a él. SILENCIO DE FE, DE ACOGIDA, DE ESPERANZA.

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

 

R/. Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo

 

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia. R/.

 

«La diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa».

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

 

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

 

GUÍA: Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de arriba, donde está Cristo.  Estáis con él. Guardamos en nuestro corazón estas palabras y las hacemos realidad con la fe y las buenas obras. Él puede hacer que se cumplan y den fruto de vida nueva. SILENCIO DE ESCUCHA, DE UNIÓN, DE ESPERANZA.

Secuencia

Hoy es obligatorio decir la Secuencia. Los días dentro de la Octava es potestativo.

 

Ofrezcan los cristianos

ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima

propicia de la Pascua.

 

Cordero sin pecado

que a las ovejas salva,

a Dios y a los culpables

unió con nueva alianza.

 

Lucharon vida y muerte

en singular batalla,

y, muerto el que es la Vida,

triunfante se levanta.

 

«¿Qué has visto de camino,

María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso,

la tumba abandonada,

 

los ángeles testigos,

sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras

mi amor y mi esperanza!

 

Venid a Galilea,

allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos

la gloria de la Pascua.»

 

Primicia de los muertos,

sabemos por tu gracia

que estás resucitado;

la muerte en ti no manda.

 

Rey vencedor, apiádate

de la miseria humana

y da a tus fieles parte

en tu victoria santa.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

 

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

GUÍA: María Magdalena va al sepulcro. Ve que está abierto. Avisa a Pedro y a Juan. Constatan que no está en el sepulcro. Creen que ha resucitado. Ya él lo había dicho. Visualizamos la escena, nos unimos a ella y a la fe en el resucitado. Jesús, haz que conozcamos, que creamos y vivamos resucitados contigo. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE FE, DE RESURRECCIÓN.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

TEMORES, ESPERANZAS, PROYECTOS, CONFIANZA.

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE ENCIENDE LA  LUZ DE LA FE EN SU HIJO RESUCITADO

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

 

Cristo el Señor resucitó,

su amor fue más fuerte que la muerte ...

 

La Iglesia canta de 

Los pobres saltan de contentos;

encuentran paz los perseguidos,

Consuelo y perdón los pecadores.

 

Cristo, el Señor, resucitó, su amor fue más fuerte que la muerte (bis).

 

Se alegran por fin los olvidados

se ponen de pie los humillados;

los pobres se sientan a la mesa,

encuentran lugar los postergados.

 

https://www.youtube.com/watch?v=2ths0Beas6w

sábado, 16 de abril de 2022

DIOS LO RESUCITÓ AL TERCER DÍA

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DIOS LO RESUCITÓ AL TERCER DÍA

GUÍA DE ORACIÓN 17-04-22, Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

GUÍA:  Vosotros conocéis lo que sucedió en Judea. Jesús ungido por Dios por la fuerza del Espíritu pasó haciendo el bien. Estamos ante el mismo hecho. Nos impregnamos del don del Espíritu y le reconocemos resucitado. Somos sus discípulos y portadores de su anuncio. Padre, deja que recibamos la gran noticia de su resurrección y la anunciemos a nuestro mundo. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, RECONOCIMIENTO, ACEPTACIÓN.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

GUÍA: Somos testigos de lo que hizo en vida. Lo mataron pero Dios lo ha resucitado. Jesús, deja que te veamos y te alcancemos. Deja que el poder de su resurrección descanse en nosotros y perdone nuestras culpas. Hemos muerto con él y resucitamos con él. El cambio de nuestra vida será la transformación en hombres y mujeres nuevos. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE TESTIMONIO , DE PROMESA.

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

R/. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

GUÍA: El misterio de la muerte es vencido por tu resurrección. Haber muerto al pecado,  contigo se hace vida nueva. Esperamos que esa resurrección nos fortalezca para renacer en personas capaces de recibirte y anunciar tus maravillas.  Lo interiorizamos y acogemos tus dones. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE RECONOCIMIENTO, DE TRANSFORMACIÓN.

Secuencia

Hoy es obligatorio decir la Secuencia. Los días dentro de la Octava es potestativo.

 

Ofrezcan los cristianos

ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima

propicia de la Pascua.

 

Cordero sin pecado

que a las ovejas salva,

a Dios y a los culpables

unió con nueva alianza.

 

Lucharon vida y muerte

en singular batalla,

y, muerto el que es la Vida,

triunfante se levanta.

 

«¿Qué has visto de camino,

María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso,

la tumba abandonada,

 

los ángeles testigos,

sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras

mi amor y mi esperanza!

 

Venid a Galilea,

allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos

la gloria de la Pascua.»

 

Primicia de los muertos,

sabemos por tu gracia

que estás resucitado;

la muerte en ti no manda.

 

Rey vencedor, apiádate

de la miseria humana

y da a tus fieles parte

en tu victoria santa.

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.


Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

GUÍA: María Magdalena fue al sepulcro al amanecer del tercer día. La acompañamos, La sorpresa fue que estaba abierto el sepulcro. Pedro y Juan lo comprueban. No está Jesús. Creyeron. Danos, Señor, la fe que nos afiance en tu resurrección, danos la esperanza de resucitar contigo, danos el amor para caminar tu mismo camino. SIELNCIO DE FE, DE AMOR, DE CONFIANZA.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: LAS PALABRAS QUE TE QUEDAN SON…

AGRADECEMOS, ADORAMOS, DAMOS GLORIA A DIOS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.

CON JESÚS RESUCITADO, NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Hoy el Señor resucitó y de la muerte nos salvó. Alegría y paz, hermanos, que el Señor resucitó. Porque esperó Dios le libró y de la muerte lo sacó. El pueblo en Él vida encontró, la esclavitud ya terminó. La luz de Dios en Él brilló, la nueva vida nos llevó. Con gozo alzad el rostro a Dios, que de Él nos llega la salvación. Todos cantad aleluya Todos cantad aleluya

https://www.youtube.com/watch?v=POmFIeBb18c


viernes, 9 de abril de 2021

CON MUCHO VALOR

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CON MUCHO VALOR

GUÍA ORACIÓN 11-04-21    Domingo 2º de Pascua - Ciclo B

GUÍA: Dad gracias al Señor porque es bueno. El salmo nos invita con esta aclamación. Es eterna su misericordia. En el ambiente de resurrección nos unimos a la oración de acción de gracias. Damos gracias porque el Padre le ha resucitado. Ha confirmado su amor al Hijo y confirma su misericordia con nosotros. Sentimos los hechos en nuestro interior. Los hechos de Dios nos tocan y cambian el corazón. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE AGRADECIMIENTO, DE UNIÓN.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (4,32-35):

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

GUÍA: Los apóstoles daba testimonio con mucho valor. Visualizamos a los que estaban temerosos y que ahora confiesan la resurrección con valor. Visualizamos la conversión de los oyentes, cómo se forma la comunidad de creyentes, cómo ponen sus bienes en común. La gracia de Dios actúa en ellos. ¿En qué puntos nos vemos reflejados? Jesús, conviértenos a ti, enséñanos a caminar contigo. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE FE, DE RESPUESTA.

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (5,1-6):

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser, ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

GUÍA: Presentamos al Padre nuestra fe. Elevamos nuestros ojos al que fue crucificado y ahora vive. Confesamos su victoria sobre la muerte y agradecemos el don de la fe. El Espíritu es quien nos confirma, quien da testimonio en nosotros. Él aviva nuestra fe y nos lleva a la comunidad de Jesús en las palabras y en los hechos. Le alabamos, le bendecimos, le damos gracias. SILENCIO DE VERDAD, DE CONFIANZA, DE COMPROMISO.

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»

Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.

Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»

Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»

Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»

Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

GUÍA: Contemplamos el momento de las apariciones. Jesús se manifiesta a los discípulos. Paz a vosotros. Lo primero que les desea es la paz. También hoy nos dice: Paz a vosotros. Calma nuestras inquietudes y serena la vida. Nos envía al mundo a nuestra vida diaria, nos quiere testigos suyos. Nos da su Espíritu. Con Tomás digamos también: Señor mío y Dios mío.  Estamos aquí, contigo. Fortalécenos y ven con nosotros. SILENCIO DE ESPERANZA, DE ARRAIGO, DE SALIDA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, SINTETIZAMOS  EN UNA FRASE LO QUE RECORDAMOS.

INVOCAMOS A MARÍA COMO MADRE QUE ENSEÑA Y AMA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS, CON INTENSIDAD DECIMOS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS:

Hoy el Señor resucitó y de la muerte nos salvó.

Alegría y paz, hermanos, porque el Señor resucitó.

2. Porque esperó Dios le libró y de la muerte lo sacó.

3. El pueblo en Él vida encontró, la esclavitud ya terminó.

 4. La luz de Dios en Él brilló, la nueva vida nos llevó.

5. Con gozo alzad el rostro a Dios, que de Él nos llega la salvación.

6. Todos cantad: ¡aleluya!. Todos gritad: ¡aleluya!

https://www.youtube.com/watch?v=fDiFt9QyQu4