REZA Y COMPARTE
JUEVES
SANTO
GUÍA
DE ORACIÓN 09-04.20
GUÍA: Es
Jueves Santo. Comienza el Triduo Pascual. Jesús se acerca a la muerte y a la resurrección. Sus
sentimientos se suman y se contraponen.
Confianza en el Padre, temor, dolor, amor. Jesús ayúdanos a comprender tu dolor
y tu amor. Queremos acompañarte, pedirte perdón y agradecer tu entrega dolorosa.
SILENCIO CONTEMPLATIVO, CONFIADO
ARREPENTIDO.
Del
libro del Éxodo (12.1-8.11-14):
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a
Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será para vosotros el principal de los
meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de
Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia,
uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte
con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá
su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero
o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de
Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y
el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada
a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la
cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo
comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche
pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de
hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el
Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis: cuando vea la
sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase
hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la
fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones."»
GUÍA: La
primero Lectura presenta la fiesta de la Pascua judía, el paso del Señor para
la liberación de Egipto. Salen de la esclavitud a la libertad. La sangre del
cordero los señala. Es fiesta en honor del señor, de generación en generación.
Nos situamos en aquella celebración y en nuestra Pascua, la Pascua de Cristo.
Visualizamos las escenas y sentimos la liberación. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE PRESENCIA, DE LIBERTAD.
De la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios (11,23-26):
Yo he recibido una tradición, que procede del
Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que
iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y
dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria
mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la
nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en
memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz,
proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. de la primera carta del
apóstol san Pablo a los Corintios (11,23-26):
GUÍA: San Pablo destaca lo que él ha recibido. Jesús
en la noche en que iban a entregarle, toma el pan y dice: Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Luego toma el
cáliz y añade: Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre.
Haced esto en memoria mía. Instituye la Eucaristía, el sacerdocio, el don del
amor. Jesús, estamos aquí. Recibimos tu memorial SILENCIO DE ADMIRACIÓN, FE Y AGRADECIMIENTO.
Del
santo evangelio según san Juan (13,1-15)
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo
Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado
a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando,
ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que
lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos,
que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y,
tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a
lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor,
¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo
entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies
jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes
nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los
pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no
necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros
estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso
dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el
manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con
vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y
decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los
pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo
para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»GUÍA: San
Juan nos narra el hecho de la última cena y del lavatorio de los pies a los
apóstoles. Ofrece el gesto del servicio, como ejemplo para que hagamos nosotros
lo mismo que él hace. También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os
he dado ejemplo.
Jesús, haz que comprendamos tu mandato de amor
y de servicio. Que recibamos tu gesto de amor
al quedarte con nosotros en el pan y el vino. Lo contemplamos. SILENCIO DE ACEPTACIÓN, DE PERDÓN EN LAS OMISIONES, DE RESPUESTA.
RECOGEMOS
NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.
CONTEMPLACIÓN,
AGRADECIMIENTO, PERDÓN, AMOR.
INVOCAMOS
A MARÍA QUE NOS ENSEÑA A RECIBIR LA PALABRA DE DIOS.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
/Donde
hay amor, allí está Dios/2
Jesús
nos ha reunido,/amémonos hermanos,
temamos
al Señor,/que marcha a nuestro lado.
Que
cesen ya las guerras, que cese ya el dolor,
que
en medio de nosotros/esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
/Donde hay amor, allí está Dios/2
Jesús
nos ha reunido,/ahora sólo formamos
un
solo corazón,/amémonos, hermanos.
/Donde
hay amor, allí está Dios/2
Acaben
ya rencores,/que no haya división,
que
en medio de nosotros/esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
/Donde hay amor,
allí está Dios/2
Cantemos
al Dios vivo,/unamos nuestras manos,
pidamos
al Señor/que un día le veamos.
Donde hay amor, allí está Dios/2