viernes, 14 de agosto de 2015

ORACIÓN 16-08-15

GUÍA: Buenos días, Señor. Aquí estoy, estamos, necesitados de tu paz. Pacifica nuestra vida. Ahora, es el ahora. No hay otro tiempo. Y Tú pacificando las olas y los corazones. Tu presencia nos llena de paz. Tu amor nos recupera del movimiento de la semana. Queremos hacer silencio y reconocerte en nuestro interior. Darte gracias por la vida, por la amistad y el amor. Darte gracias por todo lo que pones en mi, en nosotros. Que todo sea para tu gloria. Silencio reflexivo.

Del libro de los Proverbios (9,1-6):

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."»

GUÍA: Qué hermosa la presentación de la Sabiduría: Construye su casa. En cada uno de nosotros quiere construir su casa. ¿Vamos dejando espacio? Ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa. ¿Somos ese banquete, ese vino y la mesa puesta? En ese espacio que la sabiduría toma en nuestra vida, saboreemos el vino de la alegría y de la prudencia. Envía a los criados para que inviten a todos, a su banquete. Los faltos de juicio, los inexpertos son llamados a la prudencia. ¿Dónde estamos nosotros? Silencio de escucha, de observación, de apertura, de decisión y puesta en marcha.

 De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20):

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

GUÍA: Junto con la sabiduría del libro de los Proverbios, Pablo hace una llamada a ser sensatos. Una llamada a aprovechar la ocasión, el momento presente, no aturdidos. ¿Estamos aturdidos? ¿Aprovechamos cada momento para llenarlo de la presencia de Dios, de su amor misericordioso? Dejaos llenar del Espíritu. Nuestra oración puede abrir los cerrojos de nuestro corazón y dejar que el agua del Espíritu nos inunde. ¿Cómo podemos hacerlo?. Dad gracias al Señor por todo, en nombre de Jesucristo. Puede ser que no sepamos hacerlo por nosotros solos, pero en nombre de Jesús, resultará más efectivo, más pleno. Acojamos la Palabra de Dios. Silencio acogedor y adorador.

Del santo evangelio según san Juan (6,51-58):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron;,el que come este pan vivirá para siempre.»

GUÍA: Hemos tenido la llamada de la sabiduría, la llamada a la sensatez. Ahora Jesús nos dice: Yo soy el pan de vida. Nos hace caer en la cuenta de que Él está con nosotros y su pan nos fortalece para el camino que tenemos que recorrer. El que come de este pan vivirá para siempre. Asimilemos estas palabras. ¿Qué nos dicen en nuestro interior? ¿Son pan de vida para nosotros?. Habita en mi y yo en él. Otra realidad para acoger con intensidad. Habita en nosotros, actúa en nosotros. Pidamos al Espíritu que nos fortalezca para acoger esta Palabra de Dios. Silencio amoroso y acogedor.

HACEMOS NUESTRAS PETICIONES

COMPARTIMOS la oración

Nos unimos a todos los cristianos en el rezo del PADRE NUESTRO


INVOCAMOS a nuestra madre, a nuestro lado, en el camino de la vida.
”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”


lunes, 10 de agosto de 2015

DON BOSCO HOY


      16 agosto 2015

 GUÍA: Padre,Dios, te damos gracias por el regalo de Don Bosco a la Iglesia y a la humanidad.      Hace  doscientos años nació. Tú has sido y sigues siendo presencia y Espíritu en la Familia Salesiana. Queremos ser Instrumento en tus manos para tu gloria. Envía a muchos jóvenes que sigan el camino de  Don Bosco y te sirvan en la Iglesia para los jóvenes  necesitados

 

Oración a San Juan Bosco - en el Bicentenario de su nacimiento-

Padre y Maestro de la juventud, San Juan Bosco,
que, dócil a los dones del Espíritu
y abierto a las realidades de tu tiempo,
fuiste para los jóvenes,
especialmente para los pequeños y los pobres,
signo de la predilección amorosa de Dios.

Enséñanos a ser amigos del Señor
para que descubramos
en Él y en su Evangelio
el sentido de la vida
y la verdadera felicidad.

Ayúdanos a responder con generosidad
a la vocación recibida de Dios,
para ser, en nuestra vida diaria,
constructores de comunión
y, unidos a toda la Iglesia,
colaborar con entusiasmo
en la edificación de la cultura del amor.


Concédenos la gracia de perseverar
en la vivencia diaria de la vida cristiana,
según el espíritu de las bienaventuranzas,
y haz que, guiados por María Auxiliadora,
nos encontremos un día contigo
en la gran familia del cielo. Amén.


jueves, 6 de agosto de 2015

 ORACIÓN 09-08-15

GUÍA: Padre, hemos vivido esta  semana. Has estado con nosotros. Te hemos reconocido como Padre bueno. Queremos estar un rato en tu presencia, siendo conscientes de la belleza que esto supone. Belleza porque eres Tú quien crea la belleza, la armoniza en la tierra, en el universo, en los seres vivos, en el hombre y la mujer. Gracias por Ti presente en todas las cosas y personas. Gracias por las experiencias de belleza que nos concedes a lo largo de la vida. Repasemos algunos momentos en que hemos vivido el gozo de la belleza. Embarquémonos en un viaje hacia la belleza de Dios a través de las criaturas. Silencio contemplativo y agradecido, Hacemos nuestra cada frase.

Del primer libro de los Reyes (19,4-8):

En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y, al final, se sentó bajo una retama y se deseó la muerte: «¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!»
Se echó bajo la retama y se durmió. De pronto un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate, come!»
Miró Elías, y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo: «¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas.»
Elías se levantó, comió y bebió, y, con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.

GUÍA: En ese viaje a través de la belleza, hemos vivido la cercanía de Dios. Elías va huyendo de Jezabel, va recorriendo caminos, está agotado. El ángel le conforta con agua y comida. Dios le ha empujado a hacer su mandato. En nuestro camino también nos cansamos, a veces  estamos agotados. Que nuestros esfuerzos por cumplir lo que Dios quiere se vean cuidados por su Espíritu que nos reconforta y anima. Visualizamos toda la escena y nosotros esperando la misericordia y paz de Dios, su cercanía y fuerza. Agradecemos tantas experiencias de energía y también de desánimo. Confiamos en el Señor que nos espera en el monte Horeb, el monte de Dios. Silencio

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,30–5,2):

No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

GUÍA: En el camino por la belleza de la vida, hemos encontrado momentos buenos y momentos duros. San Pablo invita a desterrar la amargura, la ira, toda maldad. Vivid en el amor como Cristo os amó. En el descanso a lo largo de este camino, encontramos sentimientos de gozo y de dolor. Perdonad, como Dios os perdonó en Cristo. Dejamos espacio para el perdón, lo damos y lo recibimos. Vivid en el amor como Cristo nos amó. No pongáis triste al Espíritu. Confirmemos nuestro deseo de seguir adelante impulsados por el Espíritu Santo. Silencio perdonador, confiado y amoroso.

Del santo evangelio según san Juan (6,41-51):


En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: «¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?»
Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios."
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»


GUÍA: En el viaje de Elías al monte Horeb, se encuentra confortado por el ángel. Jesús ha ofrecido su pan, el pan de vida. ¿Aprovechamos el pan de la Eucaristía para recibir la fuerza de Dios?. Jesús nos espera para entrar en nuestra vida, como pan. Limpiemos nuestro interior y dejemos que Él viva con nosotros.  Jesús se queda como pan para la vida del mundo. Acompaña nuestros caminos y nos ayuda  en la subida al monte de Dios.

COMENTAMOS lo que nos hace bien.

PRESENTAMOS nuestras peticiones por la humanidad.

NOS UNIMOS rezando el PADRE NUESTRO

INVOCAMOS a María

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven


viernes, 31 de julio de 2015








ORACIÓN 02-08-15

GUÍA: Hacemos silencio en nosotros. Dejamos fuera lo que nos preocupa. Pero también podemos ponerlo ahí ante el Señor. Le presentamos nuestra preocupación. Se lo contamos. Lo que pasa y lo que necesitamos. Le pedimos que cuide de todo y que nos enseñe el camino, lo que quiere que hagamos. En silencio, hagamos ejercicio de confianza, abramos el corazón a la Palabra de Dios que seguro nos impulsará para hacer lo que Dios quiere.

Del libro del Éxodo (16,2-4.12-15):

En aquellos días, en el desierto, comenzaron todos a murmurar contra Moisés y Aarón, y les decían: «¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne, y comíamos hasta hartarnos; pero vosotros nos habéis traído al desierto para matarnos a todos de hambre.»
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva comida del cielo. La gente saldrá a diario a recoger únicamente lo necesario para el día. Quiero ver quién obedece mis instrucciones y quién no.» 
Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: "Al atardecer comeréis carne, y por la mañana comeréis hasta quedar satisfechos. Así sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios."» 
Aquella misma tarde llegaron codornices, las cuales llenaron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. 
Los israelitas, no sabiendo qué era aquello, al verlo se decían unos a otros: «¿Y esto qué es?» 
Moisés les dijo: «Éste es el pan que el Señor os da como alimento.»

GUÍA: La Palabra nos habla de necesidad. El Pueblo se queja a Moisés y a Dios. Hasta desean haber muerto en Egipto. Descubrir el plan de Dios en cada situación y confiar en Él nos dará nuevas fuerzas. Seguro que hoy tenemos espacios dudosos en los que podemos confiar en Dios. Hagamos lo que está de nuestra parte y confiemos que el Señor siempre acude en nuestro auxilio. SILENCIO confiado

Salmo 77

R/.
 El Señor les dio un trigo celeste

Lo que oímos y aprendimos,

lo que nuestros padres nos contaron,
lo contaremos a la futura generación:
las alabanzas del Señor, su poder. R/.

Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.

Y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.
Los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido. R/.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,17.20-24):

En el nombre del Señor os digo y encargo que no viváis más como los paganos, que viven de acuerdo con sus vanos pensamientos. Pero vosotros no conocisteis a Cristo para vivir de ese modo, si es que realmente oísteis acerca de él; esto es, si de Jesús aprendisteis en qué consiste la verdad. En cuanto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos de vuestra vieja naturaleza, que está corrompida por los malos deseos engañosos. Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu, y revestiros de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se manifiesta en una vida recta y pura, fundada en la verdad.

GUÍA: Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu. ¿Qué vemos que necesita renovación en nosotros? Pero se subraya la renovación de la mente y del espíritu. Una mente sana, recta, confiada en la verdad del Señor, alejada de toda maldad, que busca el bien y lo positivo. Vencer el mal a fuerza de bien. El Espíritu impulsa al bien. Aportemos palabras de bien, acciones de bien. Pidamos al Espíritu nos haga comprender sus caminos y nos ayude a recorrerlos. Silencio acogedor y confiado. Dejemos que cada frase cale nuestra tierra.

Del santo evangelio según san Juan (6,24-35):



En aquel tiempo, al no ver allí a Jesús ni a sus discípulos, la gente subió a las barcas y se dirigió en busca suya a Cafarnaún. 
Al llegar a la otra orilla del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» 
Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna. Ésta es la comida que os dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.»
Le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?» 
Jesús les contestó: «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.» 
«¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: "Dios les dio a comer pan del cielo."» 
Jesús les contestó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.»
Ellos le pidieron: «Señor, danos siempre ese pan.» 
Y Jesús les dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.»

GUÍA: Aquí estamos, Jesús. Te buscamos. ¿Qué buscamos? Dejemos que nuestro ser vaya desgranando la respuesta de lo que buscamos. Jesús, llénanos de Ti. El pan de vida eterna eres Tú. Aumenta nuestra fe. Fortalece nuestra esperanza. Aviva nuestro amor. Que creamos más en Ti. Que te reconozcamos en la Palabra, en la Eucaristía, en los hermanos. Silencio meditativo y confiado.

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INVOCAMOS  a nuestra madre, a nuestro lado, en el camino de la vida.

”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”

domingo, 26 de julio de 2015

ORACIÓN 26-07-15 


GUÍA: Buenos días, Señor. Aquí estoy. Me esperas y he venido. Me reconozco ante ti,. Envía tu Espíritu, Señor. Dame luz para conocerte y conocer tu presencia en mí y en la vida que me toca recorrer. Callar para que Tú hables. El ahora es el lugar donde te manifiestas, el punto donde nos encontramos. La consciencia nos va descubriendo el “Yo soy” que dijiste a Moisés. Silencio acogedor. Un silencio acogedor en el que quiero acogerte. Un silencio en que Tú me acoges, nos acoges.

Del segundo libro de los Reyes (4,42-44):

En aquellos días, uno de Baal-Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. 
Eliseo dijo: «Dáselos a la gente, que coman.» 
El criado replicó: «¿Qué hago yo con esto para cien personas?» 
Eliseo insistió: «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.» 
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.

GUÍA: ¿Qué me dice la Lectura? Veamos lo que nos dice a cada uno personalmente. Eliseo recibe un don. Al donante, le dice que lo dé al pueblo. Al donante le parece que es muy poco para toda la gente. Pero el Señor dice: Comerán y sobrará. Un camino nuevo que abre Dios a través de nuestras manos y nuestras personas. Aunque parezca poco, Dios lo multiplica. Aplicando esto a nuestra vida miremos cómo ofrecemos nuestro don  y cómo se multiplica por la fuerza de Dios. 

 De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,1-6):

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. 

GUÍA: “Os ruego que andéis según la vocación a la que habéis sido llamados” Nuestros oídos se abren a estas palabras. Andar en la vocación a la que hemos sido llamados. Un solo Espíritu nos une, nos transforma, Nos llama a la paz, a la unidad con el Padre. Pidamos fortaleza para transformar nuestro mundo. Ser instrumentos en sus manos, en su acción salvadora.



Del santo evangelio según san Juan (6,1-15):

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 
Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.»
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» 
Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.» 
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. 
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.» 
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. 
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.» 
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

GUÍA: Nuevamente Jesús ante la gente. Nuevamente Jesús cuenta con lo que tenemos cada uno de nosotros, aunque pensemos como entonces: ¿Qué es esto para tanta gente?. Pero también aprovechando lo que tenemos, hace el milagro y todos se sacian. ¿Qué ponemos nosotros en el cesto de la multiplicación? Confiemos en que Jesús puede también hoy multiplicar nuestro don y colmar el hambre de pan y de Dios,  que encuentra en el mundo. Silencio de ofrenda y adoración.

COMPARTIMOS algo de lo el Espíritu nos hace ver.

PETICIONES:

PADRE NUESTRO con Jesús y con todos los habitantes del mundo

INVOCAMOS a María nuestra madre, a nuestro lado, en el camino de la vida.
 ”Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven”



viernes, 17 de julio de 2015

ORACIÓN 19-07-15







ORACIÓN 19-07-15

GUÍA: Estamos ante Ti Señor. Nos llamas de nuevo a tu presencia. No queremos desviar tu llamada. Habla, Señor. Como aquel día nos invitas a estar contigo un rato, pasar la mañana o la tarde en tu compañía. Aceptamos tu invitación. Estamos en tu casa, en el lugar preferido para Ti. Ayúdanos a escuchar tu voz, tus consejos e insinuaciones, Dejar que tu paz entre en nosotros, en nuestra vida. Nuestro primer momento es reconocerte como Dios y Señor de la vida y del tiempo. Adorarte en lo más profundo de nuestro ser. Presentarte nuestra semana, nuestros pasos en tu camino y nuestros desvíos. Por toda tu obra en nosotros te damos gracias.(Silencio agradecido.)

Del libro de Jeremías (23,1-6):
Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño –oráculo del Señor–.
Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: «A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones –oráculo del Señor–. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá –oráculo del Señor–. Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia.»
GUÍA: Jeremías expresa la responsabilidad de los pastores y a la vez nos da un grito de esperanza: Un vástago de David reinará como rey prudente. Es imagen de Jesús que dirige su rebaño. ¿Nos sentimos dentro de este rebaño y compañeros del buen cuidador de las ovejas? En nuestro corazón distinguíos los momentos buenos y los malos. Repasamos nuestra acción en el pueblo de Dios. Agradecemos la presencia de Dios que salva en cada momento de nuestra existencia y del rebaño del mundo. Adoramos, imploramos su presencia para todos, que nos convierta a sus caminos.
GUÍA: Decimos con el salmista
Sal 22

R/.
El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:                   

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,13-18):
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu

GUÍA: La Palabra nos empuja en el camino de la confianza, la unión, la paz. Estáis en Cristo. Ahora estáis cerca los que estabais lejos. Recojamos cada frase y digámosla varias veces. Nos convenceremos de la verdad que nos comunica. Jesús en la cruz reconcilia al mundo con el Padre. Un solo pueblo glorificando a Dios. Nos unimos a Cristo para ser elementos de unión y de activación de la realidad que Jesús trae al mundo.
Del santo evangelio según san Marcos (6,30-34):

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma

GUÍA: Los apóstoles habían sido enviados de dos en dos. Han ido a predicar y a curar. Y Jesús los recibe e invita a descansar. Escucha sus comunicaciones. Hoy también somos enviados y volvemos de la acción al encuentro con Jesús. Le contamos cómo nos ha ido. Estamos aquí. Señor, ya ves lo que hacemos, lo que encontramos, lo que conseguimos. Tú eres quien impulsa toda nuestra acción y oración. Bendice el campo, la siembra, el fruto. Hoy también encuentras una gran multitud que andamos como ovejas sin pastor. Envía trabajadores a tu campo, para extender tu Palabra.
SILENCIO de reconocimiento de la acción de Dios. Le damos gracias, pedimos ayuda.

COMENTARIO de alguna de las ideas que consideramos importantes.

ORACIÓN CONFIADA DE PETICIÓN por todas nuestras necesidades y las necesidades del mundo.

CANTO a María. Necesitamos tu compañía.


Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven