viernes, 31 de octubre de 2025

MI DIOS VIVE

 

REZA Y COMPARTE

MI DIOS VIVE

GUÍA DE ORACIÓN, 02-11-25, CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

 

GUÍA: Nos presentamos al Padre. Le decimos nuestro hacer y la vida de la semana. Agradecemos su presencia y le pedimos gracia para hacer la oración y estar en su compañía. Dejamos todas las cosas y nos centramos en lo que dice la Palabra de Dios. SILENCIO INTERIOR, EN FE, CONFIANZA Y AMOR.

 

Lectura del libro de Job. [19, 1. 23-27a]

Y Job respondió y dijo: ¡Ojalá se escribieran mis palabras!
Si se grabaran en un libro, con un cincel de hierro y estaño,
¡se tallarían para siempre en la piedra!
Yo sé que mi Redentor vive, y que al final de los días levantará mi piel en descomposición;
y yo, en mi carne, veré a Dios.
Yo mismo lo veré; mis ojos, y no los de otro, lo verán.

GUÍA: Oímos la voz de Job que en su oración y dolor acude a Dios y afianza su fe. Mi Dios vive, mi Dios levantará mi cuerpo y yo le veré. Nos unimos a estas palabras y aseguramos con fe que el Señor será fiel y nos sanará. Gracias por tu misericordia, por tu bondad que nos salva y nos redime de todo pecado. SILENCIO DE CONFIANZA, DE ENCUENTRO, DE PERDÓN.

 

Salmo

Sal 27(26)

R/ Creo que veré la bondad del Señor.

V/. El Señor es mi luz y mi salvación: *
¿a quién temeré?
El Señor es la fortaleza de mi vida: *
¿a quién temeré?

V/. Solo una cosa he pedido al Señor, solo eso busco: †
permanecer en la casa del Señor *
todos los días de mi vida,
contemplar la belleza del Señor *
y visitar su templo.

V/. Escucha, Señor, mi voz cuando clamo; *
ten piedad de mí y respóndeme.
Y buscaré tu rostro, Señor. *
No me escondas tu rostro.

V/. Pero yo creo que veré la bondad del Señor *
en la tierra de los vivos.
Espera en el Señor, †
sé valiente; y que tu corazón se fortalezca, *
y espera en el Señor.

 

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos. [5, 5-11]

Hermanos: La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, murió en el momento señalado por los impíos. Porque difícilmente alguien moriría por un justo; tal vez alguien se atrevería a morir por un benefactor. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Por lo tanto, ahora, habiendo sido justificados por su sangre, seremos salvos por él de la ira. Porque si, siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos sido reconciliados.

 

GUÍA: Hemos sido reconciliados con el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo. Lo valoramos y reconocemos. Vemos el gran amor del Padre que nos entrega a Jesucristo para hacernos hijos amados. Contemplamos el hecho y aceptamos su amor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.  SILENCIO DE ACEPTACIÓN, DE VISIÓN, DE COMPROMISO.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 1-12a):

En aquel tiempo: Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña y, cuando se sentó, se le acercaron sus discípulos. Y él, abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia. Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y cuando digan toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.

 

GUÍA: Bienaventurados, felices porque de ellos será el reino de los cielos, serán consolados…Todo sufrimiento traerá consuelo, paz, justicia, alegría. Visualizamos la promesa de Jesús. Su palabra se cumplirá si vivimos unidos a su causa. Vivimos el día con esperanza y llevando alegría allí donde estamos. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE FE, DE ESPERANZA.

 

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

 

ACUÉRDATE DE JESUCRISTO

RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS.

ÉL ES NUESTRA SALVACIÓN,

NUESTRA GLORIA PARA SIEMPRE.

 

1. Si con Él morimos, viviremos con Él.

Si con Él sufrimos, reinaremos con Él.

 

2. En Él nuestras penas, en Él nuestro gozo.

En Él la esperanza, en Él nuestro amor.

 

3. En Él toda gracia, en él nuestra paz.

En Él nuestra gloria, en Él la salvación


https://www.youtube.com/watch?v=re4OFtr3l00

viernes, 24 de octubre de 2025

EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

REZA Y COMPARTE

 

EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

GUÍA DE ORACIÓN, XXX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA:  Estamos ante ti, Señor, sentimos tu presencia en la vida y te damos gracias por ti y por todo lo que preparas en torno a ti. No tardarás. Estás con nosotros. En nuestra oración queremos abrirnos a tu voz y a tu voluntad de padre bueno, para todos sus hijos. Ven Espíritu Santo y condúcenos por tus sendas. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE PRESENCIA, DE AMOR DE HIJOS.

 

Lectura del libro del Eclesiástico (35,12-14.16-18):

EL Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.

 

GUÍA: Escuchamos tu Palabra. No hay diferencias en tu proceder. Nos amas. No alejas al pobre o das preferencia al rico. La oración del humilde atraviesa las nubes. Haces justicia en misericordia y nos salvas. Tu Espíritu es luz para nosotros y consuelo para los afligidos. Visualizamos nuestro camino y respuesta. Nos encaminamos hacia ti. SILENCIO DE COMPAÑÍA, DE CONFIANZA, DE FE.

 

Salmo

Sal 33,2-3.17-18.19.23

R/. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó

V/. Bendigo al Señor en todo momento,

su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren R/.

V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

V/. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):

Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

GUÍA: Pablo está preparado para su partida de este mundo. Su fe le lleva a confiar y a seguir el camino emprendido. Nuestras acciones nos preparan para vivir de acuerdo con lo que Dios quiere. Reflexionamos, dialogamos y actuamos. Confía. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,DE INTERIORIZACIÓN, DE BÚSQUEDA.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

 

GUÍA: Colócate en la escena, ¿con quién te identificas? ¿Eres más como el fariseo o como el publicano? Reconoce cómo oras: ¿Pides, exiges, o pides perdón y reconoces tus fallos? SILENCIO DE ENCUENTRO, DE PERDÓN, DE HUMILDAD.

 

PRESENTAMOS NUESTRA ORACIÓN, ABRIMOS EL CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA RECIBIR SU ILUMINACIÓN.

HABLAMOS EN EL SILENCIO DEL CORAZÓN Y RECONOCEMOS LA PRESENCIA DEL DIOS MISERICORDIOSO.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN. ESCUCHAMOS SU VOZ.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS:

 

Tú, Señor, que enciendes las estrellas, Tú, que al sol le das su resplandor,

Tú, que cuidas del pájaro perdido que va buscando un nido

guiado por tu amor.

 

Tú, que siembras rosas y trigales,

Tú, que al lirio vistes de esplendor,

nos proteges, Señor, con más cariño,

pues, quieres más a un niño

que al pájaro y la flor.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Tú, Señor, que velas por el pobre

y al humilde das tu protección,

al que amas le ofreces un tesoro

que vale más que el oro,

le das tu corazón.

 

Tú, Señor, que alumbras mi camino,

Tú, que escuchas siempre mi oración,

en tu amor pongo yo mi confianza,

renace mi esperanza,

se acuna mi canción.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Padre nuestro, Dios alegre.

 

Fuente:   https://youtu.be/l52C4xfk7g0

sábado, 18 de octubre de 2025

MOISÉS TENÍA EN ALTO LAS MANOS

 

REZA Y COMPARTE

MOISÉS TENÍA EN ALTO LAS MANOS

GUÍA DE ORACIÓN 19-10-25,XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C 

 

GUÍA: Cuando Moisés tenía en alto las manos implorando a Dios, su pueblo vencia. Si las bajaba ganaban los enemigos. Nos enseña el valor de la oración, su confianza en Dios. Desde nuestro corazón rezamos, imploramos a nuestro Padre Dios. Constancia, confianza, seguridad. Lo intentamos. SILENCIO DE UNIÓN, CONFIANZA Y CONSTANCIA.


Lectura del libro del Éxodo (17,8-13):

En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moises dijo a Josue:

«Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano».
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte.
Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.
Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de pada.

 

GUÍA: Con Moisés oramos por nosotros y por el pueblo. Dios cuenta también con nuestra oración para la solución de situaciones difíciles. Oramos con insistencia , con humildad y confianza. ¿Oras y confías en la ayuda de Dios.? SILENCIO DE CONFIANZA, DE SEGURIDAD, DE HUMILDAD.

Salmo

Voluntad 120.1-2.3-4.5-6.7-8

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

V/. Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

V/. No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

V/. El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

V/. El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (3,14–4,2):

QUERIDO hermano:
Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena.
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino:
proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.

 

GUÍA: Pablo se dirige a Timoteo  para que esté en la Palabra de Dios e insista en todo momento con magnanimidad.  Nuestra elección por el Bautismo nos acerca al Evangelio y nos santifica en la verdad y en el amor. El camino se recorre con diligencia y con esperanza. Padre aviva nuestra fe, robustece la esperanza y llénanos de tu amor.  SILENCIO DE  CONOCIMIENTO, DE UNIÓN, DE RESPUESTA PERSONAL.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

 

GUÍA: Es necesario orar siempre sin desfallecer. Dios atiende las súplicas. No siempre hace lo que nosotros decimos, pero acerca nuestro corazón al suyo. Exponemos nuestras necesidades, confiamos en su bondad, insistimos como aquella viuda con fe. SILENCIO DE CERCANÍA, DE PRESENCIA, DE ENCUENTRO.

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

 


Vengo ante ti mi Señor

Vengo ante Ti, mi señor,
reconociendo mi culpa.

Con la fe puesta en tú amor,
que tú me das como a un hijo.

Te abro mi corazón,
y te ofrezco mis miserias.

Despojado de mis cosas,
quiero llenarme de ti.

Que tu espíritu señor,
abrace todo mi ser.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Puesto en tus manos, señor,
siento que soy pobre y débil.

Mas tú me quieres así,
yo te bendigo y te alabo.

Padre, en mi debilidad,
tú me das la fortaleza.

Amas al hombre sencillo,
le das tu paz y perdón.

Que tu espíritu señor,
abrace todo mi ser.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.

Hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera

https://www.youtube.com/watch?v=OzDXU2ZjlKs

viernes, 17 de octubre de 2025

SOR MARIA TRONCATTI

REZA Y COMPARTE


SOR MARÍA TRONCATTI   SANTA

Canonización el 19 Octubre 2025




Padre, Hijo y Espíritu Santo, GRACIAS, por la santidad de Sor María Troncatti. 

Invocamos tu ayuda por su mediación y pedimos por nuestra necesidad y las necesidades del mundo.


Artesana de paz y reconciliación. Ruega por nosotros


¡¡¡¡¡AMEN!!!!

viernes, 10 de octubre de 2025

QUEDÓ LIMPIO

 

REZA Y COMPARTE

QUEDÓ LIMPIO

GUÍA DE ORACIÓN 12 -10-25, XXVIII Domingo Ordinario. Ciclo C.

 

GUÍA: Se nos presentan peticiones y agradecimiento. Una relación de confianza y de admitir al otro como regalo. Nos presentamos ante ti, señor. Somos los agraciados por tu benevolencia y compasión. Haznos agraciados, agradecidos a tu bondad, tu misericordia y amor. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN, DE HUMILDAD AMABLE, DE CONFIANZA SINCERA.

 

2 Reyes 5:14-17

 

14Bajó y se metió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios, y entonces su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.

15Volvió con todo su acompañamiento adonde estaba el hombre de Dios, entró y se detuvo ante él diciendo:
—Reconozco ciertamente que no hay otro Dios en toda la tierra sino el Dios de Israel. Ahora, por favor, recibe un regalo de tu siervo.

16Le respondió:
—Vive el Señor en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Le insistió para que lo aceptase, pero él rehusó.

17Dijo entonces Naamán:
—Pues si no, que se le conceda a tu siervo la carga de tierra de un par de mulas, pues tu siervo no ha de ofrecer holocausto ni sacrificio alguno a otros dioses, sino al Señor.

 

GUÍA: Naamán aunque se siente ofendido ante el profeta, cambia su gesto y humilde agradece a Dios y al profeta. Reconoce el don recibido. Se inclina ante Dios que le ha curado.  Nos unimos a los gestos que se presentan y son sentimos favorecidos por el Padre Dios. SILENCIO DE COMPROBACIÓN, DE CONFIANZA, DE OFRENDA.

 

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 98:1-4

1Salmo.
Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, su santo brazo.

2El Señor ha dado a conocer su salvación;
ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.

3Se acordó de su misericordia y fidelidad
con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.

4Aclamad al Señor, la tierra entera;
gritad, cantad, entonad salmos.

 

2 Timoteo 2:8-13

 

8Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los muertos, descendiente de David, como predico en mi evangelio,

9por el que estoy sufriendo hasta verme entre cadenas como un malhechor: ¡pero la palabra de Dios no está encadenada!

10Por eso, todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación, que está en Cristo Jesús, junto con la gloria eterna.

11Podéis estar seguros:
Si morimos con él, también viviremos con él;

12si perseveramos, también reinaremos con él;
si lo negamos, también él nos negará;

13si no somos fieles, él permanece fiel,
pues no puede negarse a sí mismo.

GUÍA: Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos.

 

  • Evangelio

Lucas 17:11-19

11Al ir de camino a Jerusalén, atravesaba los confines de Samaría y Galilea;

12y, cuando iba a entrar en un pueblo, le salieron al paso diez leprosos, que se detuvieron a distancia

13y le dijeron gritando:
—¡Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros!

14Al verlos, les dijo:
—Id y presentaos a los sacerdotes. Y mientras iban quedaron limpios.

15Uno de ellos, al verse curado, se volvió glorificando a Dios a gritos,

16y fue a postrarse a sus pies dándole gracias. Y éste era samaritano.

17Ante lo cual dijo Jesús:
—¿No son diez los que han quedado limpios? Los otros nueve, ¿dónde están?

18¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?

19Y le dijo:
—Levántate y vete; tu fe te ha salvado.

 

GUÍA: Diez leprosos piden misericordia, son curados cuando va por el camino para presentarse a los sacerdotes, sólo uno vuelve a dar gracias. Es la escena que se repite a veces en la vida. Pedimos pero no damos las gracias o lo olvidamos con facilidad. Jesús, enséñanos a orar, a agradecer y reconocer que hemos sido favorecidos. SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE RECONOCIMIENTO, DE GRACIAS.

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

Gracias, Seño, por nuestra vida…


https://www.youtube.com/watch?v=jwceSu5MaVY
 

viernes, 3 de octubre de 2025

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ

 

REZA Y COMPARTE

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ


GUÍA DE ORACIÓN 05-10.25 XXVII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C

 

GUÍA: Estamos aquí, Señor. Buscamos tu rostro. Limpia nuestras faltas y llénanos de tu misericordia. Guardamos en el corazón tu Palabra y haz que la llevemos a la vida de cada día. En el interior te reconocemos como Padre, te acogemos como Hijo y te esperamos como Esíritu Santo. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN, DE ESPERANZA.

 

Lectura de la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):

 

¿Hasta cuándo, Señor,

pediré auxilio sin que me oigas,

te gritaré: ¡Violencia!,

sin que me salves?

¿Por qué me haces ver crímenes

y contemplar opresiones?

¿Por qué pones ante mí

destrucción y violencia,

y surgen disputas

y se alzan contiendas?

Me respondió el Señor:

Escribe la visión y grábala

en tablillas, que se lea de corrido;

pues la visión tiene un plazo,

pero llegará a su término sin defraudar.

Si se atrasa, espera en ella,

pues llegará y no tardará.

Mira, el altanero no triunfará;

pero el justo por su fe vivirá.

 

GUÍA: Tú, Señor, acudirás en mi auxilio. Me acoges en la fe y me fortaleces. El justo vive por la fe, dices. Es la fe la que conduce los pasos por el camino recto. Tú enderezas todas las acciones si se apoyan en la fe. Tu Espíritu nos alienta, y transforma la vida. Confiamos en ti. SILENCIO DE CONFIANZA, DE FE, Y ESPERANZA.

 

SALMO

Sal 94,1-2.6-7.8-9

 

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

 

V/. Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

 

V/. Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

 

V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masa en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,

aunque habían visto mis obras». R/.

 

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):

 

Querido hermano:

Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.


Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su
 fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

 

GUÍA: Que reavives el don de Dios que hay en ti. Dios no te ha dado un espíritu de cobardía sino de fortaleza, amor y templanza. Pablo se lo dice a Timoteo que está al frente de su comunidad. El don de Dios parte de él pero cuenta con nosotros, no poner obstáculos y avivarlo en la práctica de la fe y la caridad. Lo interiorizamos y vemos  situación en relación a su don. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE VALORACIÓN, DE VIDA.

 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):

 

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:

«Auméntanos la fe».

El Señor dijo:

«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.

¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?

¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

 

GUÍA: Auméntanos la fe. Te lo decimos como entonces. Y también escuchamos tu respuesta. Un granito de fe sería capaz de trasladar montañas.  Nos sentimos cubiertos con tu protección y tu presencia. Nos unimos a tu reflexión: hemos hecho lo que teníamos que hacer. Fortalece nuestra fe y confianza. SILENCIO DE ESCUCHA, DE FE, DE CONFIANZA.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS DE NUESTRA ALMA ANTE LA PRESENCIA DE JESÚS Y ANTE LA PRESENCIA DEL PADRE.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN DESCUBRIR AL SEÑOR Y VOLVERNOS A ÉL.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESUS NOS ENSEÑA.

 

CANTAMOS

 

Peregrino, ¿a dónde vas?

Si no sabes a dónde ir.

Peregrino, por un camino que va a morir.

 

Si el desierto es un arenal,

el desierto de tu vivir,

¿Quién te guía y te acompaña en tu soledad?

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2

 

Peregrino que a veces vas

sin un rumbo en tu caminar,

Peregrino que vas cansado de tanto andar.

 

Busca fuentes para tu sed,

y un rincón para descansar,

¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontrarás.

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2


Fuente:https://youtu.be/Q39VtnfwNpI