viernes, 16 de septiembre de 2016

ENCUENTRO CONTIGO, SEÑOR



 ORACIÓN 18-09-16

GUÍA: Domingo 25. Tiempo Ordinario. Ciclo C. Nos preparamos a hacer la oración hoy. Encuentro contigo, Señor, que nos amas. Nuestra semana ha pasado teniendo presente el encuentro contigo, con las personas con la naturaleza. Hoy   seguimos en la idea del encuentro. Valoramos nuestros encuentros y cómo recibimos al otro que se acerca o está en nuestra compañía. Obrar en rectitud y verdad favorece el encuentro con las personas. Haz que conozcamos cómo vamos en estas dos virtudes. En  tu presencia, deja que nos conozcamos y te ofrezcamos lo que somos. SILENCIO DE ACOGIDA Y CONOCIMIENTO.  

De la profecía de Amos (8,4-7):

Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: «¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?» Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.


GUÍA: Verdad y rectitud. ¿Cómo las vemos reflejadas en las personas que intervienen en este fragmento? Dos medidas. Una para sí mismos y otra para los demás. El Señor tiene en cuenta las acciones de cada cual. Analizamos las nuestras en lo que tienen que ver con este tema. SILENCIO REFLEXIVO Y QUE PIDE PERDÓN.

De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol –digo la verdad, no miento–, maestro de los gentiles en fe y verdad. Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.

GUÍA: Se nos habla de rezar y rezar por todos. Mediadores ante Dios del don del encuentro. Alzando las manos limpias de ira y divisiones. Ahora que estamos ante ti, Señor, concédenos el don de la paz, del encuentro, de la misericordia,  pero también del respeto ante los otros. SILENCIO DE ENCUENTRO CONTIGO, CON NOSOTROS Y CON LOS DEMÁS.

Del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»

GUÍA: El ejemplo de hoy nos coloca frente a la fidelidad, la lealtad, la nobleza de corazón. Virtudes muy valoradas, las deseamos en los otros ¿Pero  las ofrecemos generosamente a los demás? Son un verdadero tesoro para la persona que las tiene. ¿Estás de acuerdo? Veamos los momentos u ocasiones en que nos podemos considerar leales, fieles, con nobleza de corazón. ¿Podemos mejorar? Hablamos con Jesús sobre estas virtudes en nosotros. SILENCIO DE EXAMEN Y COMPROMISO, DE MEJORA.

RECOGEMOS LO HECHO

AGRADECEMOS al Señor su presencia

COMPROMISO

INVOCAMOS A MARÍA


Estrella y camino prodigio de amor 
De tu mano, Madre, vayamos a Dios. 

Todos los siglos están mirando hacia tí. 
Todos escuchan tu voz 
temblando en un "sí." 
Cielos y tierra se dan en tu corazón 
Un abrazo de paz, ternura y amor. 

Estrella y camino prodigio de amor.. 

Tú nos lo diste en Belén, en pobre portal 
En tu regazo le ven el rey y el zagal. 
Tú nos diste en la cruz, altar de dolor 
Muerto en tus brazos está
un Dios Redentor. 

Estrella y camino prodigio de amor... 

Toda la iglesia con fe eleva un clamor 
Puestos los ojos en ti, la Madre de Dios. 
Puente y sendero de amor, sublime misión 
La de traernos a Dios en tu corazón. 

Estrella y camino prodigio de amor..



viernes, 9 de septiembre de 2016

RENOVAR LA TIERRA

                                                                                    ORACIÓN 11-09-16


GUÍA: Buenos días, Señor, Estamos aquí, nos llamas con amor de Padre. Un nuevo día para hablar contigo y encontrarte en nuestro interior, donde habitas. Hemos pasado una semana y vamos a preparar el encuentro del domingo. Aquí estamos, Padre. Gracias por tu presencia en la vida  y por tu amor a todas las criaturas que has creado. Jesús Tú nos convocas como hermanos a renovar la tierra. Espíritu santo,  te encontramos impulsando nuestra vida y toda acción para gloria del Padre. SILENCIO DE ENCUENTRO Y RECONOCIMIENTO.

Del libro del Éxodo (32,7-11.13-14):

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: «Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto."» 
Y el Señor añadió a Moisés: «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo.» 
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: «¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto con gran poder y mano robusta? Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."» Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

GUÍA: Recibimos en nuestro interior  la Palabra que se nos ha dado. Nos habla del pueblo que se olvida de Dios y se busca otros dioses. ¿Nos pasa también esto hoy? ¡Cuántas veces nos ha sacado del mal y cuántas veces volvemos a olvidarle y creamos nuevos dioses! Dios se queja ante Moisés y se enciende su ira. Moisés intercede por el pueblo y Dios retira su ira. Nos alejamos pero Dios sigue esperando nuestra vuelta, manda mensajeros, personas, situaciones, que nos ayudan a cambiar, a  pedir perdón  y misericordia, a volver al buen camino. ¿Nos hacemos otros dioses? SILENCIO DE IDENTIFICACIÓN, DE PERDÓN Y VUELTA A DIOS.

De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,12-17):
Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio. Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía. El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús. Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.


GUÍA: ¿Qué entendemos de estas palabras? Pablo es perseguidor y por la gracia de Dios, se hace creyente. Cristo Jesús vino para salvar a los pecadores y yo el primero, confiesa. Dios tuvo compasión de mí. Más de una vez habremos dicho eso: Dios ha tenido compasión de mí. Agradezcamos su misericordia y desde el corazón presentemos nuestro deseo de estar con Él. SILENCIO DE PERDÓN Y AGRADECIMIENTO

Del santo evangelio según san Lucas (15,1-32):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.» 
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: "iFelicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros." Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado." Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud." Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tu bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado." El padre le dijo: "Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»
GUÍA: Tres parábolas, ejemplos, con los que Jesús explica la alegría del Padre Dios al recibir al pecador. Dios se alegra como el pastor que encuentra la oveja perdida, o como la mujer que ha perdido una moneda y la encuentra, o como el padre que recibe de nuevo  a su hijo que se ha ido de casa. Hermosos ejemplos que nos dicen la misericordia y amor del Padre, su corazón bueno. Sintamos este corazón del Padre, de la mujer o del pastor alegrándose de nuestra vuelta a casa. SILENCIO AGRADECIDO, Y DE ENCUENTRO CON QUIEN NOS AMA.

¿QUÉ HEMOS VISTO EN NUESTRA ORACIÓN?

AGRADECEMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA





               CANTAMOS

Escucha, tú, la Palabra de Dios,
no sólo con tus oídos,
también con tu corazón.
Escucha, tú, la Palabra de Dios
y estate siempre atento a su Voz. (bis)

Déjala entrar dentro de tu corazón,
pásala a tu mente y a tu situación,
vívela, vívela en tu realidad,
haz que por tu vida llegue a los demás.

Si tus manos son instrumento de Dios,
da tu pan al pobre, préstale tu voz,
ama a Dios, ama a Dios con tu caridad;


oye su Palabra con sinceridad. (Xaquín R.)


viernes, 2 de septiembre de 2016

CUIDA LA CASA COMÚN



ORACIÓN 04-09-16
GUÍA: Domingo 23 del Tiempo Ordinario. Hacemos nuestra oración  ante el Señor que nos llama. Alabado seas en la tierra y el universo que nos regalas. Esta semana el Papa Francisco ha propuesto una oración por el medio ambiente. Todos somos responsables de la casa común. Nos fijamos en el respeto a la tierra y a todo lo que la hace habitable. El respeto a la persona humana, primer valor de toda la creación. Ahondamos en el conocimiento de todos los seres  y de los elementos que podemos cuidar para hacer más saludable la existencia en la tierra. Recorremos los puntos que más nos llaman la atención. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO Y DE COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE, LAS PERSONAS Y SERES DE LA CREACIÓN.


Del libro de la Sabiduría (9,13-18):

¿Qué hombre conoce el designio de Dios? ¿Quién comprende lo que Dios quiere? Los pensamientos de los mortales son mezquinos, y nuestros razonamientos son falibles; porque el cuerpo mortal es lastre del alma, y la tienda terrestre abruma la mente que medita. Apenas conocemos las cosas terrenas y con trabajo encontramos lo que está a mano: pues, ¿quién rastreará las cosas del cielo? ¿Quién conocerá tu designio, si tú no le das sabiduría, enviando tu santo espíritu desde el cielo? Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres, los hombres.

GUÍA: Ante tu presencia reconocemos tu grandeza y señorío sobre el cielo y la tierra. Tus  designios son insondables y conoces nuestras acciones. Danos tu   sabiduría para conocerte mejor y conocer tu voluntad. Sólo Tú llenas la vida de amor y conocimiento. Aquí estamos, Señor, que tu sabiduría impregne nuestra mente y corazón, que nos purifique de todo lo que nos aleja de ti. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ACEPTACIÓN, DE ENCUENTRO. 
 
 De la carta del apóstol san Pablo a Filemón (9b-10.12-17):
Yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión; te lo envió como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. 

GUÍA: Seguimos en la oración sobre el medio ambiente y nuestra forma de vivir en él. Pablo recomienda a Filemón que acoja a Onésimo. Se lo recomienda como cristiano y no esclavo sino libre. Ha recibido la fe y la libertad. La forma de tratarlo y recibirlo es como si fuera el mismo Pablo. El respeto y la libertad son dones que hacemos a la creación y a las personas. Veamos cómo actuamos, Presentemos al Señor las necesidades y el compromiso por un mundo más humano  y querido por Dios. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE PETICIÓN Y DE PERDÓN por las veces que abusamos de Personas y cosas.

 Del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.» 

GUÍA: Nos imaginamos a Jesús defensor del hombre y la  mujer, defensor de la naturaleza y el orden justo. Muchas responsabilidades en la defensa de su programa. Seguirle supone  dedicarse en exclusiva  a ese compromiso. Busca personas comprometidas con un mundo justo y Él es capaz de cambiar los esquemas de comportamiento y el corazón. Planteemos en qué medida podemos colaborar. Pidamos la gracia para llevarlo a cabo. SILENCIO DE BÚSQUEDA, REFLEXIÓN Y COMPROMISO.

AGRADECEMOS LA PRESENCIA DE DIOS.

RECORDAMOS ALGUNA FRASE y compartimos

COMPROMISO

INVOCAMOS A MARÍA

CANTAMOS

Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor.
(2 veces).

Aleluya, aleluya,
Aleluya, aleluya,
Aleluya, aleluya.
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios,
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios,
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios.

Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor.
(2 veces).


viernes, 26 de agosto de 2016

EL SANA TODA HERIDA


ORACIÓN 28-08-16
GUÍA: Entramos en nuestro interior. Nos encontramos con nosotros mismos, quiénes somos, cómo actuamos, cómo creemos, amamos y adoramos. Dios nos llama a su  presencia y nos cubre con su mirada amorosa. Descubre todo lo oculto y trata de sanar lo que no es sano. Nos cubre con su misericordia. Reconozcamos su presencia, agradezcamos su  compañía, pidamos perdón por nuestros fallos. Él sana toda herida y nos da un corazón nuevo. SILENCIO DE ENCUENTRO, AGRADECIDO, DISPUESTO A LA ENTREGA.

 Del libro del Eclesiástico (3,17-18.20.28-29):

Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta. El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará. 



GUÍA: Dios se complace en el humilde, en el sencillo de corazón, reconoce la rectitud de corazón. SI nos hace un escáner del corazón. ¿Cómo le tenemos? Rectitud, sencillez, humildad son el jugo que suaviza nuestra dureza de corazón. Son el riego que necesitamos cada día. Veamos cómo lo vivimos. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO Y COMPRENSIÓN DE NUESTRAS ACTITUDES.

De la carta a los Hebreos (12,18-19.22-24a):

Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.

GUÍA: La presencia de Dios asustaba al pueblo. Hoy nos acercamos al Señor en la Palabra, en el pan y el vino, en el pobre y necesitado. Pero nos acercamos también al monte del Señor de la nueva alianza y al mediador Jesucristo. El palpar su presencia nos envuelve de fe y de amor agradecido. Hagamos experiencia de tanto don y agradezcamos. SILENCIO DE CERCANÍA, AMOR Y     FE.

Del santo evangelio según san Lucas (14,1.7-14):

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»

GUÍA: Jesús sigue analizando el corazón. Contrapone al soberbio y al humilde. Aconseja la gratuidad para ser pagado sólo por Dios. Jesús, necesitamos tu gratuidad, tu humildad,  tu generosidad. Deposita en nosotros el amor de tu corazón y haz que actuemos movidos por él. Dejemos tiempo para asimilar esas actitudes. SILENCIO DE CONFIANZA, AGRADECIDO, DISPUESTO A LA ENTREGA.

OFRECEMOS nuestros sentimientos al Padre.

COMPROMISOS

AGRADECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA

PADRE NUESTRO unidos a Jesús y a toda la humanidad

CANTAMOS



Danos un corazón, grande para amar,
Danos un corazón, fuerte para luchar.

- Pueblos nuevos, creadores de la historia
Constructores de nueva humanidad.
Pueblos nuevos, que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.  

Pueblos nuevos, luchando en esperanza,
caminantes, sedientos de verdad.
Pueblos nuevos, sin frenos ni cadenas,
pueblos libres que exigen libertad.

Pueblos nuevos, amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar.
Pueblos nuevos, al lado de los pobres,

compartiendo con ellos techo y pan.

viernes, 19 de agosto de 2016

PARA VER MI GLORIA



                                                              ORACIÓN 21-08-16


GUÍA: Estamos en tu presencia, Señor. Sabemos que nos buscas como a tus ovejas. Lo que hemos oído esta semana que Tú mismo buscarás y guiarás a tus ovejas, nos anima a estar contigo. Nos has dicho que cambiarás nuestro corazón y enviarás tu Espíritu. Lo necesitamos. Déjanos estar aquí ante Ti. Que acojamos tu palabra y nos transforme. Apartemos todo temor, porque el Señor es fiel a su palabra. SILENCIO DE AMISTAD, DE ACOGIDA, DE PERDÓN.

Del libro de Isaías (66,18-21):

Así dice el Señor: «Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua: vendrán para ver mí gloria, les daré una señal, y de entre ellos despacharé supervivientes a las naciones: a Tarsis, Etiopía, Libia, Masac, Tubal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria; y anunciarán mi gloria a las naciones. Y de todos los países, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi monte santo de Jerusalén –dice el Señor–, como los israelitas, en vasijas puras, traen ofrendas al templo del Señor. De entre ellos escogeré sacerdotes y levitas» –dice el Señor–.

GUÍA: ¿Qué nos dice la Palabra de Dios a través de Isaías? Dios sigue tomando en serio su promesa: Yo mismo buscaré a mis ovejas y las guiaré. Ellas anunciarán la gloria de Dios a todas las naciones. Los enviaré a tierras lejanas. Somos mensajeros de la bondad de Dios. Lo hemos experimentado muchas veces. Ahora nos toca transmitirlo a otras personas. Traen ofrendas al templo del Señor. Presentemos las ofrendas de la humanidad unidos a Jesús y todo será transformado. SILENCIO ADORADOR, DE AMOR Y COMPROMISO.

 De la carta a los Hebreos (12,5-7.11-13):

Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.» Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará.

GUÍA: Somos llamados a la confianza en el Padre, a caminar en la senda llana para llegar a Él. Los débiles y vacilantes serán fortalecidos. Hemos de pasar por el consejo de quien nos ama. Nos hará capaces de dar frutos de vida honrada y en paz. Todos somos hijos que trabajan en la tarea del Padre. Dejemos que el Espíritu nos acompañe y con Jesús reconstruyamos la casa que Dios necesita. Pidamos que actúe en toda la humanidad y en cada uno, para que todos cantemos su gloria cada día. Que las necesidades sean cubiertas, Que cese el hambre, la guerra, la enfermedad. SILENCIO DE CONFIANZA, DE RESPONSABILIDAD Y ALABANZA.

Del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» 
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

GUÍA: Aunque todo es gracia, esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Se nos da la salvación en Jesús, pero hemos de recibirla. Si la rechazamos podemos quedar fuera de ella. Vendrán quienes aceptan esa salvación y la comuniquen a otros. Serán amigos del amo de la casa. Dejemos lo que nos estorba en ese estar con el señor de la casa. Se nos da pero se nos pide esfuerzo. Veamos nuestras actitudes, nuestras respuestas a tanto amor. SILENCIO DE ENTREGA, DE REFLEXIÓN, AMISTAD

RECOGEMOS nuestros pasos en la oración.

AGRADECEMOS la presencia del Señor

PETICIONES, COMPARTIMOS

INVOCAMOS A MARÍA


VEN CON NOSOTROS A CAMINAR, SANTA MARÍA VEN. (2) Mientras recorres la vida, Tu nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca Tu mano al que contigo está. Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, Tu vas haciendo el camino otros lo seguirán....

viernes, 12 de agosto de 2016

VEN SOBRE NOSOTROS


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GUÍA DE ORACIÓN


GUÍA: Domingo 20, ciclo C. Espíritu de Dios, ven sobre nosotros: limpia lo manchado, ilumina la oscuridad, derrama tu  amor en nuestros corazones. Nos reunimos para orar y abrir nuestro interior al Señor de la vida en este domingo. Jesús resucitado vive y nos acompaña en este encuentro. Padre, nuestra oración se eleva hacia ti, te alaba, te da gracias por toda la semana vivida en tu amor, te bendice. Perdona nuestros desvaríos. SILENCIO DE ADORACIÓN, ALABANZA Y CONCENTRACIÓN.

Del libro de Jeremías (38,4-6.8-10):

En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: «Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.» 
Respondió el rey Sedecías: «Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros.» 
Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo. 
Ebedmelek salió del palacio y habló al rey: «Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al aljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad.»
Entonces el rey ordenó a Ebedmelek, el cusita: «Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera.»

GUÍA: Jeremías resulta contrario al pueblo y piden su muerte, el rey lo permite. Algunos se ponen de su parte y logran liberarlo. Son los trabajos y persecuciones del justo. Dios sin embargo le acompaña y le salva de sus enemigos. Presentamos al Padre tantas persecuciones de los justos, también hoy, el pueblo perseguido y sufriente, nosotros mismo en ocasiones. Confiamos en su misericordia y en su salvación. Nos acogemos a su  favor para todos. Dejemos que su acción cale todo dolor y persecución. SILENCIO DE ACOGIDA, PETICIÓN Y ESPERANZA.

De la carta a los Hebreos (12,1-4):

Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retiramos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

GUÍA: Jesús también confía en el Padre incluso en la cruz, frente a sus opresores. Una nube ingente de testigos le rodea a él y a nosotros, si somos sus testigos. Corramos esta gran carrera con el que nos precede y nos salva liberándonos del pecado. Confiados en el poder de la cruz, nazcamos a la persona nueva que es Cristo, quitémonos de todo lo que nos estorba y nos ata. SILENCIO DE UNIÓN CON JESÚS, EL PADRE Y EL ESPÍRITU

Del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

GUÍA: Los sentimientos de unión al Padre, crecen en Jesús. Su hora  se acerca. Ha venido a llamar a muchos. Habrá división en la respuesta. Unos con Él otros contra Él. Quiere encender nuestros corazones con el ardor de su palabra a favor de los hermanos y en la gloria al Padre. ¿Dónde nos colocamos? ¿Estamos encendidos del fuego de su amor? SILENCIO DE RECONOCIMIENTO Y TOMA DE POSTURA

CONCLUSIONES

AGRADECEMOS

COMPROMISOS

PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad.

CANTAMOS 


¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE, POR SIEMPRE!
¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE AMÉN.


Cielo y tierra cantad
himnos al Creador,
decidle al viento y al mar
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Pueblos en libertad,
campos en esplendor,
decidle a la humanidad
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Siempre yo cantaré,
siempre yo alabaré
las maravillas de Dios,
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.