martes, 26 de octubre de 2021

POESÍA : La lluvia de Dios


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POESÍA : La lluvia de Dios 

Vuelve María Navarro y nos ofrece su poesía: La lluvia de Dios.

 En su lluvia, Dios nos cala y cambia el corazón a un corazón

 nuevo. El diálogo con Dios es hermoso y una oración que nos

 acompaña con sencillez y alegría en el don. Empápate de ella.

 LA LLUVIA DE DIOS 


Que llueva, que llueva, que llueva,

Que llueva tu agua, Señor,

Que llueva, que llueva, que llueva,

Que llueva en mi corazón.


La tierra está seca y te grita,

Con voces sedientas de amor,

Escucha la voz del silencio,

Allí donde falta tu amor.


Me invitas a ser portadora,

Del agua de tu manantial,

Derrama tu chorro de vida,

Pues sin ti, nada puedo llevar. 


Que llueva, que llueva, tu agua

Y que a nadie le pueda faltar,

Tu Palabra que es fuente de vida,

De esperanza, de luz y amistad.


Cuando a veces me quede en silencio,

Que tu voz se pueda escuchar,

Anunciando tu amor y tu gracia,

Y que nadie te pueda olvidar. 


Deja dentro, Señor una huella

Tan profunda como el fondo del mar

Y que nadie se quede sin ella,

Porque Tú eres su paz y su hogar.

María

ACCIÓN

Descubre los deseos de María Navarro para ella y para otras

 personas. ¿Te identificas con ellos? ¿Qué pedirías tú?. Escribe tu

 oración en tu "Lluvia de Dios", que llueva, que llueva.

viernes, 22 de octubre de 2021

GRITAD DE ALEGRÍA

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GRITAD DE ALEGRÍA

GUÍA DE ORACIÓN 24-10-21   Domingo 30º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

GUÍA: Gritad de alegría por Jacob. Os haré venir de todas las regiones.  El Señor lo promete a su pueblo. Lo realiza. Deseamos tu presencia, tu intervención, te necesitamos a ti. Nuestras acciones nos han alejado pero tú nos  atraes de nuevo.  Buscamos tu rostro y tu compasión. Nuestra oración se eleva a ti y te encuentra en el perdón. Ven, Señor. SILENCIO DE ATENCIÓN, DE COMPRENSIÓN, DE PERDÓN.

Lectura del libro de Jeremías (31,7-9):

Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.»

GUÍA: El Señor ha salvado a su pueblo. Es atraída una gran multitud hacia tu presencia, hacia tus aguas de perdón y misericordia. Estamos aquí. Retornamos a ti y te buscamos. Serás un padre para tus criaturas. Seremos tus hijos. Guárdanos en tus caminos. Danos tu salvación. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE SALVACIÓN, DE PRESENCIA.

Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres 

Cuando el Señor cambió la suerte de Sion,

nos parecía soñar:

la boca se nos llenaba de risas,

la lengua de cantares. R/. 

Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-6):

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»

GUÍA: Venimos a tu presencia. El sumo sacerdote, Cristo, comprende y acoge nuestra debilidades. Él es el sacerdote que perdona, y ofrece su sacrificio por todos. Como Hijo presenta su ser en favor del pueblo. Le acompañamos y elevamos nuestras manos a tu presencia de Padre. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ACOGIDA, DE CONFIANZA.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,46-52):

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»

Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»

Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»

El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»

Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

GUÍA: ¿Qué quieres que haga por ti?  Le dice Jesús al ciego Bartimeo a las afueras de Jericó. Estamos allí. Vemos la escena y participamos de ella. También nosotros queremos acercarnos y pedir la vista. Que veamos, Señor. Tú puedes darnos la visión y conducir nuestra vida hacia la luz nueva de tu presencia. SILENCIO DE CERCANÍA, DE ENCUENTRO, DE CONFIANZA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, NUESTROS SENTIMIENTOS.

ACOGIDA, PERDÓN, CONFIANZA, LUZ NUEVA.

NOSDIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS Y CON TODA LA HUMANIDAD: PADRE NUESTRO…

PEDIMOS A MARÍA QUE NOS AYUDE EN NUESTRA ORACIÓN Y EN LA VIDA.

CANTAMOS:

/Siempre confío en mi Dios /2 Él me conduce, no temo. Me acompaña al caminar.

Aunque sin luz camine yo en la noche, aunque el temor me impida avanzar. /Siempre confío en mi Dios /2

Aunque perdido yo vaya por las calles,/Sin encontrar amor y amistad./Siempre confío en mi Dios /2

Aunque yo inquieto me mueva todo el día,/Sin encontrar la paz del corazón. /Siempre confío en mi Dios /2

Aunque las fuerzas me falten en la vida,/Y la ilusión se apague frente a mí./Siempre confío en mi Dios /2 

Aunque el camino se oculte en las tinieblas./Aunque no vea tu sombra al avanzar. /Siempre confío en mi Dios /2

https://www.oblatos.com/siempre-confio-en-mi-dios/

martes, 19 de octubre de 2021

MENSAJE DOMUND 21, PAPA FRANCISCO / 2

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MENSAJE DOMUND 21, PAPA FRANCISCO   / 2 

Nos acercamos al DOMUND. El Papa nos sigue animando a confirmarnos en la fe y a compartirla. Desde aquí nos unimos a su deseo y a la misión de toda la Iglesia. Las dificultades se pueden transformar en oportunidades para experimentar y expresar nuestra fe en Jesús resucitado.

Sin embargo, los tiempos no eran fáciles; los primeros cristianos comenzaron su vida de fe en un ambiente hostil y complicado. Historias de postergaciones y encierros se cruzaban con resistencias internas y externas que parecían contradecir y hasta negar lo que habían visto y oído; pero eso, lejos de ser una dificultad u obstáculo que los llevara a replegarse o ensimismarse, los impulsó a transformar todos los inconvenientes, contradicciones y dificultades en una oportunidad para la misión. Los límites e impedimentos se volvieron también un lugar privilegiado para ungir todo y a todos con el Espíritu del Señor. Nada ni nadie podía quedar ajeno a ese anuncio liberador. 

Tenemos el testimonio vivo de todo esto en los Hechos de los Apóstoles, libro de cabecera de los discípulos misioneros. Es el libro que recoge cómo el perfume del Evangelio fue calando a su paso y suscitando la alegría que sólo el Espíritu nos puede regalar. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos enseña a vivir las pruebas abrazándonos a Cristo, para madurar la «convicción de que Dios puede actuar en cualquier circunstancia, también en medio de aparentes fracasos» y la certeza de que «quien se ofrece y entrega a Dios por amor seguramente será fecundo» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 279).

viernes, 15 de octubre de 2021

LA PALABRA DEL SEÑOR ES SINCERA


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LA PALABRA DEL SEÑOR ES SINCERA

GUÍA DE ORACIÓN 17-10-21

GUÍA: Tu Palabra, Señor, es sincera. Todas tus acciones son leales. Con el salmo 32 te invocamos y venimos a ti. Te reconocemos Dios sincero y leal. La vida en tus manos tiene presente y futuro. Nuestro interior es tu templo, lugar de tu reposo. Te damos gracias por tus beneficios. Extiende tu mano sobre todas las naciones de la tierra. Dales tu amor y gozo. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE GRACIAS, DE ENCUENTRO.

Lectura del libro de Isaías (53,10-11):

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.

GUÍA: El libro de Isaías nos comunica el sufrimiento del siervo de Yaveh. Entrega su vida como expiación. Verá la luz, se saciará de conocimiento, justificará a muchos, cargó con los crímenes de ellos.  Nos fijamos en él, le contemplamos, le consideramos salvador de la humanidad caída. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, ACOGIDA, UNIÓN.

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Salmo 32           Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.

De la Carta a los Hebreos 4, 14-16:

Hermanos: Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.

Acerquémonos, por lo tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.

GUÍA: Jesús, Hijo de Dios, sumo sacerdote, ha entrado al cielo. Es capaz de compadecerse de nosotros, él mismo ha sufrido como nosotros, nos conoce. Nos acercamos a su misericordia y recibimos perdón, amor y fuerza en cada situación. SILENCIO DE PRESENCIA, DE PERDÓN, DE AMOR.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,35-45):

En aquel tiempo, Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”.

GUÍA: Los discípulos tienen sus discusiones sobre el poder.  Jesús habla de servir, no ha venido a ser servido sino a servir. En nuestro mundo puede haber discusiones, rivalidades pero el camino es la sencillez, humildad, servicio. Nos acercamos a tu palabra y te pedimos nos enseñes tu misión y a ser servidores unos de otros. SILENCIO DE ESCUCHA, DE COMPRENSIÓN, DE APRENDIZAJE.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: LAS PALABRAS QUE TE QUEDAN SON…

AGRADECEMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.

CON JESÚS, NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Caridad y comprensión, Aleluya,/Y verdad en el amor, Aleluya.

Entusiasmo en la acción, Aleluya,/Alegría en la unión, Aleluya.

Allá queremos llegar, Aleluya,/Para más y más amar, Aleluya.

Nuestra entrega debe ser, Aleluya,/Un canto en el corazón, Aleluya.

En la entrega debe haber, Aleluya,/Alegría, gozo y paz, Aleluya.

https://www.youtube.com/watch?v=uNXNp0h0D4Y  

martes, 12 de octubre de 2021

MENSAJE DEL PAPA DOMUND 2021

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MENSAJE DEL PAPA  PARA EL DOMUND 2021

 

 Te presentamos una parte del Mensaje del Papa para el Domingo Mundial de las Misiones de este año, que se celebrará el 24 de octubre. Propone el lema para esta jornada misionera, la cita de los Hechos de los Apóstoles 4, 20: 

«No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído». Imprégnate de él y actúa.

 

Queridos hermanos y hermanas: Cuando experimentamos la fuerza del amor de Dios, cuando reconocemos su presencia de Padre en nuestra vida personal y comunitaria, no podemos dejar de anunciar y compartir lo que hemos visto y oído.

 

La relación de Jesús con sus discípulos, su humanidad que se nos revela en el misterio de la encarnación, en su Evangelio y en su Pascua nos hacen ver hasta qué punto Dios ama nuestra humanidad y hace suyos nuestros gozos y sufrimientos, nuestros deseos y nuestras angustias (cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

 

Todo en Cristo nos recuerda que el mundo en el que vivimos y su necesidad de redención no le es ajena y nos convoca también a sentirnos parte activa de esta misión: «Salgan al cruce de los caminos e inviten a todos los que encuentren» (Mt 22,9). Nadie es ajeno, nadie puede sentirse extraño o lejano a este amor de compasión.

 

La experiencia de los apóstoles

La historia de la evangelización comienza con una búsqueda apasionada del Señor que llama y quiere entablar con cada persona, allí donde se encuentra, un diálogo de amistad (cf. Jn 15,12-17). Los apóstoles son los primeros en dar cuenta de eso, hasta recuerdan el día y la hora en que fueron encontrados: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39).

 

La amistad con el Señor, verlo curar a los enfermos, comer con los pecadores, alimentar a los hambrientos, acercarse a los excluidos, tocar a los impuros, identificarse con los necesitados, invitar a las bienaventuranzas, enseñar de una manera nueva y llena de autoridad, deja una huella imborrable, capaz de suscitar el asombro, y una alegría expansiva y gratuita que no se puede contener.

 

Como decía el profeta Jeremías, esta experiencia es el fuego ardiente de su presencia activa en nuestro corazón que nos impulsa a la misión, aunque a veces comporte sacrificios e incomprensiones (cf. 20,7-9). El amor siempre está en movimiento y nos pone en movimiento para compartir el anuncio más hermoso y esperanzador: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn 1,41). 

 

Con Jesús hemos visto, oído y palpado que las cosas pueden ser diferentes. Él inauguró, ya para hoy, los tiempos por venir recordándonos una característica esencial de nuestro ser humanos, tantas veces olvidada: «Hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor» (Carta enc. Fratelli tutti, 68).

 

Tiempos nuevos que suscitan una fe capaz de impulsar iniciativas y forjar comunidades a partir de hombres y mujeres que aprenden a hacerse cargo de la fragilidad propia y la de los demás, promoviendo la fraternidad y la amistad social (cf. ibíd., 67). La comunidad eclesial muestra su belleza cada vez que recuerda con gratitud que el Señor nos amó primero (cf. 1 Jn 4,19).

 

 Esa «predilección amorosa del Señor nos sorprende, y el asombro —por su propia naturaleza— no podemos poseerlo por nosotros mismos ni imponerlo. […] Sólo así puede florecer el milagro de la gratuidad, el don gratuito de sí. Tampoco el fervor misionero puede obtenerse como consecuencia de un razonamiento o de un cálculo. Ponerse en “estado de misión” es un efecto del agradecimiento» (Mensaje a las Obras Misionales Pontificias, 21 mayo 2020). (Continuará)

 

ACCIÓN

 

 

El asombro ante el amor de Dios que ama primero,

El asombro ante la actitud de Jesús para cada hombre y mujer,

su búsqueda apasionada de la persona, impulsa una respuesta activa.

¿Cuál es tu gesto, tu respuesta?

 

viernes, 8 de octubre de 2021

EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA

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EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA

GUÍA DE ORACIÓN 10-10-21    Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

GUÍA: Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En tu presencia te acogemos, buscamos tu misericordia y el poder de tu bondad. Sabes llegar hasta el fondo de la vida, del ser y del obrar. Tu cercanía nos llena de ti y nos encamina a la vida verdadera. Sácianos de tu misericordia. Nuestro ánimo se colma de alegría. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE MISERICORDIA, DE PERDÓN.

Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11):

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.

GUÍA: Se me concedió la prudencia. Me vino el espíritu de sabiduría. Tu Espíritu es plenitud y gozo. Sacias de tus bienes al pobre y humilde. Confiamos en ti, Señor. Tu resplandor no tiene medida, ni ocaso. Todo está presente a tus ojos. Nos acogemos a tu bondad, guíanos por el camino recto. SILENCIO DE PRESENCIA, DE VERDAD, DE ATENCIÓN.

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor.

Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13):

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

GUÍA: Todo está claro ante tus ojos. Nuestra vida es conocida y somos tus hijos amados. Libéranos del mal, entra con tu luz y fortalece nuestra debilidad. Son muchos los momentos perdidos en el vacío, si tú no estás. Esa Palabra viva y eficaz es capaz de transformar a la persona y mejorarla. Sana nuestro corazón para estar contigo. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE PETICIÓN, DE ESPERANZA. 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna?»

Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»

Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»

Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»

Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»

Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿Quién puede salvarse?»

Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»

Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»

Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

GUÍA: Aquel joven buscaba la vida eterna. Jesús le propone dejar su vida cómoda y seguirle. No lo comprendió y se fue. Era muy rico. El apego a la riqueza y a los bienes, nos aleja del camino de Jesús. ¿Qué es lo que nos separa a nosotros de su camino? Una reflexión sencilla y pausada aclarará nuestra situación y lo que hemos de hacer para amar a Dios sobre todas las cosas. SILENCIO DE LUZ, DE CLARIFICACIÓN, DE DECISIÓN.

RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE DE LA ORACIÓN

OFRECEMOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS,  NOS SENTIMOS PERDONADOS, DECIDIMOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

NOS PRESENTAMOS CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS:

Siempre confío en mi Dios.

https://www.youtube.com/watch?v=b7s3uQLeQVA