sábado, 10 de mayo de 2025

PALABRA DEL SEÑOR SE IBA DIFUNDIENDO

 

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PALABRA DEL SEÑOR SE IBA DIFUNDIENDO


GUÍA DE ORACIÓN 11-05-25,  IV Domingo de Pascua

 

GUÍA: Estamos aquí, Señor. Escuchamos tu Palabra. Ilumina nuestra mente y nuestro corazón para que te conozcamos mejor. Que tu Palabra vaya haciendo camino en nuestra vida y se extienda a nuestras acciones. Conviértenos a ti y transforma cada momento en tiempo de resurrección. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ESCUCHA, DE UNIÓN.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,14.43-52):

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: «Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.»»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

GUÍA: Pablo y Bernabé anuncian la Palabra, muchos la escuchan otros la rechazan. Provocan persecución en la ciudad. El camino no es fácil. Jesús, ven con nosotros y habla a los corazones para un tiempo de salvación. Aumenta nuestra fe, fortalécenos en la esperanza y en el amor. SILENCIO DE VERDAD, DE UNIÓN, DE RESPUESTA.

 

Salmo

Sal 99,2.3.5

R/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo, y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.

 

Lectura del libro del Apocalipsis (7,9.14b-17):

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y uno de los ancianos me dijo: «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugara las lágrimas de sus ojos.

 

GUÍA: Una muchedumbre inmensa están ante el trono de Dios y ante el cordero. Contemplamos esa multitud y nos sentimos parte de ella, en la alabanza y en la adoración. La vida, cada momento participa de la gloria de la eternidad si sabemos adherirnos a ella. Confiamos, pedimos su presencia y su amor. SILENCIO DE COFIANZA, DE PRESENCIA, DE AMOR.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,27-30):

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

 

GUÍA: Mis ovejas escuchan mi voz, me siguen, nadie las arrebatará de mi mano. Una escena de confianza, de unión y seguridad. ¿Lo experimentamos así? Hacemos nuestra reflexión, oración, siguiendo estos pasos. Cada momento se desarrolla en unión y confianza para Jesús y cada una de sus ovejas, sus seguidores. SILENCIO DE OBSERVACIÓN, DE DESCUBRIMIENTO, DE CERCANÍA.

 

HACEMOS SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

El Señor es mi pastor

sábado, 3 de mayo de 2025

OBEDECER A DIOS

 

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OBEDECER A DIOS

GUÍA DE ORACIÓN 04-04-25,  III Domingo de Pascua

 

GUÍA: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, dicen los apóstoles ante el mandato del sumo sacerdote de no predicar más en nombre de Jesús. La fuerza de la Palabra de Dios actúa en ellos y en los que oyen su discurso. Sigue actuando en nuestro mundo, en los que escuchan con corazón abierto y aceptan el mensaje y a su persona. Abramos la mente y el corazón y pidamos el don del espíritu Santo. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE VERDAD, DE ACEPTACIÓN.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,27b-32.40b-41):

En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.»
Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.

GUÍA: La diestra de Dios exaltó a Jesús y lo hizo jefe y salvador. Ellos están convencidos y lo anuncian a la gente. Nos unimos a tan buena noticia, la hacemos nuestra y la transmitimos a otros. Ser testigos del resucitado nos enriquece y llena de alegría. Resucitamos con él. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CONFIANZA, DE UNIÓN.

 

Salmo

Sal 29,2.4.5.6.11.12a.13b

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante,
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.

 

Lectura del libro del Apocalipsis (5,11-14):

Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos, que decían: «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.» Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.» Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.

 

GUÍA:  Digno es el cordero de recibir  el poder, el honor y la gloria…En torno al cordero, cantamos y reconocemos su poder y gloria.  El bien, triunfa gracias a él y su acción.  Desde el corazón de todo mortal elevamos la gloria y la alabanza, rendimos homenaje con todas las criaturas. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE OFRENDA, DE UNIÓN.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (21,1-19):

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.»
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.»
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
Ellos contestaron: «No.»
Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.»
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.»
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almorzad.»
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

 

GUÍA: El señor se presenta a los suyos, Echad las redes a la derecha y encuentran cantidad de peces. Almuerza con ellos. Habla con Pedro sobre su amor y le confirma en el encargo de apacentar la ovejas, los corderos. Le llama de nuevo a seguirle. Esta manifestación, confirmación, llamamiento se produce también para nosotros. Descubramos la llamada y confirmemos nuestro amor. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE CONFIRMACIÓN, DE SEGUIMIENTO.

 

HACEMOS SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO DEL ADVIENTO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.


 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

Estrella y camino prodigio de amor, de tu mano madre, hallamos a Dios


https://www.youtube.com/watch?v=0kRRpFVdhjM
 

jueves, 1 de mayo de 2025

MES DE MAYO

 

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MES DE MAYO

1

María , llena de gracia, te recordamos, alabamos y queremos imitar tu virtud. A lo largo del mes de Mayo te acompañamos y nos acompañas para agradar a Dios, a tu Hijo y al Santo Espíritu.


Vuelve tus ojos misericordiosos a este valle de lágrimas, alegra nuestros corazones y llénanos de esperanza para seguir el camino que tú nos indicas. 


Dios te salve, María, llena de gracia. El Señor está contigo. Bendito eres entre todas las mujeres. Bendito el fruto de tu vientre, Jesús. 


Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.


FLOR: Saludar a María y a otras personas con alegría.

Canción

Eres estrella te saludamos

https://www.youtube.com/watch?v=a1GeExxjTmM

viernes, 25 de abril de 2025

SE ADHERÍAN AL SEÑOR

 

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SE ADHERÍAN AL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN 27-04-25, II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia

 

GUÍA:  Estamos en tiempo de Pascua. La resurrección de Jesús se nos manifiesta. Como aquellos primeros cristianos la acogemos y avivamos la fe. Nos adherimos a su presencia y vivimos de acuerdo con su llamada a la vida. Se celebra el domingo de la Divina misericordia. Agradecemos la misericordia de Dios para con nosotros y para el mundo entero. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE BÚSQUEDA, DE AGRADECIMIENTO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,12-16):

 

Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacia lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban.

 

GUÍA: Los apóstoles hacían muchos signos en medio del pueblo. Pedro predicaba el mensaje de Jesús y hacía sus signos. La gente creía. Nuestro mundo también se admira de los signos de Cristo, alaba las acciones de sus testigos. El Papa es reconocido por mucha gente. Sembramos alegría, esperanza y resurrección. SILENCIO DE FE, DE PRESENCIA, DE TESTIGOS.

  

Salmo

Sal 117,2-4.22-24.25-27a

 

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

 

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia.

Diga la casa de Aarón:

eterna es su misericordia.

Digan los fieles del Señor:

eterna es su misericordia. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente.

Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

 

Señor, danos la salvación;

Señor, danos prosperidad.

Bendito el que viene en nombre del Señor,

os bendecimos desde la casa del Señor;

el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

 

Lectura del libro del Apocalipsis (1,9-11a.12-13.17-19):

 

Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra, Dios, y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente que decía: «Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia.» Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verlo, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: «No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.»

 

GUÍA: “No temas, soy el primero y el último. Vivo por los siglos.” Con Juan vemos al que vive. Escuchamos su voz y la acogemos en nosotros. Jesús se hace presente en la vida y en la Historia.  Lo adoramos y agradecemos su presencia. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE COMPRENSIÓN, DE SABIDURÍA.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

 

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»

Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»

Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»

Contestó Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!»

Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre.

 

GUÍA: Paz a vosotros. Les da la paz y derrama su Espíritu sobre ellos. Nos unimos al hecho, a la presencia de Jesús en aquel momento y reconocemos su estar con nosotros. Nuestro corazón se abre a la esperanza, al amor, al compromiso. Vamos hacia la nueva vida y la llenamos de paz y misericordia. SILENCIO DE ENCUENTO, DE RECONOCIMIENTO, DE ESPERANZA

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LA FE Y ESPERANZA QUE SE AVIVA EN NOSOTROS, EL AMOR QUE NOS DA EL PADRE EN JESÚS. INTERIORIZAMOS.

 

CON MARIA RECORREMOS EL CAMINO DE JESÚS Y AGRADECEMOS SU ENTREGA AL PADRE Y A LOS HERMANOS.

 

 CREEMOS EN SU RESURRECCIÓN.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

Vive el Señor, vive… llega…

 

https://www.youtube.com/watch?v=zdg5lVkPIVE



 

sábado, 19 de abril de 2025

DIOS LO RESUCITÓ

 

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DIOS LO RESUCITÓ

GUÍA DE ORACIÓN 20-04-25  Domingo de Pascua Resurrección del Señor

 

GUÍA: Pedro toma la palabra y presenta a Jesús, resucitado por Dios. Le ha resucitado al tercer día de su muerte. Lo  dice para los de entonces y también para los de hoy, para nosotros. La fuerza del Espíritu reside en él. Escuchamos a Pedro, acogemos su testimonio y confiamos en ser resucitados junto con él. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CONFESIÓN, DE VIDA NUEVA.

 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

 

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

 

GUÍA: Somos testigos de su vida, de su muerte y de su resurrección. Dios le ha devuelto a la vida. Dan testimonio de él los profetas. Los que creen en él reciben el perdón de los pecados. Estas palabras nos unen a Jesús resucitado y salvador. Aumenta, Señor, nuestra fe. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE CONTEMPLACIÓN, DE FE VIVA. 

 

Salmo

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

 

R/. Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo

 

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia. R/.

 

«La diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa».

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

 

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

 

GUÍA: Buscad los bienes de arriba, si habéis resucitado con Cristo, nos dice Pablo. Quiere mover nuestro corazón para acoger la resurrección y para poner por obra lo que Jesús nos pide. Es momento de estar con Cristo, escondidos en Dios. Profundizar estas palabras nos produce consuelo y valor. SILENCIO DE APERTURA, DE FE, DE PRÁCTICA.

 

Secuencia

Hoy es obligatorio decir la Secuencia. Los días dentro de la Octava es potestativo.

 

Ofrezcan los cristianos/ ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima/ propicia de la Pascua.

 

Cordero sin pecado/ que a las ovejas salva,

a Dios y a los culpables/ unió con nueva alianza.

 

Lucharon vida y muerte/ en singular batalla,

y, muerto el que es la Vida,/triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,/ María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso,/ la tumba abandonada,

 

los ángeles testigos,/ sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras/ mi amor y mi esperanza!

 

Venid a Galilea,/ allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos/ la gloria de la Pascua.»

 

Primicia de los muertos,/ sabemos por tu gracia

que estás resucitado;/la muerte en ti no manda.

 

Rey vencedor, apiádate/ de la miseria humana

y da a tus fieles parte/ en tu victoria santa.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

 

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

 

GUÍA: María Magdalena descubre el sepulcro abierto, se lo comunica a Pedro. Van ellos y constatan el hecho: Había de resucitar de entre los muertos. Lo transmiten y Jesús se hace presente. Es el camino de la fe. Que su resurrección nos fortalezca en la vida cristiana, en la fe, y la esperanza. SILENCIO DE APERTURA, DE CONOCIMIENTO, DE ACOGIDA.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LA FE Y ESPERANZA QUE SE AVIVA EN NOSOTROS, EL AMOR QUE NOS DA EL PADRE EN JESÚS. INTERIORIZAMOS.

 

CON MARIA RECORREMOS EL CAMINO DE JESÚS Y AGRADECEMOS SU ENTREGA AL PADRE Y A LOS HERMANOS.

 

 CREEMOS EN SU RESURRECCIÓN.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

DO                                                            SOL +7

Hoy el Señor resucitó y de la muerte nos libró

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó 



   DO                                                                  SOL +7

Porque esperó, Dios le libró y de la muerte nos sacó

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó

 

DO                                                                        SOL +7

El pueblo en Él, vida encontró, la esclavitud ya terminó

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó

  

DO                                                                   SOL +7

La luz de Dios, en él brilló, la nueva vida nos llegó

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó

  

DO                                                                                    SOL +7

Con gozo alzad el rostro a Dios, que de Él nos llega la salvación

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó

 

DO                                                         SOL +7

Todos cantad ¡Aleluya!, todos gritad ¡Aleluya!

   DO       +7             FA  fa            DO    SOL7  DO

Alegría y paz hermanos, que el Señor resucitó

 

José María López


https://www.youtube.com/watch?v=4xy7GrBxZEY




jueves, 17 de abril de 2025

POESÍA Alégrate, alma mía.



 

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POESÍA Alégrate, alma mía.

 

 

En este día de Jueves Santo, institución de la Eucaristía por Jesús. Hacemos nuestra reflexión sobre el momento y lo que Jesús hace. Nos unimos a los sentimientos de Miguelde cervantes, el autor del Quijote, para contemplar el don de Jesús en el pan y el vino.

 

 


ALÉGRATE, ALMA MÍA

Si en pan tan soberano,

se recibe al que mide cielo y tierra;

si el Verbo, la Verdad, la Luz, la Vida

en este pan se encierra;

si Aquel por cuya mano

se rige el cielo, es el que convida

con tan dulce comida

en tan alegre día.

¡Oh cosa maravillosa!

Convite y quien convida es una cosa,

alégrate, alma mía,

pues tienes en el suelo

tan blanco y tan lindo pan como en el cielo.

Miguel de Cervantes

 

 

ACCIÓN:

¿En qué palabras se fija Miguel de Cervantes, para admirar a la Eucaristía?  ¿Te gustan, añades alguna otra? Dínosla. Feliz día.