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martes, 9 de mayo de 2023

TEMA, FRATELLI TUTTI 3

 

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TEMA, FRATELLI TUTTI 3

 

 

En este fragmento, encontramos otras frases que nos llevan a valorar el diálogo, el encuentro, el respeto. Reflexiona sobre alguna de ellas y practica gestos que te acerquen a esa sociedad respetuosa y comprometida.

 

FRATELLI TUTTI  DEL Papa Francisco

 

El mundo existe para todos, porque todos los seres humanos nacemos en esta tierra con la misma dignidad. Las diferencias de color, religión, capacidades, lugar de nacimiento, lugar de residencia y tantas otras no pueden anteponerse o utilizarse para justificar los privilegios de unos sobre los derechos de todos.

Nadie puede quedar excluido, no importa dónde haya nacido, y menos a causa de los privilegios que otros poseen porque nacieron en lugares con mayores posibilidades.

Quien no vive la gratuidad fraterna, convierte su existencia en un comercio ansioso, está siempre midiendo lo que da y lo que recibe a cambio. Dios en cambio, da gratis, hasta el punto de que ayuda aun a los que no son fieles.

Cuido y cultivo algo que poseo, de manera que pueda ser un aporte al bien de todos.

Hay narcisismos localistas que no son un sano amor al propio pueblo y a su cultura. Esconden un espíritu cerrado que, por cierta inseguridad y temor al otro, prefiere crear murallas defensivas para preservarse a sí mismo.

Una persona, mientras menos amplitud tenga en su mente y en su corazón, menos podrá interpretar la realidad cercana donde está inmersa.

Los otros son constitutivamente necesarios para la construcción de una vida plena.

La buena política busca caminos de construcción de comunidades en los distintos niveles de la vida social, en orden a reequilibrar y reorientar la globalización para evitar sus efectos disgregantes.

Es caridad acompañar a una persona que sufre, y también es caridad todo lo que se realiza, aun sin tener contacto directo con esa persona, para modificar las condiciones sociales que provocan su sufrimiento.

Mientras muchas veces nos enfrascamos en discusiones semánticas o ideológicas, permitimos que todavía hoy haya hermanas y hermanos que mueran de hambre o de sed, sin un techo o sin acceso al cuidado de su salud.

Los héroes del futuro serán los que sepan romper esa lógica enfermiza y decidansostener con respeto una palabra cargada de verdad, más allá de las conveniencias personales.

Para que una sociedad tenga futuro es necesario que haya asumido un sentido respeto hacia la verdad de la dignidad humana.

En una sociedad pluralista, el diálogo es el camino más adecuado para llegar a reconocer aquello que debe ser siempre afirmado y respetado.

¡Armemos a nuestros hijos con las armas del diálogo! ¡Enseñémosles la buena batalla del encuentro!

 

ACCIÓN:

Es tiempo de unirnos para crear solidaridad en la globalización.¿ Has encontrado hoy algún gesto  que te llame a ser solidario? Coméntalo con un amigo. Escríbelo aquí abajo en dos frases.Gracias.

 

martes, 7 de marzo de 2023

TEMA. CUARESMA 23, 3

 

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TEMA. CUARESMA 23, 3


Completamos el Mensaje de Cuaresma del Papa Francisco para el 2023. Vamos leyendo paso a paso el documento y    nos va motivando pasa avanzar a la Pascua con una nueva alegría.

 

 MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO

PARA LA CUARESMA 2023

 

Ascesis cuaresmal, un camino sinodal

El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta.

 

El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal.

 

Al escuchar la voz del Padre, «los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo» (Mt 17,6-8). He aquí la segunda indicación para esta Cuaresma: no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo “a Él solo”. La Cuaresma está orientada a la Pascua. El “retiro” no es un fin en sí mismo, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección. De igual modo, el camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes de comunión. También allí el Señor nos repite: «Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades.

 

Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones.

Roma, San Juan de Letrán, 25 de enero de 2023, Fiesta de la Conversión de san Pablo

 Francisco

ACCIÓN:

Caminar con Jesús y avanzar en el camino sinodal que se propone la Iglesia es una buena realidad para llegar a la cima de  la Pascua con Jesús. Detalla cómo puedes hacerlo tú y estudia la forma de llevarlo a cabo.

martes, 28 de febrero de 2023

TEMA: CUARESMA 23, 2

 

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TEMA: CUARESMA 23, 2

 

Seguimos viendo el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2023. Nos anima a vivir con la esperanza puesta en Jesús y en el camino sinodal de comunión en la Iglesia: Novedad y tradición.

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO

PARA LA CUARESMA 2023

 

Ascesis cuaresmal, un camino sinodal

En el “retiro” en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe. A Jesús hemos de seguirlo juntos. Y juntos, como Iglesia peregrina en el tiempo, vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como compañeros de viaje. Análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador.

 

Y llegamos al momento culminante. Dice el Evangelio que Jesús «se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mt 17,2). Aquí está la “cumbre”, la meta del camino. Al final de la subida, mientras estaban en lo alto del monte con Jesús, a los tres discípulos se les concedió la gracia de verle en su gloria, resplandeciente de luz sobrenatural. Una luz que no procedía del exterior, sino que se irradiaba de Él mismo. La belleza divina de esta visión fue incomparablemente mayor que cualquier esfuerzo que los discípulos hubieran podido hacer para subir al Tabor. Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final, sorprende y hace que valga la pena. También el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino.

 

La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la Ley y los Profetas (cf. Mt 17,3). La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada…

 

 ACCIÓN:

¿Qué parte te gusta más? ¿Cuál resaltas tú? La experiencia con Jesús y su convivencia nos enriquece. Hagamos oración con lo que más nos impresiona. Buen día.

 

jueves, 8 de diciembre de 2022

ORACIÓN A LA INMACULADA






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ORACIÓN A LA INMACULADA

 

En este día, te saludamos María. Alabamos tu belleza y nos alegramos con el gozo del Padre, del Hijo y del Espíritu. Te encomendamos nuestras necesidades y las necesidades del mundo.

 

PAPA FRANCISCO

 

Oración a la Inmaculada*

 

Virgen Santa e Inmaculada,

a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo

y el amparo maternal de nuestra ciudad,

nos acogemos con confianza y amor.

 

Eres toda belleza, María.

En Ti no hay mancha de pecado.

 

Renueva en nosotros el deseo de ser santos:

que en nuestras palabras resplandezca la verdad,

que nuestras obras sean un canto a la caridad,

que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad,

que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio.

 

Eres toda belleza, María.

En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.

 

Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor:

que no seamos sordos al grito de los pobres,

que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos,

que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes,

que amemos y respetemos siempre la vida humana.

 

Eres toda belleza, María.

En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios.

 

Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo:

que la luz de la fe ilumine nuestra vida,

que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,

que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón,

que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.

 

Eres toda belleza, María.

Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica:

que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca,

que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra ciudad y al mundo entero.

 

Amén.

ACCIÓN

Unidos/as a toda la Iglesia te bendecimos y damos gracias, Santa madre de Dios.

 

* Acto de veneración a la Inmaculada en la Plaza de España (8 de diciembre de 2013)

 

martes, 18 de octubre de 2022

TEMA: MENSAJE 2 JORNADA MISIONES 22

 

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TEMA: MENSAJE 2 JORNADA MISIONES 22

 

 

Seguimos conectándonos con el mensaje del Papa para el día de las Misiones.  Es importante leer el mensaje, reflexionar y orar con lo que el Papa nos presenta. Guardémoslo en el corazón y pidamos al Espíritu Santo que nos acompañe y enseñe  a ser testigos de Jesús Resucitado.

 

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO  PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2022

...


En segundo lugar, a los discípulos se les pide vivir su vida personal en clave de misión. Jesús los envía al mundo no sólo para realizar la misión, sino también y sobre todo para vivir la misión que se les confía; no sólo para dar testimonio, sino también y sobre todo para ser sus testigos. Como dice el apóstol Pablo con palabras muy conmovedoras: «Siempre y en todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo» (2 Co 4,10). La esencia de la misión es dar testimonio de Cristo, es decir, de su vida, pasión, muerte y resurrección, por amor al Padre y a la humanidad. No es casual que los Apóstoles hayan buscado al sustituto de Judas entre aquellos que, como ellos, fueron “testigos de la resurrección” (cf. Hch 1,22). Es Cristo, Cristo resucitado, a quien debemos testimoniar y cuya vida debemos compartir. Los misioneros de Cristo no son enviados a comunicarse a sí mismos, a mostrar sus cualidades o capacidades persuasivas o sus dotes de gestión, sino que tienen el altísimo honor de ofrecer a Cristo en palabras y acciones, anunciando a todos la Buena Noticia de su salvación con alegría y franqueza, como los primeros apóstoles.

Por eso, en definitiva, el verdadero testigo es el “mártir”, aquel que da la vida por Cristo, correspondiendo al don de sí mismo que Él nos hizo. «La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más» (Exhort. apEvangelii gaudium, 264).

En fin, a propósito del testimonio cristiano, permanece siempre válida la observación de san Pablo VI: «El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio» (Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 41). Por eso, para la trasmisión de la fe es fundamental el testimonio de vida evangélica de los cristianos. Por otra parte, sigue siendo necesaria la tarea de anunciar su persona y su mensaje. Efectivamente, el mismo Pablo VI prosigue diciendo: «Sí, es siempre indispensable la predicación, la proclamación verbal de un mensaje. […] La palabra permanece siempre actual, sobre todo cuando va acompañada del poder de Dios. Por esto conserva también su actualidad el axioma de san Pablo: “la fe viene de la audición” (Rm 10,17), es decir, es la Palabra oída la que invita a creer» (ibíd., 42).

En la evangelización, por tanto, el ejemplo de vida cristiana y el anuncio de Cristo van juntos; uno sirve al otro. Son dos pulmones con los que debe respirar toda comunidad para ser misionera. Este testimonio completo, coherente y gozoso de Cristo será ciertamente la fuerza de atracción para el crecimiento de la Iglesia incluso en el tercer milenio. Exhorto por tanto a todos a retomar la valentía, la franqueza, esa parresia de los primeros cristianos, para testimoniar a Cristo con palabras y obras, en cada ámbito de la vida.


2. «Hasta los confines de la tierra» – La actualidad perenne de una misión de
 evangelización universal

Exhortando a los discípulos a ser sus testigos, el Señor resucitado les anuncia adónde son enviados: “a Jerusalén, a toda Judea, a Samaría y hasta los confines de la tierra” (cf. Hch 1,8). Aquí surge evidente el carácter universal de la misión de los discípulos. Se pone de relieve el movimiento geográfico “centrífugo”, casi a círculos concéntricos, de Jerusalén, considerada por la tradición judía como el centro del mundo, a Judea y Samaría, y hasta “los confines de la tierra”. No son enviados a hacer proselitismo, sino a anunciar; el cristiano no hace proselitismo. Los Hechos de los Apóstoles nos narran este movimiento misionero que nos da una hermosa imagen de la Iglesia “en salida” para cumplir su vocación de testimoniar a Cristo Señor, guiada por la Providencia divina mediante las concretas circunstancias de la vida. Los primeros cristianos, en efecto, fueron perseguidos en Jerusalén y por eso se dispersaron en Judea y Samaría, y anunciaron a Cristo por todas partes (cf. Hch 8,1.4).


Algo parecido sucede también en nuestro tiempo. A causa de las persecuciones religiosas y situaciones de guerra y violencia, muchos cristianos se han visto obligados a huir de su tierra hacia otros países. Estamos agradecidos con estos hermanos y hermanas que no se cierran en el sufrimiento, sino que dan testimonio de Cristo y del amor de Dios en los países que los acogen. A esto los exhortaba san Pablo VI considerando «la responsabilidad que recae sobre los emigrantes en los países que los reciben» (Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 21). Experimentamos, en efecto, cada vez más, cómo la presencia de fieles de diversas nacionalidades enriquece el rostro de las parroquias y las hace más universales, más católicas. En consecuencia, la atención pastoral de los migrantes es una actividad misionera que no hay que descuidar, que también podrá ayudar a los fieles locales a redescubrir la alegría de la fe cristiana que han recibido.

La indicación “hasta los confines de la tierra” deberá interrogar a los discípulos de Jesús de todo tiempo y los debe impulsar a ir siempre más allá de los lugares habituales para dar testimonio de Él. A pesar de todas las facilidades que el progreso de la modernidad ha hecho posible, existen todavía hoy zonas geográficas donde los misioneros, testigos de Cristo, no han llegado con la Buena Noticia de su amor. Por otra parte, ninguna realidad humana es extraña a la atención de los discípulos de Cristo en su misión. La Iglesia de Cristo era, es y será siempre “en salida” hacia nuevos horizontes geográficos, sociales y existenciales, hacia lugares y situaciones humanas “límites”, para dar testimonio de Cristo y de su amor a todos los hombres y las mujeres de cada pueblo, cultura y condición social. En este sentido, la misión también será siempre missio ad gentes, como nos ha enseñado el Concilio Vaticano II, porque la Iglesia siempre debe ir más lejos, más allá de sus propios confines, para anunciar el amor de Cristo a todos. A este respecto, quisiera recordar y agradecer a tantos misioneros que han gastado su vida para ir “más allá”, encarnando la caridad de Cristo hacia los numerosos hermanos y hermanas que han encontrado.

ACCIÓN:

Repasa el mensaje. Subraya lo que te parece más importante. Coméntalo con otros. ¿ Estáis de acuerdo? Siéntete testigo de Jesús y haz algún gesto que pueda ayudar a otros. Gracias por tu colaboración. Saludos.

martes, 12 de octubre de 2021

MENSAJE DEL PAPA DOMUND 2021

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MENSAJE DEL PAPA  PARA EL DOMUND 2021

 

 Te presentamos una parte del Mensaje del Papa para el Domingo Mundial de las Misiones de este año, que se celebrará el 24 de octubre. Propone el lema para esta jornada misionera, la cita de los Hechos de los Apóstoles 4, 20: 

«No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído». Imprégnate de él y actúa.

 

Queridos hermanos y hermanas: Cuando experimentamos la fuerza del amor de Dios, cuando reconocemos su presencia de Padre en nuestra vida personal y comunitaria, no podemos dejar de anunciar y compartir lo que hemos visto y oído.

 

La relación de Jesús con sus discípulos, su humanidad que se nos revela en el misterio de la encarnación, en su Evangelio y en su Pascua nos hacen ver hasta qué punto Dios ama nuestra humanidad y hace suyos nuestros gozos y sufrimientos, nuestros deseos y nuestras angustias (cf. CONC. ECUM. VAT. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

 

Todo en Cristo nos recuerda que el mundo en el que vivimos y su necesidad de redención no le es ajena y nos convoca también a sentirnos parte activa de esta misión: «Salgan al cruce de los caminos e inviten a todos los que encuentren» (Mt 22,9). Nadie es ajeno, nadie puede sentirse extraño o lejano a este amor de compasión.

 

La experiencia de los apóstoles

La historia de la evangelización comienza con una búsqueda apasionada del Señor que llama y quiere entablar con cada persona, allí donde se encuentra, un diálogo de amistad (cf. Jn 15,12-17). Los apóstoles son los primeros en dar cuenta de eso, hasta recuerdan el día y la hora en que fueron encontrados: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39).

 

La amistad con el Señor, verlo curar a los enfermos, comer con los pecadores, alimentar a los hambrientos, acercarse a los excluidos, tocar a los impuros, identificarse con los necesitados, invitar a las bienaventuranzas, enseñar de una manera nueva y llena de autoridad, deja una huella imborrable, capaz de suscitar el asombro, y una alegría expansiva y gratuita que no se puede contener.

 

Como decía el profeta Jeremías, esta experiencia es el fuego ardiente de su presencia activa en nuestro corazón que nos impulsa a la misión, aunque a veces comporte sacrificios e incomprensiones (cf. 20,7-9). El amor siempre está en movimiento y nos pone en movimiento para compartir el anuncio más hermoso y esperanzador: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn 1,41). 

 

Con Jesús hemos visto, oído y palpado que las cosas pueden ser diferentes. Él inauguró, ya para hoy, los tiempos por venir recordándonos una característica esencial de nuestro ser humanos, tantas veces olvidada: «Hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor» (Carta enc. Fratelli tutti, 68).

 

Tiempos nuevos que suscitan una fe capaz de impulsar iniciativas y forjar comunidades a partir de hombres y mujeres que aprenden a hacerse cargo de la fragilidad propia y la de los demás, promoviendo la fraternidad y la amistad social (cf. ibíd., 67). La comunidad eclesial muestra su belleza cada vez que recuerda con gratitud que el Señor nos amó primero (cf. 1 Jn 4,19).

 

 Esa «predilección amorosa del Señor nos sorprende, y el asombro —por su propia naturaleza— no podemos poseerlo por nosotros mismos ni imponerlo. […] Sólo así puede florecer el milagro de la gratuidad, el don gratuito de sí. Tampoco el fervor misionero puede obtenerse como consecuencia de un razonamiento o de un cálculo. Ponerse en “estado de misión” es un efecto del agradecimiento» (Mensaje a las Obras Misionales Pontificias, 21 mayo 2020). (Continuará)

 

ACCIÓN

 

 

El asombro ante el amor de Dios que ama primero,

El asombro ante la actitud de Jesús para cada hombre y mujer,

su búsqueda apasionada de la persona, impulsa una respuesta activa.

¿Cuál es tu gesto, tu respuesta?

 

miércoles, 31 de marzo de 2021

JUEVES SANTO: Palabras del Papa Francisco

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JUEVES SANTO: Palabras del Papa Francisco


Seguimos las palabras del Papa. Hace su catequesis sobre tres núcleos de la liturgia  de Jueves Santo. Te presentamos un resumen para que lo tengas en cuenta. Saca alguna conclusión de cada párrafo. Únete a Jesús en su ofrenda al Padre con la celebración Eucarística.

La Eucaristía, el servicio, la unción. 

En esta celebración de Jueves Santo, recordamos: el Señor que quiere permanecer con nosotros en la Eucaristía. Y nosotros nos convertimos siempre en sagrarios del Señor; llevamos al Señor con nosotros, hasta el punto de que Él mismo nos dice que si no comemos su cuerpo y bebemos su sangre, no entraremos en el Reino de los Cielos. Este es el misterio del pan y del vino, del Señor con nosotros, en nosotros, dentro de nosotros…

 El servicio. Ese gesto que es una condición para entrar en el Reino de los Cielos. Servir, sí, a todos. Pero el Señor, en aquel intercambio de palabras que tuvo con Pedro (cf. Jn 13,6-9), le hizo comprender que para entrar en el Reino de los Cielos debemos dejar que el Señor nos sirva, que el Siervo de Dios sea siervo de nosotros. Y esto es difícil de entender. Si no dejo que el Señor sea mi siervo, que el Señor me lave, me haga crecer, me perdone, no entraré en el Reino de los Cielos…

 Y el sacerdocio. Hoy quisiera estar cerca de los sacerdotes, de todos los sacerdotes, desde el recién ordenado hasta el Papa. Todos somos sacerdotes: los obispos, todos... Somos ungidos, ungidos por el Señor; ungidos para celebrar la Eucaristía, ungidos para servir… 

Hoy todos vosotros, hermanos sacerdotes, estáis conmigo en el altar, vosotros, consagrados. Sólo os digo esto: no sed tercos como Pedro. Dejaos lavar los pies. El Señor es vuestro siervo, está cerca de vosotros para fortaleceros, para lavaros los pies…

 Y así, con esta conciencia de la necesidad de ser lavado, ¡sed grandes perdonadores! ¡Perdonad! Corazón de gran generosidad en el perdón…

 Doy gracias a Dios por la gracia del sacerdocio, todos nosotros agradecemos. Doy gracias a Dios por vosotros, sacerdotes. ¡Jesús os ama! Sólo os pide que os dejéis lavar los pies.

Haz eco en tu interior del don de la Eucaristía. Es el don de Jesús que se queda para acompañar a cada hombre y mujer en el camino de la vida.

Déjate lavar los pies por él. Nos quiere purificados para acercarnos a su pan y al Padre Dios.

Ser sacerdotes servidores de la Palabra, los Sacramentos, y el Pueblo de Dios. Pedimos por ellos.

miércoles, 17 de marzo de 2021

TEMA, Cuaresma 2021/3

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TEMA: Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2021/3, 

 

Publicamos el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2021 cuyo tema es «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridadEn esta entrega hablaremos de la caridad. *** 


La caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza. La caridad se alegra de ver que el otro crece. Por este motivo, sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo, sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… 


La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la comunión.  


«A partir del “amor social” es posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados. La caridad, con su dinamismo universal, puede construir un mundo nuevo, porque no es un sentimiento estéril, sino la mejor manera de lograr caminos eficaces de desarrollo para todos» (FT, 183). 


La caridad es don que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano. Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino que se transforma en una reserva de vida y de felicidad.


 Así sucedió con la harina y el aceite de la viuda de Sarepta, que dio el pan al profeta Elías (cf. 1 R 17,7-16); y con los panes que Jesús bendijo, partió y dio a los discípulos para que los distribuyeran entre la gente (cf. Mc 6,30-44). Así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez.  


Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: «No temas, que te he redimido» (Is 43,1), ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo.


 «Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que le lleva a percibir la dignidad del otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su cultura y, por lo tanto, verdaderamente integrados en la sociedad» (FT, 187). 


 Queridos hermanos y hermanas: Cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar


Este llamado a vivir la Cuaresma como camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar, en nuestra memoria comunitaria y personal, la fe que viene de Cristo vivo, la esperanza animada por el soplo del Espíritu y el amor, cuya fuente inagotable es el corazón misericordioso del Padre 


Que María, Madre del Salvador, fiel al pie de la cruz y en el corazón de la Iglesia, nos sostenga con su presencia solícita, y la bendición de Cristo resucitado nos acompañe en el camino hacia la luz pascual.    Francisco 


ACCIÓN

El Papa nos propone una Cuaresma de experiencia en la fe, en la esperanza y en la caridad. Repasa las ideas en que te has fijado y haz una práctica que las transforme en experiencia. Escribe una pequeña oración basada en ellas. Buen camino.