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martes, 16 de febrero de 2021

MIÉRCOLES DE CENIZA

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MIÉRCOLES DE CENIZA

GUÍA DE ORACIÓN 17-02-21

GUÍA: Convertíos a mí, nos dices, Señor. Convertíos, arrepentío


s. Nos atraes hacia tu corazón y cambias tu ira en bondad. Dejamos que entres en tu casa y la transformes, la renueves. Miércoles de Ceniza,  nos hablas de conversión  y de creer en el Evangelio.  Un tiempo para caminar en tu presencia y volvernos a ti en la oración, limosna, ayuno, conversión, amor. Dejamos todo para estar contigo y escuchar tu palabra. SILENCIO DE ESCUCHA, DE AÈRTURA, DE GRACIA.

De la profecía de Joel (2,12-18):

AHORA —oráculo del Señor—,,convertíos a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos; rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos, y convertíos al Señor vuestro Dios,

un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor,      que se arrepiente del castigo. ¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda y libación para el Señor, vuestro Dios!

Tocad la trompeta en Sion, proclamad un ayuno santo, convocad a la asamblea, reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos; congregad a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo.

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: «Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos».

¿Por qué van a decir las gentes: «Dónde está su Dios»? Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo.

GUÍA: Miércoles de Ceniza, polvo que vuelve a la tierra. Conocimiento de Dios, cambio del corazón. Visualizamos nuestro estar en tu templo y tu presencia acogedora. Somos tuyos y te esperamos. Somos tuyos y confiamos en ti. Ten compasión de tu pueblo, no lo entregues al oprobio y burla de sus opresores. Nos confiamos a tu misericordia. SILENCIO DE ILUMINACIÓN, DE MANIFESTACIÓN, DE SINCERIDAD.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,20–6,2):

HERMANOS: Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.

Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: «En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».

Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios

GUÍA: Misericordia, hemos pecado. Lo decimos con el salmista. Pablo nos exhorta a dejarnos reconciliar con Dios. Los dos polos alejados. Dejaos atraer, no echéis en saco roto la gracia de Dios. En tu presencia te alabamos, te bendecimos, te glorificamos, te damos gracias. Confiamos en ti y en tu
perdón. Limpia nuestras culpas, y  la  culpa de tu pueblo. SILENCIO DE PETICIÓN, DE PERDÓN, DE CERCANÍA.

Del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.

Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

GUÍA: Tu presencia, Padre, nos llama. Llamas a los que estamos lejos de ti. No somos dignos de tu bondad. Oración que busca perdón, Ayuno que te libera de las ataduras, que purifica el corazón y te vacía del orgullo, del odio y desamor, de la envidia que mata. El Padre que está en lo escondido  te recompensará. SILENCIO DE CONFIANZA, DE REFLEXIÓN, DE LIBERACIÓN.

RECOGEMOS NUESTROS PENSAMIENTOS, LO MÁS IMPORTANTE: UNA FRASE.

PRESENCIA, ACOGIDA, PERDÓN, LIBERACIÓN

INVOCAMOS A MARÍA, QUE NOS AOCMPAÑE EN ESTA PREPARACIÓN DE LA PASCUA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON AMOR Y CON JESÚS DECIMOS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS


https://www.youtube.com/watch?v=1mh1hpcjBC4

viernes, 23 de febrero de 2018

AQUÍ ME TIENES



                                                                                                  REZA Y COMPARTE
AQUÍ ME TIENES

GUÍA DE ORACIÓN 25-02-18

GUÍA: Nos presentamos ante el Señor.  Estamos ante Él  y le decimos: Aquí me tienes.
Nuestra oración de hoy quiere ser presencia de Dios  y presencia nuestra. El silencio nos habla de parte de Dios. Presentamos este tiempo de Cuaresma. Confiamos en Él. Con Jesús y el Espíritu adoramos y damos gracias, gloria al Padre Dios. SILENCIO DE PRESENCIA, ADORACIÓN Y CONFIANZA.




 Del libro del Génesis (22,1-2.9-13.15-18):

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole: «¡Abrahán!»
Él respondió: «Aquí me tienes.»
Dios le dijo: «Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré.»
Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña.
Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo «¡Abrahán, Abrahán!»
Él contestó: «Aquí me tienes.»
El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.»
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el 
carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: «Juro por mí mismo –oráculo del Señor–: Por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.»

GUÍA: Abrahán dice: Aquí me tienes. Su confianza es total. Está dispuesto a ofrecer lo más querido para él, su hijo único. Y Dios derrama su promesa sobre él.                                                                   
A veces no vemos, no entendemos pero Dios también se nos da. Agradecemos su luz y confiamos en su amor de padre. SILENCIO FILIAL, CONFIADO


De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,31b-34):

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?

GUÍA: Jesús entregado a la muerte por nosotros. ¿Cómo no nos entregará todo, el Padre, junto con Él?. Sintamos esta afirmación en lo profundo de nuestro ser. Acojamos la entrega de Jesús y confiemos en él agradeciendo su muerte y su resurrección. Él intercede por nosotros ante el Padre. SILENCIO DE ACOGIDA, DE FE.




·         Del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

GUÍA: Subieron al monte. Vieron a Jesús transfigurado. Le acompañan Pedro, Santiago y Juan. Estaban asustados. Subamos al monte con Jesús para orar. Escuchamos la voz del Padre: Este es mi Hijo amado, escuchadle. ¿Qué nos dice la escena a nosotros?
Dejemos que el Hijo  Jesús y el Espíritu hagan su oración al Padre. Dejemos que el Padre se nos manifieste por medio de ellos. Digamos: Aquí me tienes. SILENCIO DE ESCUCHA, ADMIRACIÓN, ESPERANZA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE PARA REPETIR.

DAMOS GRACIAS,  ALABAMOS A DIOS, PEDIMOS…

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE. ¿Qué le decimos?

CON JESÚS DECIMOS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Peregrino, ¿a dónde vas? (Gabaraín)
 
Peregrino, ¿a dónde vas?, si no tienes a donde ir...
Peregrino por un camino, que va a morir.
Si el desierto es un arenal, el desierto de tu vivir,
¿quién te guía y te acompaña en tu soledad?

Solo Él, mi Dios, que me dio la libertad,
solo Él, mi Dios, me guiará.

Peregrino que a veces vas, sin un rumbo en tu caminar.
Peregrino que vas cansado de tanto andar.
Buscas fuentes para tu sed y un rincón para descansar,
¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontrarás.

Peregrino sin un porqué, peregrino sin una luz,
peregrino por el camino, que va a la cruz.
Dios camina en tu soledad, ilumina tu corazón,
compañero de tus senderos, buscando amor.