viernes, 26 de agosto de 2016

EL SANA TODA HERIDA


ORACIÓN 28-08-16
GUÍA: Entramos en nuestro interior. Nos encontramos con nosotros mismos, quiénes somos, cómo actuamos, cómo creemos, amamos y adoramos. Dios nos llama a su  presencia y nos cubre con su mirada amorosa. Descubre todo lo oculto y trata de sanar lo que no es sano. Nos cubre con su misericordia. Reconozcamos su presencia, agradezcamos su  compañía, pidamos perdón por nuestros fallos. Él sana toda herida y nos da un corazón nuevo. SILENCIO DE ENCUENTRO, AGRADECIDO, DISPUESTO A LA ENTREGA.

 Del libro del Eclesiástico (3,17-18.20.28-29):

Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta. El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará. 



GUÍA: Dios se complace en el humilde, en el sencillo de corazón, reconoce la rectitud de corazón. SI nos hace un escáner del corazón. ¿Cómo le tenemos? Rectitud, sencillez, humildad son el jugo que suaviza nuestra dureza de corazón. Son el riego que necesitamos cada día. Veamos cómo lo vivimos. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO Y COMPRENSIÓN DE NUESTRAS ACTITUDES.

De la carta a los Hebreos (12,18-19.22-24a):

Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.

GUÍA: La presencia de Dios asustaba al pueblo. Hoy nos acercamos al Señor en la Palabra, en el pan y el vino, en el pobre y necesitado. Pero nos acercamos también al monte del Señor de la nueva alianza y al mediador Jesucristo. El palpar su presencia nos envuelve de fe y de amor agradecido. Hagamos experiencia de tanto don y agradezcamos. SILENCIO DE CERCANÍA, AMOR Y     FE.

Del santo evangelio según san Lucas (14,1.7-14):

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.»

GUÍA: Jesús sigue analizando el corazón. Contrapone al soberbio y al humilde. Aconseja la gratuidad para ser pagado sólo por Dios. Jesús, necesitamos tu gratuidad, tu humildad,  tu generosidad. Deposita en nosotros el amor de tu corazón y haz que actuemos movidos por él. Dejemos tiempo para asimilar esas actitudes. SILENCIO DE CONFIANZA, AGRADECIDO, DISPUESTO A LA ENTREGA.

OFRECEMOS nuestros sentimientos al Padre.

COMPROMISOS

AGRADECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA

PADRE NUESTRO unidos a Jesús y a toda la humanidad

CANTAMOS



Danos un corazón, grande para amar,
Danos un corazón, fuerte para luchar.

- Pueblos nuevos, creadores de la historia
Constructores de nueva humanidad.
Pueblos nuevos, que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.  

Pueblos nuevos, luchando en esperanza,
caminantes, sedientos de verdad.
Pueblos nuevos, sin frenos ni cadenas,
pueblos libres que exigen libertad.

Pueblos nuevos, amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar.
Pueblos nuevos, al lado de los pobres,

compartiendo con ellos techo y pan.

viernes, 19 de agosto de 2016

PARA VER MI GLORIA



                                                              ORACIÓN 21-08-16


GUÍA: Estamos en tu presencia, Señor. Sabemos que nos buscas como a tus ovejas. Lo que hemos oído esta semana que Tú mismo buscarás y guiarás a tus ovejas, nos anima a estar contigo. Nos has dicho que cambiarás nuestro corazón y enviarás tu Espíritu. Lo necesitamos. Déjanos estar aquí ante Ti. Que acojamos tu palabra y nos transforme. Apartemos todo temor, porque el Señor es fiel a su palabra. SILENCIO DE AMISTAD, DE ACOGIDA, DE PERDÓN.

Del libro de Isaías (66,18-21):

Así dice el Señor: «Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua: vendrán para ver mí gloria, les daré una señal, y de entre ellos despacharé supervivientes a las naciones: a Tarsis, Etiopía, Libia, Masac, Tubal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria; y anunciarán mi gloria a las naciones. Y de todos los países, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi monte santo de Jerusalén –dice el Señor–, como los israelitas, en vasijas puras, traen ofrendas al templo del Señor. De entre ellos escogeré sacerdotes y levitas» –dice el Señor–.

GUÍA: ¿Qué nos dice la Palabra de Dios a través de Isaías? Dios sigue tomando en serio su promesa: Yo mismo buscaré a mis ovejas y las guiaré. Ellas anunciarán la gloria de Dios a todas las naciones. Los enviaré a tierras lejanas. Somos mensajeros de la bondad de Dios. Lo hemos experimentado muchas veces. Ahora nos toca transmitirlo a otras personas. Traen ofrendas al templo del Señor. Presentemos las ofrendas de la humanidad unidos a Jesús y todo será transformado. SILENCIO ADORADOR, DE AMOR Y COMPROMISO.

 De la carta a los Hebreos (12,5-7.11-13):

Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.» Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará.

GUÍA: Somos llamados a la confianza en el Padre, a caminar en la senda llana para llegar a Él. Los débiles y vacilantes serán fortalecidos. Hemos de pasar por el consejo de quien nos ama. Nos hará capaces de dar frutos de vida honrada y en paz. Todos somos hijos que trabajan en la tarea del Padre. Dejemos que el Espíritu nos acompañe y con Jesús reconstruyamos la casa que Dios necesita. Pidamos que actúe en toda la humanidad y en cada uno, para que todos cantemos su gloria cada día. Que las necesidades sean cubiertas, Que cese el hambre, la guerra, la enfermedad. SILENCIO DE CONFIANZA, DE RESPONSABILIDAD Y ALABANZA.

Del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» 
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

GUÍA: Aunque todo es gracia, esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Se nos da la salvación en Jesús, pero hemos de recibirla. Si la rechazamos podemos quedar fuera de ella. Vendrán quienes aceptan esa salvación y la comuniquen a otros. Serán amigos del amo de la casa. Dejemos lo que nos estorba en ese estar con el señor de la casa. Se nos da pero se nos pide esfuerzo. Veamos nuestras actitudes, nuestras respuestas a tanto amor. SILENCIO DE ENTREGA, DE REFLEXIÓN, AMISTAD

RECOGEMOS nuestros pasos en la oración.

AGRADECEMOS la presencia del Señor

PETICIONES, COMPARTIMOS

INVOCAMOS A MARÍA


VEN CON NOSOTROS A CAMINAR, SANTA MARÍA VEN. (2) Mientras recorres la vida, Tu nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca Tu mano al que contigo está. Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, Tu vas haciendo el camino otros lo seguirán....

viernes, 12 de agosto de 2016

VEN SOBRE NOSOTROS


´


GUÍA DE ORACIÓN


GUÍA: Domingo 20, ciclo C. Espíritu de Dios, ven sobre nosotros: limpia lo manchado, ilumina la oscuridad, derrama tu  amor en nuestros corazones. Nos reunimos para orar y abrir nuestro interior al Señor de la vida en este domingo. Jesús resucitado vive y nos acompaña en este encuentro. Padre, nuestra oración se eleva hacia ti, te alaba, te da gracias por toda la semana vivida en tu amor, te bendice. Perdona nuestros desvaríos. SILENCIO DE ADORACIÓN, ALABANZA Y CONCENTRACIÓN.

Del libro de Jeremías (38,4-6.8-10):

En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: «Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia.» 
Respondió el rey Sedecías: «Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros.» 
Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo. 
Ebedmelek salió del palacio y habló al rey: «Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al aljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad.»
Entonces el rey ordenó a Ebedmelek, el cusita: «Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera.»

GUÍA: Jeremías resulta contrario al pueblo y piden su muerte, el rey lo permite. Algunos se ponen de su parte y logran liberarlo. Son los trabajos y persecuciones del justo. Dios sin embargo le acompaña y le salva de sus enemigos. Presentamos al Padre tantas persecuciones de los justos, también hoy, el pueblo perseguido y sufriente, nosotros mismo en ocasiones. Confiamos en su misericordia y en su salvación. Nos acogemos a su  favor para todos. Dejemos que su acción cale todo dolor y persecución. SILENCIO DE ACOGIDA, PETICIÓN Y ESPERANZA.

De la carta a los Hebreos (12,1-4):

Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retiramos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

GUÍA: Jesús también confía en el Padre incluso en la cruz, frente a sus opresores. Una nube ingente de testigos le rodea a él y a nosotros, si somos sus testigos. Corramos esta gran carrera con el que nos precede y nos salva liberándonos del pecado. Confiados en el poder de la cruz, nazcamos a la persona nueva que es Cristo, quitémonos de todo lo que nos estorba y nos ata. SILENCIO DE UNIÓN CON JESÚS, EL PADRE Y EL ESPÍRITU

Del santo evangelio según san Lucas (12,49-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

GUÍA: Los sentimientos de unión al Padre, crecen en Jesús. Su hora  se acerca. Ha venido a llamar a muchos. Habrá división en la respuesta. Unos con Él otros contra Él. Quiere encender nuestros corazones con el ardor de su palabra a favor de los hermanos y en la gloria al Padre. ¿Dónde nos colocamos? ¿Estamos encendidos del fuego de su amor? SILENCIO DE RECONOCIMIENTO Y TOMA DE POSTURA

CONCLUSIONES

AGRADECEMOS

COMPROMISOS

PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad.

CANTAMOS 


¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE, POR SIEMPRE!
¡GLORIA A TI POR SIEMPRE,
POR SIEMPRE AMÉN.


Cielo y tierra cantad
himnos al Creador,
decidle al viento y al mar
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Pueblos en libertad,
campos en esplendor,
decidle a la humanidad
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

Siempre yo cantaré,
siempre yo alabaré
las maravillas de Dios,
la gloria del Señor.
ESTRIBILLO.

viernes, 5 de agosto de 2016

ORACIÓN 07-08-16




GUÍA: Ven Espíritu Santo sobre nosotros y acompaña nuestro encuentro con el Padre y con Jesús. Estamos aquí, alienta nuestra fe, haz que te conozcamos con alma transparente y capaz de acogerte. Ven con tu claridad y con tu amor para que te sigamos con todo el corazón. Que tu sabiduría transforme nuestra mente para andar por tus caminos. SILENCIO DE ADORACIÓN Y ACOGIDA.

Del libro de la Sabiduría (18,6-9):

La noche de la liberación se les anunció de antemano a nuestros padres, para que tuvieran ánimo, al conocer con certeza la promesa de que se fiaban. Tu pueblo esperaba ya la salvación de los inocentes y la perdición de los culpables, pues con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Los hijos piadosos de un pueblo justo ofrecían sacrificios a escondidas y, de común acuerdo, se imponían esta ley sagrada: que todos los santos serían solidarios en los peligros y en los bienes; y empezaron a entonar los himnos tradicionales.
GUÍA: El libro de la Sabiduría narra los hechos con que Dios se manifestó a su pueblo. Se lo anunció para que tuvieran ánimo conociendo la promesa que se iba a cumplir. El pueblo fiel ofrecía sacrificios a Dios y entonaban himnos. Hoy vivimos la promesa, se está cumpliendo en cada uno de los que la acogen y en el pueblo fiel. Dejemos que su palabra se cumpla en esa presencia de Dios en medio de su pueblo. ¿Cómo se cumple en nosotros? ¿Vivimos con ánimo realizando la salvación que viene de Dios? Esperamos en tu certeza y confiamos. SILENCIO PARA RECONOCER LA MANIFESTACIÓN DE DIOS, CONFIAMOS.

De la carta a los Hebreos (11,1-2.8-19):

La fe es la garantía de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ven. Por ella recibieron testimonio de admiración los antiguos. Por la fe Abrahán, obedeciendo la llamada divina, partió para un país que recibiría en posesión, y partió sin saber a dónde iba. Por la fe vino a habitar en la tierra prometida como en un país extranjero, viviendo en tiendas de campaña, con Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa. Porque él esperaba la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe recibió también Sara el poder de concebir, fuera de la edad propicia, porque creyó; en la fidelidad de aquel que se lo había prometido. Precisamente por esto, de un solo hombre, ya casi muerto, nació una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y como los incontables granos de arena que hay en las playas del mar. Todos éstos murieron en la fe sin haber obtenido la realización de las promesas, pero habiéndolas visto y saludado de lejos y reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Ahora bien, aquellos que hablan así demuestran claramente que buscan la patria. Y si ellos hubiesen pensado en aquella de la que habían salido, hubiesen tenido oportunidad para volver a ella. Ellos, en cambio, aspiraban a una patria mejor, es decir, celeste. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de llamarse «su Dios», porque les ha preparado una ciudad. Por la fe Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; e inmolaba a su hijo único a aquel que había recibido las promesas, a aquel de quien le había sido dicho: De Isaac saldrá una descendencia que llevará tu nombre. Porque pensaba que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos. Por eso recobró a su hijo. Esto es un símbolo para nosotros.
GUÍA: Tanta fe nos interroga por la nuestra. Es una respuesta total de acción ante la palabra del Dios que llama y que cumple su promesa, incluso en las situaciones más adversas. El Dios que vive sigue actuando y contando   con su pueblo que somos nosotros. Gracias, Padre, por tu estar en medio de la vida creando hombres y mujeres nuevas. Que tu presencia llegue hasta nosotros y nos santifique para tu gloria. Que llegue a toda la humanidad salvada. SILENCIO ACOGEDOR, DE ENCUENTRO Y ACEPTACIÓN.

Del santo evangelio según san Lucas (12,32-48):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.» 
Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?» 
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá.»

GUÍA: Qué bonita expresión: no temas pequeño rebaño. El Padre ha tenido a bien daros el reino. Confiemos en esa hermosa palabra y dejemos que se  cumpla en nosotros. Agradecemos su presencia, Admitimos que se vaya abriendo paso en nuestra vida. Padre, Hijo y Espíritu,  vamos juntos en el camino del mundo nuevo. Somos instrumentos en vuestras manos. La vida se escribe cada día. Al que mucho se le confió, más se le exigirá. Nuevos retos. SILENCIO CONFIADO, ENTREGADO.

RECOPILAMOS NUESTRO ENCUENTRO. Compartimos

AGRADECEMOS la presencia de Dios.

OFRECEMOS nuestros deseos.

PEDIMOS por toda la humanidad.

CANTAMOS

Somos un pueblo que camina
y juntos caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.

Somos un pueblo que camina
que marcha por el mundo
buscando otra ciudad.
Somos errantes peregrinos
en busca de un destino
destino de unidad.
Siempre seremos caminantes
pues sólo caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.

Danos valor para la lucha
valor en las tristezas
valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu Palabra
que guíe nuestros pasos
en este caminar.
Marcha Señor junto a nosotros
pues sólo en tu presencia
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas
ciudad de eternidad.


miércoles, 3 de agosto de 2016

ORACIÓN 31- 07-16

DOMINGO 18 TIEMPO ORDINARIO, Ciclo C





GUÍA: Estamos ante Ti, Señor. Sabemos que nos buscas y quieres la paz para todos. Guárdanos en tu paz. Nuestro corazón está inquieto hasta encontrarte. Confiamos en tu presencia. La paz es tu don. Todo se mueve decían los antiguos. Nosotros somos un continuo cambio y necesitamos de ti. Hacemos SILENCIO SERENO, CONFIADO.

Del libro del Eclesiastés (1,2;2,21-23):

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

GUÍA: La lectura nos repite varias veces todo es vanidad. El paso del tiempo y de la vida nos enseña a reconocernos como cambiantes. Aprovechar el tiempo es importante pero dándole el sentido de Dios. Ocio o trabajo pueden  hacer presente al Padre creador, a su  Hijo y al Espíritu de amor. Dejemos que ellos actúen en nuestro ir y venir. En SILENCIO ACOJAMOS SU PRESENCIA. Y ACCIÓN EN LA VIDA

 De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-5.9-11):

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos. 

GUÍA: ¿Qué nos dice la lectura de la Palabra de Dios? Habéis resucitado con Cristo. Lo decimos y oímos muchas veces. Confiemos que se vaya realizando en cada uno de nosotros. Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Sintamos esta vida de Dios en nosotros y vayamos reconociéndole.  Cristo está en todos, es la síntesis de todo. Nuevo ejercicio de acogida y encuentro con el Señor que se nos manifiesta. SILENCIO DE COGIDA, DE RECONOCIMIENTO, DE ACEPTACIÓN.

Del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»
Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.» 

GUÍA: También el evangelio nos habla del paso del tiempo, de la condición humana que ha de presentarse ante el Señor de la vida. Ser rico ante Dios, en los dones de Dios. No basta agitarse, si no están presentes los dones de Dios y sabemos aprovecharlos, hacerlos fecundos y productores de nueva vida, de acuerdo con los planes de Dios. Apliquemos las recomendaciones a nuestro vivir y tratemos de ver qué es lo que nos hace ricos ante Dios. SILENCIO REFLEXIVO, CREYENTE, CONFIADO.

NUESTRA SÍNTESIS ES…

AGRADECEMOS AL ESPÍRITU

PEDIMOS por la humanidad necesitada de luz y amor.

INVOCAMOS a María.


María yo te saludo con gran amor. Tú eres luz en la noche, faro en el mar. Tú eres puerta del cielo, Madre de Dios. De ti nació para el mundo la libertad.
Eres estrella, te saludamos, eres la Madre del mismo Dios. Eres estrella, te saludamos, madre del pueblo que busca a Dios.

Los hombres andamos ciegos, danos la luz; el mundo anda entre guerras, danos la paz; los hombres somos esclavos sin libertad: líbranos de la muerte y de la maldad.

viernes, 22 de julio de 2016

ORACIÓN 24-07-16



GUÍA: Domingo 17 del Tiempo Ordinario C. Estamos ante Tí, Señor. Un nuevo día nos llama a tu presencia. Tú acompañas nuestras vidas y las sacias de tu misericordia. Acogemos tu presencia y tu palabra. Ven Espíritu de Dios, ilumina nuestra oración, Jesús, contigo invocamos al Padre y nos sentimos hijos. Hagamos nuestros estos sentimientos y nos preparamos para el encuentro con la Palabra. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO FILIAL, DE AMOR AGRADECIDO.

Del libro del Génesis (18,20-32):

Abrahán se acercó y dijo a Dios: «¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti hacer tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?»
El Señor contestó: «Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.» Abrahán respondió: «Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?»
...
Abrahán continuó: «Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez?»
Contestó el Señor: «En atención a los diez, no la destruiré.»

GUÍA: Nos hablas de tu misericordia. En atención a los justos no destruirás la ciudad.Gracias, Señor, por tu amor. Tienes en cuenta a los justos aunque eres Tú quien regala la justicia, al ser humano. ¿Con quién nos identificamos? ¿Seremos como Abrahán que immplora perdón para los alejados,los culpables?  A veces se habla de faros en la noche como imagen de los inocentes frente a los culpables. Nuestro mundo necesita esos faros que iluminan, que alejan las tinieblas y el mal, por medio de los cuales Dios cambia su ira y perdona.Imaginemos cantidad de faros luminosos que atraen la mirada misericordiosa de Dios y el perdón. Sintámonos perdonados y aportemos algo de luz, para que todos lleguen al conocimiento de la Verdad. SILENCIO AGRADECIDO, ABIERTO A LA LUZ, ILUMINADOR.

De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (2,12-14):

Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, y habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por vuestros pecados, porque no estabais circuncidados; pero Dios os dio vida en él, perdonándoos todos los pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz.

GUÍA: Con san Pablo reconocemos la acción de Dios en el creyente. Sepultados con Cristo, somos resucitados con él por la fe en su resurrección, por la fe en la fuerza de Dios. Perdona nuestros pecados y nos llama a la vida del resucitado. Hacemos eco de estos pasos en nuestro interior. EN SILENCIO reconocemos la acción de Dios, dador de plenitud. Adoramos y agradecemos. 

Del santo evangelio según san Lucas (11,1-13):

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."»
Y les dijo: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»

GUÍA: En la oración de Jesús encontramos el amor al Padre, darle gloria, buscar su reino. Se fija en las necesidades de cada día. Nos enseña a reconocer nuestros pecados, pedir perdón y perdonar. Pide que nos libre del mal. Detengámonos en cada una de las partes y sintiéndonos hijos de Dios, hermanos entre nosotros, abramos el corazón a la esperanza.  El Padre está dispuesto a dar su Espíritu al que se lo  pida. Pidamos ese don tan preciado. SILENCIO CONFIADO, AMOROSO, FIEL.

SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN

AGRADECEMOS AL ESPÍRITU

PEDIMOS

PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad.

CANTAMOS


Padre nuestro tu que estás
en los que aman la verdad,
has que el reino que por Ti se dio
llegue pronto a nuestro corazón,
que el amor, que tu hijo,
nos dejó, ese amor...
habite en nosotros.

(Se reza la oración tradicional del Padre Nuestro)

Y en el pan de la unidad,
Cristo danos Tu la paz
y olvidate de nuestro mal,
si olvidamos el de los demás,
no permitas, que caigamos
en tentación...
oh señor...
y ten piedad...
del mundo.