viernes, 8 de diciembre de 2017

CONSOLAD A MI PUEBLO




CONSOLAD A MI PUEBLO

GUÍA DE ORACIÓN 10-12-17

GUÍA: Seguimos en Adviento. Preparamos la venida del Señor. Nuestra oración nos hace escuchar en silencio el anuncio del profeta Isaías. Nuestro interior puede ser un desierto donde se proclama la voz de Dios. Abramos el oído para escuchar al Dios que viene, nos busca y nos encuentra. Ven, Señor. SILENCIO DE ESCUCHA, INTERIORIZACIÓN, DESEO.

Del libro de Isaías (40,1-5.9-11):

«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»


GUÍA: Consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. El llega con poder, apacienta el rebaño, su brazo lo reúne. Su llegada está cerca. Que sus palabras resuenen en el corazón, en cada uno. Deja que resuenen en ti y acoge su mensaje de perdón, de nueva oportunidad. El Señor viene, veamos su gloria. No desaprovechemos su venida. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE AGRADECIMIENTO, DE RESPUESTA PERSONAL.




Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3,8-14):

No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz  con él, inmaculados e irreprochables.

GUÍA: El Señor llega. Tiene mucha paciencia con nosotros porque no quiere que nadie perezca, sino que se conviertan. Somos responsables de nuestros actos. Confiando en el Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva. Señor, tú eres el salvador. ¿Acogeremos su salvación?  Abre, señor, nuestro corazón a tu venida. SILENCIO DE ACOGIDA, ESPERANZA, CAMBIO.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»


GUÍA: Preparad el camino al Señor. Allanad sus senderos. Es tiempo de cambio, de conversión. ¿Cómo son nuestros caminos?¿Estamos dispuestos a recibir a Jesús, el Hijo de Dios,?. Nos bautizará en Espíritu Santo. Dejemos que descienda y limpie toda la tierra, ilumine la oscuridad, transforme los corazones con su paz y amor. SILENCIO DE ILUMINACIÓN, PURIFICACIÓN, TRANSFORMACIÓN

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN

LA PRESENTAMOS, PEDIMOS, CONFIAMOS

INVOCAMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

PEDIMOS A MARÍA SU CERCANÍA EN NUESTRO CAMINO.

CANTAMOS:
Autor: Mariano Fuertes
Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos,
allanad las montañas, rellenad los barrancos
que llega muy pronto el hijo de Dios.

Una virgen será su madre (x2)
Y su ley el amor (x2)
El Mesías será su nombre (x2)
Y su ley el amor(x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino, allanad,
allanad las montañas que llega el Señor.

Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos, allanad las montañas,
rellenad los barrancos que llega
muy pronto el hijo de Dios.

Siendo grande nació pequeño (x2)
Como un pobre mortal (x2)
Los humildes son sus amigos (x2)
Y los hombres su afán (x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino,
allanad, allanad las montañas que llega el Señor.

Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos,  allanad las montañas,
rellenad los barrancos que llega
muy pronto el hijo de Dios.

Su palabra será la vida (x2)
Una vida inmortal (x2)
Su palabra será el camino (x2)
Que nos libra del mal(x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino,
allanad, allanad las montañas que llega el Señor.



martes, 5 de diciembre de 2017

SEMILLAS NOVIEMBRE

SEMILLAS NOVIEMBRE 
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SEMILLAS, COMENTARIOS NOVIEMBRE

1.            Rosa Roja1 de noviembre de 2017, 10:24
En la Eucaristía damos gracias por las personas que nos han acompañado y han partido al encuentro de Dios. El Padre los tenga con Él y les haga felices.
2.             
(Lc. 17,6)«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.» La fe, un gran don. La pedimos y practicamos con humildad.
3.             
"Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias" Los diez leprosos fueron curados y sólo uno dio gracias. Seamos agradecidos a Dios y a los que nos hacen el bien.
4.             
Hoy se nos habla de Zaqueo. Quería ver a Jesús y Jesús se invitó a su casa. Puede ser un ejemplo de lo que hará con nosotros si le queremos ver y conocer más. Jesús, aquí estamos.
5.             
Ya en la víspera de Cristo Rey, ponemos en marcha nuestros resortes de amor y fidelidad para estar con él. Necesitamos avanzar hacia el Padre Dios y hacia los hermanos que nos necesitan. Ánimo.
6.             
Primer domingo de Adviento. Tiempo de espera del Salvador, de Jesús. Velad porque no sabéis el día ni la hora en que llegará. La fe nos ayuda a mantenernos vigilantes. Aumenta, Señor, nuestra fe.



 ACCIÓN


·    Saborea cada semilla.

·    Da gracias a Dios, por su presencia.

·    Da gracias a la persona que las echó al surco, por su generosidad.

·    Siembra la tuya ¿Quieres?

 https://rezaycomparte.blogspot.com



viernes, 1 de diciembre de 2017

SALES AL ENCUENTRO



SALES AL ENCUENTRO

GUÍA DE ORACIÓN 3-12-17

GUÍA: Comenzamos el Año Litúrgico. Es Adviento. Dios viene a su pueblo. La Iglesia se prepara para la venida de Jesús en la Navidad. Los profetas llamaban al pueblo para constatar su situación y pedir a Dios que los acoja. Que olvide su culpa. En nuestro interior, reconocemos lo que somos, lo que podríamos ser. Dios nos espera. Nos sentimos faltos de Dios, le pedimos que venga. ¡Ven Señor! SILENCIO D ECONSCIENCIA, PERDÓN Y ESPERANZA


 Del libro de Isaías (63,16b-17.19b;64,2b-7):

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos  obra de tu mano.

GUÍA: Isaías presenta a Dios que sale al encuentro del que practica la justicia y recuerda el camino de Dios. Si nos miramos en este espejo ¿Qué podemos decir? ¿Invocamos su nombre? ¿Nos aferramos a Él? Padre Dios, nos sabemos duros ante tus mensajes. Derrite los montes y baja hasta nosotros. Somos tu pueblo. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN DE ESTAS FRASES, DE PETICIÓN, DE PERDÓN.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,3-9):

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!
GUÍA: Ser cristiano es estar en actitud de espera. Dios sale al encuentro de cada uno de sus hijos. San Pablo da gracias a Dios por su gracia, derramada en los cristianos de Corinto. Con la manifestación en Jesús, no carecen de ningún don. Podemos aplicar estas palabras a los cristianos de hoy. Estamos llamados a participar en la vida de nuestro Señor Jesucristo y Él es fiel.
En silencio nos sentimos favorecidos por el don de la fe, la llamada a participar a favor de otros, con la ayuda de Jesús, y con la seguridad de que Dios es fiel. SILENCIO DE GRACIAS, DE ESCUCHA Y D EFIDELIDAD.

Del santo evangelio según san Marcos (13,33-37):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
GUÍA:  ¡Velad! Dios viene. Él deja sus encargos a cada persona. El estar despiertos, atentos a los signos de la llegada. Atentos a la realidad de la vida, para descubrir esos signos y también para encontrarlos en la paz y la justicia, la igualdad que cada uno promueve. Hacemos venir a Dios participando de sus gestos y acciones. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE IMPLICACIÓN EN LA VENIDA DE DIOS PARA NOSOTROS Y PARA LA HUMANIDAD

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE NOS RECUERDA.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, ADORAMOS

INVOCAMOS A MARÍA PARA EL CAMINO.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS


Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.
Nos diste tu palabra, es firme nuestra espera;
iremos tras tus huellas, sabemos que vendrás.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar…

Los hombres de mi pueblo, esperan que Tú vengas,
que se abran horizontes, por donde caminar.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar,

Vendrás con los que luchan, por una tierra nueva.
Vendrás con los que cantan: justicia y hermandad.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar…
http://www.oblatos.com/ven-salvador-ven-sin-tardar

martes, 28 de noviembre de 2017

ALEGRÍA DEL AMOR 4




PAPA FRANCISCO

Capítulo primero
A LA LUZ DE LA PALABRA

La biblia presenta a la familia por una parte idílica en los puntos anteriores.
 Por otra parte, la que veremos hoy, tiene sus dificultades.  Los números 19 al 23 nos hablan de la presencia del dolor, del mal, de la violencia que rompen la vida de la familia y su íntima comunión de vida y de amor.
 Habla de ansia y dominio en la pareja.

Jesús en el Evangelio presenta situaciones familiares, algunas dificultades y el enfoque que Dios da.
Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor» (Ap 21,4).
La vida está envuelta en el trabajo, el medio empleado para sobrevivir y dominar la tierra.



Un sendero de sufrimiento y de sangre

19. El idilio que manifiesta el Salmo 128 no niega una realidad amarga que marca todas las Sagradas Escrituras. Es la presencia del dolor, del mal, de la violencia que rompen la vida de la familia y su íntima comunión de vida y de amor. Por algo el discurso de Cristo sobre el matrimonio (cf. Mt 19,3-9) está inserto dentro de una disputa sobre el divorcio. La Palabra de Dios es testimonio constante de esta dimensión oscura que se abre ya en los inicios cuando, con el pecado, la relación de amor y de pureza entre el varón y la mujer se transforma en un dominio: «Tendrás ansia de tu marido, y él te dominará» (Gn 3,16).

20. Es un sendero de sufrimiento y de sangre que atraviesa muchas páginas de la Biblia, a partir de la violencia fratricida de Caín sobre Abel y de los distintos litigios entre los hijos y entre las esposas de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, llegando luego a las tragedias que llenan de sangre a la familia de David, hasta las múltiples dificultades familiares que surcan la narración de Tobías o la amarga confesión de Job abandonado: «Ha alejado de mí a mis parientes, mis conocidos me tienen por extraño [...] Hasta mi vida repugna a mi esposa, doy asco a mis propios hermanos» (Jb 19,13.17).

21. Jesús mismo nace en una familia modesta que pronto debe huir a una tierra extranjera. Él entra en la casa de Pedro donde su suegra está enferma (Mc 1,30-31), se deja involucrar en el drama de la muerte en la casa de Jairo o en el hogar de Lázaro (cf. Mc5,22-24.35-43); escucha el grito desesperado de la viuda de Naín ante su hijo muerto (cf. Lc 7,11-15), atiende el clamor del padre del epiléptico en un pequeño pueblo del campo (cf. Mt 9,9-13; Lc 19,1-10. Encuentra a publicanos como Mateo o Zaqueo en sus propias casas, y también a pecadoras, como la mujer que irrumpe en la casa del fariseo (cf. Lc 7,36-50). Conoce las ansias y las tensiones de las familias incorporándolas en sus parábolas: desde los hijos que dejan sus casas para intentar alguna aventura (cf. Lc15,11-32) hasta los hijos difíciles con comportamientos inexplicables (cf. Mt 21,28-31) o víctimas de la violencia (cf. Mc 12,1-9). Y se interesa incluso por las bodas que corren el riesgo de resultar bochornosas por la ausencia de vino (cf. Jn 2,1-10) o por falta de asistencia de los invitados (cf. Mt 22,1-10), así como conoce la pesadilla por la pérdida de una moneda en una familia pobre (cf. Lc15,8-10).

22. En este breve recorrido podemos comprobar que la Palabra de Dios no se muestra como una secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino, cuando Dios «enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor» (Ap 21,4).

23. Al comienzo del Salmo 128, el padre es presentado como un trabajador, quien con la obra de sus manos puede sostener el bienestar físico y la serenidad de su familia: «Comerás del trabajo de tus manos, serás dichoso, te irá bien» (v. 2). Que el trabajo sea una parte fundamental de la dignidad de la vida humana se deduce de las primeras páginas de la Biblia, cuando se declara que «Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara» (Gn 2,15). Es la representación del trabajador que transforma la materia y aprovecha las energías de lo creado, dando luz al «pan de vuestros sudores» (Sal 127,2), además de cultivarse a sí mismo.




ACCIÓN

¿Cómo enfocamos estos  problemas en nuestro proyecto vital?
¿Cómo afectan a nuestro vivir?

·        La familia ideal y las dificultades.
·        Haz tu descripción de la familia ideal.
·        Busca las soluciones mejores a las dificultades, al menos una.
·        Habla con Dios Padre, Hijo y Espíritu.
·        Exprésale  tus necesidades al respecto.





viernes, 24 de noviembre de 2017

CRISTO REY DEL UNIVERSO



CRISTO REY DEL UNIVERSO

GUÍA DE ORACIÓN 26-11-17

GUÍA: Celebramos la fiesta de Cristo Rey del Universo. Los profetas hablaron del pastor que cuida a sus ovejas. San Pablo habla de Cristo Rey. Nuestra oración contacta con el pastor que apacienta a su rebaño, al rey que cuida a su pueblo. Nos sentimos ante el pastor y el rey Jesús, Hijo de Dios, resucitado, que purifica todas las cosas. Imaginemos a Jesús, salvador de cada uno de nosotros. Le presentamos nuestros sentimientos. SILENCIO DE ACOGIDA, OFRENDA Y APERTURA

De la profecía de Ezequiel (34,11-12.15-17):

Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.»

GUÍA: Yo mismo apacentaré a mis ovejas, las buscaré y cuidaré. Ovejas queridas por Jesús con especial atención. Nos sentimos cuidados, buscados, escuchados. Dialogamos sobre nuestros fallos y escapadas. Jesús, cuida nuestro corazón inquieto y edúcanos en tu amor. SILENCIO QUE APRENDE Y PRACTICA, AGRADECE.

De la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,20-26.28):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

GUÍA: Cristo ha resucitado y someterá todo al poder del Padre Dios.  Nosotros, criaturas, hijos de Dios, en el mismo Jesucristo. Dios lo será todo en todos. Dios, Señor de toda la creación. Nosotros con Jesús unidos a Él. Nos situamos como elementos de unidad. Adoramos, reconocemos su amor para toda la humanidad y nos definimos a favor de Jesús, a favor de Dios Padre y del Espíritu que transforma todas las cosas. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, ENCUENTRO, ENTREGA

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

GUÍA: Venid vosotros… porque tuve hambre y me disteis de comer, venid porque estuve necesitado y me ayudasteis. Os aseguro que cuando lo hicisteis con mis hermanos, conmigo lo hicisteis.
Oigamos estas palabras dichas a nosotros. Veamos nuestras acciones y comportamientos. ¿Somos acogidos? Revisemos nuestro corazón inclinado al bien o mal hacer. Estimulamos nuestro corazón para acoger y recibir a los otros. SILENCIO DE ESCUCHA, REVISIÓN, COMPROMISO.

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE PARA RECORDAR.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS, NOS UNIMOS A TODA LA IGLESIA

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

LLAMAMOS  A DIOS NUESTRO PADRE: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

LIBERTADOR DE NAZARET

Libertador de Nazaret ven junto a mí, ven junto a mí.
Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti?
Yo sé que eres Camino, que eres la vida y la verdad.
Yo sé que el que te sigue sabe adónde va.
Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz,
quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.
Quiero encender mi fuego,
alumbrar mi vida y seguirte a ti.
Quiero escucharte siempre, quiero luchar por ti.
Busco un mensaje nuevo, te necesito libertador,
no puedo estar sin rumbo, no puedo estar sin Dios.


https://www.youtube.com/watch?v=tm3K04sypFE