Mostrando entradas con la etiqueta #Nueva Alianza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #Nueva Alianza. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de marzo de 2019

OS DARÉ ESTA TIERRA


REZA Y COMPARTE

"OS  DARÉ ESTA TIERRA"

GUÍA DE ORACIÓN 17-03-19

GUÍA: Presentamos nuestro corazón humilde  ante el Señor.  Su luz limpia toda oscuridad. Acogemos su verdad y su promesa. Os daré esta tierra. Nuestra historia se escribe en ella y la compartimos. El Padre, el Hijo y el Espíritu nos colman con su gracia y su amor.  SILENCIO DE ACOGIDA Y PERDÓN.

Del libro del Génesis (15,5-12.17-18):

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo: «Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.»
Y añadió: «Así será tu descendencia.» Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor le dijo: «Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra.»
Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?»
Respondió el Señor: «Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abran en estos términos: «A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.»

GUÍA: Cuenta el número de las estrellas…así será tu descendencia. Abrán escucha pero también pregunta. ¿Cómo sabré que voy a poseerla?. Dios le pide confianza. Hacen un sacrificio y queda sellada la Alianza. Su promesa se derrama sobre la fe y la confianza de Abrán. Confiamos también nosotros y nos acercamos a Él. SILENCIO DE ESCUCHA, DE CONFIANZA, DE PROMESA.


De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,17–4,1):

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

GUÍA: La espera y esperanza de Cristo transforman la vida de los creyentes. Viene como salvador, y  transforma la vida con su gloria. Nos visualizamos rodeados por su poder salvador. Agradecemos su búsqueda  de la humanidad para transformar el pecado en perdón, la oscuridad en luz. SILENCIO DE ENCUENTO, CONFIANZA Y DE LUZ.

Del santo evangelio según san Lucas (9,28b-36):

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. 

GUÍA: Nos encontramos con Jesús en su oración al Padre. Oímos la voz del Padre que nos quiere oyentes y obedientes a su Hijo amado Jesús.  Agradecemos su manifestación, su amor a Jesús y a la humanidad, su gloria manifestada   y la gloria  de los oyentes de su Hijo amado.  Gracias, Padre, por tu presencia en Jesús, por tu presencia en nuestra oración. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE AGRADECIMIENTO, DE ESPERANZA

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN EN UNA FRASE PARA RECORDAR.

AGRADECEMOS, ALABAMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

NO S DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS:

Camina, pueblo de Dios./Camina, pueblo de Dios.
Nueva ley, Nueva Alianza/ en la Nueva Creación.
Camina, pueblo de Dios./ Camina, pueblo de Dios.

Mira allá en el Calvario,/en la roca hay una cruz.
Muerte que engendra la vida,/nuevos hombres, nueva luz.
Cristo nos ha salvado/ con su muerte y resurrección.
Todas las cosas renacen/ en la nueva creación.

Camina, pueblo de Dios...

Cristo toma en su cuerpo/ el pecado, la esclavitud.
Al destruirlos nos trae/ una nueva plenitud.
Pone en paz a los hombres,/ a las cosas y al Creador.
Todo renace a la vida/ en la nueva creación.

Camina, pueblo de Dios...

Cielo y tierra se abrazan,/ nuestra alma halla el perdón.
Vuelven a abrirse los cielos/ para el hombre pecador.
Israel peregrino, /vive y canta tu redención.
Hay nuevos mundos abiertos/ en la nueva creación.








viernes, 16 de marzo de 2018

NUEVA ALIANZA


                                                                                      
                                                                                         
                                                                          REZA Y COMPARTE

NUEVA ALIANZA  
                                                                               GUÍA DE ORACIÓN 18-03-18

GUÍA: El encuentro con Dios nos lleva a reconocer su presencia, pedir perdón de las faltas, escuchar a Dios que se comunica, hacer una nueva alianza. 
Su presencia nos envuelve en la misericordia y nos sentimos amados. Nuestro interior, abierto al encuentro se deja purificar. SILENCIO DE PRESENCIA, RECONOCIMIENTO, PURIFICACIÓN

Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):

Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.

GUÍA: Nueva Alianza de Dios con el pueblo, nueva alianza con cada uno de nosotros. Escribiré mi ley en su corazón, todos me reconocerán en el perdón.

Hemos de aceptar la alianza y el perdón en lo profundo de nuestro ser. Sentirnos perdonados y crecerá un nuevo ser de hijos fieles. SILENCIO DE PERDONADOS, AMADOS Y ENVIADOS

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

GUÍA: Jesús presenta oraciones y súplicas al Padre. Aprende a obedecer. Como ser humano se somete al Padre y Él es autor de salvación eterna. Contemplamos a Jesús en su misión y en su obediencia.
Su entrega al Padre es fuente de salvación para los que le acogen. Aceptamos su don. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, ADORACIÓN, PERDÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,20-33):

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este. mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

GUÍA: Nueva Alianza en Jesús. Si el grano de trigo no muere, no da fruto. El esfuerzo y valentía con Jesús nos acerca al fruto que Dios quiere. ¿Cómo vamos en esto?
Padre, glorifica tu nombre. Dios queda glorificado en Jesús, alzado sobre la tierra. Él atraerá todas las cosas hacia sí. Visualizamos a Jesús entregado al Padre y amado por Él. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, PERDÓN, AGRADECIMIENTO, CONVERSIÓN

REPASAMOS NUESTRA ORACIÓN, SINTETIZAMOS

AGRADECEMOS, ADORAMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y AMIGA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

Libertador de Nazaret ven junto a mí, ven junto a mí.
Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti?
Yo sé que eres Camino, que eres la vida y la verdad.
Yo sé que el que te sigue sabe adónde va.
Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz,
quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.
Quiero encender mi fuego,
alumbrar mi vida y seguirte a ti.
Quiero escucharte siempre, quiero luchar por ti.
Busco un mensaje nuevo, te necesito libertador,
no puedo estar sin rumbo, no puedo estar sin Dios.


1.