sábado, 14 de septiembre de 2024

EL SEÑOR ME AYUDA

 

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EL SEÑOR ME AYUDA

GUÍA DE ORACIÓN 15-09-24, XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B

GUÍA: Las lecturas nos hablan de una confesión de fe. En nuestra oración avivamos esa fe y nos acercamos al Dios vivo.  Ilumina, Señor, nuestra vida con tu Espíritu. Confiamos en ti. Eres el Dios que nos crea, nos salva y nos santifica. Guárdanos en tu paz y en tu verdad. Abrimos el corazón a su presencia. SILENCIO DE APERTURA, DE ILUMINACIÓN, DE GRACIA.

Lectura del libro de Isaías (50,5-9a):

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?

 

GUÍA: El Señor me ayuda, lo decimos con Isaías y con Jesús que están en presencia de Dios y confían en él. El dolor, y la persecución pueden aparecer en nuestra vida. La confianza y fe en la ayuda de Dios para seguir adelante, es el apoyo que sostiene al justo. Interiorizamos nuestras situaciones dolorosas o alegres y sigamos diciendo: El Señor me ayuda. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE CONOCIMIENTO, DE CONFIANZA.

 

Salmo

Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9

R/. Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

Amo al Señor,
porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco. R/.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida». R/.

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó R/.

Arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago (2,14-18):

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.»

 

GUÍA: La fe si no tiene obras, por sí sola está muerta. ¿Cuál es nuestra situación? Lo reflexionamos, dialogamos con el Señor, nos sinceramos ante ella. Oramos. Haznos capaces de sentir tu voz, tus necesidades junto con las nuestras. Que unamos fe y obras. Que tu gracia nos encamine hacia ti  en la vida . SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE UNIÓN, DE ACCIÓN.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,27-35):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?»
Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.»
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo.
Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»
Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»

 

GUÍA: Jesús está ante su misión. Pedro le confiesa Mesías, pero no entiende lo del sufrimiento. Jesús le aleja porque no entiende la misión del Mesías. Una serie de momentos que reflejan estados de alma y consciencia de la fe. En nuestra vida también se dan. Ante el señor, hacemos nuestra oración. ¿Qué le pedimos, quién es para nosotros? SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE ILUMINACIÓN, DE MANIFESTACIÓN.

 

ESCUCHAMOS A JESÚS, COMPRENDEMOS SUS PALABRAS, OFRECEMOS LO QUE SOMOS Y TENEMOS.

 

ACLAMAMOS AL ESPÍRITU SANTO Y PEDIMOS SU PRESENCIA.

 

INVOCAMOS A MARÍA, QUE ELLA NOS ENSEÑE El CAMINO HACIA JESÚS Y HACIA EL PADRE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO HIJOS, CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

Jesús es, Jesús es Señor, Jesús es, Jesús es Señor, Jesús es, Jesús es Señor... Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya... Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios, gloria a Dios, gloria, gloria a Dios, gloria a Dios, gloria, gloria a Dios... Jesús es, Jesús es Señor...

https://www.youtube.com/watch?v=vjOU221UmMw

viernes, 6 de septiembre de 2024

SED FUERTES, NO TEMÁIS

 

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SED FUERTES, NO TEMÁIS

 

GUÍA DE ORACIÓN 08-09-24, XXIII Domingo Tiempo Ordinario. CICLO B

 

GUÍA: Isaías anima a su pueblo con la esperanza. Vuestro Dios viene en persona. Os salvará de vuestros males. Escuchemos, se nos dice también hoy. En medio del pueblo caminamos por el desierto. Se nos anuncia agua por el desierto, luz a los ciegos y oído a los sordos. Contemplamos nuestra situación y pedimos que se cumpla en nuestro mundo la promesa. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE COMPRENSIÓN, DE ESPERANZA.

 

Lectura del libro de Isaías (35,4-7a):

Decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará».
Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa, el páramo será un estanque, lo reseco un manantial.

 

GUÍA: El agua hará brotar la vida en el desierto. El agua de Dios nos llena y sacia. Abrimos el corazón a la esperanza, en este mundo en que vivimos. Alabamos al señor que nos regalo con todo bien. Le servimos con fidelidad y amor. SILENCIO DE LUZ, DE FE, CONFIANZA.

 

Salmo

Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Alaba, alma mía, al Señor

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago (2,1-5):

No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estate ahí de pie o siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?

 

GUÍA: Dios reparte su gracia a los humildes. El ejemplo que pone Santiago nos hace pensar en las diferencias que hacemos. Nos dejamos llevar por las apariencias a veces. Visualizamos nuestros comportamientos y vemos la forma en que actuamos. Espíritu Santo, edúcanos en el amor y generosidad. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE REVISIÓN, DE PROPÓSITO.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,31-37):

En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua.
Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá», esto es: «Ábrete.»
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos.
Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

 

GUÍA: Jesús cura a un sordomudo. Se lo presentan y él actúa. Ábrete dice a aquel organismo que no emitía voz alguna. Las manos cuidadosas de Jesús y su autoridad hace que el mudo hable. Nuestros gestos hacia los demás pueden desatar su lengua para bien o para mal. Ayúdanos Jesús a ser portadores de bien, de escucha y de palabra. SILENCIO DE ENCUENTRO, COMUNICACIÓN, APERTURA.

 

RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.

PRESENCIA, FE, AGRADECIMIENTO, RESPUESTA.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, PARA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.

CON JESÚS NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS. Santa María servidora.


https://www.youtube.com/watch?v=tczYaCJo35w

viernes, 30 de agosto de 2024

ESCUCHAD, ASÍ VIVIRÉIS

 

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ESCUCHAD, ASÍ VIVIRÉIS

 

GUÍA DE ORACIÒN  01-09-24, XXII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B

 

GUÍA: Vamos al interior donde habita Dios. Nos encontramos con el padre   y amigo que nos ama. En silencio le reconocemos, también él nos reconoce. Avivamos la fe para confiar, escuchar su voz. Padre Dios, ilumina nuestra mente y nuestro corazón para conocerte mejor. Abre nuestro oído nuestra voluntad para seguir tus mandatos. Haz que tus palabras calen en nosotros y caminemos contigo. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE CONOCIMIENTO, DE APERTURA.


 

Lectura del libro del Deuteronomio (4,1-2.6-8):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.» Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?»

GUÍA:   Escuchad y así viviréis. Comprendemos, buscamos tu rostro. Que tu mirada  nos conforte y afiance en tus mandatos. Que la escucha nos lleve a ponerlo en práctica. En tu presencia gozamos de tu paz. Gracias, Señor. SILENCIO DE PRESENCIA, DE BÚSQUEDA, DE COMPROMISO.


Salmo

Sal 14,2-3a.3bc-4ab.5

R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.

El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago (1,17-18.21b-22.27):

 

Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

 

GUÍA: Seguimos contigo, en tu presencia. La vida sigue y a veces no llegamos a realizar lo que tú quieres. La Palabra plantada en nosotros es capaz de salvarnos. Que la llevemos a la práctica en la marcha de cada día. Fortalece nuestra voluntad para caminar en el bien. Ven con nosotros. SILENCIO DE ESTAR, DE ACCIÓN Y DE CAMINO.

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (7,1-8.14-15.21-23):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.» Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

 

GUÍA: Lo externo puede ser un signo. Lo que sale del corazón es lo que honra a Dios. Las dos cosas han de ir de acuerdo. Nuestras palabras y nuestras acciones van unidas y responden a nuestro querer. Reflexionamos sobre el pensar y actuar. Pedimos al Espíritu que se haga presente y nos enseñe con su fuerza. SILENCIO DE CONFRONTACIÓN, DE ACEPTACIÓN, DE LIBERACIÓN.

 

ESCUCHAMOS A JESÚS, COMPRENDEMOS SUS PALABRAS, OFRECEMOS LO QUE SOMOS Y TENEMOS.

 

ACLAMAMOS AL ESPÍRITU SANTO Y PEDIMOS SU PRESENCIA.

 

INVOCAMOS A MARÍA, QUE ELLA NOS ENSEÑE El CAMINO HACIA JESÚS Y HACIA EL PADRE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO HIJOS, CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

  SOL   SIm

Señor enséñanos a orar,

MIm           SIm

A hablar con nuestro padre Dios.

  LAm     DO

Señor enséñanos a orar,

LAm         RE7

a abrir las manos ante tí.

 

   SOL      SIm

1. Orar con limpio corazón

  MIm      SIm

que sólo cante para tí.

  LAm      DO

Con la mirada puesta en tí.

  LAm     RE7

Dejando que hables, Señor.

  SOL     SIm

Orar buscando la verdad.

  MIm        SIm

Cerrar los ojos para ver.

  LAm      DO

Dejarnos seducir, Señor,

  LAm       RE7

andar por tus huellas de paz.

 

2. Orar hablándote de tí,


de tu silencio y de tu voz,

de tu presencia que es calor.

Dejarnos descubrir por ti.

Orar también es sequedad.


Las manos en tu hombro, Señor.

Mirarte con sinceridad.

Aquí nos tienes, háblanos.

https://www.youtube.com/watch?v=L35iyB0lQZg

viernes, 23 de agosto de 2024

¿A QUIÉN QUERÉIS SERVIR?

 

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¿A QUIÉN QUERÉIS SERVIR?

GUÍA DE ORACIÓN, 25 -08- 24 XXI Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B

 



GUÍA:
En presencia del Señor, nos disponemos a hacer nuestra oración. Escuchamos la Palabra de Dios y abrimos nuestros oídos para captar lo que quiere en este día, lo que espera de nosotros. Presentamos nuestras manos con los frutos logrados o perdidos. Pedimos perdón para entrar con corazón puro. SILENCIO DE VISIÓN, DE ESCUCHA, DE BÚSQUEDA.

 

Lectura del libro de Josué (24,1-2a.15-17.18b):

 

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»
El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

 

GUÍA: Josué propone al pueblo si le parece bien servir al Señor. El pueblo contesta recordando los beneficios recibidos: Serviremos al Señor, es nuestro Dios. En este momento nos unimos al grupo, reconocemos lo que Dios ha hecho en nuestro favor y elegimos el camino a seguir. SILENCIO DE UNIÓN, DE RECONOCIMENTO, DE DECISIÓN.

Salmo

Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,



su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará. R/.

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

 


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,21-32):

 

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

 

GUÍA: Misterio de amor el amor de Cristo a la Iglesia. En el matrimonio también es así en amor mutuo. Cristo se entrega a la Iglesia. El hombre a la mujer formando una sola carne. Renovamos ese amor, esta unión y somos miembros del cuerpo místico de Cristo. Interiorizamos. SILENCIO DE ENTREGA, DE OFRECIMIENTO, DE UNIÓN.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

 

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»


 

GUÍA: Nos unimos a los Doce y escuchamos las palabras de Jesús. Le pedimos que nos haga comprender su discurso, que sepamos caminar con él. Se nos plantea el dilema estar con Jesús o alejarnos de él. Pedimos al Espíritu Santo nos fortalezca en la fe, que vivamos en la esperanza y seamos constantes en el amor. Que le reconozcamos como Dios y Señor. SILENCIO DE PRESENCIA, DE CERCANÍA, DE CONFIRMACIÓN.

 

ESCUCHAMOS A JESÚS, COMPRENDEMOS SUS PALABRAS, OFRECEMOS LO QUE SOMOS Y TENEMOS.

 

INVOCAMOS A MARÍA, QUE ELLA NOS ENSEÑE El CAMINO HACIA JESÚS Y HACIA EL PADRE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO HIJOS, CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

Bm    F#      Bm      G    D

Gustad y ved que bueno es el Señor,

  Em              Em6     F#

dichoso el que se acoge a él.

   B7    Em       A            D

Gustad y ved que bueno es el Señor,

  Em              Bm    F#7     Bm

dichoso el que se acoge  a      él.

 

     Bm          Em        Bm

La palabra del Señor es sincera,

  G             A          Bm

y todas sus acciones son leales;

   G         A            D

El ama la justicia y el derecho

        Em         Em6      F#

y de su amor está llena la tierra.

CORO

 

     Bm      Em             Bm

El Señor es fiel    a sus palabras,

     G       A            Bm

bondadoso en todas sus acciones;

        G       A               D

cerca está de aquellos que lo invocan,

        Em      Em6       F#

y lo buscan de todo  corazón.

https://www.youtube.com/watch?v=R9cHcqexNQA 

sábado, 17 de agosto de 2024

LA SABIDURÍA CONSTRUYE

 

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LA SABIDURÍA CONSTRUYE

GUÍA DE ORACIÓN 18-08.24, XX Domingo del tiempo ordinario  Ciclo B

 

GUÍA: La sabiduría construye, realiza, llama. Conduce por sus caminos. En la oración recibimos esa sabiduría que nos ayuda a resistir en los momentos difíciles, que da la vida y la luz para nuevos proyectos. Si somos hijos fieles, Dios Padre nos atrae hacia si y construye su reino de paz, de alegría, de misericordia. Nos ponemos en su presencia y oramos. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE SABIDURÍA, DE ILUMINACIÓN.

 

Lectura del Libro de los Proverbios 9, 1-6

La sabiduría se ha hecho una casa, ha labrado siete columnas, ha sacrificado víctimas, ha mezclado el vino y ha preparado la mesa.

Ha enviado a sus criados a anunciar en los puntos que dominan la ciudad:
«Vengan aquí los inexpertos»; y a los faltos de juicio les dice: «Venid a comer de mi pan, a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la inteligencia».

 

GUÍA: La sabiduría construye una casa. Levanta los muros y prepara el bienestar. Es sabia para fortalecer al débil y para realizar los pasos inteligentes. Que la recibamos y que ella nos conduzca a esa casa de amor y sabiduría.  Sentimos su presencia que llena el alma y renueva la vida. Pedimos sus dones y sus promesas. SILENCIO DE ATENCIÓN, DE ENCUENTRO, DE DESEO.

 

Salmo

Sal. 33, 2-3. 10-11. 12-13. 14-15 R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
Que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor;
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad? R/.

Guarda tu lengua del mal,
tus labios, de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.

 


Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5, 15-20

 

Hermanos:
Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos.

Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.

No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu.

Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor.

Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

 

GUÍA: San Pablo en la carta a los Efesios presenta el camino de la sabiduría en la vida de los cristianos. Aconseja las buenas acciones y vivir dando gracias a Dios que nos conduce. Veamos nuestro comportamiento y hagamos realidad esa sabiduría siempre nueva. SILENCIO DE VISIÓN, DE ESPERANZA, DE VIDA.

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 51-58

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».

Disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».

Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.

Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

 


GUÍA: San Juan comunica la sabiduría de Jesús y cómo construye su proyecto de salvación. Él es el pan de vida. Habita en el que come su pan. Habita en mí y yo en él. Vivirá por mí. Hacemos eco de estas palabras, las interiorizamos, las recogemos como vida nueva. Oramos en  silencio. SILENCIO DE FE, DE CONFIANZA, DE CAMINO.

 

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: Una frase nos ayuda a recordarla.

AVIVAMOS NUESTROS SENTIMIENTOS CON FE, ESPERANZA, AMOR.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA, QUE NOS AYUDE. 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS:


 Tu eres , Señor , el Pan de Vida

Mi Padre es quien os da verdadero Pan del cielo.

Tú eres, Señor, el Pan de Vida.

 

Quien come de este Pan, vivirá eternamente.

Aquel que venga a Mí, no padecerá más hambre.

Mi carne es manjar y mi Sangre la bebida.

El pan que Yo daré, ha de ser mi propia Carne.

 

Quien come de mi Carne, mora en Mí y Yo en él.

Bebed todos de él: es el cáliz de mi Sangre.

 

Yo soy el Pan de Vida que ha bajado de los cielos.

Si no coméis mi Carne, no tendréis vida en vosotros.

Quien bebe de mi Sangre, tiene ya de la Vida eterna.

Mi Cuerpo recibid, entregado por vosotros.

https://www.youtube.com/watch?v=KkUp2ZIcPd4 

miércoles, 14 de agosto de 2024

MARÍA SUBIDA AL CIELO

 

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MARÍA SUBIDA AL CIELO

 


 

 

Día de la Asunción de María. Gloriosa y amada por su Hijo llega al cielo. Y es acogida por el Padre Dios.

Allí nos protege y defiende en nuestras necesidades. Nos ponemos bajo tu protección.

Te cantamos : María mírame.

 

 

 

María, mírame

https://www.youtube.com/watch?v=AdJHHAujj8I

maría mírame – karaoke

https://www.youtube.com/watch?v=KhkMqjTfQO8

 


FELIZ DÍA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO.