viernes, 15 de diciembre de 2017

ESPÍRITU DEL SEÑOR SOBRE MÍ




ESPÍRITU DEL SEÑOR SOBRE MÍ

GUÍA DE ORACIÓN 17- 12-17
GUÍA: Nuestro Adviento avanza. La preparación va siendo realidad en los corazones que esperan al Señor. Vemos la multitud que espera la salvación. ¿Estamos entre los que esperan al Señor? Renovemos la conciencia y abramos los oídos para oír mejor la invitación del mensajero. ¿Verdaderamente escuchamos? ¿Cuál es nuestra respuesta? SILENCIO DE FE, ESCUCHA Y RESPUESTA.

Del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

GUÍA: Isaías se siente portador del Espíritu del señor. Anuncia perdón, amnistía a los cautivos, año de gracia del Señor. Dios hará brotar la justicia, ante todos los pueblos. Acogemos este anuncio. El cambio se dará en nuestra tierra. Pedimos que su palabra se cumpla en cada uno de nosotros y la transmitamos a nuestro alrededor. SILENCIO DE ENCUENTRO, PETICIÓN, OFRENDA.


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

GUÍA: Estad siempre alegres. En toda ocasión tened la Acción de Gracias. En el interior, reconocemos la  fuerza de Dios y su salvación. Presentamos la acción de Gracias en todo momento. Que nos guarde de toda maldad y nos custodia en fidelidad. Hagamos nuestras las palabras de San Pablo. Es tiempo de acogerlas y ponerlas en acción.  SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, PETICIÓN, ACCIÓN.


Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.


GUÍA: Juan Bautista, testigo de la luz. Voz que grita en el desierto: Allanad el camino al Señor. Lo decía entonces y lo dice ahora. Allanad el camino. ¿Escuchamos?
Jesús viene también hoy. Se nos hace presente en la Palabra de Dios, en el corazón, en la Eucaristía. Sintamos su presencia en cada uno y acojámosle. SILENCIO DE ESCUCHA, DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO.

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS EN UNA FRASE.

PRESENTAMOS PENSAMIENTOS, INQUIETUDES, PEDIMOS Y OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE.

DECIMOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Un pueblo que camina por el mundo
gritando: ven Señor,
un pueblo que busca en esta vida
la gran liberación.

Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día mas justo y sin opresión,
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
Libertador.

Salvaste nuestra vida de la esclavitud
esclavos de la ley sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza en ti,
Dios del amor.

El mundo por la guerra sangra sin razón
familias destrozadas buscan un hogar,
el mundo tiene puesto su esperanza en ti
Dios de la paz.
- FUENTE -
MUSICA.COM

https://www.youtube.com/watch?v=kgYZTOFyPac



martes, 12 de diciembre de 2017

ALEGRÍA DEL AMOR 5




 
PAPA FRANCISCO

Capítulo segundo
REALIDAD Y DESAFÍOS DE LAS FAMILIAS

31. El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. Son incontables los análisis que se han hecho sobre el matrimonio y la familia, sobre sus dificultades y desafíos actuales. Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia», a través de los cuales «la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia»[8]. No pretendo presentar aquí todo lo que podría decirse sobre los diversos temas relacionados con la familia en el contexto actual. Pero, dado que los Padres sinodales han dirigido una mirada a la realidad de las familias de todo el mundo, considero adecuado recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada.

32. «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras [...] El cambio antropológico-cultural hoy influye en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado»[9]. En el contexto de varias décadas atrás, los Obispos de España ya reconocían una realidad doméstica con más espacios de libertad, «con un reparto equitativo de cargas, responsabilidades y tareas [...] Al valorar más la comunicación personal entre los esposos, se contribuye a humanizar toda la convivencia familiar [...] Ni la sociedad en que vivimos ni aquella hacia la que caminamos permiten la pervivencia indiscriminada de formas y modelos del pasado»[10]. Pero «somos conscientes de la dirección que están tomando los cambios antropológico-culturales, en razón de los cuales los individuos son menos apoyados que en el pasado por las estructuras sociales en su vida afectiva y familiar»[11].


33. Por otra parte, «hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto»[12]. «Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad»[13]. Quisiera agregar el ritmo de vida actual, el estrés, la organización social y laboral, porque son factores culturales que ponen en riesgo la posibilidad de opciones permanentes. Al mismo tiempo, encontramos fenómenos ambiguos. Por ejemplo, se aprecia una personalización que apuesta por la autenticidad en lugar de reproducir comportamientos pautados. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia. La libertad para elegir permite proyectar la propia vida y cultivar lo mejor de uno mismo, pero si no tiene objetivos nobles y disciplina personal, degenera en una incapacidad de donarse generosamente. De hecho, en muchos países donde disminuye el número de matrimonios, crece el número de personas que deciden vivir solas, o que conviven sin cohabitar. Podemos destacar también un loable sentido de justicia; pero, mal entendido, convierte a los ciudadanos en clientes que sólo exigen prestaciones de servicios.

34. Si estos riesgos se trasladan al modo de entender la familia, esta puede convertirse en un lugar de paso, al que uno acude cuando le parece conveniente para sí mismo, o donde uno va a reclamar derechos, mientras los vínculos quedan abandonados a la precariedad voluble de los deseos y las circunstancias. En el fondo, hoy es fácil confundir la genuina libertad con la idea de que cada uno juzga como le parece, como si más allá de los individuos no hubiera verdades, valores, principios que nos orienten, como si todo fuera igual y cualquier cosa debiera permitirse. En ese contexto, el ideal matrimonial, con un compromiso de exclusividad y de estabilidad, termina siendo arrasado por las conveniencias circunstanciales o por los caprichos de la sensibilidad. Se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor a ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales.

35. Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece.
36. Al mismo tiempo tenemos que ser humildes y realistas, para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas, y la forma de tratar a las personas, han ayudado a provocar lo que hoy lamentamos, por lo cual nos corresponde una saludable reacción de autocrítica. Por otra parte, con frecuencia presentamos el matrimonio de tal manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua, quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación. Tampoco hemos hecho un buen acompañamiento de los nuevos matrimonios en sus primeros años, con propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes, a sus inquietudes más concretas. Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales. Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos despertado la confianza en la gracia, no ha hecho que el matrimonio sea más deseable y atractivo, sino todo lo contrario.
37. Durante mucho tiempo creímos que con sólo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las familias, consolidábamos el vínculo de los esposos y llenábamos de sentido sus vidas compartidas. Tenemos dificultad para presentar al matrimonio más como un camino dinámico de desarrollo y realización que como un peso a soportar toda la vida. También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento ante situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas.




El Papa Francisco va adentrándose en el tema.

Toca la realidad de la familia. Cómo se ha ido desarrollando. Sus problemas personales y los surgidos de la mentalidad individualista que se da en la sociedad. Las dificultades pastorales.

UNAS FRASES

“ El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia”
«las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia»,

“Quiero recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada”.

 «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras”

 “Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano”.

ACCIÓN

·          
·         Lee despacio cada párrafo. ¿Qué opinas tú de eso? ¿Cuáles son tus ideas, tus propuestas?
·         Coméntalo con tus amigos.
·         Háblalo con el Padre, Dios, con Jesús y con el Espíritu.
·         Pide su iluminación y fortaleza en el amor verdadero.

viernes, 8 de diciembre de 2017

CONSOLAD A MI PUEBLO




CONSOLAD A MI PUEBLO

GUÍA DE ORACIÓN 10-12-17

GUÍA: Seguimos en Adviento. Preparamos la venida del Señor. Nuestra oración nos hace escuchar en silencio el anuncio del profeta Isaías. Nuestro interior puede ser un desierto donde se proclama la voz de Dios. Abramos el oído para escuchar al Dios que viene, nos busca y nos encuentra. Ven, Señor. SILENCIO DE ESCUCHA, INTERIORIZACIÓN, DESEO.

Del libro de Isaías (40,1-5.9-11):

«Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»


GUÍA: Consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. El llega con poder, apacienta el rebaño, su brazo lo reúne. Su llegada está cerca. Que sus palabras resuenen en el corazón, en cada uno. Deja que resuenen en ti y acoge su mensaje de perdón, de nueva oportunidad. El Señor viene, veamos su gloria. No desaprovechemos su venida. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE AGRADECIMIENTO, DE RESPUESTA PERSONAL.




Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3,8-14):

No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz  con él, inmaculados e irreprochables.

GUÍA: El Señor llega. Tiene mucha paciencia con nosotros porque no quiere que nadie perezca, sino que se conviertan. Somos responsables de nuestros actos. Confiando en el Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva. Señor, tú eres el salvador. ¿Acogeremos su salvación?  Abre, señor, nuestro corazón a tu venida. SILENCIO DE ACOGIDA, ESPERANZA, CAMBIO.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»


GUÍA: Preparad el camino al Señor. Allanad sus senderos. Es tiempo de cambio, de conversión. ¿Cómo son nuestros caminos?¿Estamos dispuestos a recibir a Jesús, el Hijo de Dios,?. Nos bautizará en Espíritu Santo. Dejemos que descienda y limpie toda la tierra, ilumine la oscuridad, transforme los corazones con su paz y amor. SILENCIO DE ILUMINACIÓN, PURIFICACIÓN, TRANSFORMACIÓN

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN

LA PRESENTAMOS, PEDIMOS, CONFIAMOS

INVOCAMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

PEDIMOS A MARÍA SU CERCANÍA EN NUESTRO CAMINO.

CANTAMOS:
Autor: Mariano Fuertes
Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos,
allanad las montañas, rellenad los barrancos
que llega muy pronto el hijo de Dios.

Una virgen será su madre (x2)
Y su ley el amor (x2)
El Mesías será su nombre (x2)
Y su ley el amor(x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino, allanad,
allanad las montañas que llega el Señor.

Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos, allanad las montañas,
rellenad los barrancos que llega
muy pronto el hijo de Dios.

Siendo grande nació pequeño (x2)
Como un pobre mortal (x2)
Los humildes son sus amigos (x2)
Y los hombres su afán (x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino,
allanad, allanad las montañas que llega el Señor.

Preparad, preparad el camino que viene el Señor,
enderezad los senderos,  allanad las montañas,
rellenad los barrancos que llega
muy pronto el hijo de Dios.

Su palabra será la vida (x2)
Una vida inmortal (x2)
Su palabra será el camino (x2)
Que nos libra del mal(x2)
Vivirá con nosotros (x2)
Y ya nunca se ira
Preparad, preparad el camino,
allanad, allanad las montañas que llega el Señor.



martes, 5 de diciembre de 2017

SEMILLAS NOVIEMBRE

SEMILLAS NOVIEMBRE 
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SEMILLAS, COMENTARIOS NOVIEMBRE

1.            Rosa Roja1 de noviembre de 2017, 10:24
En la Eucaristía damos gracias por las personas que nos han acompañado y han partido al encuentro de Dios. El Padre los tenga con Él y les haga felices.
2.             
(Lc. 17,6)«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.» La fe, un gran don. La pedimos y practicamos con humildad.
3.             
"Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias" Los diez leprosos fueron curados y sólo uno dio gracias. Seamos agradecidos a Dios y a los que nos hacen el bien.
4.             
Hoy se nos habla de Zaqueo. Quería ver a Jesús y Jesús se invitó a su casa. Puede ser un ejemplo de lo que hará con nosotros si le queremos ver y conocer más. Jesús, aquí estamos.
5.             
Ya en la víspera de Cristo Rey, ponemos en marcha nuestros resortes de amor y fidelidad para estar con él. Necesitamos avanzar hacia el Padre Dios y hacia los hermanos que nos necesitan. Ánimo.
6.             
Primer domingo de Adviento. Tiempo de espera del Salvador, de Jesús. Velad porque no sabéis el día ni la hora en que llegará. La fe nos ayuda a mantenernos vigilantes. Aumenta, Señor, nuestra fe.



 ACCIÓN


·    Saborea cada semilla.

·    Da gracias a Dios, por su presencia.

·    Da gracias a la persona que las echó al surco, por su generosidad.

·    Siembra la tuya ¿Quieres?

 https://rezaycomparte.blogspot.com



viernes, 1 de diciembre de 2017

SALES AL ENCUENTRO



SALES AL ENCUENTRO

GUÍA DE ORACIÓN 3-12-17

GUÍA: Comenzamos el Año Litúrgico. Es Adviento. Dios viene a su pueblo. La Iglesia se prepara para la venida de Jesús en la Navidad. Los profetas llamaban al pueblo para constatar su situación y pedir a Dios que los acoja. Que olvide su culpa. En nuestro interior, reconocemos lo que somos, lo que podríamos ser. Dios nos espera. Nos sentimos faltos de Dios, le pedimos que venga. ¡Ven Señor! SILENCIO D ECONSCIENCIA, PERDÓN Y ESPERANZA


 Del libro de Isaías (63,16b-17.19b;64,2b-7):

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos  obra de tu mano.

GUÍA: Isaías presenta a Dios que sale al encuentro del que practica la justicia y recuerda el camino de Dios. Si nos miramos en este espejo ¿Qué podemos decir? ¿Invocamos su nombre? ¿Nos aferramos a Él? Padre Dios, nos sabemos duros ante tus mensajes. Derrite los montes y baja hasta nosotros. Somos tu pueblo. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN DE ESTAS FRASES, DE PETICIÓN, DE PERDÓN.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,3-9):

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!
GUÍA: Ser cristiano es estar en actitud de espera. Dios sale al encuentro de cada uno de sus hijos. San Pablo da gracias a Dios por su gracia, derramada en los cristianos de Corinto. Con la manifestación en Jesús, no carecen de ningún don. Podemos aplicar estas palabras a los cristianos de hoy. Estamos llamados a participar en la vida de nuestro Señor Jesucristo y Él es fiel.
En silencio nos sentimos favorecidos por el don de la fe, la llamada a participar a favor de otros, con la ayuda de Jesús, y con la seguridad de que Dios es fiel. SILENCIO DE GRACIAS, DE ESCUCHA Y D EFIDELIDAD.

Del santo evangelio según san Marcos (13,33-37):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
GUÍA:  ¡Velad! Dios viene. Él deja sus encargos a cada persona. El estar despiertos, atentos a los signos de la llegada. Atentos a la realidad de la vida, para descubrir esos signos y también para encontrarlos en la paz y la justicia, la igualdad que cada uno promueve. Hacemos venir a Dios participando de sus gestos y acciones. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE IMPLICACIÓN EN LA VENIDA DE DIOS PARA NOSOTROS Y PARA LA HUMANIDAD

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE NOS RECUERDA.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, ADORAMOS

INVOCAMOS A MARÍA PARA EL CAMINO.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS


Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.
Nos diste tu palabra, es firme nuestra espera;
iremos tras tus huellas, sabemos que vendrás.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar…

Los hombres de mi pueblo, esperan que Tú vengas,
que se abran horizontes, por donde caminar.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar,

Vendrás con los que luchan, por una tierra nueva.
Vendrás con los que cantan: justicia y hermandad.
Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar…
http://www.oblatos.com/ven-salvador-ven-sin-tardar