viernes, 7 de diciembre de 2018

“VÍSTETE GALAS DE GLORIA”


REZA Y COMPARTE

“VÍSTETE GALAS DE GLORIA”

GUÍA DE ORACIÓN

GUÍA: ¡Ven, Señor!  Lo decimos desde el corazón y esperamos tu venida. Nuestros caminos, a veces, son torcidos, olvidamos tu  ley,  tus mandatos, tus proyectos. La vida nos golpea en distintos momentos y no sabemos reconocer tu presencia. Hoy queremos escuchar tu voz y tus palabras de búsqueda, de consuelo, de gloria.  Reconocemos nuestra situación. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, ESCUCHA, Y PERDÓN.

 Del libro de Baruc (5,1-9):

Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción que llevas,
y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te concede.
Envuélvete en el manto de la justicia de Dios, y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos habitan bajo el cielo.
Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».
En pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos:
el Santo los reúne de oriente a occidente y llegan gozosos invocando a su Dios.
A pie tuvieron que partir, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria,
como llevados en carroza real. Dios ha mandado rebajarse a todos los montes elevados
y a todas las colinas encumbradas; ha mandado rellenarse a los barrancos
hasta hacer que el suelo se nivele, para que Israel camine seguro, guiado por la gloria de Dios.
Ha mandado a los bosques y a los árboles aromáticos que den sombra a Israel.
Porque Dios guiará a Israel con alegría, a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.

GUÍA:   Tus palabras nos llegan y animan al cambio. Lo torcido se endereza, lo escabroso se iguala. Aquí está nuestro Dios. Envuélvete en el manto de la justicia de Dios. él te guiará  con su gloria. Visualizamos nuestros caminos y los caminos de Dios. Él conducirá a su pueblo. Visualizamos su presencia y   acogemos su llegada. SILENCIO DE PRESENCIA, DE VUELTA A CASA, DE ACOGIDA.

De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (1,4-6.8-11):

Hermanos:
Siempre que rezo por vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy.
Ésta es nuestra confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros esta buena la obra, llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús.
Testigo me es Dios del amor entrañable con que os quiero, en Cristo Jesús.
Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.
Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios.

GUÍA:  La conversión, el cambio es la forma de encuentro con Dios. Lo activamos en nosotros pidiendo perdón. Volviendo a la casa del Padre. Agradecemos su paciencia y perdón. Confiados en su palabra esperamos esa tierra nueva y ese cielo nuevo, una tierra y un cielo en paz con él. Que vuestro amor siga creciendo para apreciar los valores.
Que lleguéis al día de Cristo limpios e irreprochables. Acogemos esta oración de San Pablo y nos renovamos en el Espíritu, SILENCIO DE CONVERSIÓN, DE VERDAD, DE GLORIA A DIOS

Del santo evangelio según san Lucas (3,1-6):


EN el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tretarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio ttetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
«Voz del que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos; los valles serán rellenados, los montes y colinas serán rebajados;  lo torcido será enderezado,  lo escabroso será camino llano. Y toda carne verá la salvación de Dios».

GUÍA: Preparad el camino al Señor. Es tiempo de escucha, de espera. Baruc y Juan, mensajeros que anuncian la llegada del salvador. Los visualizamos. Cada uno en su tiempo llama a la conversión. Un corazón nuevo será capaz de acoger el Bautismo del Espíritu. La Palabra de Dios actúa. Toda carne verá su salvación. Nuestro silencio nos ayuda a reconocer los fallos y decidir una vida nueva que manifieste su gloria. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE APERTURA, DE RECONCILIACIÓN.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.

RECIBIMOS EL PERDÓN, LA PAZ, EL ENCUENTRO CON DIOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE, PORTADORA DE DIOS.

DAMOS GLORIA A DIOS  Y CON JESÚS DECIMOS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Cerca está el Señor (Erdozaín)

Cerca está el Señor, cerca está el Señor.
Cerca de mi pueblo, /cerca del que lucha por amor.
Cerca está el Señor, cerca está el Señor,
es el peregrino que comparte mi dolor.

También está el Señor, le conoceréis, /en el que lucha por la igualdad.
También está el Señor, le conoceréis, / en el que canta la libertad.
También está el Señor, no olvidéis su voz, /sufre el dolor del oprimido.

También está el Señor, le conoceréis, /en el obrero en su taller.
También está el Señor, le conoceréis, /en el anciano en su vejez.
También está el Señor, no olvidéis su voz, /en el hospital junto al enfermo.

También está el Señor, le conoceréis, /Él es la vida, es la verdad.
También está el señor, le conoceréis, /en el camino de libertad.
Jesús es el Señor, no olvidéis su voz,/es el Redentor de nuestro pueblo.




martes, 4 de diciembre de 2018

EL AMOR


REZA Y COMPARTE

POESÍA
 
EL AMOR

Todos los poetas cantan
la belleza del amor,
esa belleza que brota
desde nuestro corazón.
Un corazón que se abona,
con entrega, con tesón,
con disculpas, cuando falla
con la palabra:"perdón".
Un perdón agradecido
primero para con Dios
después hacia las personas
a las cuales se faltó,

Quien se conoce a sí mismo,
puede comprender mejor,
cuando las personas fallan
y reconocen su error..
Con amor todo se arregla
y se comprende mejor,
ese gesto tan sencillo
que se hace con amor,
esa palabra de ánimo
de ayuda, de comprensión.

A todos nos hace falta
un poquito más de amor,
para sembrar por la vida:
cariño, bondad, ilusión,
sonrisas acogedoras
que destruyan la opresión,
camino por el que marcha
el que tiene depresión.

Estamos a tiempo todos,
para poner solución,
poniendo de nuestra parte
nuestra tajada de amor.
Tenemos solo una vida
y el tiempo corre veloz,
aprovechar el momento
que nos regala el Señor.

MARÍA


REFLEXIÓN

   DEL AMOR

DIGO QUE…
DICEN QUE…
EL   
ENFOQUE QUE DA JESÚS AYUDA A …



viernes, 30 de noviembre de 2018

¡AÑO NUEVO!

REZA Y COMPARTE

¡AÑO NUEVO!

GUÍA DE ORACIÓN 02-12-18

GUÍA: Empieza  el Año Litúrgico. Un nuevo tiempo.  Adviento, venida, tiempo de  esperanza. El Señor  vendrá. Invadidas por estas palabras, nos disponeos a hacer oración, a escuchar a Dios. Su presencia salvadora se manifiesta en nuestra vida y tiene la promesa de llegar a nosotros, si abrimos el corazón a lo que él quiere decirnos. SILENCIO DE ACTUALIZACIÓN, DE VERDAD SALVADORA.

Del libro de Jeremías (33,14-16):

Ya  llegan días, —oráculo del Señor—en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra.
En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así:
“Es Señor es nuestra justicia”.

GUÍA: “Suscitaré a David un vástago que hará justicia y derecho en la tierra”. Un vástago nuevo para Israel, para la Iglesia, para nosotros. Jesucristo será la rama nueva que vigoriza la tierra, que implanta el derecho. Aceptamos su presencia  entre nosotros, preparamos su venida y nos dejamos transformar. SILENCIO DE ENCUENTRO, ESPERANZA Y APERTURA A LA GRACIA.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,12–4,2)

Hermanos:
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
Por lo demás, hermanos os rogamos y os exhortamos en el Señor Jesús: ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguir adelante. Pues ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.

GUÍA: Jesús sigue su camino, entonces y ahora.  Proceded para agradar a Dios. Nuestro amor vigila y se abre a todo lo que está por venir. El Señor salva a su pueblo.” Que él os colme y haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”. Que este amor os haga agradables a Dios cuando él venga. SILENCIO DE ACOGIDA, DE PRESENCIA, DE FIDELIDAD.

Del santo Evangelio según san Lucas (21,25-28.34-36):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

GUÍA: Se nos habla de los signos del final de los tiempos. Aparecerá el Hijo del hombre.  Hoy Jesús viene y a veces halla contradicciones en nuestro mundo y en nosotros mismos. ¿Cuáles son?. Estad despiertos para distinguir el Señor que viene. Que no se nos embote la mente con los placeres, el dinero y el poder. Se acerca vuestra liberación. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ESPERA, DE LIBERACIÓN

HACEMOS SÍNTESIS DE LA ORACIÓN: UNA FRASE QUE RECORDAREMOS.

AGRADECEMOS, ADORAMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA, PORTADORA DE JESÚS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS:
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.
Nos diste tu palabra, /es firme nuestra espera;
iremos tras tus huellas,/sabemos que vendrás./ Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.
Los hombres de mi pueblo
esperan que Tú vengas,
que se abran horizontes
por donde caminar./Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.
Vendrás con los que luchan
por una tierra nueva.
Vendrás con los que cantan:
justicia y hermandad./ Ven, ven, Señor Jesús.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar, danos tu fuerza y verdad.

martes, 27 de noviembre de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 16

REZA Y COMPARTE

 PAPA FRANCISCO
Capítulo cuarto

EL AMOR EN EL MATRIMONIO
Nuestro amor cotidiano

90. En el así llamado himno de la caridad escrito por san Pablo, vemos algunas características del amor verdadero:
«El amor es paciente,
es servicial; el amor no tiene envidia,
no hace alarde, no es arrogante,
no obra con dureza, no busca su propio interés,
no se irrita, no lleva cuentas del mal,
no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta» (1 Co 13,4-7).


Esto se vive y se cultiva en medio de la vida que comparten todos los días los esposos, entre sí y con sus hijos. Por eso es valioso detenerse a precisar el sentido de las expresiones de este texto, para intentar una aplicación a la existencia concreta de cada familia.

91. La primera expresión utilizada es makrothymei. La traducción no es simplemente que «todo lo soporta», porque esa idea está expresada al final del v. 7. El sentido se toma de la traducción griega del Antiguo Testamento, donde dice que Dios es «lento a la ira» (Ex 34,6; Nm 14,18). Se muestra cuando la persona no se deja llevar por los impulsos y evita agredir. Es una cualidad del Dios de la Alianza que convoca a su imitación también dentro de la vida familiar. Los textos en los que Pablo usa este término se deben leer con el trasfondo del Libro de la Sabiduría (cf. 11,23; 12,2.15-18); al mismo tiempo que se alaba la moderación de Dios para dar espacio al arrepentimiento, se insiste en su poder que se manifiesta cuando actúa con misericordia. La paciencia de Dios es ejercicio de la misericordia con el pecador y manifiesta el verdadero poder.

92. Tener paciencia no es dejar que nos maltraten continuamente, o tolerar agresiones físicas, o permitir que nos traten como objetos. El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que sólo se cumpla la propia voluntad. Entonces todo nos impacienta, todo nos lleva a reaccionar con agresividad. Si no cultivamos la paciencia, siempre tendremos excusas para responder con ira, y finalmente nos convertiremos en personas que no saben convivir, antisociales, incapaces de postergar los impulsos, y la familia se volverá un campo de batalla. Por eso, la Palabra de Dios nos exhorta: «Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad» (Ef 4,31). Esta paciencia se afianza cuando reconozco que el otro también tiene derecho a vivir en esta tierra junto a mí, así como es. No importa si es un estorbo para mí, si altera mis planes, si me molesta con su modo de ser o con sus ideas, si no es todo lo que yo esperaba. El amor tiene siempre un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este mundo, también cuando actúa de un modo diferente a lo que yo desearía.

93. Sigue la palabra jrestéuetai, que es única en toda la Biblia, derivada de jrestós (persona buena, que muestra su bondad en sus obras). Pero, por el lugar en que está, en estricto paralelismo con el verbo precedente, es un complemento suyo. Así, Pablo quiere aclarar que la «paciencia» nombrada en primer lugar no es una postura totalmente pasiva, sino que está acompañada por una actividad, por una reacción dinámica y creativa ante los demás. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás. Por eso se traduce como «servicial».

94. En todo el texto se ve que Pablo quiere insistir en que el amor no es sólo un sentimiento, sino que se debe entender en el sentido que tiene el verbo «amar» en hebreo: es «hacer el bien». Como decía san Ignacio de Loyola, «el amor se debe poner más en las obras que en las palabras»[106]. Así puede mostrar toda su fecundidad, y nos permite experimentar la felicidad de dar, la nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir.

95. Luego se rechaza como contraria al amor una actitud expresada como zeloi (celos, envidia). Significa que en el amor no hay lugar para sentir malestar por el bien de otro (cf. Hch 7,9; 17,5). La envidia es una tristeza por el bien ajeno, que muestra que no nos interesa la felicidad de los demás, ya que estamos exclusivamente concentrados en el propio bienestar. Mientras el amor nos hace salir de nosotros mismos, la envidia nos lleva a centrarnos en el propio yo. El verdadero amor valora los logros ajenos, no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida. Entonces, procura descubrir su propio camino para ser feliz, dejando que los demás encuentren el suyo.

96. En definitiva, se trata de cumplir aquello que pedían los dos últimos mandamientos de la Ley de Dios: «No codiciarás los bienes de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él» (Ex20,17). El amor nos lleva a una sentida valoración de cada ser humano, reconociendo su derecho a la felicidad. Amo a esa persona, la miro con la mirada de Dios Padre, que nos regala todo «para que lo disfrutemos» (1 Tm 6,17), y entonces acepto en mi interior que pueda disfrutar de un buen momento. Esta misma raíz del amor, en todo caso, es lo que me lleva a rechazar la injusticia de que algunos tengan demasiado y otros no tengan nada, o lo que me mueve a buscar que también los descartables de la sociedad puedan vivir un poco de alegría. Pero eso no es envidia, sino deseos de equidad.


ACCIÓN:
·        Lee cada párrafo.
·        ¿Qué frases subrayarías? ¿Por qué te fijas más en ellas?
·        Comenta y confronta tu pensamiento, el de tus amigos, la sociedad, la Iglesia.
·        ¿Alguna conclusión o propuesta?
·        Comenta una frase en el recuadro de abajo. ¡Buen trabajo!



viernes, 23 de noviembre de 2018

EL SEÑOR REINA


REZA Y COMPARTE

EL SEÑOR REINA

GUÍA DE ORACIÓN 25-11-18

GUÍA: Es el día de Cristo Rey. Ven espíritu Santo a nuestros corazones, ven a nuestra mente. Nuestra oración se hace consciente de que el Señor reina. Dios, Señor de cielo y tierra, Señor de la vida y de la muerte. Desde las múltiples situaciones del ser humano, el Hijo del hombre se hace presente como rey, sacerdote y profeta. Lo sentimos en nosotros mismos como Señor, rey y amigo. Visualizamos esta relación y reconocemos nuestras acciones. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, VISUALIZACIÓN, PRESENCIA.

 De la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.


GUÍA: En la visión de Daniel, el Hijo del Hombre avanza hasta el trono de Dios. Se le da honor poder y reino. Lo aclamamos en nuestro interior y valoramos su acción en cada uno de nosotros. El Padre acoge al Hijo y todos los pueblos le sirven. Le ofrecemos nuestro mundo, pedimos el perdón para todos y  su gracia. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ACCIÓN DE GRACIAS, DE ADHESIÓN  A SU GLORIA.

 Del libro del Apocalipsis (1,5-8):

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»

GUÍA: Gracia y paz a vosotros  de parte de Jesucristo. Su gracia y su paz  llega a cada uno de nosotros, como Dios y Señor. Jesús, testigo fiel, nos precede en el encuentro con el Padre. Su presencia es fidelidad a Dios Padre y fidelidad a la humanidad. Nos dejamos empapar de su gracia y de su paz. SILENCIO DE ACOGIDA, COMPRENSIÓN, FIDELIDAD

Del santo evangelio según san Juan (18,33b-37):

En aquel tiempo, dijo Pilatos a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»


GUÍA: ¿Eres tú el Rey de los judíos? dice Pilatos a Jesús. ¿Qué le preguntamos nosotros? Todas nuestras dudas  y preguntas pueden ser resueltas. En el interior de nuestro ser, se las preguntamos y confiamos en su palabra. Él sigue siendo testigo de la verdad. El que es de la verdad escucha su voz. Que sepamos escuchar y actuar. SILENCIO DE INVOCACIÓN, DE PREGUNTAS Y DE VERDAD

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.

FORTALECEMOS NUESTRA FE, CONFIAMOS, AGRADECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA  MADRE Y MAESTRA.

NOS UNIMOS A JESÚS EN SU ORACIÓN: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS:

Alabo tu bondad (Kairoi)

Todo mi ser canta hoy
por las cosas que hay en mí.
Gracias te doy, mi Señor,
Tú me haces tan feliz;
Tú me has regalado tu amistad,
confío en Ti, me llenas de tu paz.
Tú me haces sentir tu gran bondad;
yo cantaré por siempre tu fidelidad.


Gloria a Ti, Señor, por tu bondad.
Gloria, gloria, siempre cantaré tu fidelidad.




Siempre a tu lado estaré
alabando tu bondad.
A mis hermanos diré
el gran gozo que hallo en ti.
En Ti podrán siempre encontrar
fidelidad, confianza y amistad.
Nunca fallará tu gran Amor,
ni tu perdón, me quieres tal como soy.

https://www.youtube.com/watch?v=tjjAtEAqJr4