viernes, 5 de marzo de 2021

SOY EL SEÑOR TU DIOS

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SOY EL SEÑOR TU DIOS

GUÍA DE ORACIÓN   07-03-21      Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo B

GUÍA: Danos tu Espíritu, Señor. Donde no hay Espíritu no puede brotar la vida. Donde no hay Espíritu, hay oscuridad. Seguimos contigo en la marcha del desierto. Te necesitamos y tu luz hace que te conozcamos como Dios y Señor. Tu Palabra hoy es manifestación, es claridad, es don. Sácianos del agua viva de tu gracia, conviértenos a ti. Te esperamos. SILENCIO DE FE, DE DESIERTO, DE ESPERANZA.

Del libro del Éxodo (20,1-17):

En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»

GUÍA: Soy el Señor tu Dios. Es tu presentación. Tu manifestación para nosotros, para el pueblo que obedece tus mandatos. Das la Ley. Recorres los preceptos de respeto a ti, a tu nombre, a todo hombre o mujer. Respeto a su persona, sus bienes,  su mujer, su prójimo. Guardar el día de descanso para honrar su nombre y su acción. Queremos cumplir tus mandatos, vivir según tus normas. Líbranos de todo lo que nos aleja de ti. SILENCIO DE ESCUCHA, DE SEGUIMIENTO, DE OBEDIENCIA.

R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna 

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,22-25):

Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para lo judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

GUÍA: Hemos oído tu Palabra. Eres Dios. El mundo quiere sabiduría, signos. Pero te manifiestas Cristo crucificado. Escándalo, necedad para muchos. En Cristo te manifiestas fuerza de Dios, sabiduría de Dios. Te escuchamos, Padre. Llénanos de esa fuerza y sabiduría para seguirte, para conocerte, para amarte. Lo necio de Dios resulta más sabio y fuerte que los hombres. SILENCIO DE ACEPTACIÓN, DE HUMILDAD, DE RESPUESTA.

Del santo evangelio según san Juan (2,13-25):

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»

Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

GUÍA: Jesús ha subido a Jerusalén, va al templo y al ver a los cambistas y vendedores, ve un templo profanado y quiere limpiarlo de todo aquel ambiente. Los echa fuera, se opone rotundamente a ese tipo de acciones. ¿Respetamos el templo como lugar dedicado a Dios? Cristo lo santifica con su sacrificio y resurrección. Honremos al Padre, con el Hijo y con el Espíritu. SILENCIO DE PRESENCIA, DE ADORACIÓN, DE TRANSFORMACIÓN.

RECOGEMOS LA ORACIÓN CON UNA FRASE PARA RECORDAR.

PRESENCIA, PETICIÓN, CONFIANZA, SEGURIDAD.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE NOS ENSEÑE SU HUMILDE SABIDURÍA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, DICIENDO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Camina pueblo de Dios

https://www.youtube.com/watch?v=Y_4jWB_saFU

martes, 2 de marzo de 2021

TEMA Cuaresma 21.2




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TEMA: Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2021/2,

Publicamos el Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma de 2021 cuyo tema es «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad. Esta 2ª entrega nos habla de la esperanza.

***

La esperanza como “agua viva” que nos permite continuar nuestro camino

La samaritana, a quien Jesús pide que le dé de beber junto al pozo, no comprende cuando Él le dice que podría ofrecerle un «agua viva» (Jn 4,10). Al principio, naturalmente, ella piensa en el agua material, mientras que Jesús se refiere al Espíritu Santo, aquel que Él dará en abundancia en el Misterio pascual y que infunde en nosotros la esperanza que no defrauda.

Al anunciar su pasión y muerte Jesús ya anuncia la esperanza, cuando dice: «Y al tercer día resucitará» (Mt 20,19). Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto de par en par. Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor. Significa saciarnos del perdón del Padre en su Corazón abierto.

En el actual contexto de preocupación en el que vivimos y en el que todo parece frágil e incierto, hablar de esperanza podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos (cf. Carta enc. Laudato si’, 32-33;43-44).

Es esperanza en la reconciliación, a la que san Pablo nos exhorta con pasión: «Os pedimos que os reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20). Al recibir el perdón, en el  Sacramento que está en el corazón de nuestro proceso de conversión, también nosotros nos convertimos en difusores del perdón: al haberlo acogido nosotros, podemos ofrecerlo, siendo capaces de vivir un diálogo atento y adoptando un comportamiento que conforte a quien se encuentra herido. El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad.

En la Cuaresma, estemos más atentos a «decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan», en lugar de «palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian» (Carta enc. Fratelli tutti [FT], 223).

A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser «una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia» (ibíd., 224).

En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.

Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios “hace nuevas todas las cosas” (cf. Ap 21,1-6). Significa recibir la esperanza de Cristo que entrega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza” (cf. 1 P 3,15).

ACCIÓN

Nos fijamos en este apartado de la esperanza., de dónde los viene, cómo se consigue, qué transmite.

Es el camino de la esperanza. Vamos a experimentarlo con Jesús y con toda la Iglesia.

Busca tu punto de mayor atención y echa el agua viva de Jesús para que salte hasta la vida eterna.

lunes, 1 de marzo de 2021

EVENTO Aquí me tienes

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EVENTO Aquí me tienes 

Presentamos el resumen del encuentro. Cada persona pone su experiencia y su capacidad de admiración, comprensión, amor. Confronta tus deseos con los pasos que se te proponen y avanza con alegría y esperanza.

 1.      Hola, después de tener problema con la publicación, ahora os paso el contenido del Evento de Oración Reza y Comparte.  Vamos a unirnos en la oración y a realizar el encuentro entre nosotros y con Jesús que dice: Donde estén dos o más reunidos en mi nombre allí estoy Yo con ellos. Nos situamos en el momento y empezamos.

2.      En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu comenzamos. Aquí tienes las Lecturas https://rezaycomparte.blogspot.com/2021/02/aqui-me-tienes.html

3.      Nos concentramos en la fe, la presencia del Señor y en el encuentro con los que participan o participarán a través del resumen.

4.      Aquí me tienes, dice Abrahán a Dios que le llama en el monte Moria. Él le oye y comprende sus palabras. Está dispuesto a sacrificar a su hijo como ofrenda. Dios capta su fe, su generosidad y cambia el sacrificio por un cordero que estaba en las zarzas. Los momentos de fe son confiados y a veces oscuros. Se fía de Dios. ¿Tus experiencias de fe cómo son? ¿tienen dificultades?

5.      Dios hace sus promesas: te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo.  Abrahán se fía de Dios. Él será el padre de los creyentes.  Con ´sus palabras repetimos: Aquí me tienes.

6.      ¿Quién acusará? es Dios el que justifica en su Hijo. En Jesús nos unimos al Padre y a la humanidad pecadora y salvada. Admiramos su salvación, su perdón, su entrega. La hacemos nuestra y confiamos para nuestro bien. Todo pecado queda sumergido en la misericordia del Padre. Nos sentimos reconciliados y recibimos su perdón. En este tiempo de Cuaresma recibamos el abrazo del Padre en la confesión.

7.      El evangelio nos lleva a la escena del monte Tabor. Jesús va a hacer oración acompañado por tres de sus discípulos.  Se transfigura  y los apóstoles están fuera de sí. Hagamos tres tiendas, dice Pedro. Pero una nube cubre la escena, una voz se oye: Éste es mi Hijo amado, escuchadle.

8.      ¿Qué escuchamos nosotros en la oración? También se nos dice : es mi Hijo, escuchadle. Veamos nuestra respuesta, nuestras actuaciones. ¿Volvemos a la realidad con la nueva energía de la presencia de Dios en nuestra vida? . Callamos, escuchamos creemos, nos fiamos.

9.      ¿Qué nos dice Jesús? ¿Qué respondemos?  Pedimos su gracia, su presencia y su amor para llevarlo a la vida.

10.  ¿Qué palabra resaltarías tú de este rato de oración? ¿Cuá te dirá Jesús? Confiamos, ponemos en sus manos nuestras dificultades y esperanzas. Le pedimos fortaleza en la fe, en la esperanza, en el amor a los hermanos y a la realidad en que vivimos. Que sepamos transformar la vida con su gracia.

11.  Con María, compañera y madre, caminemos por donde Jesús quiere. Terminamos Agradeciendo este encuentro y pidiendo su presencia en cada momento del camino. AMEN. 

Si has llegado hasta el final, espero que hayas encontrado a Jesús y hayas compartido este momento con él. Guárdalo en ti y a la vez compártelo con tus amigos/as. Ayudarás a Jesús en su trabajo.

 

 

viernes, 26 de febrero de 2021

AQUÍ ME TIENES

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AQUÍ ME TIENES

GUÍA ORACIÓN 28-02-21   Domingo 2º de Cuaresma - Ciclo B

GUÍA: Caminaré en la presencia del señor. Al comenzar esta oración le reconocemos como Padre y creador. Nos ama y busca nuestro bien. Su presencia se hace luminosa a lo largo del camino. Te adoramos en la paz, en la dificultad, en el dolor y en la alegría. Eres quien marca la senda y buscar lo que más nos hace bien. Acompaña nuestros pasos y llévanos a ti. SILENCIO DE FE, DE ESPERANZA, DE AMOR.

Lectura del libro del Génesis (22,1-2.9-13.15-18):

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole: «¡Abrahán!»

Él respondió: «Aquí me tienes.»

Dios le dijo: «Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré.»

Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña.

Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo «¡Abrahán, Abrahán!». Él contestó: «Aquí me tienes.»

El ángel le ordenó: «No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.»

Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.

El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: «Juro por mí mismo –oráculo del Señor–: Por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.»

GUÍA: Abrahán escucha al Señor. Le pide a su hijo único. Él está dispuesto a ofrecérselo en sacrificio. Cuando cumplir su sacrificio, dios le llama y le dice que cambie la víctima por un cordero que había allí cerca. La disponibilidad de Abrahán es total. Dios le hace una promesa: multiplicará su descendencia como las estrellas del cielo. Presentamos a  Dios nuestras ofrendas y agradecemos sus dones y beneficios. SILENCIO DE ESCUCHA, DE OBEDIENCIA, DE CONFIANZA.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,31b-34):

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?

GUÍA: Dios está con nosotros. ¿Quién nos acusará?. Reconocemos lo que somos. Nos conocemos en el interior. Abrimos nuestras manos y ofrecemos en don de nosotros mismos. Confiamos en ti, Padre, Todo está redimido por Jesús. En él estamos salvados. Nos dejamos atraer por su mirada y ser saciados por el agua de la vida. El Espíritu Santo nos colma con su gracia  y su  bondad. Nos acerca a la humanidad para salvarla. SILENCIO DE APERTURA, DE ACOGIDA, DE  AMOR.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Estaban asustados, y no sabía lo que decía.

Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

GUÍA: Jesús ha ido al monte tabor Tabor. Le acompañan  Pedro, Santiago y Juan.  Aparecen Moisés y Elías. La Ley y los Profetas se hacen presentes en aquella oración. El Padre alza la voz para decir: Es mi Hijo amado, escuchadlo. Lo oímos también nosotros. Jesús presentado por el Padre nos transforma también a nosotros. Danos tu luz y tu verdad. Enséñanos a vivir en la verdad y en el amor. SILENCIO DE ESCUCHA, DE ACOGIDA, DE TRANSFORMACIÓN.

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA .

SILENCIO,APERTURA, AGRADECIMIENTO, AMOR.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y COMPAÑERA DE VIAJE. LE EXPONEMOS NUESATRAS DUDAS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS:

Salmo 114.    Composición musical de Francisco Palazón 

    Caminaré en presencia del Señor, /en  el país de la vida.



Amo al Señor porque escucha/mi voz suplicante,

Porque inclina el oído hacia mí/el día que lo invoco. 


Me envolvían redes de muerte, /me alcanzaron los lazos del abismo.

Caí en tristeza y angustia,/invoqué el nombre del Señor:/Señor, salva mi vida.

 

El Señor es benigno y justo;/nuestro Dios es compasivo.

El señor guarda a los sencillos. /Estando yo sin fuerzas me salvó.

 

Alma mía recobra tu calma, /que el Señor fue bueno contigo,

arrancó mi alma de la muerte,/mis ojos de las lágrimas,/mis pies de la caída.

https://www.youtube.com/watch?v=rQKFoaJV-qo

 

martes, 23 de febrero de 2021

TEMA Cuaresma 21, Papa Francisco

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TEMA: Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2021,

Publicamos el Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma de 2021 cuyo tema es «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad.

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando Jesús anuncia a sus discípulos su pasión, muerte y resurrección, para cumplir con la voluntad del Padre, les revela el sentido profundo de su misión y los exhorta a asociarse a ella, para la salvación del mundo.

Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, recordemos a Aquel que «se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2,8). En este tiempo de conversión renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibamos con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. En la noche de Pascua renovaremos las promesas de nuestro Bautismo, para renacer como hombres y mujeres nuevos, gracias a la obra del Espíritu Santo. Sin embargo, el itinerario de la Cuaresma, al igual que todo el camino cristiano, ya está bajo la luz de la Resurrección, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea seguir a Cristo.

El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (cf. Mt 6,1-18), son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante.

La fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante nuestros hermanos y hermanas.


En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación. Esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello. Esta Verdad es Cristo mismo que, asumiendo plenamente nuestra humanidad, se hizo Camino —exigente pero abierto a todos— que lleva a la plenitud de la Vida.

El ayuno vivido como experiencia de privación, para quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento. Haciendo la experiencia de una pobreza aceptada, quien ayuna se hace pobre con los pobres y “acumula” la riqueza del amor recibido y compartido. Así entendido y puesto en práctica, el ayuno contribuye a amar a Dios y al prójimo en cuanto, como nos enseña santo Tomás de Aquino, el amor es un movimiento que centra la atención en el otro considerándolo como uno consigo mismo (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 93).

La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros (cf. Jn 14,23). Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones —verdaderas o falsas— y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero «lleno de gracia y de verdad» (Jn 1,14): el Hijo de Dios Salvador…

Recoge lo más importante, céntrate en ello, vuelve a Dios y a tus hermanos.

lunes, 22 de febrero de 2021

EVENTO Noé en el arca

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EVENTO Noé en el arca 

Hemos realizado el Evento de Oración: Noé en el arca. Los que no llegasteis y os interesa, aquí os presentamos el resumen. Lo importante es la oración personal de cada uno/a. Con esta publicación, podéis seguirnos y hacer vuestras aportaciones para mejorar el próximo que será el domingo 28. Buen camino en este encuentro con el Señor, contigo mismo y con los demás.

 1.      Hola amigos. Vamos a  comenzar el encuentro de Oración. Si vais llegando, nos iremos viendo. 😊

2.      En este enlace podemos ver las lecturas.

https://rezaycomparte.blogspot.com/.../noe-en-el-arca.html

NOE EN EL ARCA

3.      Empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Nos unimos a los que lo sigáis y queréis acercaros al señor con el corazón sincero y sencillo.

4.      Vemos a Noé salvado de las aguas, por la misericordia de Dios. Los hombres son ajenos a lo que Dios quiere y viven en la maldad. Dios los castiga con el diluvio. Visualizamos la escena y nos sentimos tocados por la maldad desde los hombres y por la justicia de Señor ante sus malas acciones. Padre Dios, somos frágiles, olvidadizos, despreocupados. podemos ser uno de ellos. Haz que volvamos sobre nuestros pasos y nos convirtamos a ti.

5.      Noé es invitado a resguardarse en un arca, con su familia y parejas de animales que Dios le indica. Agradecemos con Noé. En nuestro tiempo , se dan casos diversos. Desgracias, pero también beneficios. Hemos de descubrir nuestro pecado, el orgullo con que tratamos a Dios y desoímos sus mandatos.  Seguimos siendo los hijos rebeldes que nos hacen caso. En nuestro silencio reconocemos nuestro pecado y pedimos perdón.

 6.      Al terminar el diluvio, Dios hace un pacto con Noé. Su Alianza no se volverá a romper. El arco irís será el signo de la fidelidad de Dios y recordará a los hombres sus compromisos.

7.      Hoy hacemos y recordamos nuestra alianza y nos obligamos a cumplirla. Desde el Bautismo estamos unidos a Jesucristo y queremos actuar como hijos. Te pedimos un corazón nuevo para servirte y cumplir tus leyes. Lealtad y misericordia son tus sendas, Señor.

8.      Tu lealtad nos cubre y tu misericordia nos protege. Guárdanos del mal. Iremos por tus sendas y viviremos unidos a ellas. Lo reconocemos en el pasado, lo observamos en el presente y te lo pedimos para el futuro.

 9.      Él nos libra del pecado. Pero tenemos que recoger ese perdón, asimilarlo y compartirlo. Si somos hijos, hemos de vivir como tales. Demos pasos en nuestro caminar diario. El camino de la lealtad y de la misericordia nos estimula y ayuda a caminar.

10.  Cristo murió por los pecados  una vez para siempre, nos dice San Pedro en su carta. ¿Qué podemos decir nosotros?

11.  En su vida mortal, Jesús decide su adhesión al Padre y su entrega para los hermanos. Hoy recordamos las tentaciones que tuvo en el desierto, mientras  se preparaba a la misión.  El diablo le tienta por la riqueza, la gloria, el poder. Somos tentados también nosotros por estos momentos. Analicemos cómo se nos presenta el tentador. Ayúdanos, Jesús, a vencer todo el mal  y no nos dejes caer en tentación. ¿Conocemos nuestros fallos?

 12.  Para terminar, ponemos en tus manos, Jesús, nuestras acciones. danos fe, fortaleza, amor para seguir adelante en el camino de la lealtad y la misericordia. Padre nuestro que estás en el cielo...

 

ACCIÓN

¿Qué quieres poner en práctica? Jesús y María te acompañan. Lévantate y anda, decía Jesús.