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GUÍA DE ORACIÓN , 09-02-25, V Domingo del Tiempo Ordinario
GUÍA: En el templo, en nuestro interior,
contemplamos a Dios creador del universo. La gloria del señor es grande,
nuestro ser le aleba y bendice con los ángeles y todo el universo. Somos
criaturas creadas y amadas por ese Dios que nos amo como hijos y nos conduce
por sus caminos con su amor. En el interior adoramos, agradecemos, amamos.
SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE ADMIRACIÓN, DE AGRADECIMIENTO. ORAMOS.
Lectura
del libro de Isaías (6,1-2a.3-8):
EL año de la
muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la
orla de su manto llenaba el templo.
Junto a él estaban los serafines, y se gritaban uno a otro diciendo:
«¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su
gloria!».
Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba
lleno de humo.
Yo dije:
«Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de
gente de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey, Señor del universo».
Uno de los seres de fuego voló hacia mí con un ascua en la mano, que había
tomado de! altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo:
«Al tocar esto tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado».
Entonces escuché la voz del Señor, que decía:
«A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?».
Contesté:
«Aquí estoy, mándame».
GUÍA: Escuchamos los cantos de los ángeles,
nos unimos a ellos y adoramos al Dios de cielo y tierra. Oímos el deseo del
Señor que envía. Con respeto
nos sentimos purificados,
enviados. Señor, cuida tú nuestro
corazón y nuestra mente para que te sirvamos con docilidad y amor. SILENCIO
ENCUENTRO, ESPERA, VIDA.
Salmo
Sal 137
R/. Delante
de los ángeles tañeré para ti, Señor.
V/. Te doy
gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.
V/. Daré
gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.
V/. Que te
den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R/.
V/. Tu
derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.
Lectura
de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,1-11):
Os recuerdo,
hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que
además estáis fundados,
y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo
contrario, creísteis en vano.
Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo
murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que
resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más
tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la
mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a
Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me
apareció también a mí.
Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol,
porque he perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha
frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he
sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos
predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
GUÍA: Os recuerdo el evangelio que os
anuncié y os está salvando. Pablo se lo dice a los Corintios. Nos lo puede
decir también a nosotros. Lo hemos recibido. Intensificar la fe, vivirlo con
esperanza, ser constantes en el amor, nos convierte cada día en discípulos de
Jesús que se entrega a nosotros y a todos los hermanos. SILENCIO DE ESTAR,
DE CONFIAR, DE COMPARTIR.
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,1-11):
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
GUÍA:”Rema mar adentro, echad las redes
para la pesca” Y ante la pesca milagrosa Pedro se siente asombrado. Jesús le
dice: no temas, desde ahora serás pescador de hombres. Jesús se compromete a
esto. Hoy sigue diciéndolo y haciendo el milagro. Confiemos en él. SILENCIO
DE UNIÓN, DE CONFIANZA, DE SEGURIDAD.
RECIBIMOS
AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.
PEDIMOS,
ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.
INVOCAMOS
A MARÍA, NUESTRA MADRE
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
Cantad a Dios y ensálcelo la tierra,
cuanto
germine en ella cante a Dios.
Cantad a Dios las cumbres de los montes
los
manantiales den su gloria a Dios.
Cantad a Dios, estrellas, sol y luna
lluvia y
rocío, frios y heladas
Cantad a Dios rocío y nevadas
calor y
fuego bendecid a Dios.
cantad a Dios los mares y los ríos
todos los
peces y aves de los cielos,
cantad a Dios las fieras y ganados,
con vuestras
voces, bendecid a Dios
cantad a Dios las razas de los hombres
y bendecid
su nombre por los siglos.
Cantad a Dios rocas y minerales
bellos
cristales, bendecid a Dios.
"Aquí estoy, " Disponible para ser enviado. Presentamos un corazón limpio y disponible. dios nos dará su gracia.
ResponderEliminar"La gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios." ¿Qué nos hace pensar esto? Mucha gente buscaba lo que Jesús decía. La Palabra de dios tiene cabida en el corazón de la persona sencilla y humilde. ¿La buscamos nosotros? Condúcenos tú, Jesús.
ResponderEliminar«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». Es Pedro, asombrado de la pesca hecha obedeciendo al maestro. ¿Qué decimos nosotros ante los hechos que nos ocurren? Que sepamos reconocer la acción de Dios, agradecer su presencia y ayuda. Buen día.
ResponderEliminarContesté: «Aquí estoy, mándame». El discípulo se ofrece al maestro y le sigue. Confiamos en Dios y su bondad para todos.
ResponderEliminar"Canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande." Cantemos con el salmista y con todo el mundo agradecido. Adoración y gloria por siempre.
ResponderEliminar"En el templo, en nuestro interior, contemplamos a Dios creador del universo." En silencio le reconocemos como creador, padre y amigo. Hablamos con él y le presentamos nuestros intereses y sentimientos. Oremos.
ResponderEliminar«¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!». Cantemos a Dios y agradezcamos su amor. buen día para todos/as. Alguna sugerencia para mejorar esta comunicación?
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